Maza y el misterio del FernándezGate

Por: Ernesto Ekaizer | 28 nov 2016

             Maza compa

 

 

   José Manuel Maza juró ayer su cargo como nuevo Fiscal General del Estado en el Palacio de la Zarzuela y asumirá esta mañana su nueva función, como es norma, en una ceremonia que se celebrará en el Tribunal Supremo. 

   La semana pasada, el miércoles 23, el candidato pasó el examen de "idoneidad" -como era previsible- de la Comisión de Justicia del Congreso (en la imagen Maza aparece en el centro, junto a la presidenta de la Comisión, la diputada socialista Margarita Robles) sin que se le hiciera una pregunta de cajón. No tanto porque él fuese a aportar luz sobre el interrogante, pero al menos para dejar constancia en el acta.

   Una pregunta sobre el FernándezGate. 

    ¿Por qué a Maza?

   Porque Maza ha sido ponente en la querella presentada por uno de los perjudicados de las operaciones de guerra sucia -el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías- que ha montado desde el Ministerio del Interior Jorge Fernández Díaz, actual presidente de la Comisión de Peticiones del Congreso, puesto para el que no necesitó ser elegido -no se vota- después de fracasar los intentos sucesivos de que presidiera la Comisión de Asuntos Exteriores y la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas, donde sí se vota.

    Decimos "ha sido" porque, en efecto, tras entrar la querella el 1 de septiembre en la Sala de Admisión del Supremo -formada por Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda y de la citada Sala de Admisión; José Manuel Maza; Ana Ferrer; Miguel Colmenero y Andrés Palomo-, ser nombrado ponente Maza el 9 de septiembre y presentado el informe del fiscal jefe del Supremo, Antolín Herrero, días después, solicitando el archivo...nunca más se supo...

    Fuentes jurídicas confirman que deliberaciones haberlas, haylas.

   Pero como no se ha comunicado decisión alguna caben dos posibilidades: que se haya adoptado una decisión y que la redacción del auto siga pendiente de redacción y posterior comunicación, o que no se haya adoptado resolución.

   En el primer caso, las circunstancias políticas podrían dar a entender los retrasos. Es decir: una intención del Supremo de no interferir en la investidura de Mariano Rajoy, la posterior formación del Gobierno y la elección de altos cargos en el Congreso de los Diputados.

   A todo ello habría que sumar la guinda, por así decir, que supone la candidatura primero y posterior decisión de Rajoy en el sentido de proponer a Maza como candidato al puesto de fiscal general del Estado o la marcha atrás respecto el deseo -comunicado a la propia interesada- del ministro de Justicia, Rafael Catalá, de designar para el puesto a Consuelo Madrigal.

   Pero si ya se hubiera adoptado decisión y solo quedase por hacer la comunicación no existe ninguna razón por la cual Maza no pueda firmar la resolución (siendo ya fiscal general del Estado) sobre la admisión o rechazo.

   Si se diera el segundo caso, esto es que la Sala de Admisión, por discrepancias u otras consideraciones, hubiese resuelto aparcar el asunto, resolverlo ahora obligaría a sustituir a Maza, flamante fiscal general del Estado, y nombrar a otro magistrado. Que podría o no ser el ponente en la querella.

    El tema no es baladí.

    Porque las grabaciones destapadas en la última semana de campaña de las elecciones del 26-J afloraban maquinaciones que el ministro del Interior y el entonces director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, tejían para destruir políticamente a varios dirigentes de Convergencia Democrática de Cataluña -que también firma la querella- con la diseminación de información en los medios de comunicación. Esas conversaciones, grabadas en el Ministerio del Interior, tuvieron lugar el 2 y 16 de octubre de 2014, semanas antes de la consulta independentista del 9 de noviembre.

   Once días después, una de esas operaciones se consumaba tal como barajaban Fernández Díaz y De Alfonso, con la atribución los días 27 y 28 de octubre, a once días del referéndum-consulta del 9-N, de una cuenta bancaria de la Union des Banques Suisses (UBS) en Ginebra al entonces alcalde Trías. Una cuenta que él no tenía. Una cuenta que no respondía al código numérico de la UBS. Trías asumió la carga de la prueba y demostró que la información era una falsedad. Basura. Y se querelló contra los correos secretos del entonces Zar de Interior, Fernández Díaz.

