Maza y el misterio del FernándezGate

Por: Ernesto Ekaizer | 28 nov 2016

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   José Manuel Maza juró ayer su cargo como nuevo Fiscal General del Estado en el Palacio de la Zarzuela y asumirá esta mañana su nueva función, como es norma, en una ceremonia que se celebrará en el Tribunal Supremo. 

   La semana pasada, el miércoles 23, el candidato pasó el examen de "idoneidad" -como era previsible- de la Comisión de Justicia del Congreso (en la imagen Maza aparece en el centro, junto a la presidenta de la Comisión, la diputada socialista Margarita Robles) sin que se le hiciera una pregunta de cajón. No tanto porque él fuese a aportar luz sobre el interrogante, pero al menos para dejar constancia en el acta.

   Una pregunta sobre el FernándezGate. 

    ¿Por qué a Maza?

   Porque Maza ha sido ponente en la querella presentada por uno de los perjudicados de las operaciones de guerra sucia -el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías- que ha montado desde el Ministerio del Interior Jorge Fernández Díaz, actual presidente de la Comisión de Peticiones del Congreso, puesto para el que no necesitó ser elegido -no se vota- después de fracasar los intentos sucesivos de que presidiera la Comisión de Asuntos Exteriores y la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas, donde sí se vota.

    Decimos "ha sido" porque, en efecto, tras entrar la querella el 1 de septiembre en la Sala de Admisión del Supremo -formada por Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda y de la citada Sala de Admisión; José Manuel Maza; Ana Ferrer; Miguel Colmenero y Andrés Palomo-, ser nombrado ponente Maza el 9 de septiembre y presentado el informe del fiscal jefe del Supremo, Antolín Herrero, días después, solicitando el archivo...nunca más se supo...

    Fuentes jurídicas confirman que deliberaciones haberlas, haylas.

   Pero como no se ha comunicado decisión alguna caben dos posibilidades: que se haya adoptado una decisión y que la redacción del auto siga pendiente de redacción y posterior comunicación, o que no se haya adoptado resolución.

   En el primer caso, las circunstancias políticas podrían dar a entender los retrasos. Es decir: una intención del Supremo de no interferir en la investidura de Mariano Rajoy, la posterior formación del Gobierno y la elección de altos cargos en el Congreso de los Diputados.

   A todo ello habría que sumar la guinda, por así decir, que supone la candidatura primero y posterior decisión de Rajoy en el sentido de proponer a Maza como candidato al puesto de fiscal general del Estado o la marcha atrás respecto el deseo -comunicado a la propia interesada- del ministro de Justicia, Rafael Catalá, de designar para el puesto a Consuelo Madrigal.

   Pero si ya se hubiera adoptado decisión y solo quedase por hacer la comunicación no existe ninguna razón por la cual Maza no pueda firmar la resolución (siendo ya fiscal general del Estado) sobre la admisión o rechazo.

   Si se diera el segundo caso, esto es que la Sala de Admisión, por discrepancias u otras consideraciones, hubiese resuelto aparcar el asunto, resolverlo ahora obligaría a sustituir a Maza, flamante fiscal general del Estado, y nombrar a otro magistrado. Que podría o no ser el ponente en la querella.

    El tema no es baladí.

    Porque las grabaciones destapadas en la última semana de campaña de las elecciones del 26-J afloraban maquinaciones que el ministro del Interior y el entonces director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, tejían para destruir políticamente a varios dirigentes de Convergencia Democrática de Cataluña -que también firma la querella- con la diseminación de información en los medios de comunicación. Esas conversaciones, grabadas en el Ministerio del Interior, tuvieron lugar el 2 y 16 de octubre de 2014, semanas antes de la consulta independentista del 9 de noviembre.

   Once días después, una de esas operaciones se consumaba tal como barajaban Fernández Díaz y De Alfonso, con la atribución los días 27 y 28 de octubre, a once días del referéndum-consulta del 9-N, de una cuenta bancaria de la Union des Banques Suisses (UBS) en Ginebra al entonces alcalde Trías. Una cuenta que él no tenía. Una cuenta que no respondía al código numérico de la UBS. Trías asumió la carga de la prueba y demostró que la información era una falsedad. Basura. Y se querelló contra los correos secretos del entonces Zar de Interior, Fernández Díaz.

     Fernández Díaz fue reprobado en el Congreso por estas maniobras que el comisario ahora jubilado, José Villarejo, ha situado, en sede judicial, en su contexto: la Operación Cataluña puesta en marcha en 2012 con ocasión de las elecciones autonómicas del 25 de noviembre.  

     Por todo esto, la pregunta a Maza el miércoles 23 era pertinente. Ni los propios grupos parlamentarios catalanes (CDC-PDC y ERC) se tomaron el trabajo de dejar constancia del asunto.

     ¿Será admitida o rechazada la querella criminal contra Fernández Díaz y De Alfonso? Si fuese por el fiscal jefe, Antolín Herrero, el asunto ya estaría resuelto a primeros de octubre pasado, habida cuenta de que en su breve informe consideró que las maquinaciones de Fernández Díaz-De Alfonso entraban dentro de sus competencias de "intercambiar información".

   Pero la Sala de Admisión no consideró que con dicho informe se podía dar carpetazo a la querella. Aunque a algunos de sus miembros...ganas no les faltaran.

   

La `bomba´ Fernández Diaz

Por: Ernesto Ekaizer | 16 nov 2016

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   La "provocación" del nombramiento del reprobado Jorge Fernández Díaz como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados ha naufragado. Una hora después del aplazamiento solicitado por el Partido Popular para la votación en la citada comisión, el grupo parlamentario popular intentaba colocar a Fernández Díaz en la presidencia de la comisión del Tribunal de Cuentas...donde también se ha aplazado la votación sine die. Parece que cuesta al PP reconocer los nuevos tiempos, el paso de 186 a 137 escaños.

   Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, quiso saber quien era el candidato un rato antes de la votación, ahora aplazada, para la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas, pero no lo consiguió. Se da la circunstancia de que Fernández Díaz tampoco estaba inscrito en la citada comisión. Antonio Hernando a su vez supo que el PP quería nombrar a Fernandez Díaz en la comisión del Tribunal de Cuentas. Hizo, valga la redundancia, sus cuentas y le salió que tampoco, si el PSOE se oponía, reconocerían a Fernández Díaz allí.

  Pero los números tampoco le saldrían al PP en caso de que intente aprovechar el aplazamiento para inscribir al ex ministro y volver a la carga.

  El naufragio de la provocación en Exteriores ha sido el resultado de las protestas de casi todos los grupos, excepto Ciudadanos, que se abstendría. La guinda ha sido la amenaza del PSOE esta misma mañana de presentar un candidato propio pero con la disposición explícita -para no violar el acuerdo de reparto de comisiones- de ceder esa presidencia a favor de un candidato del PP distinto a Fernández Díaz.

  La noche del martes, Inigo Errejón habló con Antonio Hernando para urgirle la presentación de un candidato del PSOE, aunque respondió que su partido se abstendría. Solo cuando Unidos Podemos amagó con presentar el suyo, los socialistas giraron hacia el bloqueo de Fernández Díaz. Y para todas las comisiones.

   Pero el intento de recolocar al ex ministro pone de relieve la necesidad de Mariano Rajoy de compensarle  tras haber prescindido de él en el Gobierno. En cualquier sitio. Es lo que dejan entrever fuentes del PP.

    Todo esto tiene cierto morbo, pero el hecho es que Fernández Díaz tiene una espada de Damocles en la querella por sus maniobras de guerra sucia contra dirigentes independentistas de Cataluña presentada por uno de los perjudicados directos, el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, en el Tribunal Supremo.

    Esas maniobras, aunque conocidas de manera fragmentaria, fueron el objeto de las conversaciones que mantuvo el entonces ministro del Interior con el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, el 2 y 16 de octubre de 2014. Unas conversaciones grabadas en el Ministerio del Interior y difundidas en la recta final de la campaña del 26-J.

     La sala de admisión del Supremo nombró ponente para esta querella a José Manuel Maza el 9 d septiembre. El fiscal jefe Antolín Herrero pidió el archivo porque, sostenía, las conversaciones entraban dentro de las competencias del ministro. No veía, pues, la sombra de delito alguno.

  Pero, fuentes jurídicas, aseguran que los magistrados de la sala de admisión ha considerado muy superficial el informe, escueto, de Herrero. Han habido deliberaciones.

    Pero dos meses y medio después de presentada la querella, el pasado 1 de septiembre, el secreto es total.

    ¿Se ha archivado?

   Rajoy y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, han decidido dejar a un lado la candidatura de Consuelo Madrigal para nueva fiscal general del Estado. Y se han sacado de la chistera, a última hora, en paralelo a que Madrigal confiara a sus colaboradores que seguiría en el puesto por cuatro años, otro candidato. El consejo de ministros ha aprobado la propuesta del magistrado José Manuel Maza, un nombre aportado por Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Supremo, a La Moncloa.

   ¿Habría dado luz verde Rajoy al nombramiento de Fernández Díaz en la presidencia de Exteriores sin saber que se ha archivado, o se va a archivar, la querella contra él? ¿Habría apoyado ese nombramiento sabiendo que la sala de admisión ha resuelto iniciar la investigación y, por tanto, llamar a declar en calidad de investigado a Fernández Díaz?

    Mientras los cinco magistrados del Supremo encargados de esa querella (Marchena, Maza, Miguel Colmenero, Ana Ferrer y Andrés Palomo) guardan con total hermetismo lo que ha ocurrido, en Madrid la investigación sobre la filtración de la cuenta apócrifa atribuida a Trías en Suiza ha conocido una novedad.

    El juez José Emilio Coronado, titular del juzgado de instrucción número 16 de Madrid, ha vuelto a dictar auto de conclusión de una querella interpuesta por Trías contra tres periodistas del diario El Mundo autores de la información sobre la cuenta bancaria atribuida a Trías.

  Pero lo ha hecho después de practicar una prueba solicitada por los investigados y admitida por la sección séptima de la Audiencia de Madrid.  

    Esa prueba, un informe policial, prueba que la cuenta apócrifa procedía de un informe anónimo y que la Policía nunca acreditó que perteneciera a Trías.

  Pero esto, que ya había sido admitido al juez Coronado por un escrito del entonces jefe de la UDEF, Manuel Vázquez, no es lo más relevante. 

   En un escrito al juez de 26 de octubre pasado, la actual fiscal jefe interina de la Fiscalía Anticorrupción, Belén Suárez, señala que la UDEF envió el documento anónimo y la petición de apertura de diligencias el 14 de noviembre de 2014.

   ¿Qué importancia tiene esta fecha?

    Pues que la filtración tuvo lugar el 27 y 28 de octubre de 2014. 

  Por tanto, Interior filtró, operación que Fernández Díaz y De Alfonso barajaban en sus conversaciones del 16 de octubre de 2014, la cuenta apócrifa primero y luego presentó la denuncia.

    En un pasaje de esas conversaciones grabadas, Fernández Díaz le explica qué papel cumplen las filtraciones a los medios, tan exitosas en apartar a Jordi Pujol de la política.

   “Lo digo porque muchas veces, cuando lo publicas, generas una presión mediática que al final haces que cosas por las que no se hubieran tomado interés, se lo toman ”.

   Pero Fernández Díaz falló.

   Ni el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce ni el fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción recogieron el guante con la filtración. Era pocos días antes de la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014.

   Porque Torres-Dulce ya conocía las maniobras de Interior en Cataluña, ante las elecciones autonómicas de noviembre de 2012, cuando unas semanas antes, en octubre, desembarcaron en Barcelona el jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, y el comisario José Luis Olivera. Objetivo:  registrar a espaldas del juez instructor del caso Palau la sede de Convergencia Democrática de Cataluña.

   También para esas fechas, noviembre de 2012, semanas antes de las elecciones autonómicas, se filtró un borrador apócrifo atribuido a la UDEF sobre actividades de Artur Mas y Jordi Pujol.

   Pero en el caso de Trías, la petición del 14 de noviembre de Interior-UDEF  a la Fiscalía Anticorrupción tenía también un propósito más concreto pasada la consulta del 9-N: buscaba desactivar la querella presentada en Madrid contra los periodistas el mismo 27 de octubre.

  Se trataba de justificar con la existencia de una investigación de la Fiscalía la publicación de la cuenta apócrifa, es decir, dar un aire de verosimilitud y de veracidad. Con ello, el juez acabaría archivando el caso.

   También  en esto han fallado Fernández Díaz y sus boys.

   Los esfuerzos de Rajoy por compensar a Fernández Díaz nos remiten a dos pasajes de las conversaciones grabadas.

     En la primera reunión, el 2 de octubre de 2014, Fernández Díaz le apunta a De Alfonso:

   Jorge Fernández Díaz: Quedamos si te parece. Yo tomo buena nota y voy a trasladar esta conversación a quien te puedes imaginar, le explico ¿no? Lo que me has dicho y tal.
     

     Daniel de Alfonso: Sí, no te preocupes.
   

   Jorge Fernández Díaz: Esto queda entre nosotros y a quien se lo voy a contar, que es una tumba, como es obvio ya actuará como estime oportuno y conveniente.

    El 16 de octubre de 2014, el entonces ministro es más explícito.

    Jorge Fernández Díaz: El presidente del Gobierno lo sabe.

    Daniel de Alfonso: Me parece bien, pero eso es lógico, es una relación de Gobierno.

     Jorge Fernández Díaz: Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya. Por supuesto, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda. Yo le conozco muy bien, de muchos años. Llevo trabajando y colaborando con él desde febrero del 91 ininterrumpidamente, en la oposición, en el gobierno, en la oposición.

      Daniel de Alfonso: Casi 15.

     Jorge Fernández DiazDesde el 91, 23 años.

      Daniel de Alfonso: 14 años.

     Jorge Fernández Díaz: Desde febrero casi 24 años.

      Daniel de Alfonso: Casi 24, claro.

    Jorge Fernández Díaz- Que le conocía de antes. Él estaba en el partido en Pontevedra, yo en Barcelona. Estuvimos en las elecciones con Hernández Mancha y ganamos en las elecciones a Miguel Herrero de Miñón y a todos, en fin, y a Rato y estábamos todos juntos en esa aventura política, ¿no? Pero, vamos, ya de empezar junto con él siendo el secretario general del partido, secretario de política autonómica y tal y luego en cada ministerio que él ha ido, él es presidente del gobierno, yo ministro del Interior, en febrero hará 24… y te puedo asegurar que es un hombre, la discreción personificada.

       

     

Maza, Marchena y el FernándezGate

Por: Ernesto Ekaizer | 12 nov 2016

 

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  El Gobierno, por propuesta consensuada del ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el presidente, Mariano Rajoy, ha optado por el nombramiento de un magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, José Manuel Maza, (en la imagen) para el puesto de fiscal general del Estado, decisión que supone dar marcha atrás en el respaldo a la candidatura de Consuelo Madrigal.

   Fuentes judiciales señalan que el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena, fue consultado sobre ello y aconsejó cambiar el enfoque. Es decir: nombrar un magistrado de su sala. Maza es un hombre de confianza de Marchena, quien a su vez mantiene una sintonía personal, y discreta, con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

   Algo cambió entre el lunes 7 de noviembre, día de la toma de posesión de Catalá, y el miércoles 9, el día después de una reunión que mantuvo Catalá en La Moncloa con Rajoy. Semanas antes de la investidura de Rajoy, Catalá convocó a Madrigal para saber si mantenía su deseo de ser nombrada por cuatro años, tras cumplir menos de dos en el puesto, al sustituir a Eduardo Torres-Dulce a mediados de diciembre de 2014.

    Y el lunes 7, además, Catalá vino a insinuar que Madrigal sería su candidata. La fiscal general, a su vez, hizo saber a algunas personas próximas que seguiría.

    Pero después del martes, la operación relevo de Madrigal, como la llaman algunos magistrados y fiscales, ya estaba en marcha. La ironía: se estaba relevando a alguien que era más que una fiscal in pectore porque Catalá había dado a entender que ella era su candidata.

     Con la decisión de nombrar a Maza se encomendó la búsqueda de un equipo para el que será nuevo fiscal general del Estado.

    El que fuera teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, que ahora trabaja como abogado en el bufete Baker & McKenzie -es letrado defensor del Partido Popular en casos como Gürtel y destrucción del disco duro del ordenador del ex tesorero del PP Luis Bárcenas- hizo entre jueves y viernes varios contactos entre fiscales para proponer nombres. Y Santos, según fuentes jurídicas, no fue el único al que se encargó ese trabajo.

    La opción por Madrigal primero y por Maza definitivamente ha supuesto el naufragio de las aspiraciones del presidente de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando Grande-Marlaska, quien apeló a los buenos oficios de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, para lograr el puesto. 

    En el mes de septembre, Maza integró la sala de admisión de la Sala Segunda del Supremo a cargo de la querella criminal presentada por Xavier Trías, ex alcalde de Barcelona, y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), contra el ahora ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el ex director de la Oficina AntiFraude, Daniel de Alfonso, a raíz de las conversaciones grabadas en el ministerio del Interior el 2 y 16 de octubre de 2014.

  En ellas, ambos se explayan sobre la posibilidad de difundir en los medios de comunicación informaciones que afectaban presuntamente a dirigentes soberanistas de Cataluña, una trama que se denominó Operación Cataluña según ha denunciado en sede judicial el comisario, ahora jubilado, José Villarejo.

   Una de esas maniobras en grado de tentativa fue analizada entre el ministro y su interlocutor el 16 de octubre -la atribución de una cuenta en suiza al entonces alcalde de Barcelona Xavier Trías- y se consumó través de la filtración de los datos a un medio de comunicación los días 27 y 28 de octubre. Trías acreditó a través de una comunicación de la Union de Banques Suisses (UBS) que ni era titular de dicha cuenta ni se trataba de la numeración de dicha entidad bancaria.

    La sala de admisión del Supremo solicitó informe al fiscal jefe, Antolín Herrero, quien en un breve dictamen señaló que no se apreciaban los delitos de prevaricación, revelación de secretos y malversación.

   Herrero decía que las conversaciones -difundidas en la recta final de la campaña electoral del 26-J por el diario Público - entraban dentro de las competencias del ministro y del intercambio de información previsto por el estatuto de la Oficina Antifraude y que tampoco se hablaba de montante de dinero para destinar a la operación, lo cual descartaría el delito de malversación de fondos públicos.

   Tanto el informe del fiscal jefe como la composición de la sala de admisión fueron objeto  de cierto secretismo por parte de la Sala Segunda del Supremo. El 18 de octubre, a preguntas de este cronista, el Supremo confirmó que la sala estaba formada por Marchena, que como presidente de la sala, la presidía; Maza, Ana Ferrer, Miguel Colmenero y Andrés Palomo. También informó que  Marchena era el magistrado ponente. Así lo reflejamos en esta crónica y en una segunda información.

   Sin embargo, el 26 de octubre, una semana más tarde, el Supremo se puso en contacto con este cronista para corregir lo que había informado con anterioridad. La ponencia, decía, había recaído en Maza el 9 de septiembre. No en Marchena, como se había dicho.

   Bien.

   Dos meses largos después de presentada la querella, el pasado 1 de septiembre, tras la designación de ponente el 9 de septiembre y del informe del fiscal unas semanas más tarde, las preguntas son: ¿ha propuesto el ponente Maza archivar la querella criminal en línea con lo que proponía Antolín Herrero? ¿la sala de admisión ha apoyado por unanimidad caso de que se produjera el archivo? ¿por qué tanto retraso?.

     Y last but not least, ¿por qué tanto secretismo?  

El `títere´ de Putin

Por: Ernesto Ekaizer | 09 nov 2016

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    Me equivoqué al estimar como "muy probable" el triunfo de Hillary Clinton, con el Congreso y Senado a la contra, al final de una crónica que en realidad analizaba la gran fractura de la sociedad norteamericana ante las elecciones del 8 de noviembre y el fracaso de la estrategia de demonización y miedo de Hillary Clinton para frenar a Donald Trump. No llevé el análisis a la conclusión final, a saber, que dicho fracaso podría tener un precio: la victoria de Trump.

    Precisamente, en el tercer y último debate, Trump le espetó que Vladimir Putin, el presidente ruso, no profesaba ningún respeto por ella o por el presidente Obama. Ella replicó:

    -Bueno, eso es porque [Putin] preferiría tener un títere de presidente de Estados Unidos.

   Pero tampoco esto sirvió para poner de su lado a un número creciente de votantes hartos de la situación y a llevarles a la conclusión de que Trump era un peligro.

   En los sondeos a la salida de las urnas el 60 por ciento de los votantes consultados dijeron tres cosas que describen el repudio del statu quo existente: que el país camina en la dirección equivocada, que no confían en el gobierno de Washington y...last but not least, un 52% respondió que el principal problema es la economía.  

  Trump catalizó, como el candidato republicano Ronald Reagan en 1980, el rechazo al establishment. No podía haber mejor actriz de carne y hueso que representara a este establishment  que Hillary Clinton .

   El humorista Scott Adams, creador de la popular tira cómica del personaje Dilbert, al que ya he citado en mi anterior comentario, apoyaba en mayo de 2016 a Hillary. Tras la nominación de Trump, en esas fechas, John Podesta, director de campaña de Hillary, lanzó la nueva consigna: Trump es un peligro, demasiado riesgoso, para ser presidente.

    Adams advirtió en su blog de que se tomaba un rumbo equivocado. John Podesta, recordó Adams en mayo pasado, había formado parte de la campaña de reelección de Bill Clinton en 1996. Su rival republicano, Bob Dole, proponía una reforma fiscal, al estilo de la economía de la oferta, una vuelta a Reagan, cuando precisamente la economía crecía a buen ritmo tras haber salido de una recesión. Clinton calificó la propuesta de riesgosa. "Fue un disparo mortal" escribió Adams. Clinton ganó la reelección.

    Lo que Adams añade a continuación es sugerente: "Paul Manafort, el director de la campaña de Trump, trabajaba en 1996 en la campaña de Bob Dole. Y la campaña del riesgo provocó una de sus raras derrotas. Entonces Podesta estaba en el campo ganador como asesor de Bill Clinton. Asumo que sabe qué hay detrás de disparar el tiro del "riesgo" y ha decidido usarlo contra Trump. Pero...lo está usando erróneamente".

    He aquí las razones que daba Adams.

  "En 2016, el estado anímico en el país es que las cosas van en la dirección equivocada. Es lo contrario de lo que pasaba cuando Clinton se presentaba para la reelección y todo parecía ir bien". 

   Adams, que aún apoyaba a Hillary, añadió en su análisis del 4 de mayo de 2016 esta conclusión:

   "La razón por la que Trump es tan popular es porque el público ve el sistema como roto y tampoco ve una forma estándar / normal de arreglarlo. Cuando las cosas se rompen, y se marcha en la dirección equivocada, es exactamente el momento en que se desea introducir el riesgo".

     Pero Adams, que entonces, como hemos apuntado, daba su voto a Hillary, explicó también:

     "Ya he dicho que la campaña de Clinton carece de inspiradores [persuaders] entrenados. Eso se ve en todas sus decisiones. La de utilizar el "riesgo" como una advertencia al público cuando el público está pidiendo más riesgo es un enorme error de persuasión.  Es dispararse a sí mismo. Trump asusta a alrededor de un tercio del público. Es decir: el "riesgo" llegará a los hogares de esos votantes. El problema para el equipo de Clinton es que Trump tiene el control completo de su persona. Todo lo que necesita hacer es actuar como menos arriesgado por unos meses para demostrar que su personaje de campaña era todo por efecto. Ese proceso ya está en marcha".  

    Nuestro humorista-analista anunció el 25 de septiembre pasado que se pasaba al campo de Trump  por las rebajas fiscales prometidas y vaticinó que el electorado se iría desipnotizando, como él, respecto a Hillary.

    El spot publicitario de cierre de campaña de Trump concentra, precisamente, todo su mensaje. Es su versión sobre las políticas que una parte del público identifica como nefastas. Y la explicación es sencilla, directa y casi cinematográfica. Trump sigue los pasos de Reagan.

         


     Frente a este relato, Hillary no presentó una alternativa más o menos convincente. Solo palabras de buena voluntad.

      El programa de Trump es un aggiornamento del programa de Reagan en los años ochenta: rebaja de impuestos, reducción del gasto público, tarifas aduaneras para proteger y recuperar los puestos de trabajo perdidos.

     Lejos de achicar la desigualdad, este tipo de recetas suele provocar un aumento de la misma, como ya ocurriera con el programa de rebajas fiscales de Reagan, que favoreció a los más ricos con la filosofía de la trickle-down economics o el goteo de inversiones después que las empresas recuperan su rentabilidad. Es decir, una vez que repongan sus beneficios.

     Sobre lo que ha pasado, por qué nadie ha querido abrir los ojos, Adams explica en la última entrada de su blog, en la mañana de ayer, antes, por tanto, de la victoria de Trump, el problema.

   Se trata de la acción del llamado sesgo de confirmación o sesgo confirmatorio. La tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas. 

   Es una variante del llamado pensamiento grupal (groupthink), un concepto del psicólogo norteamericano de la Universidad de Yale Irving Janis. "Un modo de pensamiento que las personas adoptan cuando están profundamente involucradas en un grupo cohesivo. Los miembros del grupo intentan minimizar el conflicto y alcanzar una decisión de consenso sin una crítica evaluación de los puntos de vista alternativos mediante la supresión activa de opiniones disidentes y aislándose frente a influencias externas".

      

 

 

     

El día después

Por: Ernesto Ekaizer | 07 nov 2016

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     No puede ser real. Es una película. La elección del 8 de noviembre de 2016 es lo más parecido a un nuevo film-documento de Oliver Stone que podría llevar por título El 8-11-2084. 

     Pero sí, es real.

    Y, gane quien gane, el problema no acaba sino de comenzar el día después de este 8 de noviembre, tal día, mira por dónde, equivalente a aquel 18 del mes de Brumario de 1799 del calendario revolucionario en el que Napoleón Bonaparte consumó el golpe de Estado contra el Directorio.

    Scott Adams, el creador de la tira diaria Dilbert en Estados Unidos, explicó en mayo pasado quizá mejor que  muchos sesudos  analistas lo que está pasando.

   En aquellos días, Adams apoyaba a Hillary Clinton. Observó que John Podesta, su jefe de campaña, dio un giro copernicano en su caracterización de Donald Trump cuando este obtuvo la nominación del partido Republicano.

    La nueva a idea era que Trump era demasiado "riesgoso", lo que suponía un viraje en la campaña, del planteamiento de ideas y experiencias a la persuasión pura y dura.

    En su blog, Adams escribió:

   "La razón por la que Trump es tan popular es que el público ve el sistema como roto y tampoco ve una forma estándar / normal de arreglarlo. Cuando las cosas se rompen, y se marcha en la dirección equivocada, es exactamente el momento en que se desea introducir el riesgo".

    Adams cambió de bando en septiembre de 2016 y anunció en su blog del 25 de dicho mes que daba su apoyo a Trump a cuenta de su programa de rebajas fiscales. 

  Desde entonces, Hillary persistió en la campaña negativa o, si se prefiere, del miedo y demonización de Trump.

   Pero a juzgar por las encuestas, Adams tenía razón: cuando las cosas se rompen y una parte importante de la población estima que el país marcha en la dirección equivocada, la denuncia del riesgo no sirve para desactivar completamente a un adversario como Trump.

   La deconfianza en Hillary vigorizaba a Trump. El anuncio publicitario de clausura de campaña de Trump contra el establishment le ha permitido, según los sondeos, recuperar terreno.

          

    Nunca antes, los europeos habían sentido, y mucho menos expresado, tal rechazo a una campaña presidencial en Estados Unidos. Lo que siempre era la metáfora de la Democracia en América, título de la obra clásica de Alexis de Tocqueville, se convirtió en un film político de cuasi-ficción. Pero, y una vez más, la realidad supera a la ficción. ¡Y cómo!

   Este pasado domingo, los diarios The New York Times The Washington Post publicaron sendos reportajes de portada que describen la repugnancia mundial ante la campaña presidencial estadounidense. Nunca, repetimos, una campaña presidencial norteamericana ha conseguido socavar tanto la credibilidad de Estados Unidos. 
   

    Si ambos periódicos reflejan un estado de ánimo inocultable, el semanario alemán Der Siegel ha dado la puntilla al retratar a ambos candidatos, uno junto al otro, igualmente cubiertos de barro y lodo, con el título de Guión de una tragedia.

    El ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, miembro de la campaña de Trump, amenazó el pasado domingo en el programa político Meet the Press, con el post 8 de noviembre.

  Si gana Hillary Clinton, explicó, habrá investigaciones interminables impulsadas por los republicanos en la Cámara de Representantes. Si Trump se alza con la victoria, vaticinó Gingrich un "Madison, Wisconsin a escala nacional", refiriéndose a la rebelión de los trabajadores de Wisconsin en 2011 contra el asalto del gobernador republicano Scott Walker a los empleados públicos.

   "Podría llevar diez años o más restaurar la estabilidad política", advirtió.

   Gane quien gane, y es muy probable que Hillary Clinton lo consiga, en todo caso, probablemente con el Senado y Congreso a la contra, el día después se abrirá una nueva fase, no menos violenta, en la erupción del volcán en el que se ha convertido la política norteamericana. 

La patata caliente del FernándezGate

Por: Ernesto Ekaizer | 21 oct 2016

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  La sala de admisión de la Sala Segunda del Tribunal Supremo está a punto de decidir qué hace con el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, en relación con la querella criminal por revelación de secretos, prevaricación y malversación de fondos públicos presentada por el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, y la antigua CDC, a raíz de la grabación (y difusión en junio pasado) de las conversaciones que mantuvo el ministro con el entonces director de la Oficina Antifraude Daniel de Alfonso el 2 y 16 de octubre de 2014.

     La sala está formada para esta querella por el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena (imagen que abre esta entrada), y los magistrados Miguel Colmenero, José Manuel Maza, Andrés Palomo y la magistrada Ana Ferrer (imágenes en el orden descrito).

   El ponente es Manuel Marchena. Cuenta con el informe del fiscal jefe del Tribunal Supremo, Antolín Herrero, quien justifica lo que se afirma en las conversaciones, que giran, básicamente, en torno a operaciones mediático-judiciales relacionados con los dirigentes independentistas catalanes -Xavier Trías, Oriol Junqueras y Francesc Homs-, que el comisario José Villarejo calificó en sede judicial como  Operación Cataluña. O guerra sucia.

  Antolín sigue en su escueto informe la línea del dictamen, también sumarísimo, que dio a conocer la Fiscalía General del Estado, dirigida por Consuelo Madrigal, el pasado 7 de julio, en el   que no se apreciaba delitos en la conducta del ministro.

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    Problema: mientras la Fiscalía General del Estado se pronunció genéricamente sobre esas conversaciones, la sala de admisión tiene que pronunciarse frente a la querella de un perjudicado directo. Lo que se habló sobre una cuenta falsa de Trías en una de las conversaciones grabadas, la del 16 de octubre de 2014, se filtró, tal como se barajaba en el diálogo Fernández Díaz-De Alfonso, a un medio de comunicación los días 27 y 28 de octubre, es decir, once días más tarde de la reunión celebrada en el Ministerio del Interior. Esa cuenta no era ni de Trías ni la citada numeración pertenecía a la Union de Banques Suisses (UBS) la citada numeración, según acreditó la entidad desde Ginebra.

    Fue una fabricación.

    Fuentes jurídicas consultadas señalan que si bien Marchena - presidente de la Sala de Admisión y de la Sala Segunda del Supremo- está conforme con la conclusión del fiscal jefe ( no hay delito en esas maquinaciones), hay miembros de la sala de admisión para los cuales el informe citado no agota la cuestión y requiere un análisis más profundo.

   Las deliberaciones no han terminado, según esas fuentes jurídicas, y existe el ánimo de alcanzar una decisión compartida por todos los miembros de la Sala de Admisión, algo que no está resultando fácil.

 



                                                                   



FernándezGate, ¿inmunidad penal?

Por: Ernesto Ekaizer | 19 oct 2016

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    La reprobación del Congreso al ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, por su utilización del Ministerio del Interior para operaciones "especiales" contra dirigentes soberanistas catalanes -la bautizada por el comisario José Villarejo como Operación Cataluña- llegó ayer diez días después que el fiscal jefe del Tribunal Supremo, Antolín Herrero, entregara a la sala de admisión de la Sala Segunda su informe sobre una querella criminal presentada el pasado 1 de septiembre por el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, y la antigua Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) contra Fernández Díaz y el ex director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso.

    La querella, que entró en el Supremo el 1 de septiembre, imputa al ministro cooperación en la revelación de secretos, prevaricación y malversación de fondos y se basa en las conversaciones que mantuvo durante dos encuentros, en octubre de 2014, el ministro y De Alfonso en el Ministerio del Interior, cuyo contenido trascendió en unas grabaciones difundidas en la recta de la campaña electoral del 26 de junio.

    La sala de admisión del Supremo, integrada por Manuel Marchena, presidente de dicha sala y de la Sala Segunda (imagen) y los magistrados José Manuel Maza, Miguel Colmenero, Ana Ferrer y Andrés Palomo, tomó nota de la querella, nombró ponente a Marchena y pidió informe a la Fiscalía. El fiscal jefe, Antolín Herrero, elaboró su informe y lo entregó a la sala, como se ha apuntado, hace diez días.

    Según manifestó el director de comunicación de la Fiscalía General del Estado, Fernando Noya, a preguntas de este periódico, el fiscal jefe "estima que las conversaciones entre el ministro y el entonces jefe de la Oficina Antifraude entra dentro de las competencias de las autoridades para perseguir delitos, de la actividad de Interior y de la Policía, en este caso sobre hechos en la Comunidad Autónoma de Cataluña. El fiscal jefe no aprecia que sea delictivo".

    El responsable de comunicación no podía aportar a este periódico el escrito "de cuatro folios", según dijo. Y remitió a solicitarlo al Tribunal Supremo. A su vez, el departamento de prensa del Supremo dijo que era la Fiscalía General del Estado la que debía dar a conocer el escrito.

    Esta situación no suele ocurrir, para poner un ejemplo, con otras resoluciones judiciales, sean de la Sala Segunda o de la Fiscalía del Supremo. Por ejemplo: cuando se trata de temas como el referéndum soberanista en Cataluña y los autos e informes de Fiscalía en relación con los dirigentes investigados por ello. Esta doble va de medir desnuda la política de transparencia selectiva que aplica el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes.

   Por otra parte, existe desde hace años un convenio en vigor entre la Fiscalía General del Estado y el CGPJ por el cual los responsables de prensa de los órganos judiciales deberían aportar las resoluciones que se adoptan en dichos órganos. Incluye la actuación de las fiscalías a través de sus informes.

    Según explicó el portavoz citado de la Fiscalía General del Estado, el fiscal jefe del Supremo, Antolín Herrero, sigue en el asunto de FernándezGate, las líneas trazadas el  pasado mes de julio por la Fiscalía General del Estado a raíz de una denuncia de Esquerra Republicana de Cataluña. 

   En un comunicado la FGE apuntaba el 7 de julio que "del contenido de las conversaciones no se desprenden indicios suficientes para iniciar una investigación penal por preconstitución falsa de pruebas, prevaricación administrativa ni por los restantes tipos penales".

   Fuentes jurídicas y judiciales consultan resaltan la diferencia entre una denuncia genérica, como la que pudo presentar ERC en junio pasado, y una querella criminal como la que plantea el ex alcalde de Bárcelona y la antigua CDC.

     ¿Por qué?

    Un ejemplo realza esa diferencia. En las conversaciones de octubre de 2014 -cuya falta de veracidad ni se ha denunciado ni cuestionado- Fernández Díaz y De Alfonso traman la difusión a la prensa de una presunta cuenta de Xavier Trías en la Union de Banques Suisses (UBS). Según el ministro, la "experiencia" de la filtración de las cuentas de miembros de la familia del expresident Pujol hacía pocos meses, en julio de 2014, era muy relevante pues había acabado con su carrera política. El objetivo de las filtraciones, según explica Fernández Díaz, era lograr que la Fiscalía Anticorrupción, que solía resistirse a sus iniciativas, abriera diligencias.

    El "caso" de Trías, precisamente, es considerado por el ministro y De Alfonso en su segundo encuentro grabado, el 16 de octubre de 2014. El 27 y 28 de octubre, el plan del ministro se materializa. Y se filtra a un medio de comunicación "habitual", El Mundo, la cuenta apócrifa (no es de Trías ni corresponde a la numeración de la UBS, según la carta enviada por la entidad bancaria a requerimiento del entonces alcalde de Barcelona.).

     Por tanto, tenemos un perjudicado.

     El informe del fiscal tendrá que ser evaluado por el ponente, Marchena, quien deberá exponer ante la Sala de Admisión. El informe previo de Fiscalía suele ir a misa. Pero no siempre.

  Fue Marchena, por ejemplo, quien contra el criterio de la Fiscalía del Supremo propició la admisión de la querella del entonces ministro José Manuel Soria contra la juez excedente en Canarias Victoria Rosell, diputada de Podemos, una decisión que acabó con su carrera política en el Congreso de los Diputados y que ha destapado una operación político-judicial rocambolesca.

    

    

El honor perdido de la cúpula

Por: Ernesto Ekaizer | 15 oct 2016

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    Los cuatro correos electrónicos y el informe anexo aportados a la causa de salida a Bolsa de Bankia muestran la parte oscura de una operación que provocó la intervención del Estado y una "socialización de pérdidas" de casi 23.000 millones de euros en términos de capital y aportaciones indirectas por otros 23.000 millones de euros, sin contar grandes cantidades de dinero a través de otros apoyos, como avales del Estado. Esta fue, en efecto, la “socialización de pérdidas” que vaticinaba José Antonio Casaus, el autor de esos correos, en abril y mayo de 2011, inspector cabecera de BFA-Bankia, tras tras haber supervisado también, con anterioridad, Caja Madrid.

    Estos correos permiten responder a una pregunta clave: ¿era inevitable la crisis de Bankia, que desembocó en el rescate europeo, o se podía haber evitado o al menos limitado?

   Casaus cifra el saneamiento de capital que hubiese sido necesario asumir en 15.000 millones de euros.  

     ¿Por qué hemos tenido que pagar 23.000 millones?

   Estos informes fueron solicitados a Casaus por su superior en aquella época, el entonces “jefe de grupo” Pedro Comín. El jefe necesitaba conocer el punto de vista de los inspectores sobre los estados financieros de BFA-Bankia a 31 de marzo de 2011. Con estos estados, precisamente, se perfilaba la salida a Bolsa de la entidad el 20 de julio de 2011.

   El inspector Casaus pone de relieve en estos correos que para él BFA-Bankia es inviable. En el análisis de las cuentas que añade surge con claridad que el margen, los resultados, son negativos en 205 millones de euros una vez que se expurgan todos aquellos ingresos no recurrentes, es decir, aquellos que son, por así decir, eventuales, que no se van a repetir. One off, en la jerga financiera. Una sola vez.

  En su análisis, el inspector cabecera señala que BFA-Bankia anota los préstamos de promotores inmobiliarios y de suelo como normales y por tanto se apunta intereses. Casaus dice que “todos” deberían ser clasificados como “dudosos”, y por tanto habría que deducir los intereses apuntados (255 millones de euros). Bankia, pues, sale a Bolsa el 20 de julio de 2011, a juicio de Casaus, con el ya señalado margen negativo de 205 millones.

   No es viable, dice Casaus, y por si queda alguna duda de lo que aprecia en el talismán de la salida a Bolsa, tampoco va a resolver el problema, que acabará en una nacionalización o socialización de pérdidas con graves consecuencias para los contribuyentes, acreedores y titulares de deuda subordinada.

    Nada de lo que va a ocurrir, pues, tiene que ver, esencialmente, con la evolución adversa de la economía o el double dip o doble recesión en la que recae la economía española tras la salida a Bolsa de Bankia. La raíz no es esa.

   Todo esta predeterminado porque la fusión de las siete cajas que dan nacimiento a Bankia no ha sido sometida a los saneamientos necesarios y porque se ha acometido con una sobrevaloración de activos.

  Esas valoraciones, que debían ser supervisadas por el auditor Deloitte sobre la base de las presentadas por otras dos entidades, Analistas Financieros Internacionales (AFI), y BDO, según resolución del Ministerio de Economía, de pasado 27 de junio, que confirma las sanciones del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) a la auditora, no fueron comprobadas. La resolución pone negro sobre blanco algo insólito.

   "En suma: no hay constancia en los papeles de trabajo de las pruebas de auditoría realizadas sobre la valoración del patrimonio a 1 de enero de 2011 que dan origen a la creación del grupo y a la operación de emisión de capital mediante aportaciones no dinerarias. Como asimismo, no hay constancia, al cierre de los estados financieros de marzo y junio de 2011 de las pruebas realizadas, que permitiera concluir que no se hubiesen producido variaciones del valor asignado a los activos y pasivos por la evolución general de las variables económicas que determinan las hipótesis de valoración"

    En los correos, el inspector cabecera subraya varias veces la inviabilidad de BFA-Bankia y estima que la solución pasaría por la toma de control del grupo por una entidad financiera más potente.

    "Esta toma de control HARIA VIABLE UN GRUPO QUE HOY NO LO ES [mayúsculas en el original] por su reducido y menguante margen de intereses (por el peso de su deuda y por su enorme cartera hipotecaria con bajos diferenciales) por sus elevados costes de estructura pese al tijeretazo marcha del 15% de la dimenstón (sueldos medios altos para un sector en dificultades) y por sus activos iliquidos y aún sobrevalorados (riesgo con promotores y adjudicados, en particular suelo) Esta sería la solución definitiva y la óptima, pues no perderia nadie: ni el contribuyente ni los acreedores [el subrayado es del original]"

    ¿Era posible? Casaus opina que sí.

   Escribe: "Y que es posible. Otra cosa es que los que gestionan Bankia no quieren explorar esta vía para no perder sus poltronas ni su herramienta de financiación"

   Los correos reflejan la ansiedad que parece reflejar su jefe, Pedro Comín. En el enviado el martes 10 mayo de 2011, Casaus trata de responder a algo que inquieta a Comín. La Reserva Federal de Estados Unidos (se llama FED en lenguaje coloquial al banco central norteamericano) ha expresado su inquietud por Bankia. Una reunión tendrá lugar dentro de dos días, el jueves 12 de mayo de 2011.

     Casaus escribe: "Pedro, empecé ayer a hacer la nota de 1 página sobre Grupo Bankia para la reunión del jueves de la FED...y al final me he liado y he hecho una nota de 6 páginas (Word adjunto) que creo que no tiene que ver con lo que querías pero que sí refleja mi análisis del Grupo Bankia".

    Y añade no sin ironía esto: "De todos modos, si lo que quieres es un enfoque dulce para la FED, la presentación de resultados que nos ha mandado Román [Anonio Román, de la intervención contable de Bankia] esta mañana te sirve perfectamente: cómodos de liquidez, desapalancamiento, mejoramos en solvencia del 7,10% al 7,34%, +15% en resultados, integración viento en popa, refuerzo del balance con más provisiones genéricas aprovechando los extraordinarios...tan sólo algo de crecimiento de morosidad, pero mejor que el sector".

   Pero a continuación, señala: "Mañana hablamos, pero mi resumen en 30 líneas del Word de 6 páginas es: 1.- Diagnóstico: viabilidad cuestionable por sus muy graves y crecientes problemas de rentabilidad,liquidez y solvencia. Gobierno interno mejorable y gestores desalineados entre sí y desacreditados ante el mercado. Fortaleza de la red y de la imagen entre sus clientes...."

    Casaus, tras analizar todos estos aspectos, pasa al siguiente punto, "2. Tratamiento del enfermo", en el que apunta: "La solución endógena ideada por Bankia: una salida a Bolsa con la estructura de doble banco sin hacer cambios estructurales. No funcionará y creará quebranto al contribuyente".

   Y advierte. "Opinión: sólo es una "bombona de oxígeno" que permitirá cumplir temporalmente con los nuevos requisitos de solvencia pero que no logrará transformar la estructura de Bankia. Terminará en el medio plazo con ta venta a bajo precio del banco cotizado, pues no generará beneficios recurrentes, y con el estado nacionalizando BFA, teniendo que hacer frente a los tenedores de subordinadas y de preferentes contabilizados allí, lo que supondrá un quebranto para tos contribuyentes que posiblemente no se daría en la alternativa que se comenta a continuación". Se refiere a que "la solución tiene que ser exógena y estructural: un cambio de control que integre a Bankia en un grupo con suficiente fortaleza financiera".

    En sus correos, Casaus insiste una y otra vez en que el grupo no es viable. Y es consciente de que los demás pueden estar cansados de escucharle.

   "Dije que no lo diría más,..¿o sí?. Pero Io digo: este grupo NO ES VIABLE sin un cambio de control que posibilite una drástica reducción de los costes de financiación (de unos 200 puntos básicos, que supondría una no disminución añadida de 300 millones de euros del margen de intereses cada año) y un tijeretazo a los costes de personal (de en torno al 10% del sueldo, lo que supondría unos 200 millones de euros más de margen de explotación "one off')".

   Y ¿sin ese cambio de control?

   "Se acabará malvendiendo el banco cotizado, por un lado, y el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) tendrá que hacerse cargo del banco no cotizado, y por el otro, con un coste para el contribuyente de en torno a 15.000 millones de euros, frente a la opción de coste cero para el contribuyente que supondría que el grupo fuera comprado hoy por una entidad potente y solvente".

Enfoques dulces     

    El “enfoque dulce” que Comín podía dar a la Reserva Federal de Estados Unidos sobre la situación de Bankia, según la expresión irónica de Casaus en el correo del 10 de mayo de 2011, es una clave para entender la estrategia del Banco de España con las llamadas fusiones frías -los Sistemas Institucionales de Protección propiciadas para las cajas de ahorros- para salir de la crisis. La idea de las autoridades monetarias era ganar tiempo. Al fin y al cabo no hay recesión que cien años dure, por así decir. 

   Este "enfoque dulce" es el que ofrecieron varios altos cargos del Banco de España implicados en la salida a Bolsa a mediados de 2014 ante el juez Andreu. ¿Por qué no aportaron entonces los correos electrónicos,estos y otros de la inspección?

   El mismo "enfoque dulce" ofrecieron dos años más tarde, durante la última semana de julio de 2016, Jerónimo Martínez Tello, director general de Supervisión durante la salida a Bolsa de Bankia; Mariano Herrera, actual director general de Supervisión; Pedro Comín, antiguo jefe de grupo de BFA-Bankia y actual director general adjunto de Supervisión; Julio Durán, director general de Resolución; Pedro González, director de departamento y Pedro Bravo, inspector.

  En su declaración del 27 de julio pasado, Comín, igual que los otros altos cargos, asegura que existía un colchón suficiente de saneamientos en la entidad.

    La culpa, pues, ha sido de la naturaleza, es decir, el double dip, la recaída de la economía española en la segunda recesión, después de la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011. O, también, por qué no,  de los llamados decretos Guindos de reforzamiento de las exigencias de capital. 

    Si en 2014 no se aportaron los correos, ¿por qué el Banco de España no aportó estos correos cuando envió al juzgado a primeros de septiembre unos ochenta correos, entre ellos unos de Casaus de 7 y 12 de abril?

    ¿Por qué seleccionó unos correos y mantuvo el secreto sobre otros?

   Si Casaus no hubiese informado durante su declaración la existencia de estos correos, ¿qué hubiera pasado?

  El fiscal Alejandro Luzón, que ha defendido a los altos cargos del Banco de España identificando una posible imputación de la cúpula que promovió y justificó la salida a Bolsa con la imputación del Banco de España, es decir, de la institución como tal, ni siquiera solicitó los correos tras la descripción que hizo de ellos Casaus el 5 de septiembre pasado. Ha sido la acusación popular quien los ha pedido y el juez quien ha librado el oficio tanto a la entidad como al propio testigo.

  En su correo del 14 de abril de 2011, Casaus señala a Comín: "Estoy resultando muy pesado con este tema pero creo que la trascendencia del asunto es tal que merece la pena pasar por pesado. Por supuesto, puedes reenviar el correo quien te parezca oportuno. En todo caso, es cierto que tan solo es mi opinión y, como tal, susceptible de crítica".

   ¿Envió a su superior Pedro González, jefe de departamento de Cajas de Ahorros, los correos de Casaus en 2011? ¿Hizo saber Comín al entonces director general de Supervisión,Jerónimo Martínez Tello, lo que pensaba el inspector cabecera, el que dirigía un equipo que inspeccionaba in situ al grupo? ¿Tuvo conocimiento el subgobernador, antiguo director general de Supervisión, Javier Arístegui, de los problemas señalados en los correos? ¿Y el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordoñez? ¿Se informó a la comisión ejecutiva del Banco de España sobre lo que decía el inspector más importante del grupo BFA-Bankia y los argumentos contrarios, caso de existir, del jefe de grupo Comín?

 Repetición de la jugada

  En abril y mayo de 2011, cuando tiene lugar la situación descrita, han pasado cinco años desde que acaeciera una situación análoga en el Banco de España. Los correos suponen una repetición del enfrentamiento entre los inspectores con la cúpula de Jaime Caruana en 2005 y 2006, en el umbral del estallido de la burbuja inmobiliaria.

    En mayo de 2006, la Asociación de Inspectores del Banco de España (AIECA) envió al ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, un escrito en el que advertían sobre las dificultades que se avecinaban por la negativa de la cúpula del Banco de España a reconocer la situación. Se avecinaba un cambio de gobernador. Miguel Ángel Fernández Ordoñez sustituía a Jaime Caruana.

  En su introducción, dirigida a la directora de gabinete, Soledad Abad, apuntaban: "Nosotros que somos los que examinamos in situ la situación de las entidades sometidas a la supervisión del Banco de España -incluidas las sociedades de tasación- conocemos de primera mano el frágil estado en el que se encuentra el mercado inmobiliario en España y conocemos también las implicaciones que podrían tener para la economía en su conjunto y para el sector financiero en particular una corrección desordenada de sus evidentes desequilibrios. En una situación así, permanecer callados ante las continuaciones manifestaciones de complaciente optimismo realizadas por el gobernador del Banco de España [Jaime Caruana] en sus últimos discursos nos haría partícipes de sus análisis y de sus errores, lo que es más de lo que se nos puede exigir como profesionales de la supervisión bancaria".

   Ya en el examen de la situación, la carta señalaba: "Nos vemos en la obligación de hacer constar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario en España en los últimos seis años es muy superior al que se desprende de la lectura de los mencionados discursos del gobernador Jaime Caruana", advertían. Al tiempo, denunciaban la "pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del Banco de España ante el insostenible crecimiento del crédito bancario..."

    Los inspectores advertían del riesgo que suponía acudir a la financiación exterior. "Recientemente, algunos riesgos típicos del negocio bancario, como el riesgo de tipos de interés o el de liquidez, se han visto incrementados de forma muy acusada por la necesidad de las entidades de crédito de acudir al ahorro exterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de su inversión crediticia. Las favorables condiciones de financiación que hoy ofrecen los mercados interbancario de la zona euro pueden volverse menos favorables en un futuro próximo si las tendencias ya iniciadas de subidas de tipos de interés se acentúa, haciendo que el recurso a esta fuente de financiación acabe siendo sustancialmente más cara que en la actualidad".

    ¿Existían los instrumentos para intervenir?

   En una entrevista con el premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz, con motivo de su reciente libro sobre el euro, la periodista Pepa Bueno, el pasado viernes 7 de octubre, le preguntó qué le habían dicho, sobre la gestación de la crisis y la burbuja, sus contactos en el Banco de España. Stiglitz apuntó, precisamente, que todos sostenían que no habían tenido  los instrumentos para frenar la expansión crediticia, que le hablaron de los riesgos que suponía pinchar la burbuja.

    Los inspectores ya zanjaban esta cuestión en su carta del 25 de mayo de 2006. "El Banco d España cuenta con los medios normativos necesarios para poner freno a los crecimientos del crédito que considere inadecuados. Es decir, aun cuando la normativa española de supervisión prudencial está lejos de ser perfecta, no son evidentes carencias las que explican la pasividad del Banco de España en los últimos seis años en la prevención de la creciente exposición de las entidades de crédito españolas a los riesgos relacionados con el sector inmobiliario, sino la voluntad de su máximo responsable, el gobernador", explicaba la carta.

     Y last but not least, los informes de seguimiento del Banco de España.

   Durante la declaración de Casaus, el fiscal Luzón, manifiestamente desbordado por la contradicción entre el testimonio del inspector cabecera de BFA-Bankia y la de sus superiores, entre ellos Comín, a quien el fiscal tuvo interés especial en citar a prestar declaración, sin que parte personada alguna lo solicitase, le recuerda lo que decían los informes de seguimiento periódicos de la inspección.

    El fiscal pregunta al testigo si la situación y la solvencia de Bankia empeora considerablemente después de la salida a Bolsa en julio de 2011 o si considera que no. Porque, dice, eso parece desprenderse del tono de los informes del 31 de marzo de 2011 y de agosto de 2011, en el que se dice que están bien cubiertos en materia de saneamientos los dos próximos años. En  diciembre de 2011 el informe califica la solvencia de BFA como mala. El fiscal cita las declaraciones en el juzgado de Pedro Comín, director general adjunto de Supervisión y jefe de grupo entre finales de julio de 2010 y septiembre de 2011.

   Casaus explica: "Respecto a la frase de los saneamientos es una frase desafortunadísima que emitimos en el informe [que están cubiertos los dos  próximos años]".

 -"¿Perdón?"- pregunta el fiscal, sin ocultar su asombro.

  "Una frase desafortunadísima. De hecho no estaba en la primera edición del informe. Lo que pasa es que cuando lo revisan nuestros jefes nos piden que opinemos sobre eso, si los saneamientos estimados que son necesarios. Y al final llegamos a este acuerdo de decir, bueno, pues mira, de aquí a dos años, las pérdida esperada creemos que está cubierta, a largo plazo ya veremos..."

   Estamos, pues, en el "enfoque dulce".  

   Lo que quiere decir el inspector cabecera es algo normal: en el informe de seguimiento tiene una participación relevante, decisiva, el jefe de grupo, en este caso, Comín.

    La explicación que da Casaus al fiscal Luzón sobre el problema de fondo es todavía más precisa.

  "¿Qué estábamos pensando nosotros detrás de esa frase? Estábamos pensando en Caja Madrid, que habían hecho una política activa de refinanciación a los promotores blindándoles de impagos. Les daban carencia de tres años de principal y de intereses. Si tu a una persona le permites por contrato que no te pague ni principal ni intereses es técnicamente imposible que impague. Esa primera ronda de refinanciaciones corresponde a 2007 y 2008 de tal manera que la segunda ronda a los tres años era 2010-2011. Se estaba empezando esa segunda de refinanciaciones y blindándolos a los promotores, que eran el núcleo, los 50.000 millones de promotores, eran el núcleo del problema de saneamientos adicionales, pues lógicamente ibas a tener otros dos o tres  años de tranquilidad aparente. Otra cosa es que luego, si hicieras un análisis subjetivo dijeras, oye este promotor no está impagando, porque no puede impagar, pero es  dudoso [calificación crediticia] como una casa. Pero bueno, ese trabajo lo tenía que haber hecho el departamento de riesgos de la casa [la entidad], el departamento de contabilidad, la auditoría interna y la auditoría externa. Y en última instancia el Banco de España si hubiera tenido recursos [humanos] o hubiera hecho una inspección específica sobre eso".

      Durante la fase de creación y financiación de la burbuja, mientras sonaba la música, el Banco de España no ordenó a las entidades que dejasen de bailar. Al contrario. Y cuando la música se interrumpió, como habían vaticinado los inspectores en 2006, usó la ingeniería financiera para ganar tiempo. La "bombona de oxígeno", que Casaus atribuye a la salida a Bolsa, era en realidad la bombona de oxígeno que buscaban los responsables intermedios y altos del Banco de España.

     En su investigación sobre la crisis y saqueo de las cajas de ahorro de Estados Unidos en los años ochenta el siglo pasado y la socialización de 500.000 millones de dólares de pérdidas que supuso (The Greatest-Ever Bank Robbery. The collapse of the savings and loan industry o El mayor robo de un banco. El colpaso de la industria de cajas de ahorro) el gran periodista y escritor, Martin Mayer, se preguntaba: ¿puede este país ser salvado?

   Su respuesta: "El aspecto de esta historia que proyecta la sombra más larga y más alarmante es cuán bajo han caído los niveles de conducta profesional. En un horizonte de corto plazo, el terror está en la estupidez. Tan tarde como 1986, pagar por los errores cometidos honestamente y sin inteligencia en 1981 y 1982 podría haber costado algo por debajo de los 20.000 millones de dólares. En 1989, el precio era probablemente algo  menos de 200.000 millones de dólares. La decisión de ese año de estructurar el plan de rescate en términos burocráticos y de ponerlo en manos de los burócratas veteranos duplicó la pérdida definitiva...."

  Los peritos judiciales, inspectores del Banco de España Antonio Busquets y Víctor Sánchez, tienen pendiente elaborar un último informe por encargo del juez Andreu. Tendrán que analizar los argumentos de los altos cargos del Banco de España que desfilaron en el juzgado durante la última semana de julio de 2016.

  Pero los peritos ya no están solos ante el peligro como hasta ahora.

  Los 4 correos de la apocalipsis son una ilustración de lo que ya sostenían en unos informes de diciembre de 2014 que desencadenó la persecución de los contrainformes "discretos" del Banco de España así solicitados en acta por el FROB, presidido entonces por Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España.

    Sus informes finales, por tanto, tienen ahora argumentos frescos que han venido en su apoyo.

Bankia, los 4 correos del apocalipsis

Por: Ernesto Ekaizer | 11 oct 2016

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     El que fuera inspector cabecera de BFA-Bankia, José Antonio Casaus, ha hecho entrega esta mañana de cuatro correos electrónicos en el juzgado central de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional. Fuentes jurídicas señalan que también el Banco de España los ha aportado ya que se habría llegado a un acuerdo entre el citado inspector y la entidad para entregar los correos de forma coincidente.

    El juez Fernando Andreu había requerido al Banco de España y al inspector Casaus la entrega de dichos correos.

    Los correos son de fecha 8 y 14 de abril de 2011 y de 10 y 16 de mayo de 2011.

   Según ha revelado Casaus en su declaración testifical ante el juez el pasado 5 de septiembre de 2016, se trataba de cuatro correos, dos en el mes de abril y dos en el mes de mayo, ya muy cerca, a sesenta días de la salida a Bolsa.

  En ellos, el inspector que había estado en Caja Madrid primero y en la operación BFA-Bankia después, narra, según sus propias palabras, que el citado grupo era una "máquina de perder dinero" y que la salida a Bolsa no iba a ser ninguna "solución", ya que acabaría en una "nacionalización" de pérdidas.

   Estos correos fueron compartidos por Casaus con sus superiores en la jerarquía del Banco de España (en la imagen la célebre escalera interior de la entidad).

   El juez Andreu solicitó el pasado 26 de julio, a petición de una de las defensas, las comunicaciones internas del Banco de España que tuvieran que ver con agendas de reuniones periódicas entre los inspectores del Banco de España y el equipo de BFA-Bankia y conclusiones, resúmenes e informes que fueran elevadas a la jefatura (del Banco de España) sobre esas reuniones.

   Se pedía en el requerimiento conclusiones "que de manera informal y flexible" fueran elevadas a la jefatura por el equipo inspector sobre reuniones periódicas mantenidas con el área de intervención contable de BFA-Bankia.

