Tres aprendizajes de la transición verde en Dinamarca

Por: | 09 de junio de 2017

MIKKEL LARSEN (*)

 

Energias-renovables-dinamarca-500x327Parque eólico marino en Dinamarca.

 

En Dinamarca llevamos más de cuatro décadas inmersos en una transición energética que ahora tiene como objetivo final llegar a ser independientes de los combustibles fósiles en el 2050. El proceso nos ha dejado tres aprendizajes principales, digamos tres necesidades: la de tener una visión a largo plazo, la de tener unas políticas de consenso y la de implicar a los ciudadanos en el proceso.

Nuestra transición verde empezó con la Crisis del Petróleo en el invierno del 1973, que golpeó especialmente fuerte a nuestro país. Dinamarca en aquel entonces dependía de importaciones que eran más del 95% de su consumo energético. Todos los que vivieron aquella crisis recuerdan los domingos sin coches y los racionamientos de combustible para la calefacción. Fue un despertar brusco, y la sociedad danesa empezó a buscar un cambio en el sistema energético enfocado a garantizar la mayor independencia energética posible.

Nuestras políticas energéticas desde entonces se han basado sobre todo en dos pilares: por un lado, un uso más inteligente y eficaz de la energía. Por otro, el uso de energías autóctonas. En nuestro caso, ésta principalmente ha sido la energía eólica, así como el gas y el petróleo de nuestras explotaciones en el Mar del Norte.

Una mirada más allá del horizonte

En general ha sido un proceso con grandes avances, pero también con altibajos y con aprendizajes importantes para Dinamarca. De ellos destacaría los tres factores mencionados antes, que hemos llegado a considerar como claves a la hora de llevar a cabo nuestra transición energética:

En primer lugar, es necesario tener una visión estratégica a largo plazo para saber hacia dónde quieres ir y cómo llegar. Un sistema energético no se cambia de un día para otro. Hay instalaciones e infraestructuras ya en funcionamiento, y hay que preparar bien los cambios y dedicar el tiempo necesario para implementarlos. Existe también una curva de aprendizaje y de adaptación e integración de nuevas tecnologías donde no siempre conviene tener prisa.

Al mismo tiempo, esta planificación con la mirada más allá del horizonte aporta estabilidad a las empresas, no solamente en el sector de la energía, ya que les permite planificar también sus inversiones a largo plazo.

En Dinamarca, nuestra visión actual llega hasta el 2050. A principios del siglo vimos que nuestras reservas en el Mar del Norte empezaban a descender y que nuestra dependencia iba a aumentar de nuevo. Para evitarlo, nos propusimos en el 2010 el objetivo de tener a mediados del siglo un sistema energético basado 100% en energías renovables.

Para cumplir con esta meta hemos diseñado una primera fase donde trabajamos para avanzar aún más en eficiencia energética y en la expansión de las energías renovables. A partir de la década que viene, entraremos en una segunda fase enfocada en la electrificación del sistema energético y el desarrollo de redes y sistemas inteligentes.

Y para garantizar que sigamos el camino y que lleguemos a la meta final, nos hemos propuesto también objetivos intermedios. Esto me lleva al segundo factor:

Acuerdos políticos amplios

Es importante tener unas políticas de consenso, de Estado, para garantizar el cumplimiento de la hoja de ruta. En Dinamarca llevamos 100 años sin un Gobierno de mayorías absolutas, por lo que los gobiernos daneses siempre están obligados a buscar acuerdos con otras fuerzas políticas. Según nuestras experiencias, estos acuerdos aportan más estabilidad al sistema a medio y largo plazo, puesto que un nuevo Gobierno no cambia radicalmente determinadas políticas al llegar al poder, si antes ha formado parte de un acuerdo amplio sobre el asunto.

En el 2012, un 95% del Parlamento danés aprobó un plan energético con objetivos intermedios para 2020. Estipula que a finales de la década deberemos tener un 35% de la demanda energética cubierta por renovables y un 50% de energía eólica en el mix eléctrico, y deberemos reducir en un 34% las emisiones de CO2.

Este otoño, el actual Gobierno danés comenzará las negociaciones con los otros partidos para definir los nuevos objetivos para 2030, que nos mantendrán en la senda del cumplimiento de nuestro objetivo para 2050. La intención inicial del gobierno es llegar entonces a cubrir un 50% de la demanda con energías renovables.

Empoderamiento de los ciudadanos

Finalmente, el tercer factor clave es la implicación de los ciudadanos en el proceso. Aquí no solamente se trata de informar a los ciudadanos sobre los beneficios de ahorrar energía y apostar por las energías renovables, sino también de implicarlos en el diálogo sobre proyectos concretos desde el principio. Por ejemplo: Cuando se planifica un nuevo parque eólico, es importante invitar a todos los ciudadanos de la zona a participar en el diálogo sobre dónde y cómo construir el parque. Al mismo tiempo, es importante darles compensación por las pérdidas de valor de sus casas y darles la posibilidad de participar económicamente en el proyecto, o bien a través de cooperativas o como inversores privados. 

Desde 2011, por ley tiene que haber en Dinamarca un 20% de participación local en los proyectos eólicos, tanto en tierra como ‘offshore’ cerca de las costas, y a precio de coste. Esta participación lleva a un mayor empoderamiento y, por consiguiente, a una mayor aceptación de los proyectos por parte de la ciudadanía.