     Fernández Díaz fue reprobado en el Congreso por estas maniobras que el comisario ahora jubilado, José Villarejo, ha situado, en sede judicial, en su contexto: la Operación Cataluña puesta en marcha en 2012 con ocasión de las elecciones autonómicas del 25 de noviembre.  

     Por todo esto, la pregunta a Maza el miércoles 23 era pertinente. Ni los propios grupos parlamentarios catalanes (CDC-PDC y ERC) se tomaron el trabajo de dejar constancia del asunto.

     ¿Será admitida o rechazada la querella criminal contra Fernández Díaz y De Alfonso? Si fuese por el fiscal jefe, Antolín Herrero, el asunto ya estaría resuelto a primeros de octubre pasado, habida cuenta de que en su breve informe consideró que las maquinaciones de Fernández Díaz-De Alfonso entraban dentro de sus competencias de "intercambiar información".

   Pero la Sala de Admisión no consideró que con dicho informe se podía dar carpetazo a la querella. Aunque a algunos de sus miembros...ganas no les faltaran.

   

La `bomba´ Fernández Diaz

Por: Ernesto Ekaizer | 16 nov 2016

         Rajoy-Fernández-Díaz-La-Réplica

 

 

 

   La "provocación" del nombramiento del reprobado Jorge Fernández Díaz como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados ha naufragado. Una hora después del aplazamiento solicitado por el Partido Popular para la votación en la citada comisión, el grupo parlamentario popular intentaba colocar a Fernández Díaz en la presidencia de la comisión del Tribunal de Cuentas...donde también se ha aplazado la votación sine die. Parece que cuesta al PP reconocer los nuevos tiempos, el paso de 186 a 137 escaños.

   Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, quiso saber quien era el candidato un rato antes de la votación, ahora aplazada, para la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas, pero no lo consiguió. Se da la circunstancia de que Fernández Díaz tampoco estaba inscrito en la citada comisión. Antonio Hernando a su vez supo que el PP quería nombrar a Fernandez Díaz en la comisión del Tribunal de Cuentas. Hizo, valga la redundancia, sus cuentas y le salió que tampoco, si el PSOE se oponía, reconocerían a Fernández Díaz allí.

  Pero los números tampoco le saldrían al PP en caso de que intente aprovechar el aplazamiento para inscribir al ex ministro y volver a la carga.

  El naufragio de la provocación en Exteriores ha sido el resultado de las protestas de casi todos los grupos, excepto Ciudadanos, que se abstendría. La guinda ha sido la amenaza del PSOE esta misma mañana de presentar un candidato propio pero con la disposición explícita -para no violar el acuerdo de reparto de comisiones- de ceder esa presidencia a favor de un candidato del PP distinto a Fernández Díaz.

  La noche del martes, Inigo Errejón habló con Antonio Hernando para urgirle la presentación de un candidato del PSOE, aunque respondió que su partido se abstendría. Solo cuando Unidos Podemos amagó con presentar el suyo, los socialistas giraron hacia el bloqueo de Fernández Díaz. Y para todas las comisiones.

   Pero el intento de recolocar al ex ministro pone de relieve la necesidad de Mariano Rajoy de compensarle  tras haber prescindido de él en el Gobierno. En cualquier sitio. Es lo que dejan entrever fuentes del PP.

    Todo esto tiene cierto morbo, pero el hecho es que Fernández Díaz tiene una espada de Damocles en la querella por sus maniobras de guerra sucia contra dirigentes independentistas de Cataluña presentada por uno de los perjudicados directos, el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, en el Tribunal Supremo.

    Esas maniobras, aunque conocidas de manera fragmentaria, fueron el objeto de las conversaciones que mantuvo el entonces ministro del Interior con el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, el 2 y 16 de octubre de 2014. Unas conversaciones grabadas en el Ministerio del Interior y difundidas en la recta final de la campaña del 26-J.

     La sala de admisión del Supremo nombró ponente para esta querella a José Manuel Maza el 9 d septiembre. El fiscal jefe Antolín Herrero pidió el archivo porque, sostenía, las conversaciones entraban dentro de las competencias del ministro. No veía, pues, la sombra de delito alguno.

