Luis Prados

Pemex ya está privatizada

Por: | 27 de julio de 2013

Vista de la torre de Pemex en la Ciudad de México.

En mayo de 2006 entrevisté en Oslo al entonces ministro de Exteriores noruego, Jonas Gahr Stoere. Salió publicada en EL PAÍS con este titular: “En Noruega no hay un solo millonario del petróleo”, sacado de mi última pregunta:

P. Noruega es uno de los pocos países en los que la abundancia de petróleo y gas ha sido una gran ventaja y no una maldición. ¿Cómo se las ingeniaron para que fuese un éxito?

R. Bueno, creo que depende mucho de las características de cada país. Cuando encontramos petróleo en los años setenta, Noruega era una democracia muy sólida, con instituciones sólidas. No había corrupción y existía un consenso político en la redistribución de los beneficios. Se tenía claro que los recursos pertenecían a la gente y que el Estado gestionaba esos recursos para beneficio del pueblo. Fue un punto de partida muy bueno. Hoy hay gente rica en Noruega, pero no hay ningún individuo que se haya hecho multimillonario con el petróleo. La propiedad del gas y del petróleo es estatal, aunque operen compañías extranjeras. Eso sí, pagan un 80% de impuestos sobre sus beneficios.

Siete años más tarde, en febrero de 2013, mi colega Salvador Camarena y yo entrevistamos al director de Pemex, Emilio Lozoya. Merece la pena recordar algunas de las cosas que nos dijo: “Pemex no se va a privatizar. No se trata de abrir su capital a empresas privadas sino de permitir a Pemex constituir joint ventures con otros socios en exploración de yacimientos, refinerías o transporte de gas. El objetivo de la reforma es aprovechar el potencial que tiene México en materia energética, que Pemex deje de ser una petrolera enfocada en generar divisas y mude a una empresa que genere más energía, más barata y más limpia, más empleos y de mayor calidad y también más impuestos”.

Y añadió: “Junto con Corea del Norte, México tiene el marco regulatorio más restrictivo del mundo y hay que generar uno más competitivo porque el mercado de la energía es global. Una empresa que no vea rentabilidad suficiente en sus inversiones en México se irá a Angola o a Rusia. En todo el mundo hay condiciones mucho más favorables para las empresas. Este es un punto crítico”.

México no es Noruega. El ministro recibió a este periodista en la puerta del Ministerio de Exteriores para subir juntos a su despacho, sin controles ni edecanes y México sí tiene un millonario del petróleo bien conocido: el histórico jefe del sindicato, Carlos Romero Deschamps. Tampoco es fortunadamente Corea del Norte.

Pero pronto México tendrá que elegir entre la inercia o el progreso. Faltan pocas semanas para que dé comienzo un debate que se anuncia bronco en el Congreso y en la calle sobre la reforma energética y, por tanto, la de Pemex. Todo se ha escrito ya sobre los males de la petrolera -pérdida de competitividad global, descenso de producción, falta de capacidad de refino, sin recursos para invertir y modernizar instalaciones al haber sido sangrada durante décadas por el fisco, carencia de investigadores, exceso de burocracia y una corrupción legendaria- y casi nadie discrepa en el diagnóstico ni en la necesidad de su reforma. Dicho de otro modo: Pemex es desde hace mucho tiempo una empresa privatizada en los hechos por un sindicato corrupto y una miríada de comisionistas aprovechados e indirectamente por todas las grandes compañías y magnates que no pagan un peso en impuestos.

