Apuntes científicos desde el MIT

Apuntes científicos desde el MIT

Este Blog empezó gracias a una beca para periodistas científicos en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Boston, donde pasé un año aprendiendo ciencia con el objetivo de contarla después. Ahora continúa desde Nueva York buscando reflexiones científicas en otras instituciones, laboratorios, conferencias, y conversando con cualquier investigador que se preste a compartir su conocimiento.

El efecto McGurk

Por: | 18 de enero de 2008

Durante un seminario de psicología dedicado a la percepción, Jason Mitchell nos mostró esta fotografía diciendo que la longitud de los lados largos y cortos de ambas mesas eran idénticos. “Anda ya! esta vez no cuela…” pensamos varios y dijo alguno. “Os envío el power point, y lo medís”, contestó Mitchell. Así lo hice, y comprobé que mi cerebro me engaña siempre que le da la gana. En muchas ocasiones lo hace por nuestro bien: su principal objetivo no es representar el mundo de la forma más fiel posible, sino sobrevivir, y si para ello le toca mentirnos, no duda en hacerlo. Por el motivo que sea, esta ilusión óptica me sorprendió más que otras anteriores. Iba a mostrárosla de inmediato, pero me contuve pensando que ya habéis visto infinidad de imágenes parecidas. Sin embargo, ayer mi compañera Pam Belluck nos habló de otro tipo de efecto que me pareció más original. Fijaos atentamente en el personaje del video, y prestad atención a qué sílabas pronuncia:

Ahora escuchadle de nuevo con los ojos cerraros. ¿Oís lo mismo? Si no estáis seguros, repetid la operación varias veces, mirando sus labios, y sin mirar. Es una ilusión óptico-auditiva llamada efecto McGurk,. La primera vez habréis oído Da-Da Da-Da Da-Da, y con los ojos cerrados Ba-Ba Ba-Ba Ba-Ba. En realidad le han doblado. Lo que suena es “Ba”, le grabaron diciendo “Ga”, y tu cerebro integra de forma inconsciente la información visual con la percepción auditiva para entender “Da”. Os avanzo que en breve un “científico exiliado” en el MIT nos explicará la relevancia científica que tiene entender cómo nuestro mentiroso cerebro interpreta estas ilusiones sensoriales. No sólo para la psicología, sino incluso para la inteligencia artificial y la visión por ordenador.

Hay 15 Comentarios

Ese es el problema de tener cerebro. Como el mío nunca existió, no tengo esos problemas. Da-da-da-da.

Hey, yo escucho Ga-Ga y con los ojos cerrados escucho Gaa-Ga.

Pues mi cerebro debe andar tonto...porque yo no escucho "ga-ga-ga-ga" sino claramente "ba-ba-ba-ba"....

Felicidades por tu blog. Lo acabo de descubrir y es una gozada sumergirse en él. A raiz de este post, tan sólo un comentario: he medido sobre la pantalla, y los laterales de las mesas en cuestión no miden lo mismo... ¿sería posible disponer del power point original?. Gracias.

No conocía este ejemplo de la falibilidad de nuestro aparato perceptor. Muchas gracias.

Vaya...Pues mirando la imagen yo endendía un La-Da-La-Da gangosillo...menos mal que escuchando si oia el Ba-Ba. Tendré algún problema de percepción?

A todo lo que leo aquí en este blog, quiero decir. Y lo de articullos es un diminutivo, para nada con intención disminutoria de importancia!! que acabo de leer lo que he escrito y me ha dado grima!!

Fascinante sí, estoy de acuerdo con Ana jejeje, que bien me vienen estos articulillos para mis estudios, ahora que estamos con la psicobilogía, estudio de conducta, heredabilidad...etc. Muy interesante, como todo lo que leo, que intento, sea cada vez más XD

Perdona, Adolfo, confundí tu nombre con el de Alfonso, que es quien contestó en ese blog. Un saludo

Adolfo ¿Eres tú la misma persona que respondió a Punset en su blog distinguiendo conciencia de consciencia o estoy bajo el efecto McGurk?

Hola: Iba a comentar esto en la seccion de que habeis desaprendido con la ciencia pero resulta que el comentario creo que va mejor en esta seccion. Una de las cosas que aprendi que me parecio una pasada en su momento es el hecho de que vemos, oimos, olemos con el cerebro y no con nuestro sentidos en realidad. El cerebro tiene que engañarnos para mantener una continuidad sensorial que nos permita funcionar con la menor confusion perceptible posible. Imaginaros que si el cerebro reprodujera fielmente la informacion sensorial que percibimos nos seria relamente dificil el funcionar. Como ya se ha comentado la vision es un claro ejemplo. Nuestra experiencia sensorial visual esta basada en la continuidad, asi vemos que percibimos muy poco movimiento de la imagen que vemos (y no es porque mantengamos nuestra cabeza uieta en todo momento) y no tenemos un apreciable paron de vision cada vez que parapdeamos por ejemplo (y no es porque parpadeemos rapidisimo). El cerebro es capaz de crear esta sensacion de continuidad que no es real en esencia superposiendo la primera imagen con la segunda y desechando la discontinuidady. Esto nos permite ver objetos y localizarlos en el espacio, nos permite conducir y cazar bisontes, nos permite adaptarnos a cambio de luz con relativa facilidad y continuidad, etc. Absolutamente fascinante.

Sorprendente. Aunque descubrimos que el cerebro nos engaña ¿cuál es la explicación? ¿qué ventajas ha supuesto ello? Espero que sigas con el tema pronto. Enhorabuena por tu trabajo. Saludos.

Impresinante la imagen de las mesas, reconozco que he tenido que medirlas y aun así me siguen pareciendo diferentes. Quizás el ejemplo más extremo de engaño cerebral sea la sinestesia (confusión entre sentidos).

Sí, el cerebro nos engaña, El sistema visual no es una cámara, no hace una reproducción exacta, reconstruye algo que se le asemeja. Los demás sistemas sensitivos, ídem de ídem. No obstante, ¿por qué nos damos cuenta del engaño? ¿Por qué somos capaces de hacer, a base de estudio, dicha disociación?

Es impresionante lo mal que nos lo puede llegar a hacer pasar la mente. No tenemos bastante con toda la información que llega a nosotros para intentar manipularnos, que además nuestro propio cerebro nos engaña. Una cosa parecida, que no es lo mismo, creo que puede ser cuando alguien nos ha contado algo y sin saber porque al final creemos que hemos estado presentes en aquella ocasión (ya sea por los detalles de la narración, o por cualquier otro factor, eso ya no sé), pero realmente nuestro cerebro puede llegar a ser todo un mentiroso. Y por algo será, bien para alertarnos o para hacernos entender alguna cosa. Eso yo no los sé.

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Sobre el autor

Pere Estupinya

. Soy químico, bioquímico, y un omnívoro de la ciencia, que ya lleva cierto tiempo contándola como excusa para poder aprenderla.
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