  Pero, fuentes jurídicas, aseguran que los magistrados de la sala de admisión ha considerado muy superficial el informe, escueto, de Herrero. Han habido deliberaciones.

    Pero dos meses y medio después de presentada la querella, el pasado 1 de septiembre, el secreto es total.

    ¿Se ha archivado?

   Rajoy y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, han decidido dejar a un lado la candidatura de Consuelo Madrigal para nueva fiscal general del Estado. Y se han sacado de la chistera, a última hora, en paralelo a que Madrigal confiara a sus colaboradores que seguiría en el puesto por cuatro años, otro candidato. El consejo de ministros ha aprobado la propuesta del magistrado José Manuel Maza, un nombre aportado por Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Supremo, a La Moncloa.

   ¿Habría dado luz verde Rajoy al nombramiento de Fernández Díaz en la presidencia de Exteriores sin saber que se ha archivado, o se va a archivar, la querella contra él? ¿Habría apoyado ese nombramiento sabiendo que la sala de admisión ha resuelto iniciar la investigación y, por tanto, llamar a declar en calidad de investigado a Fernández Díaz?

    Mientras los cinco magistrados del Supremo encargados de esa querella (Marchena, Maza, Miguel Colmenero, Ana Ferrer y Andrés Palomo) guardan con total hermetismo lo que ha ocurrido, en Madrid la investigación sobre la filtración de la cuenta apócrifa atribuida a Trías en Suiza ha conocido una novedad.

    El juez José Emilio Coronado, titular del juzgado de instrucción número 16 de Madrid, ha vuelto a dictar auto de conclusión de una querella interpuesta por Trías contra tres periodistas del diario El Mundo autores de la información sobre la cuenta bancaria atribuida a Trías.

  Pero lo ha hecho después de practicar una prueba solicitada por los investigados y admitida por la sección séptima de la Audiencia de Madrid.  

    Esa prueba, un informe policial, prueba que la cuenta apócrifa procedía de un informe anónimo y que la Policía nunca acreditó que perteneciera a Trías.

  Pero esto, que ya había sido admitido al juez Coronado por un escrito del entonces jefe de la UDEF, Manuel Vázquez, no es lo más relevante. 

   En un escrito al juez de 26 de octubre pasado, la actual fiscal jefe interina de la Fiscalía Anticorrupción, Belén Suárez, señala que la UDEF envió el documento anónimo y la petición de apertura de diligencias el 14 de noviembre de 2014.

   ¿Qué importancia tiene esta fecha?

    Pues que la filtración tuvo lugar el 27 y 28 de octubre de 2014. 

  Por tanto, Interior filtró, operación que Fernández Díaz y De Alfonso barajaban en sus conversaciones del 16 de octubre de 2014, la cuenta apócrifa primero y luego presentó la denuncia.

    En un pasaje de esas conversaciones grabadas, Fernández Díaz le explica qué papel cumplen las filtraciones a los medios, tan exitosas en apartar a Jordi Pujol de la política.

   “Lo digo porque muchas veces, cuando lo publicas, generas una presión mediática que al final haces que cosas por las que no se hubieran tomado interés, se lo toman ”.

   Pero Fernández Díaz falló.

   Ni el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce ni el fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción recogieron el guante con la filtración. Era pocos días antes de la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014.

   Porque Torres-Dulce ya conocía las maniobras de Interior en Cataluña, ante las elecciones autonómicas de noviembre de 2012, cuando unas semanas antes, en octubre, desembarcaron en Barcelona el jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, y el comisario José Luis Olivera. Objetivo:  registrar a espaldas del juez instructor del caso Palau la sede de Convergencia Democrática de Cataluña.

   También para esas fechas, noviembre de 2012, semanas antes de las elecciones autonómicas, se filtró un borrador apócrifo atribuido a la UDEF sobre actividades de Artur Mas y Jordi Pujol.

   Pero en el caso de Trías, la petición del 14 de noviembre de Interior-UDEF  a la Fiscalía Anticorrupción tenía también un propósito más concreto pasada la consulta del 9-N: buscaba desactivar la querella presentada en Madrid contra los periodistas el mismo 27 de octubre.