Creemos que esta implicación ciudadana es un factor importante para que un 67% de los daneses apoye la instalación de más aerogeneradores en tierra en Dinamarca, mientras solamente un 14% está en contra, según una encuesta reciente.

Un buen ejemplo de cómo la participación ciudadana puede ayudar a avanzar la transición energética lo vemos en la isla danesa de Samsø. En 1998, un grupo de habitantes decidió que su isla tendría que ser independiente de combustibles fósiles en el 2030. Entraron en diálogo con las autoridades locales, crearon cooperativas y pusieron aerogeneradores y células solares que hoy en día cubren un 308% del consumo de electricidad en la isla.

El excedente se vende a través de un cable a la península de Jutlandia. Pero los isleños no han parado ahí. En los últimos años, han cambiado su enfoque para integrar a los ciudadanos aún más en el desarrollo del uso de biomasa y biogás para también descarbonizar completamente la calefacción y el transporte en la isla.

Aún queda mucho camino por recorrer, pero las buenas noticias del ‘microlaboratorio’ de Samsø nos dan la confianza de que el resto de Dinamarca pueda seguir su estela y que podamos cumplir con nuestro objetivo de ser 100% renovables en 2050.

 

(*) Mikkel Larsen es agregado de Comunicación en la Embajada de Dinamarca en España @mikkellarsen_

Hay 1 Comentarios

Me parece muy interesante, sobre todo lo relacionado con la participación de los ciudadanos.

Un saludo

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Alternativas

Sobre el blog

Crisis de la política, la economía, la sociedad y la cultura. Hacen falta alternativas de progreso para superarla. Desde el encuentro y la reflexión en España y en Europa. Para interpretar la realidad y transformarla. Ese es el objetivo de la Fundación Alternativas, desde su independencia, y de este blog que nace en su XV Aniversario.

Sobre los autores

Nicolás SartoriusNicolás Sartorius. Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Alternativas (FA), abogado y periodista, ha sido diputado al Congreso.

Carlos CarneroCarlos Carnero. Director Gerente de FA, ha sido Embajador de España en Misión Especial para Proyectos en el Marco de la Integración Europea y eurodiputado.

Vicente PalacioVicente Palacio. Director del Observatorio de Política Exterior de la Fundación Alternativas, Doctor en Filosofía, Visiting Fellow y Visiting Researcher en Harvard.

Sandra LeónSandra León. Profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de York (Reino Unido) y responsable de la colección Zoom Político de la Fundación Alternativas.

Carlos MaravallCarlos Maravall. Doctor en Macroeconomía y Finanzas Internacionales por la Universidad de Nueva York. Ha trabajado como asesor en Presidencia del Gobierno en temas financieros.

Erika RodriguezErika Rodriguez Pinzón. Doctora en relaciones internacionales por la Universidad Autónoma de Madrid y coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas.

Ana Belén SánchezAna Belén Sánchez, coordinadora de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Fundación Alternativas.

Jose Luis EscarioJose Luis Escario. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y Master de Derecho Internacional y Comunitario por la Universidad de Lovaina. Coordinador del Área Unión Europea de FA.

Kattya CascanteKattya Cascante coordina el área de Cooperación al Desarrollo del Observatorio de Política Exterior de la Fundación.

Enrique BustamanteEnrique Bustamante. Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la UCM. Es un experto de la economía y sociología de la televisión y de las industrias culturales en España.

Alfons MartinellAlfons Martinell. Director de la Cátedra Unesco en la Universidad de Girona y profesor titular en esa misma institución. Codirige el Laboratorio Iberoamericano de Investigación e Innovación en Cultura y Desarrollo.

Carles ManeraCarles Manera. Catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universitat de les Illes Balears. Es Premio Catalunya de Economía (Societat Catalana d’Economia, 2003).

Stuart MedinaStuart Medina Miltimore. Economista y MBA por la Darden School de la Universidad de Virginia. Es presidente de la Red MMT y fundador de la consultora MetasBio.

Luis Fernando MedinaLuis Fernando Medina. Profesor de ciencia política en la Universidad Carlos III de Madrid. Es autor de 'A Unified Theory of Collective Action and Social Change' (University of Michigan Press) y de "El Fénix Rojo" (Editorial Catarata).

José María Pérez MedinaJosé María Pérez Medina. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología y en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Funcionario del Estado. Ha sido Asesor en el Gabinete del Presidente del Gobierno entre 2008 y 2011.

José Antonio NogueraJosé Antonio Noguera. Profesor Titular de Sociología en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director del grupo de investigación GSADI (Grupo de Sociología Analítica y Diseño Institucional).

Antonio QueroAntonio Quero. Experto en instrumentos financieros de la Comisión Europea y coordinador de Factoría Democrática. Es autor de "La reforma progresista del sistema financiero" (Ed. Catarata).

Paloma Román MarugánPaloma Román Marugán. Profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid. Autora y coordinadora de distintos libros, artículos en revistas especializadas, artículos divulgativos y artículos de prensa.

Jesús Prieto de PedroJesús Prieto de Pedro. Doctor en Derecho, Catedrático de Derecho Administrativo en la UNED y titular de la Cátedra Andrés Bello de Derechos Culturales.

Santiago Díaz de Sarralde MiguezSantiago Díaz de Sarralde Miguez. Profesor de la URJC y coordinador de Economía en OPEX de la Fundación Alternativas.

Javier ReyJavier Rey. Doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Cardiología. Secretario de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida.

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal