Antigurú

Sobre el blog

Agotada de la alta concentración por metro cuadrado de gurús de las redes sociales, en este sitio se levanta un muro de contención: Todos somos torpes y primerizos en la jungla digital. No hay expertos. Eso, al menos, es lo que enseñan en la Universidad de Stanford, donde se ha inventado casi todo y nadie se proclama gurú de nada. Este es, pues, un lugar para reírse de los tropezones en Internet. El viernes abrimos consultorio. Pregunte sin piedad, porque más temprano que tarde todos tendremos nuestro minuto de miseria digital.

Sobre la autora

Karelia Vázquez

es periodista. Escribe en El País Semanal desde 2002, y en Marie Claire, desde 2005. Es la primera española que obtiene una beca J. S. Knight en la Universidad de Stanford (California), que le permitió, entre otras cosas, vivir una temporada en Palo Alto, el Dorado de las nuevas tecnologías, comprar en el mismo supermercado que Mark Zuckerberg y compartir plaza de garaje con los chicos de Facebook. También ir a clases de Clifford Nass, Clay Shirky, Evgeny Morozov y otros -esta vez sí- gurús de la era digital. Es autora del blog “Vivo entre Google y Facebook”, porque así era literalmente. Ha sido cobaya de variados experimentos extremos en Internet, y este blog no pretende ser ni más ni menos, que eso: Un sitio para radicales.

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¿iPhone con funda o sin funda? Esa es la cuestión

Por: | 30 de enero de 2014

 

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El mundo se divide en dos tipos de personas: los que visten el iPhone con carcasa y los que lo llevan desnudo.

Ambos grupos son antagónicos e irreconciliables. Siendo el grupo talibán antifunda mucho más radical en sus opiniones. Por ejemplo, alguien que no invierte en una carcasa para su iPhone suele pensar, incluso llega a decir, que las personas que las usan son la versión moderna de aquellos que forraban con plástico el mando a distancia de la tele.  

Mientras que los que protegen su iPhone creen como mucho que los otros son unos estúpidos descuidados. Y no exagero los términos, un garbeo por los foros que abundan en Google sobre el asunto, y hasta por blogs de periódicos anglosajones le ayudarán a encontrar insultos más fuertes.

A juzgar por el impresionante crecimiento de la industria de las carcasas (42% hasta octubre de 2013, según las cifras del NPD Group) y el propio interés de Apple por fabricarlas y venderlas, parecería que el grupo más fuerte es el que considera que el estupendo diseño del iPhone debe ser camuflado en pos de la seguridad y la higiene. Una incondicional de las fundas me ha llegado a describir con lujo de detalles "la grasilla humana" que se acumula en el prodigio del diseño industrial creado por los genios de Cupertino. Los más funcionales dicen que es un objeto frágil y caro, o como me explica Berta: "Usar una funda es una cuestión práctica, como llevar Ambipur en el coche. Da tranquilidad". 

Si hacemos caso  a las cifras de Otterbox (una compañía que fabrica carcasas y que por tanto va a barrer para casa) solo un 15% de los dueños de un Iphone va de temerario por la vida, es decir con un iPhone desnudo.

Sin embargo, el bando de los "No a la carcasa" tiene mucho predicamento, va de ilustrado, bien informado  y se jacta de tener un gusto exquisito. Sus filas se nutren por los admiradores incondicionales de Apple y por profesionales del diseño."Mantener el iPhone en su  estado más minimalista es siempre lo que se prefiere en los ambientes de diseñadores", explicó a Mashable Shayna Kulik, fundadora de la web Pattern Pulp.

Para ellos el smartphone de Apple, cualquiera de ellos,  se mueve en un limbo entre un objeto de arte y un símbolo de estatus. En ninguno de los dos casos procede ocultar su diseño original. Por cierto, Apple se ha cuidado de ser muy prolijo en los créditos, muy visibles en el teléfono (si lo llevas descubierto): "Designed by Apple in California. Assembled in China". 

Consideran que por el dinero que han pagado por el iPhone les da derecho a "tocarlo" y a "sentirlo". Su descripción del teléfono es mucho más sensual que técnica. ¿Que se cae el teléfono y, por supuesto, lo hace bocabajo como bien manda la Ley de Murphy? Pues se lo toman como "una fatalidad", "una herida de guerra", "una cicatriz vital". Y si aún continua funcionando lo exhiben y lo tratan como a una femme fatal: unidos por la adversidad. 

Para ellos la única carcasa posible es no llevar carcasa. El iPhone desnudo es el new black, que diría una revista de moda

Contra todo pronóstico con la llegada del Iphone 5, con el exterior de aluminio en vez de cristal, la industria de las carcasas no se vino abajo. Más bien todo lo contrario, pues hasta Apple entró en el juego. En un post del blog Gizmodo el autor se preguntaba por qué la gente seguía creyendo que necesitaba una carcasa para el Iphone 5. El autor pertenece por supuesto al bando de los anticarcasas y con el siguiente gif ilustra lo que para él significa llevar un iPhone metido en una carcasa. Veamos:  

 

Meme

                                                    Sofá cubierto por una incomprensible funda de plástico

Según el autor del blog, podía estar justificado comprar un protector para el iPhone 4 porque su parte trasera era de un cristal muy frágil. "Una de las cosas más estúpidas y bellas que ha hecho Apple jamás". Pero esta excusa se ha agotado para el iPhone 5, un teléfono más resistente por su estructura de aluminio. "Un iPhone 5 no se puede romper a menos que le dispares con una bala de plata a la hora de las brujas bajo la luna llena", aseguran en Gizmodo. En Antigurú se acaba de adquirir este modelo, así que nada podemos decir aún al respecto. 

Lo que hace Gizmodo (su versión en Inglés) es desmontar las tres excusas en las que en su opinión se escoden los que enfundan su Iphone con una capa protectora. A saber: 

1. La carcasa protege la pantalla 

Falso porque la pantalla es lo que sigue siendo más vulnerable. "Conozco mucha gente que ha roto su teléfono a pesar de llevarlo cubierto por una voluminosa carcasa". 

2. Sirven para personalizar el teléfono

Esto puede ser un arma de doble filo, pues llevar una declaración de intenciones en el teléfono puede ser muy arriesgado, y por eso mismo una razón de peso para optar por el diseño minimalista de Apple. También es cierto que mucha gente no tiene ningún problema en customizar cada acto de su vida.

3. Se evitan los arañazos

Como aquí no es posible negar la evidencia, el autor del post dice que “sí, es cierto pero que las cosas se rayan todo el tiempo”. Su tesis es que todo se desgasta por el uso y que los que lleven carcasa, además de llevar encima un objeto que será con toda probabilidad más feo que el iPhone, también la llevarán con arañazos. 

Solo conozco un argumento que ha hecho a los talibanes anticarcasa mover ficha: la posibilidad de llevar una batería extra. He visto a verdaderos militantes del diseño hacer concesiones ante una carcasa -tan fea o tan bonita como cualquier otra-pero que alarga la vida del teléfono. En cualquier caso, una batería extra siempre es una buena excusa si en el fondo de tu corazón temes que tu teléfono se haga pedazos otra vez. El miedo se respeta. 

 

"No te deseo ningún mal pero ojalá seas la amiga sin Whatsapp"*

Por: | 16 de enero de 2014

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                                                                                                © Gloria Rodríguez

Hace muchos años me apunté a este grupo de Facebook y ahora como si de una profecía se tratase me he convertido de la noche a la mañana en "la amiga sin Whatsapp". La única. The only one. 