  Se trataba de justificar con la existencia de una investigación de la Fiscalía la publicación de la cuenta apócrifa, es decir, dar un aire de verosimilitud y de veracidad. Con ello, el juez acabaría archivando el caso.

   También  en esto han fallado Fernández Díaz y sus boys.

   Los esfuerzos de Rajoy por compensar a Fernández Díaz nos remiten a dos pasajes de las conversaciones grabadas.

     En la primera reunión, el 2 de octubre de 2014, Fernández Díaz le apunta a De Alfonso:

   Jorge Fernández Díaz: Quedamos si te parece. Yo tomo buena nota y voy a trasladar esta conversación a quien te puedes imaginar, le explico ¿no? Lo que me has dicho y tal.
     

     Daniel de Alfonso: Sí, no te preocupes.
   

   Jorge Fernández Díaz: Esto queda entre nosotros y a quien se lo voy a contar, que es una tumba, como es obvio ya actuará como estime oportuno y conveniente.

    El 16 de octubre de 2014, el entonces ministro es más explícito.

    Jorge Fernández Díaz: El presidente del Gobierno lo sabe.

    Daniel de Alfonso: Me parece bien, pero eso es lógico, es una relación de Gobierno.

     Jorge Fernández Díaz: Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya. Por supuesto, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda. Yo le conozco muy bien, de muchos años. Llevo trabajando y colaborando con él desde febrero del 91 ininterrumpidamente, en la oposición, en el gobierno, en la oposición.

      Daniel de Alfonso: Casi 15.

     Jorge Fernández DiazDesde el 91, 23 años.

      Daniel de Alfonso: 14 años.

     Jorge Fernández Díaz: Desde febrero casi 24 años.

      Daniel de Alfonso: Casi 24, claro.

    Jorge Fernández Díaz- Que le conocía de antes. Él estaba en el partido en Pontevedra, yo en Barcelona. Estuvimos en las elecciones con Hernández Mancha y ganamos en las elecciones a Miguel Herrero de Miñón y a todos, en fin, y a Rato y estábamos todos juntos en esa aventura política, ¿no? Pero, vamos, ya de empezar junto con él siendo el secretario general del partido, secretario de política autonómica y tal y luego en cada ministerio que él ha ido, él es presidente del gobierno, yo ministro del Interior, en febrero hará 24… y te puedo asegurar que es un hombre, la discreción personificada.

       

     

Maza, Marchena y el FernándezGate

Por: Ernesto Ekaizer | 12 nov 2016

 

     A2-53843804_1

 

 

 

  El Gobierno, por propuesta consensuada del ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el presidente, Mariano Rajoy, ha optado por el nombramiento de un magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, José Manuel Maza, (en la imagen) para el puesto de fiscal general del Estado, decisión que supone dar marcha atrás en el respaldo a la candidatura de Consuelo Madrigal.

   Fuentes judiciales señalan que el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena, fue consultado sobre ello y aconsejó cambiar el enfoque. Es decir: nombrar un magistrado de su sala. Maza es un hombre de confianza de Marchena, quien a su vez mantiene una sintonía personal, y discreta, con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

   Algo cambió entre el lunes 7 de noviembre, día de la toma de posesión de Catalá, y el miércoles 9, el día después de una reunión que mantuvo Catalá en La Moncloa con Rajoy. Semanas antes de la investidura de Rajoy, Catalá convocó a Madrigal para saber si mantenía su deseo de ser nombrada por cuatro años, tras cumplir menos de dos en el puesto, al sustituir a Eduardo Torres-Dulce a mediados de diciembre de 2014.

    Y el lunes 7, además, Catalá vino a insinuar que Madrigal sería su candidata. La fiscal general, a su vez, hizo saber a algunas personas próximas que seguiría.

    Pero después del martes, la operación relevo de Madrigal, como la llaman algunos magistrados y fiscales, ya estaba en marcha. La ironía: se estaba relevando a alguien que era más que una fiscal in pectore porque Catalá había dado a entender que ella era su candidata.

     Con la decisión de nombrar a Maza se encomendó la búsqueda de un equipo para el que será nuevo fiscal general del Estado.

