CARLOS CARNERO (*)
Sesión plenaria del Parlamento Europeo. / P. S. EFE
Hay razones objetivas para el optimismo europeo. Repito: objetivas.
A veces, las percepciones dominan excesivamente sobre la realidad. En el caso de la UE, el avance electoral de los partidos populistas de extrema derecha ha creado la percepción de que buena parte de la ciudadanía se había desenganchado del proyecto europeo o incluso se había situado en contra del mismo.
Sin embargo, el último Eurobarómetro, cuyo trabajo de campo se llevó a cabo entre el 8 y el 26 de septiembre pasado, con 24.474 personas encuestadas (de ellas 1009 españolas), arroja cifras que contradicen en gran medida esa percepción.
Por ejemplo, el 62 % de los europeos considera que pertenecer a la UE es algo positivo para su país y el 68 % que ha sido beneficioso. En ambos casos, se trata de mayorías muy amplias, a pesar de la que está cayendo.
Otros datos interesantes: el porcentaje de quienes sienten preocupación por la protección de los derechos humanos y la democracia aumenta del 42 al 35 % (desde abril), lo que conecta directamente con la reacción a la aparición de discursos excluyentes que cuestionan los valores fundamentales de la UE.
Si esas cifras son buenas en el conjunto de la Unión, todavía son mejores en el caso de España.
En nuestro país, el 72 % de los ciudadanos cree que es positivo que España pertenezca a la UE y el 75 % piensa que España se ha beneficiado de ser miembro de la misma. Volvemos a los lugares de cabeza de los que nos sacaron la crisis y su gestión.
¿De donde procede esa valoración positiva de los españoles?: el 37 % porque la UE apoya el crecimiento económico del país, el 29 % porque aumenta las oportunidad de trabajo y el 16 % porque favorece la democracia, entre otras razones.
Sin embargo, hay un punto negativo que es preciso resaltar: el conocimiento de cuándo se celebrarán las elecciones europeas es insuficiente en el conjunto de la UE (41 %) y muy insuficiente en España (el 26%). Situación, en todo caso, que se revertirá fácilmente en cuanto se aproximen esos comicios y comiencen tanto la precampaña como la campaña correspondientes.
La opinión de la ciudadanía europea ofrece una excelente base de confianza para que los partidos políticos proeuropeos, las instituciones comunitarias y los gobierno europeístas no se arruguen, es decir, para que vean las elecciones del 26 del mayo a la Eurocámara como una oportunidad para iniciar un nuevo ciclo institucional y, sobre todo, un nuevo ciclo político que desemboque en más y mejor Europa, culminando la unión política.
Quienes están en minoría en la ciudadanía de la UE son los euroescépticos y los antieuropeos, por mucho que griten y gesticulen desde los gobiernos que controlan en estos momentos.
Por eso resulta tan imprescindible crear un espacio público europeo de debate de cara a los comicios del 26 de mayo, porque en ese marco ganan los europeístas y pierden los populistas, que buscan su oportunidad en el terreno nacional aislado del resto.
España, con un Gobierno decididamente europeísta, cuenta también con el respaldo de una ciudadanía aún más proeuropea que la del conjunto de la UE que, además, previsiblemente votará en un alto porcentaje en las europeas el 26 de mayo gracias a la coincidencia con las autonómicas y municipales, lo que dotará de una gran credibilidad a los resultados.
Ese será un instrumento muy útil para que nuestro país haga pesar sus propuestas en el debate sobre el presente y futuro de la Unión Europea.
CONSULTE EL EUROBARÓMETRO: http://www.europarl.europa.eu/spain/resource/static/files/PDF/eb901_parlemeter_fact_es-es-.pdf
(*) Carlos Carnero es director gerente de la Fundación Alternativas y ex eurodiputado
Hay 1 Comentarios
"... el 62 % de los europeos considera que pertenecer a la UE es algo positivo para su país y el 68 % que ha sido beneficioso." Opino que se debe al buen trabajo que están realizando en ámbitos administrativos.
Publicado por: Daniela Flores | 26/11/2018 17:37:33