Sin embargo, la izquierda mexicana, o buena parte de ella, se dispone a dar la última batalla del nacionalismo mexicano agitando el espantajo de la privatización del monopolio estatal -hay tantos argumentos en contra del error de anteriores privatizaciones o como pruebas del fracaso de compañías nacionales- y declarando intocable el Artículo 27 de la Constitución. Cabe recordar que el 27 consta de 4.520 palabras, repartidas en más de 40 párrafos y que su texto ha sufrido más de 50 modificaciones, adiciones y derogaciones en 1934, 1960, 1975, 1976, 1983,1986, 1992, 2011 y 2013, según el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

La clase política mexicana acaba de salir de unas elecciones municipales y estatales, en teoría las que mayor interés por cercanía deben tener para los ciudadanos, con una abstención superior al 60%. Un dato que debería preocupar más que los resultados. Revela la distancia entre gobernantes y gobernados, la lejanía del votante con el orden clientelar que rige a nivel local y hasta la propia debilidad de los partidos.

Convertir ahora la reforma de Pemex en un falso debate sobre la esencia de la nación mexicana al que se sume el cinismo de la derecha tiene el riesgo de cerrarla en falso sobre las espaldas de millones de pobres del petróleo.

Matanza en la guardería

Por: | 03 de junio de 2013

Una nueva película se suma al extraordinario momento que vive desde hace unos años el cine documental mexicano: ABC Nunca más, de Pedro Ultreras, sobre el pavoroso incendio de la guardería ABC, de Hermosillo, capital del Estado de Sonora, que el 5 de junio de 2009 acabó con la vida de 49 niños y dejó con graves lesiones a 104 cuando dormían la siesta.El documental conmueve e indigna a partes iguales. A la desesperación del dolor, al llanto inconsolable de los padres, a los casos de aquellos para los que la vida no es que dejara de tener sentido, sino que dejaron de sentirla, y de quienes con heroica perseverancia lograron rehacerla, se une la impotencia ante la sordera de la justicia, la negligencia de la Administración y la falsedad, el cinismo y la dureza de corazón de la clase política.

Aquella fatídica tarde de hace cuatro años un fuego desatado en un archivo de la Secretaría de Hacienda estatal se corrió al techo de la guardería, un plafón de material altamente inflamable y tóxico. Las llamas y, sobre todo, el humo convirtieron el sueño de los niños en un infierno de pesadilla. Madres y padres corrieron al jardín de infancia para saber de sus hijos, algunos bomberos vomitaban por el horror. Al grito desgarrador de a aquel al que le confirmaban la muerte de su pequeño, le sucedía la espantosa decepción de a quien le informaban de que estaba vivo pero ciego o desfigurado.

Cuando todo se redujo a cenizas y las familias de las víctimas fueron, poco a poco, abandonadas a su suerte, comenzaron a emerger algunas verdades. Pese a que la guardería había superado cientemente una inspección de seguridad, carecía de extintores, salidas de emergencia y personal suficiente. La ABC era una más de 1.480 guarderías subcontratadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en situación irregular y sus dueños tenían fuertes conexiones políticas. Una de las propietarias era familiar de la esposa del entonces presidente Felipe Calderón. En agosto de 2009 recibió un auto de prisión formal, pero jamás pisó la cárcel. En noviembre de 2010 fue exonerada.

 

Su caso no fue único. De unos 30 implicados, según el documental, solo tres personas, empleados de la guardería, están entre rejas pero por no poder la fianza. El delegado del IMSS fue excarcelado por motivos de salud. El alcalde de Hermosillo entonces es hoy senador y el ex fiscal de Sonora es ahora diputado local. Nada les ha ocurrido tampoco ni al ex director del IMSS, ni al gobernador  priista del Estado en aquel momento ni a su secretario de Hacienda. Es más, en junio de 2010 el Tribunal Supremo mexicano dictaminó que en las guarderías dependientes del IMSS no había “un desorden generalizado en el otorgamiento de contratos, operación y vigilancia”.

Resulta patético a estas alturas ver en el documental a Calderón prometer en televisión con ese repelente énfasis en sus convicciones al que nos tienen acostumbrados los políticos que todo el peso de la ley recaerá sobre los responsables de la tragedia de la guardería sin importar “nombres ni apellidos”.  Al final el compromiso presidencial acabó en una ley más en la que se contemplan los protocolos de seguridad que deben cumplir las instituciones infantiles públicas y privadas. Pero una ley no es lo mismo que la verdad. Emilio Álvarez Icaza, que ha acompañado a los familiares en su lucha y es desde el año pasado secretario ejecutivo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, afirma en el documental: “En México la justicia es una entelequia, es la excepción, no la regla”.

La organización de padres de la guardería ABC denunciaron hace unas días que el incendio en la dependencia de la Secretaría de Hacienda no fue accidental, sino provocado por la destrucción de unos documentos relacionados con una deuda de 10.000 millones de pesos (600 millones de euros) generados durante el mandato del anterior gobernador. También han pedido reunirse con el residente Peña Nieto y castigo para los culpables. Quién sabe.

De momento lo único cierto es que el documental  ABC Nunca Más, que ya ha sido exhibido y premiado en varios festivales en el extranjero, se ha estrenado en la cineteca de Ciudad de México y en tres ciudades de Sonora.

El juez Twitter y abusos del poder en México/ 2

Por: | 27 de mayo de 2013

Ya son 45 millones los mexicanos conectados a Internet. Su crecimiento imparable en los últimos años ha convertido a las redes sociales en este país en una especie de quinto poder,vehículo cada vez más imprescindible de información y juez implacable de la actualidad política. Probablemente, no sea exagerado decir que con el movimiento viral que generan ante cada escándalo empiezan a marcar la agenda más que la prensa y la televisión.

Los últimos dos casos de abuso de poder denunciados que han dominado las conversaciones de la semana se refieren al llamado “saqueo de Tabasco”, por el antiguo gobernador del PRI de este Estado del Golfo de México, Andrés Granier, y el arreglo político, que no judicial, de la paliza propinada por el nieto del Procurador General de la República (PGR) a su ex novia, hija del director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Un auténtico conflicto de poderes.

Lo de Tabasco es grave, pero no es serio. Resulta que hace unos días saltó la noticia de un audio, grabado en octubre de 2012, tres meses antes de que dejara el cargo, en el que el gobernador Granier se jactaba de tener 1.000 camisas de diseño, 400 pares de zapatos, 400 pantalones y 300 trajes, además de casas en el DF, Miami, Cancún y Villahermosa, la capital del Estado. A la indignación popular siguió el humor: un mexicano lograba un nuevo récord al superar a Imelda Marcos en cantidad de zapatos. Granier trató de arreglarlo diciendo que la grabación se hizo durante una boda  y que estaba “pasado de copas”. Probablemente nunca un político fue tan sincero. ¡Cómo estaría que varias de las versiones del audio en Youtube incluyen subtítulos para que se le entienda!

Lo de la ropa es una broma. Lo que no tiene gracia es el desfalco de las arcas de Tabasco, un Estado con un 57% de pobres. Cuando Granier llegó al Gobierno en 2006, el Estado tenía una deuda de 500 millones de pesos (40 millones de dólares). Cuando lo dejó en 2012, el agujero era de 23.000 millones (1.800 millones de dólares). La prensa mexicana asegura que tenía 160 personas a su servicio y que la familia gastaba entre 12 y 14 millones de pesos anuales. Sus hijos eran verdaderos mirreyes. Mariana tenía 3.000 millones de pesos en cuentas bancarias que ya le han sido embargadas y Fabián posee varias propiedades en Cancún y la Rivera Maya.

Lo peor estaba por llegar. El miércoles la fiscalía de Tabasco descubrió casi 90 millones de pesos en cinco cajas de cartón escondidas en las oficinas de una persona relacionada con el ex secretario de Finanzas del Estado. El fiscal ha citado a declarar a éste y a Granier la semana que viene, pero nadie da un peso porque comparezcan. El secretario habría pedido amparo en Yucatán y el gobernador está en paradero desconocido desde que dejó el cargo en diciembre porque, según él, le perseguía el cartel de los Zetas. Se especula que está en Miami y también con que estas hayan sido sus últimas palabras para la opinión pública: “Me empedo… ¿por qué me empedo? Porque me siento bien, me siento contento, estoy relajado”.

El segundo caso es el de Alexia Imaz, de 22 años, hija del director del Cisen, El 20 de mayo subió a su cuenta de Twitter una fotografía de su rostro golpeado tras ser asaltada en su casa de Cuernavaca (Estado de Morelos) por Gerardo Saade Murillo, de 21, nieto del procurador general de la República. Su hermana María escribió en su página de Facebook: “Se saltó a la casa como delincuente a golpearla mientras dormía. Ayúdenos a detener la violencia contra las mujeres, es un delito. Denunciemos”.

Cisen

Las chicas se presentaron ante la fiscalía de Morelos conintención de denunciar la agresión, pero, según ha contado la periodista Lydia Cacho en el periódico digital Sin Embargo, el abuelo del joven pidió al padre de la victima que no levantaran cargos contra el nieto y que éste ofrecería una disculpa pública. Así fue. El maltratador acudió a la procuraduría de Morelos, admitió haber golpeado a Alexia, allanado su hogar y estar arrepentido. “Como si la Procuraduría fuera la iglesia, la confesión sirvió para absolverlo de toda responsabilidad”, escribe Lydia Cacho. En un país, continúa la periodista, “donde tres cada 10 jóvenes son violentadas por sus parejas, lo cierto es que el director de la agencia más importante del país y el titular de la PGR eligieron hacer política, en lugar
de acompañar a sus hijas en una batalla ejemplar contra el maltrato machista”.

Hace más de 40 años, el gran intelectual mexicano Daniel Cosío Villegas escribió en un artículo ya célebre:

“Ningún hombre puede vagar indefinidamente sobre la tierra sin creer en algo, sin confiar en alguien. Tampoco hay hombre en este mundo que resista muriéndose eternamente de recelos y desencantos. Y esto es quizá más cierto aún del mexicano, que nació sin aguardar gran cosa de sus paisanos y nada absolutamente de sus gobernantes. Por eso ya va siendo largo el proceso de decaimiento moral en que este país ha caído, si bien en los últimos años se ha acentuado de un modo que lastima y sobresalta”.

Mirreyes, ladies y abuso de poder en México

Por: | 20 de mayo de 2013

Un escándalo y una película han vuelto a poner bajo la lupa en las últimas semanas los abusos de poder en México de los mirreyes, ladies, pirruris, fresas, -las mil palabras con las que se definen aquí a los que en España se llama pijos-, una casta de zánganos, frecuentemente hijos y familiares de funcionarios de “primer nivel”, caprichosos y tiránicos, que se mueven por la ciudad y el país como si fuesen suyos.

A finales de abril la hija del Procurador Federal del Consumidor (Profeco), amenazó a la dueña del restaurante Maximo Bistrot del DF con cerrarlo por no darle de inmediato la mesa que quería para cenar con sus amigos pese a no tener reserva.  Esa misma noche tres inspectores de Consumo se presentaron en el local y los clausuraron. La historia saltó enseguida a los periódicos y redes sociales como el caso Lady Profeco, una joven malcriada y prepotente a la que había que darle una lección. La presión obligó al presidente Peña Nieto a destituir al padre semanas después.

Lady_profecoA principios de mayo, la llamada por la prensa Lady Roma, volvió a indignar a la opinión pública. Conduciendo un Porsche en estado de ebriedad atropelló a una mujer de 50 años, que moriría cuatro días después, en la colonia Roma de Ciudad de México.  Cuando fue detenida le dijo a un policía: “No
me toques cabrón, ni se te ocurra porque soy familiar de Alfa 3 y te vas a quedar en la calle”. El tal Apolo Alfa 3 es un supuesto alto cargo de la policía de la capital y la ya famosa lady resultó ser una delincuente habitual.

Llueve sobre mojado. No son inusuales los casos de mirreyes abusando de los meseros de restaurantes o antros de lujo, -y aquí abusar quiere decir que sus guaruras (escoltas) ametrallen el local porque al niño no les gustó el servicio- o el escandaloso tren de vida que llevan, por ejemplo,  los hijos del líder histórico del sindicato de los trabajadores del petróleo, Carlos Romero Deschamps, con viajes en jets privados, coches de lujo y un consumo millonario y disparatado.

Lo nuevo tal vez sea que la opinión pública mexicana no está dispuesta a tolerar un abuso más y que las redes sociales se han convertido en un eficacísimo instrumento de denuncia. También, que al poder, al Gobierno del PRI, no parece temblarle la mano a la hora de cortar la cabeza de aquellos que
dañen su imagen.

La película es Nosotros,los Nobles, el debut cinematográfico de Gaz Alazraki y una divertida comedia que se ha convertido en la más taquillera de la historia de México al recaudar más de 255 millones
de pesos (unos 16 millones de euros). Cuenta la historia de un padre empresario y viudo que harto de la inutilidad y frivolidad de sus tres hijos finge que está arruinado y se mudan a vivir a un barrio popular del DF. Sus vástagos tendrán que ponerse a trabajar y aprender en carne propia la dureza de una sociedad tan desigual como la mexicana.

Un personaje interesante es su novio, basado según algunos críticos en Colate, el ex de Paulina Rubio. Se trata de un tipo que se hace pasar por español, lleva pins con la bandera española y el escudo del Real Madrid y habla como un pijo madrileño, palabrotas incluidas. Quién lo diría, pero en determinados ambientes fresas hablar así es un signo de distinción y queda mucho mejor decir por ejemplo coche que carro o autobús por camión, que suenan muy vulgares. 

Nosotros los Nobles es un buen retrato sociológico del arriba y abajo mexicano, aunque para las élites de izquierda del DF que se han dignado a ir a verla les resulte demasiado amable y demasiado indulgente con los ricos y poderosos. En cualquier caso, la película marca un cambio de tendencia. Antes, era la caricatura del vecindario popular lo que hacía reír. Ahora es la burla de las clases altas.

Lamentablemente, dado el desastre de la distribución mundial del cine que no es estadounidense, la película no tendrá mucho recorrido fuera de México. Una pena porque entre otras cosas no estamos perdiendo la diversidad y la riqueza de nuestro idioma, en el que hablamos y escribimos más de 400
millones de personas.

Para que se hagan una idea, reproduzco parte de una página de humor del diario Reporte Índigo,
en el que el periodista Alejandro Fuentes remeda el habla de los pijos mexicanos a través de una supuesta carta abierta a la opinión pública de Lady Profeco.

Ahí  va:

 “A ver, o sea, ya bien les voy a decir qué onda con mis sentimientos.

Ya sé que estuvieron fregando para que mi papi renunciara, pero no se les hizo caso. Bueno, al final en súper mal plan Enrique Peña Nieto lo cesó. Pero, tipo de que está súper mal porque, o sea, yo me la estaba pasando brutal y no quiero que otros niños y niñas pasen por lo que estoy pasando.

No está padre que su papi vaya a trabajar todos los días para que por una simple clausura insignificante les quiten lo que ustedes se merecen. Es por eso que a ustedes les digo: ¡¡No renuncien!!!  

No renuncien al derecho que tienen por ser hijos de funcionarios súper nice de primer nivel.

No renuncien a utilizar los vehículos oficiales para ir de wiken o de reven.

No renuncien a saludar de beso al cadenero del antro. Tipo de que asco, pero se ve cool.

No renuncien a decir claves mamucas y apantallantes como Alfa3 o ClaveCondor cuando les pare la
policía

No renuncien a su prerrogativa de amenazar a cualquier naquete diciéndole que va a perder su chamba si no les hacen caso A-H-O-R-A

No renuncien a usar los celulares de sus papis que, of cors, lo paga el presupuesto.

No renuncien a su derecho a no mezclarse con la Prole.

No renuncien a pedir champú y la mesa de la pista en el antruki.

Lady’s de México

¡Uníos! Por un Mirreynato más justo para nosotros”.  

Una amiga mexicana, que vio la película y le gustó, recomendó a sus hijas adolescentes que fueran a verla. Las niñas respondieron: “O-B-V-I-O que no, mamá”.

La novela de Irak

Por: | 25 de marzo de 2013

Powers

Los diez años de la guerra de Irak han motivado grandes relatos periodísticos, importantes ensayos políticos y unas cuantas buenas películas pero de momento poca literatura de ficción. Los pájaros amarillos, la primera novela de Kevin Powers, un joven escritor de Richmond (Virginia), es una excepción. El libro, que acaba de ser traducido al español por la pequeña y prestigiosa  editorial mexicana Sexto Piso, ha ganado desde su aparición el año pasado el First Book Award del diario británico The Guardian; ha sido finalista del National Book Award de EE UU, seleccionado como el segundo mejor libro de narrativa del 2012 por Amazon y hace unos días recibió el Premio Hemingway. Además, Powers ha sido comparado con el autor de Por quién doblan las campanas, Erich Maria Remarque, Norman Mailer, Tim O’Brien  e incluso se podría añadir a esa lista a Tobias Wolff.

Hasta aquí la contraportada. ¿Demasiado bueno para ser verdad? Probablemente sí.  Powers sirvió en una unidad de combate durante la guerra en la ciudad de Al Tafar, en la provincia de Nínive, limítrofe con Siria, entre 2004 y 2005, y el libro cuenta  su experiencia de aquellos días y sus consecuencias, a través del soldado Bartle, de 21 años, y su colega Murphy, de 18, a quien trata de proteger.

“La guerra intentó matarnos en primavera (…) Cuando dormíamos, la guerra frotaba sus mil costillas contra el suelo, rezando; cuando forzábamos el paso hasta la extenuación, los ojos se le ponían en blanco y se quedaban abiertos en la oscuridad y, cuando comíamos, aceleraba sin más alimento que su propia penuria. Hacía el amor, daba a luz y se extendía con el fuego”. Así empieza Los pájaros amarillos, una novela escrita con extraordinaria intensidad y precisión, donde se oye el ruido del
sufrimiento de los hombres bajo un sol, demonio del mediodía, que tiñe de sangre, cuerpos mutilados y melancolía el campo de batalla.

KevinNo hay tremendismo ni indiferencia ante el horror por parte de Powers. Irak tampoco es ese “jardín del mal” como llamó Tim O’Brien a Vietnam. Es más bien una lotería macabra y febril, donde la muerte tiene tu número en una bala disparada a ciegas o más probablemente en un artefacto explosivo de fabricación casera que estalla en una cuneta. Un mundo de extremos, entre un sol incandescente y las tinieblas de los callejones, el estruendo de los morteros y el silencio de la noche, de esperas vacías y carreras alucinadas, en el que Bartle y Murphy son un par de intrusos, cuyo “mayor error consistía en creer que lo que pensábamos tenía importancia”.

Los pájaros amarillos se suma también a la tradición de relatos y películas que han tratado el difícil y doloroso regreso a casa de los veteranos de guerra. Como los de Vietnam, otra guerra fracasada, los de Irak como Bartle vuelven de la pesadilla derrotados aunque no vencidos, ni víctimas ni verdugos, dislocados emocionalmente, intrusos también en su propio hogar, en su propio país, frágiles en todo menos en la certeza de su integridad. Powers ha escrito probablemente la mejor novela de guerra del siglo XXI.

Sobre el autor

es corresponsal en México, Centroamérica y el Caribe. Desde febrero de 2007 ha sido redactor jefe de la sección de Internacional de El PAÍS. Ahora empieza una nueva etapa.

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