Apuntes científicos desde el MIT

Apuntes científicos desde el MIT

Este Blog empezó gracias a una beca para periodistas científicos en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Boston, donde pasé un año aprendiendo ciencia con el objetivo de contarla después. Ahora continúa desde Nueva York buscando reflexiones científicas en otras instituciones, laboratorios, conferencias, y conversando con cualquier investigador que se preste a compartir su conocimiento.

Sobre el autor

Pere Estupinya

. Soy químico, bioquímico, y un omnívoro de la ciencia, que ya lleva cierto tiempo contándola como excusa para poder aprenderla.
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Libros

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En esta nueva aventura científica que recorre desde laboratorios y congresos de medicina sexual hasta clubs de sadomasoquismo o de swingers, Pere Estupinyà nos ofrece la obra más original y completa que ningún autor hispanohablante haya escrito nunca sobre la ciencia de la sexualidad humana.

El ladrón de cerebros La ciencia es la aventura más apasionante que puedas emprender.
En El Ladrón de Cerebros, Pere Estupinyà se infiltra en los principales laboratorios y centros de investigación del mundo con el objetivo de robar el conocimiento de los verdaderos héroes del siglo XXI —los científicos— y compartirlo con sus lectores. El Ladrón de Cerebros

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Terrorismo: El riesgo olvidado de la energía nuclear

Por: | 04 de abril de 2009

Cuando los críticos de la energía nuclear señalan sus riesgos acostumbran a mencionar seguridad ante accidentes, mala gestión de los residuos, y elevados costes de producción. Otro riesgo asociado a la expansión de la energía nuclear suele pasar por alto: la proliferación de armamento nuclear. El análisis de este riesgo y las medidas a adoptar para controlarlo es lo que investiga la física gallega Elena Rodríguez-Vieitez en la Kennedy School de Harvard. Tras terminar su doctorado en ingeniería nuclear en la Universidad de California, Berkeley, Elena decidió cambiar los laboratorios para inmiscuirse en el campo de la política científica, trabajando bajo la dirección de John Holdren , el actual asesor científico de Obama. Charlamos un todavía gélido viernes de Marzo en el Café Crema de Cambridge, al lado de la emblemática Harvard Square. - ¿De verdad resulta tan fácil construir una bomba atómica? - Es más fácil de lo que muchos nos imaginábamos. Lo más complicado es conseguir los materiales como el Uranio enriquecido, pero una vez los tienes, construir una bomba no tiene tanto misterio. - Conseguir el material debe ser complicado... - No tanto. El Uranio que se extrae de la naturaleza tiene un 0.7% de U-235, el isótopo cuya fisión produce energía en un reactor nuclear. El resto es U-238. En las plantas de enriquecimiento (actualmente la mayoría por centrifugación) se obtiene Uranio enriquecido al 3.5% en U-235, el porcentaje necesario para su uso como combustible en una central nuclear. El mismo proceso de centrifugación se puede modificar de una forma relativamente fácil para obtener Uranio enriquecido al 90% necesario para construir una bomba. - Pero cuanto Uranio enriquecido necesitas para hacer una bomba? - Unos 20 kilos de un material muy denso, cabría en una maleta. - Y con eso cualquiera puede hacer un arma atómica? - Bueno, hay información clasificada, claro... No es tan sencillo, pero más fácil de lo que el público en general suele pensar. De hecho la tecnología nuclear no es moderna ni sofisticada, tiene más de 50 años. De verdad que hacer bombas de manera clandestina no es algo tan complejo. Es sin duda un riesgo a tener en cuenta. - A ver… tú dices que el Uranio se lleva a unas plantas de enriquecimiento, allí lo convierten en Uranio al 3.5% en U-235, y lo envían a las centrales nucleares. Pero que en las plantas también se podría modificar el proceso de enriquecimiento, transformarlo en U-235 al 90%, y llevárselo a cualquier otro lugar para hacer una bomba. ¿Esto no está controlado? - En teoría sí. Todas las plantas tienen un sistema de contabilidad que registra lo que entra y lo que sale, y reciben inspecciones periódicas, pero los operarios de la planta tienen formas de hacer trampa. - ¿Cómo? - Se podría introducir en la planta más cilindros de Uranio de los que declaras, obtener más producto al 3.5%, esconderlo, y en el momento que te convenga reconfigurar los tubos de las centrifugadoras y enriquecerlo al 90%, entre inspección e inspección. - ¿Tan fácil? - No es fácil pero es posible. La Agencia Internacional de la Energía Atómica cuenta con recursos económicos y tecnológicos bastante limitados para garantizar totalmente que no hay actividades ilícitas. - Pero… ¿donde hay plantas de enriquecimiento ahora? - No en tantos lugares. Fundamentalmente en Europa (el Reino Unido, Alemania, Holanda), Rusia, China, Estados Unidos, Japón, Brasil e Irán. - Claro, y lo que teméis es que si la energía nuclear se expande, y empiezan a crearse nuevas plantas de enriquecimiento por todos sitios, cualquiera pueda hacer una bomba… - Efectivamente - Pero hay países que ya tienen armamento nuclear. - Sí. EEUU, Rusia, el Reino Unido, Francia y China, por ejemplo. - Y lo que pretenden es mantenerlo ellos, pero que nadie más construya de nuevas? - Bueno, en realidad los 5 países con armamento nuclear que forman parte del Tratado de No-Proliferación se han comprometido a tomar todas las medidas necesarias para reducir y eliminar sus arsenales, mientras que los países sin armamento nuclear se comprometieron a no construir armas nucleares y a permitir inspecciones periódicas de todas sus instalaciones para garantizar a la comunidad internacional que su programa nuclear es pacífico. - Ok. Volvamos a la parte técnica. ¿cómo se puede evitar entonces la proliferación? - Se podría hacer con más inspecciones, más recursos y más inversión en equipos de detección, pero la industria se queja. Hay mucho secretismo por motivos comerciales. Además en los países que ya tienen armas (EEUU tiene unas 5000) las inspecciones no son obligatorias. La industria en el resto de los países se queja de ser un sistema injusto. Pero otros creen que estas quejas son injustificadas porque el coste de las inspecciones es mínimo comparado con los costes de capital y operación de estas plantas. - … - La otra posibilidad, que lleva mucho tiempo debatiéndose en lugares como Estados Unidos, Rusia y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (en Viena), es crear una especie de plantas de enriquecimiento internacionales, con gente de todos los países, donde se suministre el combustible de manera centralizada, y ofreciendo garantías de que siempre habrá combustible a la venta para quién y cuándo lo necesite. Es decir, las centrales nucleares no presentan tanto riesgo de proliferación y por tanto se pueden construir sin preocupación en un gran número de lugares. Pero la posible construcción de plantas de enriquecimiento de combustible y de reciclado de residuos en un mayor número de países es un tema mucho más delicado. El problema es que todo el mundo quiere poseer su propio combustible, no depender de nadie, y tenerlo todo en su territorio por si hay un conflicto. - Y esto es lo que ocurre con Irán, no? Dice enriquecer para sus centrales, pero Europa y EEUU y se quejan porque en realidad no se fían… - Sí, lo que ocurre es que una tecnología como el enriquecimiento es potencialmente de doble uso: civil y militar. A Irán le está sirviendo para tener los medios necesarios para un día estar más cerca de producir bombas si quisiesen, y a Irán le interesa que sus vecinos lo sepan. Además, el caso de Irán está provocando un interés creciente por tecnologías nucleares en otros países de Oriente Medio… El problema es aquellas tecnologías como el enriquecimiento y el reprocesado que son de doble uso. - Pero si Estados Unidos tienen 5000 armas… ¿cómo pueden justificar sus peticiones? - Estoy de acuerdo contigo. Los países con armas nucleares se han comprometido a reducir drásticamente los arsenales con el objetivo de desarmarse, y esto ha ocurrido muy lentamente. La nueva administración de Obama ha hablado de un mayor compromiso con sus obligaciones de desarme, y realmente estamos presenciando un momento en que se habla mucho de desarme nuclear. Será muy interesante escuchar el discurso sobre no-proliferación de Obama este domingo. - Tema nucleares sí, nucleares no… tú estás a dos grados de separación de Obama, ya que su asesor científico es John Holdren, que a su vez es el jefe de tu departamento. ¿Cuál es su posición respecto a la energía nuclear? - Para ellos la nuclear es una componente más de un número de fuentes que se deben explotar, además de potenciar la eficiencia energética y el ahorro del consumo. Holdren dijo que lo que más le preocupa de la expansión de la energía nuclear es la seguridad internacional. No quieren que aumente el riesgo global de proliferación de armamento nuclear. Se oponen a una expansión incontrolada. - ¿En Europa preocupa tanto? - Creo que en Europa preocupa algo menos, aunque también hay muchos especialistas en no-proliferación. En Francia el 70-80% de su electricidad es nuclear. El problema en mi opinión es su exportación de tecnologías de reprocesado por el proceso PUREX, algo que los Estados Unidos han decidido prohibir. - ¿Reprocesado? - Sí, extraer Plutonio del combustible utilizado - Me pierdo… - En las centrales nucleares una parte del Uranio original absorbe neutrones y se convierte en Plutonio. - ¿Y todavía es activo? - Sí, de hecho al principio la energía la da el Uranio, pero a medida que va apareciendo Plutonio llega un momento en que ambos contribuyen a la generación de energía. No se produce mucho Plutonio (sólo representa el 1% del combustible usado). Pero el reprocesado por medio del proceso PUREX permite extraer Plutonio puro, un material ideal para construir bombas, posiblemente con mucho menos de 8 kilos. - Qué lío… En el debate sobre las nucleares mucha gente se decanta por el extremo anti o pro… - No es tan sencillo. - ¿Cuál es tu posición? - No podemos prescindir de la nuclear, pero yo sería muy prudente. No estoy de acuerdo con que la ingeniería puede mantener todo bajo control. Es una visión un poco naive. La probabilidad de proliferación, errores y accidentes, aunque pequeña, existe. Una de las ventajas del blog frente a los artículos convencionales es que esta entrevista no termina aquí. Durante unos días Elena se ofrece a contestar preguntas o matizar puntos que no hayan quedado claros. Aprovechémoslo!

Ayuditas "inocentes" a tu terapia convencional

Por: | 04 de abril de 2009

Hace un par de meses en el post “Acupuntura: ¿tienes alma de escéptico, médico o científico?” vimos que si divides a pacientes con dolor de espalda en tres grupos y a uno le practicas acupuntura, a otro le pinchas a poca profundidad en lugares no activos simulando que estás tratándole con acupuntura real, y al otro le das el mejor medicamento disponible para este tipo específico de dolor lumbar crónico, los dos grupos que reciben acupuntura, tanto la falsa como la real, mejoran por igual y por encima del tratamiento farmacológico. La conclusión del estudio fue que la acupuntura sí funciona, pero no por la precisión en los pinchazos, ni por el mecanismo descrito por la medicina tradicional china, sino posiblemente por el contexto que la envuelve y la poderosa sugestión que puede generar. O por algo que todavía se nos escapa, y vale mucho la pena investigar. A continuación preguntamos a los lectores del blog: “en tal caso, aun suponiendo que los meridianos y el equilibrio del yin-yang fueran un cuento chino, ¿tu la recomendarías igualmente como terapia?”. Diría que la mayoría de comentarios se decantaron por la opción pragmática del “Sí; el los casos que funcione mejor que otras terapias, aunque no sepamos muy bien cómo actúe, yo lo que quiero es curar (si soy un doctor) o que me quiten el dolor de espalda (si soy un paciente)”. Lo mismo opinamos hace unos meses en este otro post , donde vimos que la mitad de los reumatólogos y especialistas en medicina interna encuestados en EEUU engañaban a sus pacientes dándoles placebo cuando no tenían nada mejor que ofrecerles. Su justificación era idéntica: “nuestro objetivo es mejorar la salud del enfermo, y sabemos que la sugestión de creer que algo te ayuda – aunque sea inexistente- tiene efectos fisiológicos positivos”. Cuando preguntamos “¿os parece correcto que un médico os engañe por vuestro bien?”, los comentarios se decantaron por la opinión “sí, yo lo que quiero es curarme. El placebo puede ser considerado una terapia” El estudio de la acupuntura fue presentado durante una charla sobre el efecto placebo a la que asistí en los Institutos Nacionales de Salud de EEUU. No os conté otra investigación muy curiosa que citaron: Según el calendario astrológico chino los nacidos en un año determinado nacen con –entre muchos otros condicionantes- más predisposición a sufrir problemas específicos de riñón, o de corazón, o de hígado… en 1993 unos investigadores analizaron las causas de mortalidad de más de 28.000 chinos-americanos creyentes en la tradición astrológica, y comprobaron que tal correlación se cumplía. Fue un estudio controvertido, pero el autor de la charla aseguró que se ha confirmado en repetidas ocasiones. Descartado por ilógico el supuesto de que nacer en el año del tigre o del cerdo influya de alguna manera en la organización de tus células renales, de nuevo parece que tener creencias fuertes puede influir positiva o negativamente en tu salud. Unamos este último estudio con los dos anteriores, y ricemos un poco el rizo. ¿Cuál es el recurso sobrenatural que más ha sido utilizado en la historia para intentar recobrar la salud? Rezar. O cualquier otro rito en que se le pida a un ser superior que ayude a ti o a los tuyos. Diría que bastantes personas religiosas han pedido en algún momento de sus vidas que su Dios preferido interfiera a distancia en las reacciones bioquímicas de sus cuerpos, o les de fuerzas milagrosas para superar la enfermedad. No pretendo, en absoluto, burlarme de esta opción personal tan lícita. Utilizo estos términos demasiado sarcásticos para exponer que por muy irracional que pueda parecer… ¡funciona! Los científicos han demostrado que tener fe en que un ser supremo escucha tus plegarias y está dispuesto a ayudarte puede mejorar la recuperación de una enfermedad. Quién sabe los mecanismos por los que esto ocurre... La hipótesis de que tal Ente superior exista y se apiade de ti no es contemplada por la ciencia, pero sí se propone que la sugestión puede activar algunas áreas cerebrales, o liberar cierto tipo de moléculas en mayor cantidad, o regular la expresión génica, o potenciar el sistema inmunológico… Es obvio que llevar una vida religiosa conlleva otros factores no espirituales que harán que las monjas vivan más que la media de ateos, pero no es sólo eso. Hay realmente algo más, porque como explica este muy buen artículo del TIME magazine , el efecto protector observado en varios estudios es innegable. Retomemos de una vez los ejemplos iniciales del post, y seamos un pelín provocadores: ¿podría entonces la fe estar justificada como una aplicación médica? Recuerdo aquí las conclusiones que una parte sustancial de lectores de este blog hicieron en los posts anteriores: “lo importante no es que sea un engaño o no, sino que funcione”; “no me importa que el médico me recete un placebo si lo hace por mi bien, y aunque inexistente, me ayude”. ¿Aplicaríais la misma lógica en el caso de la religión? Imaginaros que sois un médico y tenéis un paciente muy creyente. ¿potenciaríais su fe sabiendo que eso le puede ayudar? ¿La sugeriríais que rezara como parte de la terapia? Dicho debate apareció también en el TIME magazine hace unas semanas. Como en el post de acupuntura, había tres posiciones muy bien definidas. El Dr. Richard Sloan era el escéptico que opinaba “los médicos no deben involucrarse de ninguna manera en asuntos espirituales“. George Handzo era un sacerdote –muy elocuente científicamente y nada dogmático- que sugería “ambas, ciencia y religión, son útiles, y sí podría resultar beneficioso integrar la fe en al práctica de la medicina“. Luego estaba el psiquiatra Andrew Newberg , interesadísimo en comprender qué diablos ocurre en el cerebro de las personas religiosas “Yo quiero hacer escáneres cerebrales de gente que está sintiendo a Dios, y saber interpretar cuidadosamente qué está pasando”. Traslado este debate al blog, en un sentido amplio ¿hasta qué punto debemos potenciar o inhibir las creencias sobrenaturales que uno tenga? No olvidemos los efectos secundarios…

El País

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