  El Banco de España remitió en la primera semana de septiembre una gran cantidad de documentos, entre ellos correos electrónicos de trabajo enviados por los inspectores, por ejemplo, el "inspector cabecera" Casaus. Algunos de esos correos aportados son de Casaus y son de fecha, por ejemplo, 7 y 12 de abril, y están dirigidos a su entonces "jefe de grupo", el actual director general adjunto de Supervisión, Pedro Comín. El inspector "cabecera" expresa que BFA-Bankia puede ser insolvente a pesar de salir a Bolsa.

   Pero he aquí que después de que el Banco de España enviara el material al juzgado a primeros de septiembre, Casaus compareció como testigo. Fue el 5 de septiembre. Y durante su declaración informó que, al menos, había descrito la inviabilidad de BFA-Bankia en cuatro correos dirigidos, entre otros, a sus jefes. 

    La acusación popular que representa el abogado Andrés Herzog (Confederación Intersindical de Crédito), solicitó al juez Andreu, tras comprobar que los correos descritos por Casaus no habían sido incluidos en la remesa del Banco de España, que se requiriera a la entidad la aportación de dichos correos de abril y mayo de 2011. Esa solicitud fue presentada el viernes 30 de septiembre.

   El fiscal no solicitó estos correos ni se pronunció sobre la petición de Herzog, algo que, en passant, subraya la contribución que puede hacer la tan denostada institución de la acusación popular, escándalo de Manos Limpias mediante, en la investigación de una causa tan relevante como la salida a Bolsa de Bankia.

   El juez Andreu dictaba inmediatamente, el lunes 3 de octubre, una providencia por la cual se libraba oficio al Banco de España para que, "en caso de existir se remitan los correos electrónicos referidos por el testigo José Antonio Casaus en su declaración". También requería a Casaus a fin de que aporte esos correos electrónicos.

  El Banco de España podía haberlos incluido en su remesa. Sin embargo, decidió no hacerlo, de lo que se desprende que hizo una selección del material, quizá amparándose en la solicitud del juzgado. Con todo, ¿qué sentido tiene enviar ciertos correos referidos a BFA-Bankia del 7 y 12 de abril, por ejemplo, y no otros sobre el mismo asunto de fechas próximas del mes abril, como el 8 y el 14 de abril?

   Ahora, se puede apreciar que el Banco de España decidió no entregar los correos de Casaus cuando aportó al juez los correos a principios de septiembre. Entregó correos del 7 y 12 de abril, como se ha apuntado.

   Es decir: resolvió omitir al menos otros dos, uno de fecha 8 y otro de 14 de abril.  Tampoco aportó los de 10 y 16 de mayo de 2011.

   Ante el requerimiento del juez, Casaus y el Banco de España los han entregado en la Audiencia Nacional.

  El secretismo de los bancos centrales, sobre todo, de la Reserva Federal de Estados Unidos, fue descrito estupendamente por el periodista William Greider en su libro Secrets of the temple a primeros de 1989.

   Los correos secretos de nuestro templo, el Banco de España, han llegado ahora a manos del juez Andreu.

    

 

     

 

PS, ¿en qué momento se jodió?

Por: Ernesto Ekaizer | 03 oct 2016

                                                                                                                                            
                  Susana-diaz-y-pedro-sanchez_560x280

       

 

   Durante alrededor doce horas, el Comité Federal Extraordinario del PSOE fue el escenario  hasta la extenuación de una lucha por el poder en su forma más cruda: la batalla de Pedro Sánchez por sobrevivir como secretario general versus la cruzada de las fuerzas de Susana Díaz para derrocarlo. Esa lucha se metamorfoseó y asumió el disfraz de una pugna estatutaria, pero muy avanzada la tarde del sábado, hubo un momento en el que ese disfraz cayó: fue el momento en el que el porvenir de Pedro Sánchez se jodió definitivamente.

    El momento alea jacta est.

   Exploremos ese momento.

   El grupo de Susana Díaz tenía un plan y lo cumplió a rajatabla, más allá del retraso que pudo haber sufrido la reunión del Comité Federal.

    Las tres piezas claves de ese plan eran la formación de una mayoría de bajas en la Comisión Ejecutiva Federal; la actuación de la mesa del Comité Federal, el órgano más importante del partido entre congresos; y el dictamen de la Comisión Federal de Ética y Garantías.

   La mayoría de bajas se plasmó el miércoles, día 28, en el que la Cadena SER difundió una entrevista con Felipe González, que se encontraba en Santiago de Chile, en la que revelaba que Sánchez le había engañado. Le había dicho el 29 de junio, tres días después de las elecciones generales, que el PSOE votaría no a Rajoy en primera votación y que se abstendría en segunda votación para no impedir la formación del gobierno del PP.

   La operación de diecisiete miembros de la Comisión Ejecutiva Federal fue coordinada desde Sevilla por el secretario general de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Máximo Díaz-Cano, y materializada por Antonio Pradas, diputado por Sevilla a Cortes, y miembro de la Ejecutiva Federal, que las entregó en la sede de Ferraz.

  Las diecisiete dimisiones buscan crear la falta de quorum de la Ejecutiva Federal, habida cuenta de que el Estatuto del partido (artículo 36) establece que cuando se producen mayoría de bajas sobre el total, se debe convocar el Comité Federal que estará abocado a citar un Congreso Federal Extraordinario para elegir una nueva Ejecutiva Federal. Las 17 dimisiones se unían a 3 vacantes no cubiertas. Ergo: 20 sobre 38 miembros del Comité Federal. No dimitía la mayoría de miembros (17) porque quedaban 18, pero sumados a las bajas daban mayoría.

    ¿Y para que querían esto?

    Es que no querían eso. 

   A pesar de que los Estatutos no dejan lugar a dudas (la mayoría de bajas activa el artículo 36, obliga a convocar el Comité Federal Extraordinario y a su vez este cita un  Congreso Federal también extraordinario), este movimiento debía ir complementado con otros dos: la proclamación como autoridad del partido de la presidenta de la mesa del Comité Federal y la reunión de la Comisión de Ética y Garantías para que emitiera un dictamen sobre la nueva situación a partir de la mayoría de bajas.

    El equipo de Sánchez vio en las dimisiones un paso en falso de sus contrincantes.

   Primero porque activaba un Comité Federal Extraordinario y el Congreso. Su Ejecutiva en funciones (18 miembros activos menos dos que no asistieron a la reunión), convirtió el jueves 29 el Comité Federal citado para el sábado 1 de octubre en Comité Federal Extraordinario y el Congreso Ordinario que había propuesto en Extraordinario, para el mes de noviembre, y mantuvo la propuesta de celebrar elecciones primarias a secretario general el 23 de octubre.

   Y last but no least, el paso dado era un error, según los partidarios de Sánchez, porque el grupo de Susana Díaz acababa de dar de baja en la batalla del Comité Federal a 17 miembros, los dimisionarios de la Ejecutiva Federal.

   Pero las dimisiones crearon la sensación de acefalía, de vacío, más allá de los Estatutos, que según el sector de Susana Díaz, debía cubrir el Comité Federal, el que en realidad, subrayaba, debía haber convocado, sostenía, la reunión del sábado y no una Ejecutiva Federal disuelta.

  Pero, concretamente, ¿quién era el Comité Federal?

  El jueves 29, la presidenta de la mesa del Comité Federal, Verónica Pérez, destapó las cartas en la puerta de Ferraz: "Yo soy la única autoridad ahora en el PSOE". Secretaria general del PSOE de Sevilla, al dejar Susana Díaz esa posición, Verónica Pérez aprovechó su cargo administrativo para convertirse en la representación del Comité Federal.

    Según el artículo 15 del Reglamento del Comité Federal "para presidir y dirigir los debates del Comité Federal se constituirá en cada reunión una Mesa compuesta por un Presidente/a, un Vicepresidente/a y un Secretario/a de Actas, que serán elegidos por el período de un año". Dicha norma se ha cambiado. Ya no se elegía por un año.

    De dirigir junto con el vicepresidente de la mesa, Rodolfo Ares, y la secretaria de actas, Nuria Marín, el funcionamiento interno de las reuniones del Comité Federal, Verónica Pérez se constituyó en "única autoridad" para reforzar el mensaje a los medios y a la opinión pública de vacío de poder provocado por la virtual disolución de la Ejecutiva Federal.

    La otra pieza que ya estaba en movimiento era la Comisión de Ética y Garantías. Aunque no se especifica en los Estatutos y en el Reglamento de la Comisión que entre sus funciones está la de dirimir o arbitrar en los conflictos internos de un órgano del partido sino en conflictos entre órganos (artículo 3.ii del Reglamento) se habla (3.iii) de que puede "emitir dictámenes no vinculantes a solicitud de los diversos órganos colegiados del Partido".

   Tres miembros de esta comisión estaban alineados con el grupo de Susana Díaz: María Jesús Montero, consejera de Hacienda de Andalucía; Inés Ayala, eurodiputada por Aragón; y Wilfredo Jurado, de Madrid.

  Solicitaron por escrito la convocatoria de la reunión del Comité de Ética y Garantías el miércoles 28, poco después de entregarse las 17 dimisiones.

   Problema: la presidenta, María Celaá, y el secretario, Félix Bolaños, serían un obstáculo por su adscripción a la Ejecutiva Federal. Y el Comité solo se podía reunir por decisión de la presidenta.  La mayoría de 3 a 2 ya tenía claro que la Ejecutiva Federal y su secretario general ya no existían. Y quería oficializar esa mayoría en la Comisión.

  Aunque no tenía facultad alguna para hacerlo, dado el funcionamiento independiente de la Comisión, la presidenta de la mesa del Comité Federal, constituida en "única autoridad" solicitó el  jueves 28 la convocatoria de la Comisión de Ética y Garantías a través del escrito en el que pedía  una definición sobre la situación de baja de más del 50% de la Ejecutiva Federal y en caso de estar disuelta la Ejecutiva Federal el Comité Federal debía asumir sus funciones y el procedimiento a seguir. Pero la presidenta no le reconoció facultad alguna para hacer tal petición, cosa que Verónica Pérez admitió. 

    Lo importante para el grupo de Susana Díaz era demostrar que se había pedido la reunión, que no se había convocado y los tres miembros, tras el fracaso de Verónica Pérez en lograr esa reunión, presentaron el jueves 29 una petición de convocatoria urgente. No la hubo.

   El viernes por la mañana, la presidenta de la Comisión de Ética y Garantías convocó a los miembros para mantener una reunión cuando se terminará el cónclave del Comité Federal. Fijó la hora a las 17 horas del sábado. La maniobra pretendía desactivar a la presidenta de la mesa del Comité Federal y a los tres miembros que habían solicitado la reunión. Porque la presidenta citaba la reunión para abordar un modelo de aval para las elecciones primarias. No para dirimir sobre el conflicto.

   Confirmada la imposibilidad de lograr la reunión, los tres miembros presentaron avanzada la tarde del viernes su dictamen por escrito ante la "presidencia del Comité Federal y ante los miembros del Comité Federal". El escrito se hizo registrar en la secretaría de Organización y Acción Electoral, a cargo de César Luena.

   Invocaban el punto 3.x de las competencias del Estatuto de la Comisión de Ética y Garantías, según el cual, dicho órgano podía "expresarse a través de advertencias o recomendaciones, de oficio o a instancia de la Comisión Ejecutiva Federal, sobre materias o circunstancias de interés para el Partido. Estas advertencias o recomendaciones podrán ser públicas para general conocimiento y se basarán en los principios y valores del PSOE, así como en el Código Ético y resto de normativa del partido".

   Lo que valía para la Comisión como tal, ante la imposibilidad de reunirse, lo asumieron para los tres miembros.

   Los medios de comunicación dieron cuenta del escrito. Pero a los miembros del Comité Federal no se les entregó.

   El dictamen tenía que ser un hecho antes de la reunión de Comité Federal porque su existencia sería el argumento, la base, por así decir, jurídica de la operación para quitar en el Comité Federal a Pedro Sánchez.

   Según el escrito, la Ejecutiva Federal de Sánchez estaba disuelta desde el momento en que 17 miembros, sumados a las tres bajas preexistentes sumaban la mayoría de 20 sobre 38, y Sánchez ya no era secretario general. Y, en esta situación, señalaban que era aplicable a la situación creada, aunque el Estatuto no lo señalara para el "ámbito federal", la creación de una Comisión Gestora. El Comité Federal, por tanto, debía designar a los miembros de esa comisión.

    Bien.

   La reunión del sábado 1 de octubre giró, pues, en torno a la mesa dividida del Comité Federal. Los tres miembros -Pérez, Ares y Marín- se reunieron por separado en varios recesos-recreos. La intención del grupo de Susana Díaz era someter a votación el dictamen de los tres miembros de la Comisión de Ética y Garantías.

  Pero este dictamen no había sido entregado a los que habían acudido a la reunión. La presidenta propuso que se votara. Varios miembros dijeron desconocer el contenido. La presidenta dijo que ya había aparecido en los medios de comunicaciones. Se rechazó este argumento. 

    La presidenta propuso leerlo. Los dos miembros de la mesa se opusieron a ello.  Los escritos de la Comisión, por definición, no son vinculantes. Y este ni siquiera era un dictamen de la Comisión sino de tres miembros de la misma.

    El debate sobre el dictamen y el reglamento era un callejón sin salida.

    Borrell señaló que la mesa del Comité Federal, según el artículo 15, se limitaba a ordenar la reunión, sin otras funciones, y queda un órgano colegiado.

    Susana Díaz le replicó que él no era el único licenciado en Derecho allí y que  ella también lo era. Borrell replicó que él no era licenciado en Derecho, pero no le dijo que era ingeniero aeronáutico.

   Pedro Sánchez, sobre las tres y media quiso provocar un viraje. Y propone discutir la posición del PSOE ante la abstención. En línea con lo que ha dicho la noche anterior.

   Pero esto no se acepta. No está en el orden del día. Fuentes del grupo de Susana Díaz están convencidos de que el viernes antes de hacer su declaración sabe que tiene perdida la batalla tras hacer un recuento de votos. Y que entonces Sánchez maniobra para que no se vote el Congreso Extraordinario ante la posibilidad de perder.

    Problema: una votación sobre la abstención podía obtener la mayoría, pero esto dejaría pendiente las negociaciones para la negociación de un gobierno alternativo con otras fuerzas políticas. Esta negociación quedaba  cubierta, por así decir, por la fórmula del Congreso y las primarias.

   La tarde avanzaba y la oscuridad no permitía ver luz al final del túnel. Fue entonces cuando José Borrell habló con Pedro Sánchez y con otros dirigentes del partido del grupo de Susana. Si lo que se quería era debatir el tema de la abstención del PSOE ante la investidura, como había anunciado en su declaración del viernes por la noche Sánchez, y como acaba de proponer sin éxito ¿por qué no introducir un cambio de posición? ¿Por qué no readmitir a los 17 miembros (los 16 menos la presidenta del partido, Micaela Navarro, esperaban en una cafetería de Ferraz) y retrotraer la situación al lunes 26? De este modo, se terminaba ipso facto el Comité Federal y se convocaba una nueva reunión para debatir sobre la abstención.

    Sánchez pidió la palabra. Explicó que "un compañero", sin citar a Borrell, le había sugerido una solución y la expuso. Acto seguido, el presidente de Aragón, Javier Lambán, tomó la palabra y solicitó a la presidenta de la mesa que no se tomase en consideración. Sánchez ya no era secretario general y la Ejecutiva Federal estaba disuelta. La propuesta no se votó.

   Hemos hablado al comienzo del momento alea jacta esta, el momento en que se le jodió a Pedro Sánchez la situación.

    Ese momento llegó cuando en uno de los recesos, Ares y Marín formaron la mayoría de la mesa para que se votara la propuesta de Congreso Extraordinario y primarias. Y la forma de hacerlo, dijeron, debía ser en urna. Voto secreto.

   La razón no explícita: los miembros del Comité Federal -había 253 acreditados esa tarde- ocupan en su gran mayoría cargos institucionales y dependen de la jerarquía del partido para ir en las listas electorales.

   Por tanto, el voto secreto concede mayor libertad a cada uno a la hora de votar, al no tener que revelar su posicionamiento a los distintos jefes, por así decir.

  El grupo de Susana Díaz se opuso. En medio de un griterío generalizado, César Luena ordenó colocar una urna detrás de la mampara que actúa como fondo de las deliberaciones. Los miembros de la Ejecutiva, liderados por Sänchez y Luena, se pusieron de pie y formaron cola.

    La urna no estaba a la vista. Los gritos y las acusaciones de pucherazo por la urna escondida se generalizaron. Los miembros del Comité Federal partidarios de Sánchez se levantaron para ir a votar.

   Susana Díaz al ver a Borrell disponerse para ir a votar, dijo en voz alta: Pepe no puedes avalar esta forma de votar. 

    Yo no avalo nada, replicó Borell. Yo no soy el presidente de la mesa.

   Un miembro del Comité Federal avanzó hacia el estrado más elevado y a voz en cuello gritó: Vamos a recoger firmas para presentar una moción de censura. Empezaron a acercarse masivamente miembros para firmar.

    Se le explicó a Luena que así no se podía votar, la urna debía ponerse en lugar visible.  Delante del Comité Federal y en una mesa, no visible, las papeletas.

   El caos se adueñó del Comité Federal. Patxi López dijo que estaba harto y que ya no tenía idea de qué hacer. Francina Armengol, la presidenta de Baleares, expresó a Pedro Sánchez su desánimo, una sensación de derrota. Le explicó que había que votar, que si se perdía, pues, que se aceptaba, que no debían irse de allí sin votar.

    Los partidarios de Susana Díaz ya firmaban la petición de una moción de censura para tumbar por esa vía a la Ejecutiva Federal. Pronto ya había alrededor de 120 ó 130 firmas.

    La urna de Luena había catalizador la bronca total.

   Y llegó ese momento alea jacta est.

    Guillermo Fernández-Vara, apoyado en la urna detrás de la mampara, Pepe Blanco, Rodolfo Ares y Susana Díaz, comentaban la situación. Pedro Sánchez se les unió. Dejadme a solas con Susana, les dijo.

    Susana Díaz y Pedro se apartaron de la reunión. 

   La reconstrucción del diálogo, según se la transmitieron cada uno de ellos a sus compañeros, arroja estas palabras dichas en pocos segundos:

    -¿Qué quieres Susana? 

    -Pedro tú te tienes que ir. No te reconozco como secretario general Pedro. Te tienes que ir.

    -Votemos Susana, ponemos a votación la Comisión Gestora y el Congreso. Y si pierdo la votación dejo de ser el obstáculo. Me voy...

   El escrito con la moción de censura circulaba. Ya superaban las 120.

   Algunos miembros del grupo de Sánchez, alrededor de 8, se marcharon. Tenían billete para regresar a su ciudad.

   Pedro Sánchez explicó a sus partidarios que era necesario votar, que si se insistía en el voto secreto, el Comité Federal terminaría sin votación sobre el único punto del orden del día.

    Hay que votar, explicó, como sea...

   Las firmas de la moción de censura anticipaban el desenlace. 132, que no incluían a los 17 dimisionarios, contra 107.

     

    

        

   

        

            

     

       

                                                                                                                                  

 

 

 

 

 

 

Sobre el autor

, Buenos Aires, 1949. Ha trabajado, por este orden, en redacciones de televisión, revistas semanales y diarios en Argentina; trabaja, desde hace 36 años en Madrid, en diarios, revistas, radio y televisión. Ha escrito ocho libros.

Las materias de Analítica son
las de un viejo proverbio latino:
"Nada humano me es ajeno"...

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El periodismo para seguir siéndolo debe ser Periodismo Analítico... O no será. El viejo adagio según el cual los periodistas son como mínimo tan buenos como sus fuentes requiere una actualización. Necesitamos, según dice el profesor norteamericano Mitchell Stephens, periodistas con cinco cualidades: Informados, Inteligentes, Interesantes, Industriosos, y, sobre todo, Perspicaces.

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