Quedarse sin Whatsapp es caer en desgracia. De repente dejas de existir, te pierdes en el limbo en el que flota la gente sin Whatsapp. Sí, ese limbo existe. Llevo diez días ahí -no es un experimento Antigurú aunque algunos así lo crean-, es que finalmente me han robado el teléfono. Tengo Ipad, ordenador, estoy en Facebook, en Twitter, en Instagram, pero todo da igual. Sin móvil no hay Whatsapp

He intentado ponerme en modo Zen, mística y espiritual, para disfrutar de las ventajas que algunos encuentran en el silencio que lo acompaña a uno a todas partes cuando renuncia -o las circunstancias le hacen renunciar- a la mensajería instantánea, y la verdad, hasta hoy no las he encontrado. No percibo el cielo más azul, no escucho cantar a los pájaros, tampoco disfruto como nunca antes de los pequeños detalles de la vida. Para qué nos vamos a engañar, ahora mismo mataría por tener el síndrome de la vibración fantasma (esa falsa sensación de que te está entrando un mensaje). 

 Y no es que tenga mono de Whatsapp. Eso nunca. Sino que como cualquier ser humano soy un animal social, y mi vida social, como la de muchos homo sapiens de la primera década del siglo XXI que habita el mundo occidental transcurre en Whatsapp. Ya no es suficiente con estar conectado a Internet. Necesitamos un sistema de mensajería instantánea gratuito (o casi) donde también estén todos tus amigos, conocidos y enemigos (o casi). 

Así que me he dedicado a documentar lo que ha quedado de mi vida social después del naufragio. A saber: 

  • Pertenecía de un modo activo y con mayor o menor orgullo a unos seis grupos de Whatsapp con los que interactuaba como promedio tres veces por semana con períodos intermedios de latencia. Me consta que siguen vivos, que durante mi ausencia se siguen dirimiendo asuntos en esas asambleas, pero ignoro lo que se cuece en ellos. Nadie parece recordar que algún día estuve allí. Nadie siente la necesidad de consultarme nada. Simplemente no estoy.  
  • Solía hablar con unos diez amigos de modo individual a lo largo de la semana gracias a Whatsapp. De todos ellos, he vuelto a reanudar la conversación con uno por el chat de Gmail, con otra por mensajes de correo electrónico, con una tercera por mensajes privados de Facebook, con otra por mensajes públicos en el muro de idem, y con un otro par -¡paren rotativas!- por llamadas al teléfono fijo (lo cual supone una muestra infinita de amor). Así que mis interacciones sociales más inmediatas se han visto reducidas en un 40% en diez días sin Whatsapp. Eso sí, he de reconocer que el otro 60% ha dado muestras de tesón y creatividad por mantener el contacto.  
  • Mis conversaciones sin Whatsapp son cortas y se refieren a temas concretos. De hecho no las definiría como conversaciones, son contactos. Se ha acabado la cháchara virtual. Fuera de Whatsapp la gente es increíblemente eficaz y productiva, y va a lo suyo. 
  • No he vuelto a utilizar un emoji. Yo no lo he enviado por razones obvias y nadie me lo ha enviado a mi. Los emojis son los comodines de la comunicación no verbal. Sin ellos estamos perdidos. No hay nada que sustituya al guiño ni a la flamenca de Whatsapp, ninguna palabra puede expresar en su totalidad el significado de la mierda con ojos. Sin emojis estamos más solos que la una, ya lo decía esta señora, Mimi Ito, antropologa cultural de la Universidad de California: "La gran ventajade los emojis es su indefinición. Un emoji no significa nada en concreto pero significa todo, es como el saludo de un amigo desde la acera de enfrente. No tienen otra misión que dar una sensación de acompañamiento virtual continuo en el que nos sentimos cómodos y seguros". 
  • Además en las dos semanas que llevamos de año ya me he quedado fuera de varias conversaciones analógicas que eran la continuación de otras que nacieron y crecieron en Whatsapp, y de las cuales lo ignoro todo. Sí, lo que pasa en Whatsapp se queda en Whatsapp

Algunos expertos anglosajones que se mueven entre el mundo de las redes sociales y la autoayuda hablan de los lazy contacts (los contactos que no requieren mucho esfuerzo) y animan a que las relaciones, sobre todo las sentimentales, se construyan sobre una base más sólida. Es decir, que no se mantengan mucho tiempo en un territorio tan cómodo y protegido para todas las partes. Como lazy communications clasifican la mensajería instantánea como Whatsapp, los chats, los SMS, los likes en Facebook ... y en general cualquier contacto que no requiera dar la cara, permita cierto grado de ambigüedad y, llegado el caso, emprender una retirada más o menos segura. Aquí os dejo un post del blog Baggage Reclaim que cuenta cómo hacer una dieta de este tipo de contactos. (en Inglés)

No es que crea que haya que bajar a la mina para que el contacto con otra persona tenga valor, pero cuando se está en peligro de exclusión social, y cuando uno no tiene Whatsapp lo está, valora mucho que alguien decida salirse de la corriente y buscarse la vida para comprobar si el otro aún mantiene en orden sus constantes vitales. 

Y si al lector que haya llegado hasta aquí le pueda parecer que tengo una relación patológica con la aplicación llamada Whatsapp les dejo varios estudios que aseguran aquí y aquí que no hay nada malo en mantener el 50% de la vida social en servicios de mensajería instantánea. No alteran la vida analógica, y ¡ojo! son útiles para no perder el tiempo con el teléfono. 

Y aunque al hecho de no tener Whatsapp podría buscarle un giro esnob, algo que me haría parecer una persona interesante y con un intenso mundo interior, yo solo quiero volver a tener un teléfono con Whatsapp porque sí, no sé vivir sin Whatsapp, y porque como tantos otros en este país también recuerdo aquel día como uno de los más angustiosos de mi vida:

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* "No te deseo ningún mal pero ojalá seas la amiga sin Whatsapp" es un grupo de Facebook. 

POSDATA: Amigo sin Whatsapp, Amigo caro (Proverbio chino). 

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                                                                                                ©Gloria Rodríguez

A los hombres y a las mujeres no les gustan las mismas cosas. Afortunadamente. Por eso el portal para buscar pareja Zoosks ha decidido dejar algunas cosas claras. Después de estudiar durante varios meses a más de 4.000 de sus usuarios ha elaborado la guía definitiva para construir un perfil digital sexy que resulte atractivo para el sexo opuesto.

Nada de lo que usted sabía hasta ahora funciona.

Pasen y vean. 

LA FOTO

Los chicos deben buscar un amigo que les haga su foto de perfil. Según los datos que maneja Zoosk los selfies no son una buena idea, los que publican un selfie consiguen un 8% menos de mensajes que tienen otro tipo de fotos. Si la imagen es exterior y al aire libre, las interacciones crecen hasta un 19%. 

Para las chicas los selfies sí funcionan.Parece que los hombres no son tan exigentes. De hecho, las chicas con selfies como foto fundamental de su perfil consiguen un 4% más de mensajes. Sin embargo, si la foto está hecho en un interior, los mensajes se reducen hasta un 40%. 

Para ambos sexos, triunfan las fotos de cuerpo entero. En este caso las interacciones crecen un 203%. Si hay más de una persona en la imagen se tendrá menos éxito y se recibirán hasta un 42% menos de mensajes. Si te haces la foto con tu mascota, peor (los mensajes se reducen en un 53%). 

LO QUE CUENTAS DE TI 

Para los ellos

Hay que ser honesto. Los que mencionan la palabra "divorcio", "separación" o "ex" despiertan confianza y reciben muchos mensajes (52% más). Los que hablan de sus hijos, o se definen a sí mismos como padre soltero o solitario también aumentan sus interacciones (7%).  

Para ellas

Las chicas deben ser más conservadoras en la jungla de Internet. Según las observaciones de Zoosks las que son demasiado honestas no triunfan, así que aconsejan que no den detalles de su vida sentimental pasada hasta más adelante. Los números hablan: las mujeres que mencionan un divorcio, una separación o a un ex reciben un 4% menos de mensajes. Al igual que las que hablan de un hijo, un adolescente o una madre soltera. Así funciona el mundo. 

Para todos:

No a los malos rollos: la vida es bella. Los que emplean palabras como "saludable", "creativo", "ambicioso" o "risa" tienen más éxito que los que van llorando por las esquinas y utilizan el adjetivo "solo (a)" en  su perfil. Esos reciben un 24% menos de mensajes. 

Intenta describirte mejor en lugar de dedicar todo el espacio a contar qué tipo de persona estás buscando. Aquellos (as) que cuentan (de modo específico) que les gusta correr, hacer yoga o cualquier otro deporte o que disfrutan leyendo o escribiendo consiguen un 21% más de mensajes que los que no lo hacen. Los que cuentan que les gusta cantar o tocar algún instrumento musical también tienen éxito (15% más de flechazos), y los que se describen a sí mismos como amantes de las motos, un 7% más de flechazos. Moraleja: el otro quiere saber quien eres, cuentáselo con pelos y señales. 

MENSAJES

Para ellos: 

Cadencia y sutileza. La obviedad y las prisas no funcionan. Al menos eso dice este estudio que asegura que los chicos que en sus primeros mensajes mencionan alguna de estas palabras: "copas", "cena" o "comida" caen en desgracia y consiguen un 35% menos de respuestas que los que van más despacio. Tampoco funciona demasiado abusar en la primera cita del apelativo "baby" en los primeros encuentros ni tampoco llamar a la chica "guapa" con excesiva frecuencia. 

Para ellas: 

Todo lo contrario: ¡Que nada te detenga! Por lo visto, al menos entre los usuarios de este portal, las chicas que triunfan son las que van a por todas, sin demasiado rollo ni estrategia. Así las que incluyen en sus primeros mensajes alusiones a "copas" o "cenas" reciben un 73% más de respuestas, las que mencionan la palabra "baby" en los primeros encuentros tienen, ¡ojo!, un 118% más de mensajes, y aquellas que adulan al otro y le llaman guapo como si no hubiera un mañana consiguen un 50% más de interacciones. Ahí lo dejo.  

¡REVISA LA ORTOGRAFÍA! Lo digo con mayúsculas porque es un grito desesperado:  las faltas de ortografía arruinan cualquier posibilidad. También lo dice el estudio de Zoosk, los errores ortográficos los echan para atrás a ellas y a ellos y es un a estupenda forma de estropear cualquier comienzo. 

He dejado para el final lo que para mi constituye la gran revelación de este trabajo. También lo ha sido para la redactora de la la revista TIME que dedicó al asunto un artículo. A saber: Hombres y mujeres, nuestro gusto por los emoticonos nos separan.

Por lo visto ellos los adoran y los usan en cualquier circunstancia a la hora de ligar. (Hay que reconocer que son cómodos, asépticos y poco arriesgados). Sin embargo, a las chicas no les gustan (no para ligar, dice el estudio). Así que si estos datos son ciertos, así suceden las cosas: Los hombres que ponen en su perfil el emoticono de la sonrisa consiguen un 6% menos de mensajes entrantes que los que se abstienen de poner emoticonos en su perfil. Los que suelen poner la sonrisita en el texto de un mensaje reducen su rango de respuestas en un 66%. (Nota personal: me encantaría saber qué pasa con los que ponen guiños en todas sus intervenciones). En cambio, los chicos digieren bien los Emojis. Por eso, las que tienen una sonrisa en su perfil reciben un 60% más de flechazos masculinos. 

Que nadie me pregunte por qué. Los datos son los datos

Todos los datos en un simpático gráfico (en Inglés)

Noche Vieja: el día de los post más largos (y cursis) en Facebook

Por: | 03 de enero de 2014

Mecano

Un asunto a investigar en futuros estudios del Pew Research Center y otras instituciones serias es las razones por las que se alargan hasta el infinito y se llenan de solemnidad los posts de Facebook a medida que se acercan las doce en Noche Vieja.

Sin lugar a dudas, el 31 de diciembre y el 1 de enero son los días de los post más largos del año. Parecería que hemos sido abducidos por la Escuela New Age y que una intensa incontinencia verbal se ha apoderado de nosotros, mortales usuarios de las redes sociales.

Por suerte para todos Twitter sigue limitando sus comentarios a 140 caracteres. 

No se sabe por qué sentimos la necesidad de hacer públicos todos y cada uno de nuestros agradecimientos en Facebook, aunque para ello tengamos que escribir El Decamerón en el muro. Es como si Internet nos acercará a alguna suerte de justicia divina que estuviera pendiente de nuestro comportamiento. (Ya se sabe que si somos agradecidos el universo será luego más generoso).

Del mismo modo, decidimos compartir con nuestros amigos de Facebook (esa red íntima y privada donde las haya) todas nuestras frustraciones y batallitas pendientes, así como las fiestas y borracheras de un modo más o menos discreto. Eso a pesar de que 2013 ha sido el año en que se comprobó que ese amigo paranoico que todos tenemos tenía razón: No tenemos ningún control sobre lo que publicamos en Internet. 

Me parece curioso que gente que ya nunca aparece por Facebook (se confirma que algún día lo vamos a dejar, es cosa de unos tres años según algunos agoreros) aparezca en Nochevieja para acribillarnos con cuatro párrafos excelentemente redactados sobre los logros de su vida en el año que termina, como si no hacerlo supusiera cometer alguna falta.

Se escribe un tratado en el muro y se da el año por finiquitado. Es como una liberación. Aquí paz y después gloria.

No solo es un hábito doméstico, una encuesta realizada por Ipsos entre 18.083 personas de 24 países asegura que dos de cada tres encuestados pretendían publicar un mensaje en alguna red social en Noche Vieja. Según sus datos, las mujeres de menos de 35 años con ingresos de medianos a altos y un alto nivel educacional serían las más propensas a dejarse ver por Facebook antes de las doce del 31 de diciembre. También asegura la encuesta que los usuarios de Indonesia, India y China serían los más activos en sus despedidas. El 90% dijo que solo publicaría un saludo breve para sus amigos. Muchos mintieron, estoy segura. 

Estos expertos aportan razones bastante obvias de por qué nos gusta felicitar el año en las redes sociales. "Es rápido, es fácil y más efectivo que llamar o mandar un mensaje". "La gente utiliza esa comunidad instantánea (la de Facebook) para estos acontecimientos planetarios porque le permite explayarse y salir sin más consecuencias", dice el consultor de Social Media Randall Craig, que asegura que esto lo hacemos varias veces al año. 

Dichas razones no me sirven para explicar por qué nos ponemos solemnes y escribimos tres párrafos en Noche Vieja, con un tono parecido al que adoptamos para hablar con un ser superior que nos juzga desde algún sitio que debe estar situado por encima de nuestras cabezas.

No se entiende por qué Facebook es un sitio para rendir cuentas. ¿Alguna teoría disponible?

Pd. Me ocupo de Facebook en este post porque aunque se diga que el invento de Zuckerberg está de capa caída, los datos del Pew Research Center vuelven a colocar Facebook en 2013 como la red social dominante en el mundo por número de usuarios, aunque la propia institución reconoce que cerca del 42% de los que tienen una cuenta en Facebook están diversificando su actividad en otras redes sociales. Diversificar será la palabra de orden en 2014. 

El País

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