    El que fuera teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, que ahora trabaja como abogado en el bufete Baker & McKenzie -es letrado defensor del Partido Popular en casos como Gürtel y destrucción del disco duro del ordenador del ex tesorero del PP Luis Bárcenas- hizo entre jueves y viernes varios contactos entre fiscales para proponer nombres. Y Santos, según fuentes jurídicas, no fue el único al que se encargó ese trabajo.

    La opción por Madrigal primero y por Maza definitivamente ha supuesto el naufragio de las aspiraciones del presidente de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando Grande-Marlaska, quien apeló a los buenos oficios de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, para lograr el puesto. 

    En el mes de septembre, Maza integró la sala de admisión de la Sala Segunda del Supremo a cargo de la querella criminal presentada por Xavier Trías, ex alcalde de Barcelona, y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), contra el ahora ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el ex director de la Oficina AntiFraude, Daniel de Alfonso, a raíz de las conversaciones grabadas en el ministerio del Interior el 2 y 16 de octubre de 2014.

  En ellas, ambos se explayan sobre la posibilidad de difundir en los medios de comunicación informaciones que afectaban presuntamente a dirigentes soberanistas de Cataluña, una trama que se denominó Operación Cataluña según ha denunciado en sede judicial el comisario, ahora jubilado, José Villarejo.

   Una de esas maniobras en grado de tentativa fue analizada entre el ministro y su interlocutor el 16 de octubre -la atribución de una cuenta en suiza al entonces alcalde de Barcelona Xavier Trías- y se consumó través de la filtración de los datos a un medio de comunicación los días 27 y 28 de octubre. Trías acreditó a través de una comunicación de la Union de Banques Suisses (UBS) que ni era titular de dicha cuenta ni se trataba de la numeración de dicha entidad bancaria.

    La sala de admisión del Supremo solicitó informe al fiscal jefe, Antolín Herrero, quien en un breve dictamen señaló que no se apreciaban los delitos de prevaricación, revelación de secretos y malversación.

   Herrero decía que las conversaciones -difundidas en la recta final de la campaña electoral del 26-J por el diario Público - entraban dentro de las competencias del ministro y del intercambio de información previsto por el estatuto de la Oficina Antifraude y que tampoco se hablaba de montante de dinero para destinar a la operación, lo cual descartaría el delito de malversación de fondos públicos.

   Tanto el informe del fiscal jefe como la composición de la sala de admisión fueron objeto  de cierto secretismo por parte de la Sala Segunda del Supremo. El 18 de octubre, a preguntas de este cronista, el Supremo confirmó que la sala estaba formada por Marchena, que como presidente de la sala, la presidía; Maza, Ana Ferrer, Miguel Colmenero y Andrés Palomo. También informó que  Marchena era el magistrado ponente. Así lo reflejamos en esta crónica y en una segunda información.

   Sin embargo, el 26 de octubre, una semana más tarde, el Supremo se puso en contacto con este cronista para corregir lo que había informado con anterioridad. La ponencia, decía, había recaído en Maza el 9 de septiembre. No en Marchena, como se había dicho.

   Bien.

   Dos meses largos después de presentada la querella, el pasado 1 de septiembre, tras la designación de ponente el 9 de septiembre y del informe del fiscal unas semanas más tarde, las preguntas son: ¿ha propuesto el ponente Maza archivar la querella criminal en línea con lo que proponía Antolín Herrero? ¿la sala de admisión ha apoyado por unanimidad caso de que se produjera el archivo? ¿por qué tanto retraso?.

     Y last but not least, ¿por qué tanto secretismo?  

El `títere´ de Putin

Por: Ernesto Ekaizer | 09 nov 2016

       371477-620-282

 

     

 

    Me equivoqué al estimar como "muy probable" el triunfo de Hillary Clinton, con el Congreso y Senado a la contra, al final de una crónica que en realidad analizaba la gran fractura de la sociedad norteamericana ante las elecciones del 8 de noviembre y el fracaso de la estrategia de demonización y miedo de Hillary Clinton para frenar a Donald Trump. No llevé el análisis a la conclusión final, a saber, que dicho fracaso podría tener un precio: la victoria de Trump.

    Precisamente, en el tercer y último debate, Trump le espetó que Vladimir Putin, el presidente ruso, no profesaba ningún respeto por ella o por el presidente Obama. Ella replicó:

    -Bueno, eso es porque [Putin] preferiría tener un títere de presidente de Estados Unidos.

   Pero tampoco esto sirvió para poner de su lado a un número creciente de votantes hartos de la situación y a llevarles a la conclusión de que Trump era un peligro.

   En los sondeos a la salida de las urnas el 60 por ciento de los votantes consultados dijeron tres cosas que describen el repudio del statu quo existente: que el país camina en la dirección equivocada, que no confían en el gobierno de Washington y...last but not least, un 52% respondió que el principal problema es la economía.  

  Trump catalizó, como el candidato republicano Ronald Reagan en 1980, el rechazo al establishment. No podía haber mejor actriz de carne y hueso que representara a este establishment  que Hillary Clinton .

   El humorista Scott Adams, creador de la popular tira cómica del personaje Dilbert, al que ya he citado en mi anterior comentario, apoyaba en mayo de 2016 a Hillary. Tras la nominación de Trump, en esas fechas, John Podesta, director de campaña de Hillary, lanzó la nueva consigna: Trump es un peligro, demasiado riesgoso, para ser presidente.

    Adams advirtió en su blog de que se tomaba un rumbo equivocado. John Podesta, recordó Adams en mayo pasado, había formado parte de la campaña de reelección de Bill Clinton en 1996. Su rival republicano, Bob Dole, proponía una reforma fiscal, al estilo de la economía de la oferta, una vuelta a Reagan, cuando precisamente la economía crecía a buen ritmo tras haber salido de una recesión. Clinton calificó la propuesta de riesgosa. "Fue un disparo mortal" escribió Adams. Clinton ganó la reelección.

    Lo que Adams añade a continuación es sugerente: "Paul Manafort, el director de la campaña de Trump, trabajaba en 1996 en la campaña de Bob Dole. Y la campaña del riesgo provocó una de sus raras derrotas. Entonces Podesta estaba en el campo ganador como asesor de Bill Clinton. Asumo que sabe qué hay detrás de disparar el tiro del "riesgo" y ha decidido usarlo contra Trump. Pero...lo está usando erróneamente".

    He aquí las razones que daba Adams.

  "En 2016, el estado anímico en el país es que las cosas van en la dirección equivocada. Es lo contrario de lo que pasaba cuando Clinton se presentaba para la reelección y todo parecía ir bien". 

   Adams, que aún apoyaba a Hillary, añadió en su análisis del 4 de mayo de 2016 esta conclusión:

   "La razón por la que Trump es tan popular es porque el público ve el sistema como roto y tampoco ve una forma estándar / normal de arreglarlo. Cuando las cosas se rompen, y se marcha en la dirección equivocada, es exactamente el momento en que se desea introducir el riesgo".

     Pero Adams, que entonces, como hemos apuntado, daba su voto a Hillary, explicó también:

     "Ya he dicho que la campaña de Clinton carece de inspiradores [persuaders] entrenados. Eso se ve en todas sus decisiones. La de utilizar el "riesgo" como una advertencia al público cuando el público está pidiendo más riesgo es un enorme error de persuasión.  Es dispararse a sí mismo. Trump asusta a alrededor de un tercio del público. Es decir: el "riesgo" llegará a los hogares de esos votantes. El problema para el equipo de Clinton es que Trump tiene el control completo de su persona. Todo lo que necesita hacer es actuar como menos arriesgado por unos meses para demostrar que su personaje de campaña era todo por efecto. Ese proceso ya está en marcha".  

    Nuestro humorista-analista anunció el 25 de septiembre pasado que se pasaba al campo de Trump  por las rebajas fiscales prometidas y vaticinó que el electorado se iría desipnotizando, como él, respecto a Hillary.

    El spot publicitario de cierre de campaña de Trump concentra, precisamente, todo su mensaje. Es su versión sobre las políticas que una parte del público identifica como nefastas. Y la explicación es sencilla, directa y casi cinematográfica. Trump sigue los pasos de Reagan.

         


     Frente a este relato, Hillary no presentó una alternativa más o menos convincente. Solo palabras de buena voluntad.

      El programa de Trump es un aggiornamento del programa de Reagan en los años ochenta: rebaja de impuestos, reducción del gasto público, tarifas aduaneras para proteger y recuperar los puestos de trabajo perdidos.

