© Gloria Rodríguez
La mala educación siempre existió, nadie ha dado por abolidas las reglas de urbanidad pero con la llegada de los dispositivos móviles e interactivos, léase smartphones y tabletas, las antiguas normas de cortesía y convivencia se han relajado. Algunas han desaparecido o se consideran una conducta vintage o un comportamiento exótico.
Es un asunto universal. La revista TIME reblogeó un post de Techlicious llamado 5 Annoying Tech Habits that Need to Stop que enumeraba cinco acciones que antes se consideraban propias de personas mal educadas y que ahora, por obra y gracia de la tecnología, se toleran con gracia y soltura.
Cierto que en los primeros años de vida digital estuviéramos extasiados con nuestros gadgtes, el wifi, Internet, las cámaras ... y la euforia de la vida móvil nos hizo perdonarlo todo, pero a estas alturas del partido ya es hora de empezar a quejarnos, o de pensar que quizás a mi vecino de asiento en el autobús no le interesa la conversación que mantengo con mi madre mientras lo miro a los ojos, no por nada, sino porque lo tengo enfrente y es imposible mirar a otro lado.
El autor del post de Techlicious propone estos cinco malos hábitos tecnológicos como candidatos definitivos a la hoguera. Veamos:
1. Conversaciones en voz alta con público
Esta puede ocurrir en dos versiones, con el teléfono pegado a la oreja y chillando al modo clásico, o en su versión de alto ejecutivo estresado y paranoico, que no pega el móvil a su cerebro por si el cáncer y grita moviendo los brazos y la cabeza Ayer me he tropezado con este ejemplar en un supermercado. Este tipo de conversaciones no se detiene ni siquiera cuando la gente sube al autobús o entra en un ascensor. Conozco a una persona que escribe una novela con fragmentos de conversaciones telefónicas escuchadas al azar. Al menos servirán para hacer literatura.
2. Hacer fotos con una tableta
Según el autor, a pesar de los esfuerzos de Apple por hacerlo pasar como normal, nunca se debe hacer una foto con una tableta. "Parecerás un tonto", asegura. Su argumento es que las cámaras en las tabletas existen para darle dos usos: Skype y Facetime, y hacer fotografías no es uno de ellos. Es cierto que es mucho más intrusivo hacer una foto con una tableta, los teléfonos son más pequeños y discretos. Pero en este punto tengo dudas razonables.
3. Acaparar la banda ancha de una red wifi pública
Las redes wireless de sitios como McDonald’s o Starbucks son patrimonio de la humanidad, y así deben ser tratadas. Todo el que suele viajar al extranjero y no lleva un teléfono de empresa sabe lo que significa encontrar un wifi gratuito en su camino. Pues es una falta de cortesía gigantesca usarla para ver en streaming el capítulo de una serie mientras te bebes tranquilamente un Tall Capuccino. La velocidad se reducirá a la mitad para el resto.
4. Compartir fotos sin permiso de los implicados
Esto es obvio, y no merece comentarios
5. Enviar Whatsapps o SMS que pueden esperar durante una conversación cara a cara
Es una manera rápida de decir que te estás aburriendo y que preferirías estar en cualquier otro sitio. Ya puede uno buscar cualquier excusa, el otro mientras espera que termines es lo que está pensando. Hay otra versión todavía peor, cuando la conversación transcurre entre varias personas y se empiezan a Whatsapear dos de ellas, a veces sobre algún tema que se está discutiendo en grupo. ¡Ayy cómo somos!
Antigurú también ha hecho su lista de pecados capitales.
- Caminar por las calles y las aceras mientras se consulta el teléfono
Es peligroso, no solo para ti que puedes chocar con una farola o ser atropellado, sino para el resto de la humanidad que puede chocar contigo. Hay cifras: Más de la mitad (53%) de los propietarios de un teléfono móvil han tenido un tropezón o un choque con una persona u objeto por caminar mirando el teléfono, según una encuesta realizada por una operadora estadounidense de telefonía. Otro estudio de la Universidad Estatal de Ohio en Estados Unidos afirma que las personas heridas y atendidas en los servicios de urgencias y que reconocen que iban distraídas con el móvil se han duplicado desde 2005 hasta la fecha. Un asunto del que ya hablamos en Antigurú.
- Seguir mirando fotos en un teléfono si solo te han enseñado una
El móvil es un dispositivo personal e intransferible como el DNI. También sabemos que alberga bacterias, fluidos varios y secretos de estado. Si alguien te acerca su teléfono para enseñarte una foto, por favor abstente de seguir deslizando tu dedo por la pantalla para ver las siguientes. Estás metiendo las narices en su vida privada y cometes un abuso de confianza en toda regla. Si el propietario del teléfono quiere, te enseñará otras fotos, pero hasta entonces mantén las manos quietas, aunque te tengas que sentar encima de ellas.
- Mirar a la pantalla ajena cuando llega una notificación, mirar a la pantalla ajena cuando su dueño está metiendo la contraseña. En general, mirar a la pantalla ajena
Es la versión moderna de la vieja del visillo. ¿Qué se te ha perdido en la pantalla de al lado?
- Monopolizar el enchufe en los bares
Aceptamos que luches a brazo partido por quedarte con la mesa más cercana al enchufe, pero una vez que hayas cargado el teléfono déjalo libre que, te puedo asegurar, que más de uno estará esperando. Si el teléfono ya ha pasado el 60% de carga es deseable que cedas el enchufe al siguiente. Soy consciente de que esto último es más generosidad y altruismo que cortesía y vida real.
- Una vez iniciada una conversación dejar al otro colgado en Whatsapp
En la vida analógica no hay dudas de que esto te daría problemas. Contesta "sí" , "no", "no sé", manda cualquier cosa, aunque sea la mierda con ojos, pero da señales de vida.
- Usar más emoticonos que palabras en los mensajes
La mayoría de nosotros somos animales racionales que dominamos un idioma bastante más preciso que el paquete de emojis que todos conocemos. Está bien tirar de muñecos para evitar exponernos en una situación incómoda o para tantear el terreno, pero cumplidos los quince años, deberíamos sentirnos más cómodos con las palabras. La cosa va de apoyar nuestro discurso en los emoticonos, no de convertirnos en los reyes de la ambigüedad.
La lista es más larga. Estoy segura. Ponga usted, querido lector, sus pecados o los de sus amigos. Aquí lo perdonamos todos.
Hay 12 Comentarios
Pues menos mal que he leído el artículo.
No sabía como actuar...
http://adf.ly/4hVPL
Publicado por: Vannexa | 17/02/2014 9:26:09
Yo a los que me dicen ¿quien es? les suelo contestar: Tu sabrás, tú eres el que me ha llamado... Un móvil es personal, no es como el fijo, que puede cogerlo cualquiera de la casa.
Estoy de acuerdo con todas las afirmaciones, pero me permito hacer una comparación: la culpa de la mala educación de un perro, no la tiene el perro o en este caso el móvil, la tiene el dueño.
Publicado por: Ana | 14/02/2014 13:36:25
hola, me sumo a todos lo dicho, y añado dos más que padecemos especialmente los que ni tenemos ni queremos tener teléfono móvil: - que la gente llegue sistemáticamente tarde a las citas y te suelten... claro es que como no tienes móvil no te puedo avisar... Y la segunda, que cuando se enteran que no tienes y no quieres tener, demasiada gente se siente impulsada a convencerte de lo contrario y a enumerar las infinitas ventajas de estar permanentemente comunicado (y localizable, de paso)...
Publicado por: fa | 13/02/2014 14:39:50
Lo leí por ahí: La mejor App para mantener una buena conversación cara a cara, se llama: respeto.
Publicado por: Geovanni Porras | 13/02/2014 13:56:57
Lo mejor es tener un "patato", como el mío, que sólo sirve para hablar y escuchar música. Las fotos ni las menciono, por su mala calidad.
En mi blog "Los cuentos tontos" cada quincena publico un capítulo, que comienza con una introducción, al hilo del taller de relato breve al que asisto, continúo con una canción o una imagen y termino con el cuento.
En relación con este artículo, os invito a que leáis "La sospecha", donde el teléfono móvil tiene un gran protagonismo.
http://loscuentostontos.blogspot.com.es/2013/11/34-la-sospecha.html
Si os apetece, podéis leerlo.
http://loscuentostontos.blogspot.com.es/
Publicado por: Cuentón | 12/02/2014 18:27:28
En una reunión o en una conferencia, muchos no se acuerdan de apagar el movil. Entonces las interrupciones son constantes.
El colmo son aquellos que hasta contestan el teléfono sólo para decirle al interlocutor que en ese momento está en una reunión y que no lo puede atender. ¡Brrr! "No puedes atender a quien te llama, pero por lo visto tampoco nos puedes atender a nosotros."
Publicado por: Sergio | 12/02/2014 10:16:31
Pues sé que pasaré por un retrógrado y por un intolerante cuando digo esto, pero no soporto que alguien coja el teléfono delante de mí (en una terraza, en un restaurante, en un bar, dando un paseo), y que se ponga a hablar con la persona que llama durante un tiempo largo sin moverse del sitio. El teléfono es móvil, por lo que la buena educación dice que la persona que recibe la llamada debería levantarse de la mesa e ir a hablar a otro sitio... Y tampoco soporto que la gente no deje de atender al whatsapp cuando está en una conversación con más gente...
Publicado por: Manuel | 11/02/2014 23:09:03
A mí hay una cosa que me saca de quicio y es la siguiente: Llamas a una amiga y a los dos minutos de conversación te dice que te esperes que la está entrando otra llamada, ¿por qué no espera o vuelve a llamar esa persona? de esta manera no habla a gusto con ninguna de las dos, ¡alucinante! Yo no hago eso nunca. Si hablo con alguien y me llaman por otro teléfono pues que vuelvan a llamar, ¿no? simple, ahora estoy ocupada.
Publicado por: Heloise | 11/02/2014 21:06:05
En mi trabajo, en el que es necesario que varias personas colaboren conjuntamente, más de una vez me han dejado solo porque les "llamaba un colega", y se pasan 15 minutos hablando para acabar quedando a la tarde. Le comenté la situación a mi jefe (yo siempre dejo el móvil en la taquilla) y a la segunda frase, le llamó la novia y me dejó con la palabra en la boca... Nada que hacer, la mala educación se impone!!
Publicado por: Birlibirloque | 11/02/2014 20:43:38
Bueno, lo más común y molesto de todo para mí: recibir una llamada cuando has quedado con un/a amigo/a para conversar, por ejemplo (también puede ser con un cliente, etc.) y que te quedes más de dos minutos al teléfono, como si la otra persona tuviera todo el tiempo del mundo para esperar a que tú termines de tener tu conversación... Es de una mala educación....y parece que mucha gente no se ha dado cuenta aún.
Publicado por: Casiopea | 11/02/2014 20:17:19
Como el teléfono móvil es móvil, siempre es bueno preguntar aquello de "¿Te pillo en un buen momento?", no vaya a ser...
Publicado por: Burgalesito | 11/02/2014 18:21:42
Recibo una llamada, contesto con un "¿sí?"... y lo primero que me dicen es "¿quién es?"...
Cuando yo llamo, lo primero que hago es decir quién soy... algo así como "Buenas tardes, me llamo José Miguel, y llamo para...".
Publicado por: José Miguel | 11/02/2014 18:00:40