Hoy me ha pasado una cosa muy curiosa con el lenguaje fotográfico. Resulta que en la página de Ciberp@ís, la del diario El País de hoy, cuento un poco como está el mercado de cámaras, cuáles son las que más se venden en estas fechas y cuáles son sus características principales. Una especie de bazar navideño de cámaras.
Dentro del proceso que sigue un texto, antes de imprimirse definitivamente en El País, está la revisión que hacen los correctores, además de evitar que se cuele algún gazapo o falta, también son los encargados de hacer cumplir nuestro libro de estilo a rajatabla. Eso incluye el que todas las palabras tienen como referencia la última edición del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.
En principio, estoy totalmente de acuerdo en que sea así, lo apruebo y lo defiendo. Pero hay cosas que se deberían de aclarar un poco. El receptor final de todo periódico son sus lectores, es a ellos a quien hay que defender y, dentro de nuestras posibilidades, mantenerle al día con nuestra información utilizando la lengua española correctamente. El término inglés Zoom, se ha convertido en una especie de definición estándar para nombrar a los objetivos de distancia focal variable. Su origen, según Wikipedia, se debe a Frank G. Back, el inventor del primer objetivo de estas características, un 36-82 milímetros para una Voigtländer de paso universal en 1959, al que bautizó como ZOOMAR.
Aunque yo no tengo ni idea de la lengua inglesa (lo justito para sobrevivir), parece ser que zoom, pronunciado en ese idioma, suena algo así como sum, con la ese del principio muy sonora, silbante. Parece ser también, que la palabra tiene un origen onomatopéyico para representar el deslazamiento preciso y rápido de algún objeto en el aire, como por ejemplo el paso de una flecha, de ahí que se utilice mucho como verbo inglés en la aviación.
La Real Academia dice textualmente:
zum. (Del ingl. zoom).
1. m. Cinem., Fotogr. y TV. Teleobjetivo especial cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen.
2. m. Efecto de acercamiento o alejamiento de la imagen obtenido con este dispositivo.
Y por eso, en la página de hoy, aparece escrito como zum, y no como yo lo seguía utilizando, zoom.
Acepto el arreglo pero no quiero llevar al lector a un equívoco. Si la pronunciación prevalece sobre la escritura, entonces porque no utilizar "sum", en vez de zum. Acaso no es válido güisqui por la misma razón. Puestos a inventarse una palabra, en español cuando un objeto volante (flecha, piedra o cualquier otra cosa), pasa por delante de nosotros, decimos algo así como ¡sium!, alargando la eme final, y con un sonido más parecido a la pronunciación inglesa.
En fin, doctores tiene la Academia y para eso están. Acataremos zum. Advertido queda el lector.
Pero hay algo más, y por esta si que no paso. En la primera acepción del Diccionario, se le define como Teleobjetivo especial... Craso error. Puede ser un teleobjetivo, pero también puede ser un gran angular, o ambas cosas, empezar en gran angular y acabar en teleobjetivo. Así que no estaría de más corregirlo.
Les tendré que rebotar este post. ¡Uy! Perdón, debería haber puesto pos, ya que se trata de una palabra latina que ahora se escribe así y que significa "detrás de" o "después de".