     Lejos de achicar la desigualdad, este tipo de recetas suele provocar un aumento de la misma, como ya ocurriera con el programa de rebajas fiscales de Reagan, que favoreció a los más ricos con la filosofía de la trickle-down economics o el goteo de inversiones después que las empresas recuperan su rentabilidad. Es decir, una vez que repongan sus beneficios.

     Sobre lo que ha pasado, por qué nadie ha querido abrir los ojos, Adams explica en la última entrada de su blog, en la mañana de ayer, antes, por tanto, de la victoria de Trump, el problema.

   Se trata de la acción del llamado sesgo de confirmación o sesgo confirmatorio. La tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas. 

   Es una variante del llamado pensamiento grupal (groupthink), un concepto del psicólogo norteamericano de la Universidad de Yale Irving Janis. "Un modo de pensamiento que las personas adoptan cuando están profundamente involucradas en un grupo cohesivo. Los miembros del grupo intentan minimizar el conflicto y alcanzar una decisión de consenso sin una crítica evaluación de los puntos de vista alternativos mediante la supresión activa de opiniones disidentes y aislándose frente a influencias externas".

      

 

 

     

El día después

Por: Ernesto Ekaizer | 07 nov 2016

        Trump-hillary

           Image-1068202-galleryV9-hfcg-1068202

 

 

 

 

 

 

 

     

 

 

     

 

 

 

     

 

 

     

 

 

   

 

     No puede ser real. Es una película. La elección del 8 de noviembre de 2016 es lo más parecido a un nuevo film-documento de Oliver Stone que podría llevar por título El 8-11-2084. 

     Pero sí, es real.

    Y, gane quien gane, el problema no acaba sino de comenzar el día después de este 8 de noviembre, tal día, mira por dónde, equivalente a aquel 18 del mes de Brumario de 1799 del calendario revolucionario en el que Napoleón Bonaparte consumó el golpe de Estado contra el Directorio.

    Scott Adams, el creador de la tira diaria Dilbert en Estados Unidos, explicó en mayo pasado quizá mejor que  muchos sesudos  analistas lo que está pasando.

   En aquellos días, Adams apoyaba a Hillary Clinton. Observó que John Podesta, su jefe de campaña, dio un giro copernicano en su caracterización de Donald Trump cuando este obtuvo la nominación del partido Republicano.

    La nueva a idea era que Trump era demasiado "riesgoso", lo que suponía un viraje en la campaña, del planteamiento de ideas y experiencias a la persuasión pura y dura.

    En su blog, Adams escribió:

   "La razón por la que Trump es tan popular es que el público ve el sistema como roto y tampoco ve una forma estándar / normal de arreglarlo. Cuando las cosas se rompen, y se marcha en la dirección equivocada, es exactamente el momento en que se desea introducir el riesgo".

    Adams cambió de bando en septiembre de 2016 y anunció en su blog del 25 de dicho mes que daba su apoyo a Trump a cuenta de su programa de rebajas fiscales. 

  Desde entonces, Hillary persistió en la campaña negativa o, si se prefiere, del miedo y demonización de Trump.

   Pero a juzgar por las encuestas, Adams tenía razón: cuando las cosas se rompen y una parte importante de la población estima que el país marcha en la dirección equivocada, la denuncia del riesgo no sirve para desactivar completamente a un adversario como Trump.

   La deconfianza en Hillary vigorizaba a Trump. El anuncio publicitario de clausura de campaña de Trump contra el establishment le ha permitido, según los sondeos, recuperar terreno.

          

    Nunca antes, los europeos habían sentido, y mucho menos expresado, tal rechazo a una campaña presidencial en Estados Unidos. Lo que siempre era la metáfora de la Democracia en América, título de la obra clásica de Alexis de Tocqueville, se convirtió en un film político de cuasi-ficción. Pero, y una vez más, la realidad supera a la ficción. ¡Y cómo!

   Este pasado domingo, los diarios The New York Times The Washington Post publicaron sendos reportajes de portada que describen la repugnancia mundial ante la campaña presidencial estadounidense. Nunca, repetimos, una campaña presidencial norteamericana ha conseguido socavar tanto la credibilidad de Estados Unidos. 
   

    Si ambos periódicos reflejan un estado de ánimo inocultable, el semanario alemán Der Siegel ha dado la puntilla al retratar a ambos candidatos, uno junto al otro, igualmente cubiertos de barro y lodo, con el título de Guión de una tragedia.

    El ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, miembro de la campaña de Trump, amenazó el pasado domingo en el programa político Meet the Press, con el post 8 de noviembre.

  Si gana Hillary Clinton, explicó, habrá investigaciones interminables impulsadas por los republicanos en la Cámara de Representantes. Si Trump se alza con la victoria, vaticinó Gingrich un "Madison, Wisconsin a escala nacional", refiriéndose a la rebelión de los trabajadores de Wisconsin en 2011 contra el asalto del gobernador republicano Scott Walker a los empleados públicos.

   "Podría llevar diez años o más restaurar la estabilidad política", advirtió.

   Gane quien gane, y es muy probable que Hillary Clinton lo consiga, en todo caso, probablemente con el Senado y Congreso a la contra, el día después se abrirá una nueva fase, no menos violenta, en la erupción del volcán en el que se ha convertido la política norteamericana. 

Sobre el autor

, Buenos Aires, 1949. Ha trabajado, por este orden, en redacciones de televisión, revistas semanales y diarios en Argentina; trabaja, desde hace 36 años en Madrid, en diarios, revistas, radio y televisión. Ha escrito ocho libros.

Las materias de Analítica son
las de un viejo proverbio latino:
"Nada humano me es ajeno"...

Sobre el blog

El periodismo para seguir siéndolo debe ser Periodismo Analítico... O no será. El viejo adagio según el cual los periodistas son como mínimo tan buenos como sus fuentes requiere una actualización. Necesitamos, según dice el profesor norteamericano Mitchell Stephens, periodistas con cinco cualidades: Informados, Inteligentes, Interesantes, Industriosos, y, sobre todo, Perspicaces.

Periodismo analítico

Libros

Queríamos tanto a Luis
Terminada la investigación judicial, el relato más completo de la relación entre Luis Bárcenas y el presidente del PP y del Gobierno de España, Mariano Rajoy.

El caso Bárcenas (Editorial Espasa, 2013)
El autor sigue los rastros del tesorero nacional del Partido Popular desde su imputación en la trama corrupta de Francisco Correa.

Sed de Poder .La verdadera historia de Mario Conde (Espasa, 2012)
La crisis de Bankia y del sistema financiero español es una ocasión para revisitar la historia del ex presidente del Banco Español de Crédito (Banesto), destituido junto con su consejo de administración a finales de noviembre de 1993.

Indecentes. Crónica de un atraco perfecto (Espasa, 2012)
El relato, a partir de entrevistas e información inédita, hace un viaje hacia la gestación y estallido de una crisis que dará lugar a la Gran Depresión que afecta a la economía y la sociedad española.

Yo, Augusto (Aguilar, 2003)
Tras obtener, en abril de 2000, el Premio Ortega y Gasset de periodismo por su cobertura del caso Pinochet en las páginas de EL PAÍS, el autor publica este libro en coincidencia con el XXX aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

El Farol. La primera condena de Mario Conde (Temas de Hoy, 1997)
El 20 de marzo de 1997, la Audiencia Nacional condena a Mario Conde a seis años por los delitos de apropiación indebida y falsedad en documento mercantil. El delito: el pago de una factura de 600 millones de pesetas (3,07 millones de euros) en 1990 a una sociedad domiciliada en Antillas Holandesas.

Vendetta (Plaza & Janés, 1996)
He aquí la violenta historia de dos financieros: Mario Conde y Javier de la Rosa. Practican el chantaje con un doble objetivo: añadir dinero a sus capitales fuera de España y neutralizar la acción de la justicia mediante presión sobre las instituciones.

Banqueros de rapiña. Crónica secreta de Mario Conde (Plaza & Janés, 1994)
Título premonitorio. La rapiña. Este libro analiza la crisis de Banesto, las maniobras para conseguir salvar la entidad mediante un acuerdo de ampliación de capital, la mayor de la banca española hasta entonces.

José María Ruiz-Mateos. El último magnate (Plaza & Janés, 1985)
Una radiografía del imperio oficial y clandestino, del magnate de Jerez.

Más información »

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal