Luis Prados

Sobre el autor

es corresponsal en México, Centroamérica y el Caribe. Desde febrero de 2007 ha sido redactor jefe de la sección de Internacional de El PAÍS. Ahora empieza una nueva etapa.

Eskup

El juez Twitter y abusos del poder en México/ 2

Por: | 27 de mayo de 2013

Ya son 45 millones los mexicanos conectados a Internet. Su crecimiento imparable en los últimos años ha convertido a las redes sociales en este país en una especie de quinto poder,vehículo cada vez más imprescindible de información y juez implacable de la actualidad política. Probablemente, no sea exagerado decir que con el movimiento viral que generan ante cada escándalo empiezan a marcar la agenda más que la prensa y la televisión.

Los últimos dos casos de abuso de poder denunciados que han dominado las conversaciones de la semana se refieren al llamado “saqueo de Tabasco”, por el antiguo gobernador del PRI de este Estado del Golfo de México, Andrés Granier, y el arreglo político, que no judicial, de la paliza propinada por el nieto del Procurador General de la República (PGR) a su ex novia, hija del director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Un auténtico conflicto de poderes.

Lo de Tabasco es grave, pero no es serio. Resulta que hace unos días saltó la noticia de un audio, grabado en octubre de 2012, tres meses antes de que dejara el cargo, en el que el gobernador Granier se jactaba de tener 1.000 camisas de diseño, 400 pares de zapatos, 400 pantalones y 300 trajes, además de casas en el DF, Miami, Cancún y Villahermosa, la capital del Estado. A la indignación popular siguió el humor: un mexicano lograba un nuevo récord al superar a Imelda Marcos en cantidad de zapatos. Granier trató de arreglarlo diciendo que la grabación se hizo durante una boda  y que estaba “pasado de copas”. Probablemente nunca un político fue tan sincero. ¡Cómo estaría que varias de las versiones del audio en Youtube incluyen subtítulos para que se le entienda!

Lo de la ropa es una broma. Lo que no tiene gracia es el desfalco de las arcas de Tabasco, un Estado con un 57% de pobres. Cuando Granier llegó al Gobierno en 2006, el Estado tenía una deuda de 500 millones de pesos (40 millones de dólares). Cuando lo dejó en 2012, el agujero era de 23.000 millones (1.800 millones de dólares). La prensa mexicana asegura que tenía 160 personas a su servicio y que la familia gastaba entre 12 y 14 millones de pesos anuales. Sus hijos eran verdaderos mirreyes. Mariana tenía 3.000 millones de pesos en cuentas bancarias que ya le han sido embargadas y Fabián posee varias propiedades en Cancún y la Rivera Maya.

Lo peor estaba por llegar. El miércoles la fiscalía de Tabasco descubrió casi 90 millones de pesos en cinco cajas de cartón escondidas en las oficinas de una persona relacionada con el ex secretario de Finanzas del Estado. El fiscal ha citado a declarar a éste y a Granier la semana que viene, pero nadie da un peso porque comparezcan. El secretario habría pedido amparo en Yucatán y el gobernador está en paradero desconocido desde que dejó el cargo en diciembre porque, según él, le perseguía el cartel de los Zetas. Se especula que está en Miami y también con que estas hayan sido sus últimas palabras para la opinión pública: “Me empedo… ¿por qué me empedo? Porque me siento bien, me siento contento, estoy relajado”.

El segundo caso es el de Alexia Imaz, de 22 años, hija del director del Cisen, El 20 de mayo subió a su cuenta de Twitter una fotografía de su rostro golpeado tras ser asaltada en su casa de Cuernavaca (Estado de Morelos) por Gerardo Saade Murillo, de 21, nieto del procurador general de la República. Su hermana María escribió en su página de Facebook: “Se saltó a la casa como delincuente a golpearla mientras dormía. Ayúdenos a detener la violencia contra las mujeres, es un delito. Denunciemos”.

Cisen

Las chicas se presentaron ante la fiscalía de Morelos conintención de denunciar la agresión, pero, según ha contado la periodista Lydia Cacho en el periódico digital Sin Embargo, el abuelo del joven pidió al padre de la victima que no levantaran cargos contra el nieto y que éste ofrecería una disculpa pública. Así fue. El maltratador acudió a la procuraduría de Morelos, admitió haber golpeado a Alexia, allanado su hogar y estar arrepentido. “Como si la Procuraduría fuera la iglesia, la confesión sirvió para absolverlo de toda responsabilidad”, escribe Lydia Cacho. En un país, continúa la periodista, “donde tres cada 10 jóvenes son violentadas por sus parejas, lo cierto es que el director de la agencia más importante del país y el titular de la PGR eligieron hacer política, en lugar
de acompañar a sus hijas en una batalla ejemplar contra el maltrato machista”.

Hace más de 40 años, el gran intelectual mexicano Daniel Cosío Villegas escribió en un artículo ya célebre:

“Ningún hombre puede vagar indefinidamente sobre la tierra sin creer en algo, sin confiar en alguien. Tampoco hay hombre en este mundo que resista muriéndose eternamente de recelos y desencantos. Y esto es quizá más cierto aún del mexicano, que nació sin aguardar gran cosa de sus paisanos y nada absolutamente de sus gobernantes. Por eso ya va siendo largo el proceso de decaimiento moral en que este país ha caído, si bien en los últimos años se ha acentuado de un modo que lastima y sobresalta”.

Mirreyes, ladies y abuso de poder en México

Por: | 20 de mayo de 2013

Un escándalo y una película han vuelto a poner bajo la lupa en las últimas semanas los abusos de poder en México de los mirreyes, ladies, pirruris, fresas, -las mil palabras con las que se definen aquí a los que en España se llama pijos-, una casta de zánganos, frecuentemente hijos y familiares de funcionarios de “primer nivel”, caprichosos y tiránicos, que se mueven por la ciudad y el país como si fuesen suyos.

A finales de abril la hija del Procurador Federal del Consumidor (Profeco), amenazó a la dueña del restaurante Maximo Bistrot del DF con cerrarlo por no darle de inmediato la mesa que quería para cenar con sus amigos pese a no tener reserva.  Esa misma noche tres inspectores de Consumo se presentaron en el local y los clausuraron. La historia saltó enseguida a los periódicos y redes sociales como el caso Lady Profeco, una joven malcriada y prepotente a la que había que darle una lección. La presión obligó al presidente Peña Nieto a destituir al padre semanas después.

Lady_profecoA principios de mayo, la llamada por la prensa Lady Roma, volvió a indignar a la opinión pública. Conduciendo un Porsche en estado de ebriedad atropelló a una mujer de 50 años, que moriría cuatro días después, en la colonia Roma de Ciudad de México.  Cuando fue detenida le dijo a un policía: “No
me toques cabrón, ni se te ocurra porque soy familiar de Alfa 3 y te vas a quedar en la calle”. El tal Apolo Alfa 3 es un supuesto alto cargo de la policía de la capital y la ya famosa lady resultó ser una delincuente habitual.

Llueve sobre mojado. No son inusuales los casos de mirreyes abusando de los meseros de restaurantes o antros de lujo, -y aquí abusar quiere decir que sus guaruras (escoltas) ametrallen el local porque al niño no les gustó el servicio- o el escandaloso tren de vida que llevan, por ejemplo,  los hijos del líder histórico del sindicato de los trabajadores del petróleo, Carlos Romero Deschamps, con viajes en jets privados, coches de lujo y un consumo millonario y disparatado.

Lo nuevo tal vez sea que la opinión pública mexicana no está dispuesta a tolerar un abuso más y que las redes sociales se han convertido en un eficacísimo instrumento de denuncia. También, que al poder, al Gobierno del PRI, no parece temblarle la mano a la hora de cortar la cabeza de aquellos que
dañen su imagen.

La película es Nosotros,los Nobles, el debut cinematográfico de Gaz Alazraki y una divertida comedia que se ha convertido en la más taquillera de la historia de México al recaudar más de 255 millones
de pesos (unos 16 millones de euros). Cuenta la historia de un padre empresario y viudo que harto de la inutilidad y frivolidad de sus tres hijos finge que está arruinado y se mudan a vivir a un barrio popular del DF. Sus vástagos tendrán que ponerse a trabajar y aprender en carne propia la dureza de una sociedad tan desigual como la mexicana.

Un personaje interesante es su novio, basado según algunos críticos en Colate, el ex de Paulina Rubio. Se trata de un tipo que se hace pasar por español, lleva pins con la bandera española y el escudo del Real Madrid y habla como un pijo madrileño, palabrotas incluidas. Quién lo diría, pero en determinados ambientes fresas hablar así es un signo de distinción y queda mucho mejor decir por ejemplo coche que carro o autobús por camión, que suenan muy vulgares. 

Nosotros los Nobles es un buen retrato sociológico del arriba y abajo mexicano, aunque para las élites de izquierda del DF que se han dignado a ir a verla les resulte demasiado amable y demasiado indulgente con los ricos y poderosos. En cualquier caso, la película marca un cambio de tendencia. Antes, era la caricatura del vecindario popular lo que hacía reír. Ahora es la burla de las clases altas.

Lamentablemente, dado el desastre de la distribución mundial del cine que no es estadounidense, la película no tendrá mucho recorrido fuera de México. Una pena porque entre otras cosas no estamos perdiendo la diversidad y la riqueza de nuestro idioma, en el que hablamos y escribimos más de 400
millones de personas.

Para que se hagan una idea, reproduzco parte de una página de humor del diario Reporte Índigo,
en el que el periodista Alejandro Fuentes remeda el habla de los pijos mexicanos a través de una supuesta carta abierta a la opinión pública de Lady Profeco.

Ahí  va:

 “A ver, o sea, ya bien les voy a decir qué onda con mis sentimientos.

Ya sé que estuvieron fregando para que mi papi renunciara, pero no se les hizo caso. Bueno, al final en súper mal plan Enrique Peña Nieto lo cesó. Pero, tipo de que está súper mal porque, o sea, yo me la estaba pasando brutal y no quiero que otros niños y niñas pasen por lo que estoy pasando.

No está padre que su papi vaya a trabajar todos los días para que por una simple clausura insignificante les quiten lo que ustedes se merecen. Es por eso que a ustedes les digo: ¡¡No renuncien!!!  

No renuncien al derecho que tienen por ser hijos de funcionarios súper nice de primer nivel.

No renuncien a utilizar los vehículos oficiales para ir de wiken o de reven.

No renuncien a saludar de beso al cadenero del antro. Tipo de que asco, pero se ve cool.

No renuncien a decir claves mamucas y apantallantes como Alfa3 o ClaveCondor cuando les pare la
policía

No renuncien a su prerrogativa de amenazar a cualquier naquete diciéndole que va a perder su chamba si no les hacen caso A-H-O-R-A

No renuncien a usar los celulares de sus papis que, of cors, lo paga el presupuesto.

No renuncien a su derecho a no mezclarse con la Prole.

No renuncien a pedir champú y la mesa de la pista en el antruki.

Lady’s de México

¡Uníos! Por un Mirreynato más justo para nosotros”.  

Una amiga mexicana, que vio la película y le gustó, recomendó a sus hijas adolescentes que fueran a verla. Las niñas respondieron: “O-B-V-I-O que no, mamá”.

El País

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