No me lo saco de la manga. Estoy invitado a participar en un seminario de periodismo científico el próximo 22 de Mayo en Acapulco, y después tenía previsto pasar un par de días en México D.F. Obvio que es un detalle nimio, pero ¿vosotros apostaríais a que sí terminaré yendo, o no? He buscado mucha información, hablado con expertos, y nadie tiene una opinión sólida sobre si dentro de 3 semanas la situación estará ya normalizada, o si se habrá agravado todavía más. El martes le pregunté a un virólogo de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU: - Pues yo tenía pensado ir a México… - ¿Qué fechas? - Volaría el 21 de Mayo - En principio para entonces el brote ya estará bastante controlado. - Ah, si? Seguro??? - No hombre…, seguro no. Pero si el H1N1 todavía continúa propagándose dentro de 3 semanas y media sin haber podido frenarlo, hasta el punto que todo México quede paralizado, entonces sí estaremos enfrentándonos a un problema muy serio. - Y no crees que sea esta la situación? - Yo creo que no, que lo peor ya habrá pasado. Hoy jueves le he vuelto a consultar, y su respuesta reflejaba una preocupación considerablemente mayor. Claro, cuando comparas las cifras actuales de fallecidos con los centenares de miles de muertes que causa cada año la gripe común, es lógico responder con un “tampoco hay para tanto”... Es cierto que fuera de México, los casos descubiertos no son severos en absoluto. Pero éste no parece ser el factor más importante. La preocupación principal viene de la aparente facilidad con que se transmite el virus entre personas. El H5N1 de la gripe aviar del 2003 tenía una mortalidad altísima del 61%, y el SARS presentaba un muy considerable 17% , pero al producirse tan pocas infecciones se pudieron controlar muy bien y en ninguno de ambos casos se pasó de los 300 fallecidos. Sin embargo, en la famosa gripe española del 1918 perecieron 40 millones de personas a pesar de que su mortalidad fue “sólo” del 2.5 %. Si se cumple lo que dice este titular (la gripe puede afectar de forma “leve” al 50% de la población europea ), hay motivos de alarma más que justificados. Sobre todo, porque este “leve” puede convertirse en “moderado” o “grave” si el H1N1 se recombina con otros virus y aparece una variedad más patógena o resistente a medicamentos. Esta es la siguiente gran incertidumbre. Más que nada, porque es algo que ocurre de manera frecuente. De hecho, es la combinación de un virus humano, dos porcinos, y uno aviar lo que ha producido la cepa de H1N1 que tiene la maldita propiedad de, además de transmitirse de cerdos a humanos, no detenerse aquí y a diferencia del SARS y el virus de la gripe aviar del 2003, poderse contagiar fácilmente entre personas. Esto es lo que marca la diferencia. Porque una vez dentro de tantos individuos, puede volver a mutar o recombinarse hasta convertirse en algo más patógeno e infeccioso. Si todo continuara igual, deberíamos poder controlar “rápidamente” el H1N1. Pero es tal componente azaroso lo que mantienen en vilo mis opciones de ir a México dentro de 3 semanas. Obvio que en estod momentos resulta absurdo inventar respuestas y pronosticar sobre una situación tan ínfimamente importante como cierta visita individual a Acapulco. Pero nos sirve para plantear el grado confianza o alarma que tenemos sobre esta situación. ¿qué creéis? ¿podré viajar a México el 22 de Mayo? Mi optimismo me inclina a pensar que sí. Aunque si realmente se expande a una pandemia global y la OMS declara el nivel de alerta 6, casi podría resultar indeferente...