Apuntes científicos desde el MIT

Apuntes científicos desde el MIT

Este Blog empezó gracias a una beca para periodistas científicos en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Boston, donde pasé un año aprendiendo ciencia con el objetivo de contarla después. Ahora continúa desde Nueva York buscando reflexiones científicas en otras instituciones, laboratorios, conferencias, y conversando con cualquier investigador que se preste a compartir su conocimiento.

Tu libertad es una ilusión del cerebro

Por: | 18 de febrero de 2009

Imagínate en una cafetería inmers@ en una conversación apasionante sobre ciencia. Estás absort@ escuchando las explicaciones de tu contertulio, y de golpe tu cerebro decide mandar una señal a tu brazo para que se mueva hacia la taza de café, la acerque a tu boca, la incline al tiempo que tus labios conforman un beso, aspiras un pequeño sorbo del líquido que contiene, y la vuelves a dejar sobre la mesa. Entonces tu compañero te pregunta: “¿has cogido la taza de manera consciente? ¿Habías decidido que ese momento era el momento en que te apetecía tomar el café? ¿o ha sido un proceso totalmente automático?” Tú no tienes ningún reparo en decirle que no, que no eras consciente, que ha sido uno de los centenares de procesos automáticos que realizamos continuamente sin pensar previamente en ellos. ¡Faltaría más que debiéramos andar pendientes de decidir cuando respirar, modificar nuestra posición en la silla, o cambiar de marcha mientras conducimos! “Ok, estoy absolutamente de acuerdo”, responde él. “Pero ahora olvídate de nuestra conversación anterior, concéntrate sólo en la taza de café, y durante el próximo minuto elige meticulosamente las tres veces que vas a darle un sorbo. Hazlo cuando tú quieras hacerlo.” Le sigues la corriente, y pasado el minuto te pregunta “¿has tomado la decisión de manera libre ahora?”. Tu contestas un contundente “claro! Esta vez sí que lo he pensado antes!”, y casi te ofendes cuando el rarito de tu amigo replica “No. La percepción de voluntad es una ilusión que crea el cerebro con posterioridad a que otros procesos inconscientes hayan mandado la orden de coger la taza de café a la zona motora de tu córtex prefrontal” Suena extraño, pero un experimento muy parecido hizo en los años 80 Benjamin Libet , en lo que representó la primera amenaza testada científicamente al free will o libre albedrío. Libet pidió a una serie de voluntarios que realizaran una serie de acciones con su brazo mientras registraba la actividad eléctrica de diversas áreas de sus cerebros y el momento exacto en que ellos creían que tomaban la decisión. Los resultados indicaron que ciertas zonas del córtex prefrontal relacionadas con la planificación de acciones motoras se activaban medio segundo antes de que los individuos fueran conscientes de su elección. Inicialmente los datos de Libet fueron tomados con escepticismo y aparecieron varias críticas al planteamiento metodológico de su experimento, pero desde entonces y con mejores técnicas han sido replicado en numerosísimas ocasiones. Una de las últimas, en este artículo de Nature Neuroscience que me envió un lector del blog (gracias José Luis), el cual explica el descubrimiento de otras áreas del cortex parietal que se activan hasta varios segundos antes de que seamos conscientes de la decisión que nuestro subconsciente ya ha tomado por nosotros. La abrumadora conclusión es que nuestros actos están muchísimo más predeterminados por mecanismos cerebrales involuntarios de lo que nos creemos. No tenemos dudas al afirmar que el comportamiento de una hormiga es puramente mecánico, o que una rana hambrienta se mueve sólo por instintos, o que el cerebro de un gato es un órgano que gestiona de manera automática e irreflexiva las entradas y salidas de información. En cambio, nosotros tenemos libre albedrío, nuestros movimientos no están tan predeterminados, no somos robots al servicio de nuestro subconsciente, el cual además nos deja tranquilos inventándose una ilusión para hacernos creer que sí tenemos cierta capacidad de control... No exageremos, quizás menos de lo que nos pensamos, pero algo sí debemos tener, no? Puede, pero de momento la neurociencia no lo ha encontrado. En este muy recomendable artículo titulado “La fisiología del free will” el investigador Mark Hallett del NIH hace una revisión de todos los estudios y bibliografía científica acumulada hasta el año 2007 y concluye que “no hay ninguna evidencia de que el free will sea una fuerza en la generación de movimiento. La sensación de libertad existe, pero no es la causa del movimiento sino una percepción posterior. Los movimientos se generan inconscientemente, y la ilusión de voluntad llega después”. Angustioso. Un resumen de las dos opciones a considerar sería el siguiente: a) La voluntad (free will) como fuerza generadora de movimiento: Decisión consciente ==> Mecanismos del cerebro motor ==> Movimiento b) La voluntad como percepción: Mecanismos del cerebro motor ==> Movimiento ==> Decisión consciente En el caso del control del movimiento, la neurociencia está demostrando que la opción b) es la que más se ajusta a la realidad, aunque la mayoría pensemos que debe tratarse de limitaciones tecnológicas, porque obviamente la a) tiene que ser la correcta. Pero reflexionemos un momento desde una perspectiva más filosófica. La opción a) efectivamente es la más lógica, pero tiene unas ligeras connotaciones dualistas: parece implicar la existencia de algo más allá de la actividad del cerebro que le dijera a las neuronas lo que deben hacer. Y hoy en día esta explicación más espiritual está ya bastante descartada. Entonces, ¿nos toca aceptar que nuestras acciones están mucho más programadas de lo que nos pensamos, por todo lo que va acumulándose en el subconsciente de programación genética, experiencias, influencias sociales, aprendizaje, traumas, estímulos subliminales…? La neurociencia parece indicar que si. No sólo Mark Hallett aborda científicamente esta cuestión sobre el determinismo en nuestra conducta que hasta hace poco quedaba reservado a los filósofos. En el texto “Neurología de la autoconciencia” V.S. Ramachandran describe el free will como otra sensación generada por el cerebro para sobrevivir, como la sensación de unidad entre todas nuestras impresiones y creencias, de continuidad en el tiempo, o de un cuerpo propio que nos contiene. En “La neurociencia del free will” Laurence Tancredi interpreta los últimos estudios científicos como una clara erosión a la dicotomía mente/cerebro. Y en una revisión más conciliadora titulada “Implicaciones de los avances en neurociencia para la libertad de voluntad” , la bioética Hilary Bok reconoce un mayor grado de determinismo en nuestro comportamiento del que nos creemos, pero opina que esto no excluye de ninguna manera que sí mantengamos capacidad de decisión y responsabilidad sobre nuestras acciones más complejas. La amiga con quien tomé un café el fin de semana pasado tampoco quedó muy convencida de que toda una serie de mecanismos inconscientes fueran los verdaderos responsables de dirigir su brazo hacia la taza, antes incluso de que ella tuviera la sensación de haberlo decidido. Y tampoco pareció gustarle, cuando me explicaba los motivos racionales por los que eligió continuar viendo a su último dating, que le dijera que se dejara de historias, porque su subconsciente ya había decidido que ese chic@ le gustaba mucho antes de su riguroso análisis de pros y contras a plena consciencia. Y malo si no era el caso. Y es que después de tanto ataque neurocientífico al free will yo sigo convencido de que sí tenemos libertad hacer lo que queramos, pero… ¿podemos decidir lo que queremos?

Hay 99 Comentarios

Leyendo lo publicado por Wikileaks, debo decir que la libertad y la democracia en España son ilusiones de nuestro cerebro, sin duda.

la libertad es una ilusión del cerebro. claro que si http://memoriasdesoledad.blogspot.com/2010/11/el-libre-albedrio.html

Jordi desde DF (Washington): si quieres parecer sexista no te olvides de las romanas, que también decían cosas. Un saludo y una saluda para todos y paro todas.

Yo lo soy y no me siento para nada como los suelen describir.

Eso mismo decían los romanos del latín. El lenguaje es algo vivo. Saludos a tod@s

Mirta, tienes razón. El desdoblamiento de género, en cualquiera de sus modalidades, es una bobada denunciada hasta el hastío por la Real Academia y por la comunidad de filólogos. Hay muchas bobadas que se ponen de moda, y no por ello hay que caer. Pensar bien es saber escribir bien, y Pere lo hace, pero hay que superar tics de bloguero si se quiere dar a un blog empaque de divulgación.

Pero que manía con cometer esa atrocidad lingüistica que es usar la arroba para expresar ambos géneros en una palabra. Un periodista debería hacer buen uso del lenguaje en el que escribe, castellano. en este caso. Y un periodista científico ha de saber que la arroba siginifica "at" en inglés o "en" en su traducción castellana. Por favor, NO a destrozar el lenguaje en pos de una falsa correción politica. Con lo bien que está siempre esta columna...

Hay comentarios interesantes al respecto en http://www.terceracultura.net/tc/?p=1276. Igual que podemos condicionar (fea palabra) otros cerebros mediante la educación, podemos condicionar el nuestro propio mediante la reflexión. Quizá ahí, y no en el momento del acto, está la libertad y la responsabilidad: en entrenarnos (condicionarnos) para reaccionar correctamente en el momento de la verdad, cuando no hay tiempo para pensar. Los maestros de artes marciales lo tienen claro desde hace milenios, me pregunto si los filósofos de la ética han tratado el asunto desde esta perspectiva. Es posible, por ejemplo, aunque para algunos quizá con mucho esfuerzo, dejar de fumar, o no agredir físicamente a mi pareja. Creo firmemente que yo tengo una responsabilidad en ello, aunque sea difícil definir lo que es responsabilidad y libertad en términos científicos. Estos experimentos analizan el acto y la consecuente sensación de voluntad, pero no el 'feedback' que se produce tras la reflexión, y cómo eso condiciona futuras decisiones. Es decir, no analiza el proceso de aprendizaje. Mientras eso no esté más claro, me parece muy arriesgado eliminar el concepto de responsabilidad sobre nuestros actos.

La libertad no está en decidir, sino en la pura conciencia de "lo que es"

Los niños no deberían entrar a los laboratorios. Lo revuelven todo y son un verdadero peligro para los instrumentos mas delicados y para ellos mismos. Eso pensaba José mientras Gaia curioseaba en las inmediaciones del microscopio. Ante su insistencia, aceptó dejarla mirar a través de aquellas lentes misteriosas. - ¿Son bichos?. - Preguntó con curiosidad. - No. - Y se echó a reír con la ocurrencia. - Son células humanas. Todas las personas estamos hechas de pequeños seres vivos. Tan pequeños, que solo pueden verse con un microscopio. Al ver el desconcierto provocado, José intentó hilvanar torpemente una explicación para niños. - En realidad, somos como una innumerable cantidad de células que se han puesto de acuerdo. - Entonces... ¿solo somos un montón de bichos? - Dijo Gaia con aprensión y un poco de asco. Los niños no deberían entrar a los laboratorios. Se decía mientras buscaba algo en su interior que se llevara la desolación de aquellos ojos infantiles. Sin saber qué decir volvió a mirar a Gaia con ternura y dejó de pensar por un momento. De repente, aquella brizna de amor provocó una ráfaga de luz que recorrió su mente. En ese momento, surgió la respuesta que no podía ver ningún microscopio, ningún instrumento. - No. Nosotros somos lo invisible. Nosotros somos el Acuerdo.

Increíble!!!

¿Quién puede decir que es totalmente libre? Mi mujer no me deja ir de putas, mi vecino no me deja dormir con el ruido, mi hijo no me deja jugar con su Play, etc, etc. Somos esclavos de los demás.

"""k a fin de cuentas estamos programados para ejecutar acciones ya diseñadas, contradice su propia formulacion sobre esta hipotesis, ya k no creo que no haya sido decision suya el postularla""" Chaval, si postular la hipotesis no fue decision suya, ya me diras de quien fue. Estan postulando una hipotesis que no tienen en la cabeza? Y si te refieres a que no podian estar al corriente de la refutacion/confirmacion de la hipotesis antes del experimento y para eso lo llevaron a cabo, eso tampoco contradice su conclusion porque nuestra ignorancia de un resultado no puede tomarse como la inexistencia del proceso que lleva a el, i.e. ausencia de determinacion o, dicho de otro modo, existencai de programacion previa en nosotros. De hecho, los investigadores lo unico que han descubierto es lo que iba a hacer que pensaran como han acabado pensando. Se han aclarado las ideas mediante el experimento, pero la realidad que han observado estaba ahi ya antes (al margen de nuestro conocimiento o desconocimiento de ella) moldeando los hechos hasta que han cobrado la forma con que se han observado efectivamente.

waooo, saludos ante todo, me parece increible lo k hacen personas con su tiempo, y su mente, es decir k kien analizo este asunto de k a fin de cuentas estamos programados para ejecutar acciones ya diseñadas, contradice su propia formulacion sobre esta hipotesis, ya k no creo que no haya sido decision suya el postularla, evidentemente su analisis recurre a su entendimiento y a su capacidad intelectual para analizar estas cosas y no a algo para lo k el haya sido programado, suena contradictorio ehh, en fin esto es solo mi opinion, y me considero un ser totalmente independiente y libre pensador, quizas mi cerebro se programó para pensar eso,, verdad?? jeje bye...

De acuedo que no somos totalmente libres, pero hay dos aspectos que nos diferencian de los animales, de los monos y ya no digo de los perros o los gatos. Dichos aspectos son el número de neuronas que tenemos en el área ventromedial del córtex frontal, responsables del autocontrol, y la conciencia de orden superior en la que es imprescindible el lenguaje y la semática para la creación de los conceptos, de pasado, de futuro, de planificación, de ser consciente de que somos conscientes y de ser conscientes de que podemos autocontrolarnos. Mediante el control decidimos si realmente somos libres o no.

Un poquito de Zen...

Muy buen articulo, felicitaciones!

Quizá ya se haya comentado, pero es que he "decidido" no seguir leyendo. Como muy bien refleja el post, hay cada vez más evidencias que ponen de manifiesto las limitaciones del libre albedrío. Lo cual no quiere decir que no exista una capacidad para los actos voluntarios. Siguiendo con el ejemplo de la taza, al registrar mi actividad cerebral se puede detectar que la consciencia de la acción es posterior a la ejecución de la acción. Ahora bien, tambien es cierto que con un par de días de antelación (a requerimiento de algún científico aburrido) puedo decidir que iré a la cafetería A, pediré una taza de café y cuando me la sirvan moveré el brazo para asirla y beber. Es más, puedo decidir que le aunque le he dicho que sí al científico, no iré a la cafetería ni por supuesto pediré ningún café. Este tipo de decisión, aunque pueda generar una activación de las areas motoras implicadas en la acción (me imagino cogiendo la taza dentro de dos días) elimina que estas sean la causa de la decisión, que requiere que haya mecanismos capaces de generar representaciones alternativas de una misma situación y ubicarlas en una dimensión temporal, para luego recuperarlas y ejecutar la acción.

"....el universo seria nuestro monitor,¿y quien es e hizo a nuestro monitor?Nuestra existencia tiene un proposito y es reconocer y exaltar a quien nos monitorea... espiritual,inescrutable ,omnipresente.Nuestra conciencia va mas alla del libre albedrio,saberse y sentirse simples animales inteligentes degrada nuestra verdadera naturaleza y nos hace actuar como tales. " En cambio, sentirse un borrego que hace lo que le manda un ser superior no es degradarse, ¿no? La estupidez humana no tiene límites.

siempre pensé que la libertad es una ilusión .....es a posteriori de cualquier "elección" cuando se ve que esa elección estaba determinada, era esa y no otra la que se iba a producir con mi supuesto libre albeldrio......si fueramos omnividentes lo habriamos sabido antes de que se produjera.

Justo S escribió: "Els ser humano puede hacer lo que él quiere, pero no puede elegir lo que él va a querer” Ahora, releyendo comentarios, caigo en que depende de a qué nivel se sitúe el libre albedrío... o hasta dónde remontemos las causas. Porque según cómo se mire, a ver quién es el que deja de actuar conforme a su naturaleza+ambiente.Yo, ¿soy yo y mis circunstancias? ¿Siempre elejimos la opción que es más probable que íbamos a elegir? Quizá el libre albedrío simplemente resida en el abanico de posibilidades que nos da nuestra ecuación naturaleza x ambiente (así, simplificando un poquito XD). Luego según esta frase, las posibilidades son las que hay, luego... es más libre simplemente quien tiene más dónde elegir, o dicho de otra forma, quien es más consciente de todas las opciones que tiene (si todo esto suena a obviedad, lo siento, yo no me había parado a pensarlo). Lo cual me recuerda otra frase, creo que de Rabindranath Tagore pero no estoy segura, que decía argo asín como que sólo podemos ser libres a partir de lo conscientes que seamos de nuestras limitaciones.

PD: Justo S, tu últijmo párrafo me ha hecho recordar una película-documental bastante reciente que es pa tirarse de los pelos, arrancarse los ojos y cortarse las orejas [:D]

Llego un poco tarde, pero me ha parecido interesante la entrada y sobre todo muchos de los comentarios. Me ha hecho pensar mucho en El Gen Egoísta de Dawkins (del que cito unas cuantas frases): Los comportamientos altruístas: instinto maternal, ternura, protección del hermano pequeño... ¿ha sido algo heredado de un "programa" cuyo único "propósito" era el de sobrevivir? ¿hemos "aprendido" a tener sentimientos? Estoy muy de acuerdo con Alb: "Es lógico, que primero se actué y luego se informe. Ya que las decisiones que toma la consciencia son a largo plazo y no hay urgencia. Si primero se comunicara a la consciencia y luego se actuara se perdería un tiempo valioso. Si en lugar del café es una presa, seria mas probable de que se nos escape. Es mas rápido delegar la decisión del momento de atacar a nuestro inconsciente o instinto y esperar que nos informe del resultado." La evolución es oportunista, bricolaje molecular. Pero, y creo haber entendido que muchos opináis así, esto no significa que el haberlo "aprendido", hoy día no nos haga (o al menos en parte) dueños de ello. El león que caza su presa, aunque de forma programada e inconscientemente ("en algún nivel del subconsciente, algo funcionalmente equivalente a los cálculos matemáticos está sucediendo"), también hace una evaluación y decide ("haz lo que mejor te parezca con el fin de mantenernos vivos"), un poco como la ley 0 de la robótica. ¿Somos máquinas programadas? ¿Cabe dentro de ese programa aquello que llamamos libre albedrío? Yo estoy convencida de que sí, como una propiedad emergente: "Quizá la conciencia surja cuando la simulación cerebral del mundo llega a ser tan compleja que "debe" incluir un modelo de sí misma"... Modelo que puede ser apenas "consciente" de todo lo que está pasando ("... un informe parcial que el cerebro elabora a posteriori sobre su propio funcionamiento." que dice Pedro). Muy interesante todo esto, en especial muchas de las aportaciones. Saludos :-)

Rodrigo, dos cosas: 01 - Tú no sabes quién hizo a nuestro "monitor". 02 - Aún si lo supieses, es evidente que la respuesta no sería satisfactoria pues... ¿Quién hizo al que hizo al monitor?

....el universo seria nuestro monitor,¿y quien es e hizo a nuestro monitor?Nuestra existencia tiene un proposito y es reconocer y exaltar a quien nos monitorea... espiritual,inescrutable ,omnipresente.Nuestra conciencia va mas alla del libre albedrio,saberse y sentirse simples animales inteligentes degrada nuestra verdadera naturaleza y nos hace actuar como tales. ¡

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

TrackBack

URL del Trackback para esta entrada:
https://www.typepad.com/services/trackback/6a00d8341bfb1653ef0168e4ecaa90970c

Listed below are links to weblogs that reference Tu libertad es una ilusión del cerebro:

Sobre el autor

Pere Estupinya

. Soy químico, bioquímico, y un omnívoro de la ciencia, que ya lleva cierto tiempo contándola como excusa para poder aprenderla.
Sígueme en Facebook o a través de mi web pereestupinya.com.

Libros

S=EX2 S=EX2
En esta nueva aventura científica que recorre desde laboratorios y congresos de medicina sexual hasta clubs de sadomasoquismo o de swingers, Pere Estupinyà nos ofrece la obra más original y completa que ningún autor hispanohablante haya escrito nunca sobre la ciencia de la sexualidad humana.

El ladrón de cerebros La ciencia es la aventura más apasionante que puedas emprender.
En El Ladrón de Cerebros, Pere Estupinyà se infiltra en los principales laboratorios y centros de investigación del mundo con el objetivo de robar el conocimiento de los verdaderos héroes del siglo XXI —los científicos— y compartirlo con sus lectores. El Ladrón de Cerebros

Facebook

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal