Apuntes científicos desde el MIT

Apuntes científicos desde el MIT

Este Blog empezó gracias a una beca para periodistas científicos en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Boston, donde pasé un año aprendiendo ciencia con el objetivo de contarla después. Ahora continúa desde Nueva York buscando reflexiones científicas en otras instituciones, laboratorios, conferencias, y conversando con cualquier investigador que se preste a compartir su conocimiento.

Los recuerdos viajan de un lado a otro de tu cerebro

Por: | 18 de septiembre de 2009

Nuestro neurocientífico del MIT Miquel Bosch nos brinda un excelentísimo repaso de las investigaciones realizadas con el inolvidable amnésico H.M, y explica dónde vuestro cerebro está grabando esta lectura, a qué región la trasladará dentro de unas horas, y en qué otras neuronas terminará alojada sólo en el caso de haberos gustado.

La ruta de la memoria, por Miquel Bosch

Henry G. Molaison murió el pasado 2 de diciembre de 2008 a la edad de 82 años. No exagero en absoluto si digo que ha sido el paciente más famoso de la historia de la neurología. Era mundialmente conocido por todos los investigadores, médicos y estudiantes de neurociencias, no por su nombre real, que permanecía en secreto, sino por las iniciales H.M. El “accidentado” intento de curarle su epilepsia lo convirtió sin querer en el protagonista de uno de los descubrimientos más revolucionarios de la neurociencia.

Un amnésico inolvidable

La historia de H.M. comienza en Hartford, Connecticut, cuando fue arrollado por una bicicleta a la edad de 9 años. Empezaron entonces sus primeros ataques epilépticos, que empeoraron durante los siguientes 20 años hasta el punto de impedirle trabajar y llevar una vida normal. Un neurocirujano decidió probar un tratamiento experimental un tanto drástico: extirpar por completo el foco de la epilepsia. De esta forma, en 1953, H.M. despertó de la operación sin una parte de sus lóbulos temporales mediales, que albergaba una pequeña región llamada hipocampo. Los ataques epilépticos desaparecieron casi por completo, pero a un precio altísimo. A partir de ese momento no podía formar nuevos recuerdos. Lo olvidaba todo en pocos segundos. Se acordaba perfectamente de todo lo ocurrido antes de la operación: su infancia durante los difíciles años que siguieron al crack de 1929, la segunda guerra mundial, su trabajo reparando motores... Sin embargo, no era capaz de recordar nada de lo ocurrido después. Conservaba unas excelentes capacidades intelectuales (con un cociente de inteligencia superior a la media) y un gran sentido del humor. Podía mantener una conversación y recordar un número de 8 dígitos durante unos 30 segundos. Pero si algo le distraía su atención, no sólo no recordaba el número, sino que no conocía a la persona que tenía delante ni entendía porqué le estaba pidiendo que recitara 8 dígitos. Es decir, tenía una excelente memoria a corto plazo y una buena memoria a largo plazo. Lo que no podía hacer es convertir la una en la otra. Una perfecta representación de su caso es el protagonista de la película “Memento”.

Suzanne Corkin, profesora del MIT, es una de las personas que mejor conocía a H.M. Fue el objeto de su tesis doctoral y estuvo 46 años entrevistándolo continuamente. No obstante, tenía que presentarse a H.M. cada vez que lo visitaba. Para H.M. el mundo paró de girar en 1953. Su tiempo se congeló el día de su operación. Aunque leía cada día los periódicos y veía la televisión, no sabía quienes eran los Bush, ni los Clinton. Su presidente seguía siendo Eisenhower.

La recuerdos viajan por tu cerebro

H.M. nos enseñó, muy a su pesar, que el hipocampo es esencial para consolidar los recuerdos a largo plazo. La memoria sigue siendo, a día de hoy, un misterio con innumerables cabos sueltos, pero desde H.M. sabemos varias cosas con certeza: 1) La memoria es un fenómeno independiente de otras capacidades mentales, como la consciencia o la percepción sensorial. 2) Hay muchas clases de memoria, por ejemplo, la de corto y la de largo plazo (hay más). 3) Cada una se almacena en lugares diferentes del cerebro.

Hoy sabemos que los recuerdos viajan constantemente por el cerebro. Fluyen de una región a otra, pero siempre en la misma dirección. Todos reconoceréis este famoso cuadro de Dalí (¿Cuál es su título?). La primera vez que lo visteis, sus colores, sus formas y texturas, saltaron de vuestra retina a la corteza visual (en la nuca), y de allí se extendieron al resto de vuestra corteza donde se mantuvieron unos segundos flotando codificadas en forma de una nube de fogonazos eléctricos.

En los siguientes minutos toda esa información, aún frágil y volátil, inundó el hipocampo, donde empezó el proceso de “grabación en soporte físico”, es decir, la modificación de las conexiones neuronales. Sin hipocampo, la nube eléctrica no tiene lugar donde reposar y se disipa como el humo de un cigarrillo a la menor distracción. Pero ahí no acaba la travesía de la memoria. En los siguientes días, y sin que os dierais cuenta, el cuadro de Dalí fue poco a poco viajando de vuelta a la corteza cerebral, pero esta vez alterando los circuitos neuronales para almacenarse de forma indefinida. Se sospecha que esta transferencia final del hipocampo a la corteza tiene lugar mientras dormimos (esto dará para otro post).

Aprendizaje inconsciente

Durante años se pensó que H.M. era incapaz de consolidar nuevos recuerdos, pero en 1962 un nuevo experimento volvió a sacudir a la comunidad neurocientífica.

Le pidieron que trazara los contornos de una estrella viendo su mano reflejada en un espejo. Si lo probáis (aquí) veréis que al principio no es nada fácil. Sorprendentemente H.M. aprendió a hacerlo con soltura a fuerza de repetirlo muchas veces, como le sucede a todo el mundo. Pero para él, cada vez que lo probaba era como si fuera la primera vez. “Anda, pero si es más fácil de lo que me esperaba”, exclamó al cabo de unos días.

Así es como se descubrieron los dos tipos básicos de memoria: 1) la explícita, que nos permite recordar datos, imágenes, números de teléfono, cuál es la capital de Japón, etc. y 2) la implícita, que nos permite ir en bici o tocar el piano, y que adquirimos de forma repetitiva e inconsciente. La primera está controlada por el hipocampo y es la que H.M. había perdido. La segunda reside en otras zonas, como el cerebelo o los ganglios basales, y por eso H.M. la mantenía intacta.

El último viaje de H.M: de Boston a la inmortalidad

H.M. murió a las a las 5:05 de la tarde. En ese mismo instante un comité creado especialmente para ese día se puso a trabajar sin perder un segundo. La Dra. Corkin no tuvo tiempo de entristecerse por la muerte de su viejo amigo hasta la mañana siguiente: se pasaron toda la noche en el Hospital General de Massachussets, en Boston, escaneando la cabeza de H.M. por resonancia magnética.

Jacopo Annese, que llegó de madrugada desde San Diego, era el elegido para llevar a cabo el proceso de conservación del cerebro. Aunque es uno de los mayores expertos del mundo, admitió estar sudando a borbotones mientras le extraía el cerebro. Después de todo, era el cerebro más famoso de la historia de la neurociencia (más que el de Einstein, del que ya hablaremos otro día). Annese voló de vuelta a San Diego con el cerebro crioprotegido de H.M a su lado, en asiento de “ventanilla”. Ahora su misión es crear un atlas digital de alta resolución, que será de acceso público para que todo aquel que quiera pasearse por los núcleos cerebrales del famoso amnésico, con la misma tecnología desarrollada para Google Maps (próximamente en thebrainobservatory.ecsd.edu).

En estos momentos el cerebro de H.M. se encuentra cortado en unas 2600 finas lonchas, y está siendo fotografiado en detalle (a 40000 imágenes por loncha). La cadena de TV americana PBS ha realizado un documental (en el que tuve la suerte de colaborar) sobre H.M. y el procesamiento de su cerebro. Annese tiene la intención de crear otros atlas de cerebros afectados por diferentes enfermedades (Alzheimer, Parkinson…), así como de cerebros sanos (que son los más difíciles de obtener). El que quiera donar su cerebro para la posteridad aún está a tiempo de salir en la foto.

Miquel Bosch

Hay 41 Comentarios

interesante !! habia leido acerca de el pero nunca se comparo con esto .

a mí me encantaría que conservaran y escanearan mi cerebro como hicieron con HM y por supuesto que lo donaría para la ciencia

Vaya, y yo sin saberlo lo de Golgi y Cajal. Gracias por tu sapiencia. Tú sí que sabes.

Perdón Gracias al scanner Tampoco se me debe citar a Golgi que fue el que descubrió las tinciones argenticas y recibió el premio Nobel junto con Cajal. Gracias y saludos a todos.

Pues gracias a esos cortes tan finísimos de micras de espesor, desde los tiempos de Ramón y Cajal, se estudió el cerebro macroscópicamente, describiendo estructuras como el núcleo accumbens, la amígdala, el hipocampo, los núcleos frontales, mediales y dorso mediales del tálamo y del hipotálamo, así como la hipófisis, el cuerpo calloso, dicho así a bote pronto para no alargar el tema y hacerlo más ameno, después con las tinciones argenticas perfeccionadas de Cajal, se vislumbraron las neuronas : piramidales y hoy las interneuronas con las técnicas más modernas y que la investigadora Dra Vicky nos deleitó en otro post; garacias a al sacnner, tomografía axial de positrones, RFMI y demás; con las primeras técnicas se estudiaba el cerebro post-morten y con las actuales, se hacen estudios in vivo y se ven las áreas del cerebro que se activan y las que permanecen inactivas. Gracias a esto se han conseguido los adelantos que hasta no hace mucho, no se podían conocer las causas de las diferentes patologías, que hoy poco a poco se van desentrañando y pronto con los test genéticos y herramientas y técnicas de la biología molecular, como cultivos celulares y estudios con células madres, para poder identificar y en su caso regenerar, tejidos dañados por: traumatismos, diversas patologías y trastornos de origen genéticos.

Miquel, querido, no sé qué te hace pensar que vamos a gozar visionando en directo el proceso de chopped del cerebro de ese cadáver en finas lonchas que conservan toda su textura y su sabor. Nos encantará saber qué encontrarán en sus sutiles arborescencias los investigadores, pero por favor, ahórranos la casquería. Con pasión, A.

Este será un proceso extremadamente delicado. Lo que se habría hecho normalmente en casos similares es fraccionar primero el cerebro en varios pedazos cúbicos. Serían estos pedazos, más pequeños y manejables, los que se seccionarían en finísimas lonchas con un micrótomo o criostato. En este caso, sin embargo, se ha decidido seccionar el cerebro entero, sin fraccionar antes, y recoger secciones que serán muy delicadas, como servilletas de un palmo de ancho, pero ultrafinas (70 milésimas de milímetro de espesor). Los que alguna vez hemos cortado cerebros más pequeños (por ejemplo de rata o ratón, del grosor de un dedo meñique) nos podemos imaginar perfectamente la complejidad del evento y la sudoración del que lo va a llevar a cabo (probablemente el propio Jacopo Annese). Que tenga suerte. Link alternativo: http://thebrainobservatory.ucsd.edu/

Hola a todos. Os hago una actualización de última hora sobre el estado del cerebro del paciente H.M. En realidad aún no estaba cortado. Dentro de unas 12 horas (a partir de ahora) empieza la denominada Fase 2: seccionar el cerebro entero en lonchas de unas 70 micras (una milésima de milímetro) de espesor cada una. Se va a retransmitir todo el proceso en vivo y en directo a través de esta dirección: http://thebrainobservatory.ucsd.edu/hm_live.php

Muchas gracias Ignacio por tus palabras en este blog, muchas gracias le mando a Miquel por sus palabras en el mío, Supongo si algo es esta cosa tremenda de Internet es un gran número de inteligencias y voluntades individuales poniendo en común información y conocimientos que generen sinergias, valor añadido en un país, en una cultura o en otra sola persona. Me gusta que haya gente como Pere y Miquel que hablan de lo que les emociona con gente a quien le emociona lo mismo, en este caso, de neurociencias y con el añadido romántico de que lo hagan con un océano por medio. Y que haya gente, como todos los que merodean, merodeamos ciencias y humanismo en este blog, que apreciemos su gran labor y que si también podemos aportarles algo, propio o ajeno, lo hagamos. De eso se trata, de gente que aporta o gente que no. Como en todo, no? Saludos a todos.

¿Dónde hay que ir para donar el cerebro? No sé si sano sano está pero hasta ahora no he tenido que reparalo ;)

Luis (vidaytiemposdeljuezroybean), debo agradecerte personalmente tu recomendación del documental "El hombre con siete segundos de memoria", que acabo de ver a través de tu estupendo blog, y me ha estremecido y emocionado. Es un documento impresionante. Brutal. Una de las cosas que más llaman la atención es la extraordinaria inteligencia, lucidez y conciencia de su enfermedad que demuestra en muchas ocasiones, a pesar de su amnesia extrema. La ironía, el humor, la profundidad de sus reflexiones sobre la conciencia y la falta de conciencia. Parece como si, pese a no recordar, recordara que no recuerda, y que antes sí recordaba. No recuerda a su mujer, pero la ama, y el amor de ella hacia él se basa exclusivamente en la memoria. Parece entreverse una evolución, desde esa rebeldía furibunda de los primeros años de enfermedad (como cuando no reconoce lo que ha escrito en su diario) a una especie de sabia y tranquila resignación en el presente documental, cuando habla sobre el tiempo y la muerte, y la falta de conciencia. Parece como si hubiera aprendido algo de su constante fracaso en recordar lo que supuestamente debería recordar, y es en una actitud de cierta aceptación, dejar de rebelarse. Luego, hay detalles curiosos, como el hecho de que recordara números del pasado y también preservara el recuerdo de la música. Hace pensar si la música y los números guardan una sutil relación en el cerebro. En fin, el documental me ha dejado K.O. Absolutamente recomendable a los lectores de este blog!!! Link: dos comentarios más arriba.

Al anterior: Las sacudidas espasmódicas de Clive W, ¿no son los signos físicos de una incapacidad para controlar sus emociones? En general, aquí se ha hablado de HM. No puede correlacionarse ambos casos porque son distintos. Muy buen post, Miquel!!

Saludo a Pere y a todo el deslumbrante foro de este blog. He utilizado esta entrada para un post sobre la memoria en mi blog en el que hablo también de ese otro caso extremo de amnesia extrema por pérdida del hipocampo que apuntaba alguien en este foro, el de Clive Wearing y he colgado el documental "El hombre con siete segundos de memoria" por si a alguien le interesa verlo. Viendo este documental, desde luego a mí me parece que Clive Wearing no ha perdido la capacidad de emocionarse (o algo parecido) y si no, no hay más que oírle hablar con su mujer o de la angustia que le supone darse cuenta de su situación (hasta que algo le hace olvidarlo, claro) "Estar inconsciente no es agradable. Puedes imaginarte lo que es tener una sola noche en veinte años? Sin sueños. Como la muerte, así ha sido. Sin diferencia entre la noche y el día, sin pensamientos. En ese sentido ha sido completamente indoloro. Algo que no es deseable, porque es precisamente como la muerte." En fin, si alguien no lo ha visto, se lo recomiendo. Es mi pequeña aportación a este blog y este foro impagables pues coincido con I.Gª-Valiño. cuando habla del enorme lujo que supone poder tener estos intercambios de información y pareceres con gente como Pere y Miquel, sin desmerecer a gente que como él mismo vierten sus experiencias y conocimientos en sus comentarios. A todos gracias y saludos. http://vidaytiemposdeljuezroybean.blogspot.com/2009/09/vocabulario-fundamental-memoria-v-la.html

Que interesante esta entrada, habré visto la película de memento tres o cuatro veces, una de mis películas favoritas, pero nunca llegué a imaginar que lo que le ocurre al protagonista pudiese ocurrir en la realidad, Me encanta leer tu blog cada día que lo leo me quedo maravillado por lo mucho que se puede aprender de una manera tan entretenida, ojalá mis clases fuesen tan interesantes...

Hoy he estado hablando con una madre que adoptó un niño con tres años de un orfanato chungo, su familia adoptiva, muy unida, le ha dado afecto, protección, educación, seguridad, un ambiente tranquilo, un colegio privado y muchísimo diálogo e infinita paciencia. Con 10 años fue diagnosticado de Trastorno Disocial en una Unidad de Salud Mental infanto-juvenil, de inicio en al infancia (que es el subtipo peor). Este trastorno se caracteriza por agresividad incontrolada. Con 13 años, por sus delitos, ingresó en un centro de proteccion de menores con trastornos graves de conducta. Toda lucha ha sido hasta ahora inútil: el aprendizaje en esos tres primeros años de vida ha dejado en el niño una huella indeleble, lo ha marcado a fuego. Y parece increíble que este aprendizaje haya sido tan reluctante a otros posteriores, tan determinante en el futuro desarrollo. Ha sido como una lucha terrible y estéril de los padres, aunque aún no han tirado la toalla. Sí, lo sé, estos aprendizajes tempranos y traumáticos (los de una criatura abandonada) van a parar al cerebro emocional, amígdala, hipocampo, y otras estructuras límbicas. El idioma (alemán va a las áreas de Broca y Wernike, neocórtex. De todas formas, sigo empecinado en que las experiencias, verbales o de cualquier tipo, no se borran ni se podan tan fácilmente. Se modifican tal vez las redes de acceso, los recuerdos se cambian por el recuerdo de los recuerdos, pero algo siempre queda. Creo.

Gracias, Miquel, por tu respuesta. Sigo conjeturando: [...] "cuando se le comunicó a HM la muerte de su tío reaccionó con tristeza, pero lo olvidó al cabo de unos segundos, como todo. A los pocos días volvía a preguntar por su tío". HM debía tener la rememoración de su tío, no la de su muerte. No parece que consolidó el recuerdo verbal, o sea, el conocimiento declarativo (hipocampo-corteza), el cual se puede almacenar en forma de proposiciones. Es una suposición. Esperemos las conclusiones de la Dra. Corkin. Si tienes la oportunidad de preguntárselo directamente, mejor que mejor. Ignacio, Creo que cinco años es una edad lo bastante temprana para poder olvidar muchos recuerdos debido a la "poda neuronal" posterior. Nadie recuerda los acontecimientos de cuando tenía tres años o menos. ¿Puede llegar a los cinco por distintos motivos emocionales, como parece el caso? No lo sé. Mantennos informados de tus pesquisas. Saludos

Buenísimo, me has enseñado muchas cosas, la más personal es que mi memoria es mayormente implícita y eso explica muchas cosas, desde mi fracaso escolar hasta mi éxito en el método empírico, pasando por toda esa gente que no caso con sus nombres :)

Muchas gracias, Miquel. Es un lujazo increíble poder tener intercambios a alto nivel con gente del MIT. Supone un estímulo enorme para vuestros lectores, y una provocación a la inteligencia. Comparto tus apreciaciones sobre el caso de la "ex alemana". Yo también barajo lo del “borrado de datos” por emoción negativa. Los niños –lo sé porque trabajo como psicólogo/psicopedagogo de Equipos de Orientación en escuelas- tienen una sorprendente capacidad para mover fuera de campo, de forma selectiva, todo aquello que les es doloroso o perturbador. Es una especie de “mecanismo de defensa”. Los críos son artistas de la evasión, para ello recurren a fantasías, juego simbólico, olvido selectivo para disfrutar de lo bueno y pasar de lo malo. Creo que esto se corresponde con la neuroplasticidad de la que hablas. La “resiliencia” es fruto de la neuroplasticidad, por ejemplo. No obstante, esta hipótesis tiene el inconveniente de presumir que la información se puede borrar completamente de la memoria, en vez de pasar a una especie de archivo oculto o “papelera de reciclaje”, por utilizar un símil simpático. ¿Cómo se borra un recuerdo? ¿Cómo se borra todo un idioma? ¡Es muchísima información, no sólo lingüística, sino también vivencial! Es toda una estructura lingüística. Yo sigo intrigado con el caso de la ex alemana. Es una excelente maestra de escuela, tiene buena memoria y se ha mostrado colaboradora a dejarme indagar en su caso. Empezaré verificando que que no recuerda ni papa de alemán. Tal vez consiga activarle algún recuerdo con un “listening” básico para críos…. Utilizaré mis truquillos de psicopedagogo y la vieja técnica de “tirarle de la lengua”, menos fiable que el PET, pero… ¡tampoco desdeñable! Quiero asegurarme de que realmente ha desaparecido toda esa información de su memoria, y no sólo "desleída" o "semiborrada". Si realmente ha desaparecido, implicaría una dificultad de aprendizaje equivalente a la de quien nunca estuvo en contacto con este idioma, así como una carencia de sensación de familiaridad con los fonemas. Aún tengo pequeñas cuestiones que aclarar. En fin, prometo manteneros informados de mis “pesquisas”. Seguro que los resultados no saldrán publicados en Nature, pero este foro no lo desmerece en absoluto. Un foro que para mí es algo así como un milagro tecnológico, impensable hace 4 ó 5 años, y que aún me cuesta creer que sea posible esta conexión desde mi casa. De nuevo, gracias.

No me atrevo a comentar el caso que propone nuestro entrañable amigo Federico Canalejo. Eso os lo dejo a los médicos. Me parece interesante lo que IGValiño comenta sobre la memoria procedimental (o implícita, o no-declarativa). Seguramente es más antigua, evolutivamente hablando, anterior a la aparición de la corteza. Por eso se me antoja más fácil de llegar un día a ser descrita en detalle a nivel de circuitos y neuronas. O sea, que la llegaremos a entender más rápidamente que la memoria declarativa hipocampo-corteza-dependiente. Ya veremos. También son interesantes los casos clínicos que comentáis, sobretodo el de la ex-alemana que IGV nos explica. Reconozco que es curioso, aunque puede que no me sorprenda del todo. A los 5 años el cerebro es aún altamente plástico, capaz de aprender muchísimo. Y de olvidar también. Las zonas donde se almacenan los idiomas son corticales (Broca, Wernicke, etc) y diferentes de las puramente motoras, como las que controlan lo de ir en bici. Puede que si se sintiera discriminada por hablar alemán, su cerebro asociara fuertemente esa información con una emoción negativa y por tanto se reforzara el proceso de borrado. Como cuando olvidamos selectivamente los malos momentos de la vida. Defensas del cerebro, supongo. Personalmente creo que, si no se acuerda del alemán, ni intentando buscar asociaciones con imágenes, sonidos, olores (importante), relacionándolo con lo que pueda de su infancia...etc, si no le sale de forma consciente, es que la información ya no está. No creo que sea mejor buscarla de forma inconsciente (sueños, hipnosis, etc). Puede que me equivoque, porque no se como está actualmente la investigación sobre las regresiones a la infancia y esas cosas (el problema es que algunos van más lejos, y regresan a vidas pasadas, con la que la credibilidad se cae por los suelos). Saludos!

Hola a todos, José Manuel hacía la conjetura que HM no tendría la capacidad de emocionarse después de su operación. Es posible que tengas razón. HM debía tener también cierta incapacidad de emocionarse, aunque no he leído evidencias de ello. La Dra. Corkin tiene intención de publicar la biografía de HM a finales de este año y a lo mejor hace alguna referencia a la parte emocional de HM. Si me la encuentro por los pasillos se lo pregunto. No se sabe con exactitud el origen cerebral de las emociones. De hecho hay muchas teorías sobre si prevalece el sistema límbico (incluido el hipocampo) o la corteza (como la prefrontal). Seguramente cada emoción es diferente. Sí se sabe que la amígdala está muy implicada en las emociones y sobretodo en el control emocional de la memoria. A HM también le fue extirpada la amígdala, con lo que debería tener anulada ciertas respuestas emocionales, como el aprendizaje por miedo. Pero el nucleo accumbens también está relacionado con emociones como el placer, el miedo, etc, y eso HM lo mantenía intacto. Sólo he leído una referencia en la que se decía que cuando se le comunicó a HM la muerte de su tío reaccionó con tristeza, pero lo olvidó al cabo de unos segundos, como todo. A los pocos días volvía a preguntar por su tío. Un saludo

Quiero contaros una curiosa historia real. El otro día una mujer me contó que vivió en Alemania hasta los cinco años, edad a la que emigró a España, donde ha vivido el resto de su vida. A los cinco años era bilingüe perfecta, pero en España, allá por mediados de los 60, sintió que el idioma alemán la hacía objeto de discriminación, y decidió abandonarlo del todo. Además, en su casa se hablaba sólo el castellano. En fin, que desde los 5 años, nunca más volvió a practicar el alemán. Ahora tiene 48 años y asegura que no recuerda una sola palabra de alemán. Me comenta: "hace 20 años probé a recibir algunas clases, por si aún quedara algún resquicio en mi memoria, pero lo había olvidado por completo y desistí". Y yo me pregunto, ¿es posible que toda esa información haya desaparecido físicamente de sus redes de memoria, que no quede ni una mínima huella? ¿O acaso lo que ocurre es que ya no puede acceder a ella, recuperar ese "archivo oculto", porque es demasiado antiguo (como si dijéramos, un archivo de MS2 en un ordenador configurado para Windows)?? Y si realmente esa información existe aún, ¿cómo podría accederse a ella? ¿Por hipnosis? ¿Por sueño? Yo no creo en la hipnosis, pero sí en que durante el sueño podemos escuchar y entender, y reaccionar selectivamente a los mensajes. ¿Se podría diseñar algún experimento para comprobar si ella sabe algo de alemán, aunque no sea consciente? Por ejemplo, hablarle en sueños en alemán de forma que pueda verificarse si responde de alguna forma al mensaje, o a través de mensajes subliminales en alemán, no sé, estoy divagando, pero creo que se entiende mi pregunta. Realmente, siento bastante curiosidad por este asunto y agradecería que, si alguien entiende de este asunto (Miquel, Vicky, please) me dé su opinión, aunque se base en una simple hipótesis. Gracias.

Otro dato, su desarrollo sicomotriz, afectó a su memoria de corto y largo plazo, no así la de medio plazo. A partir del desarrollo de la pubertad, tuvo un desarrollo espectacular su estado intelectual mejoró en todos los niveles, su memoria en general y hasta su visión mejoró, pues en su primera y segunda infancia, era deficitaria y sus niveles de concentración se acentuaron para mejor. Su bachillerato elemental fue desastroso, a partir de los 15 o 16 años, mejoró con notas de sobresaliente. Hasta otra

Correcto, Temístocles. No obstante, la clínica del Korksakov y la de lesión de hipocampo es muy parecida, en su manifestación sintomática. Por eso traía al caso. Mi reflexión va sobre las redes de la memoria procedimental, que juzgo muy complejas y enigmáticas. Ahora, cuando mi crío de 2 años hace un puzzle que ya intentó antes, sé que no sólo trabaja el razonamiento espacial, sino que se apoya en la memoria procedimental de forma inconsciente. Es una memoria muy vaga porque yo creo que no somos conscientes de cuándo la estamos utilizando. No somos conscientes de la cantidad de información que guardamos, por ejemplo, de cualquier tarea perceptivo-manipulativa que dejamos a medias, o que no supimos resolver con éxito. Damos por hecho que no hemos aprendido nada de ese intento fallido, y en realidad hemos aprendido multitud de vías inconducentes, que ya no probamos en un segundo intento. Muchas veces decimos que hemos resuelto algo por "instinto", pero en realidad nos servimos de esta memoria fantasmal. Otro rasgo insólito de esta memoria es la cantidad de información implícita que consume o es capaz de almcenar. ¿Cuántos megabytes necesita un robot para aprender a coger una simple cuchara? Muchísima, pero mucha menos que para aprender a ir en bici sin ruedines, algo que un crío hace en uno o dos días.

Excelente tu trabajo en este blog, y ponerlo al acceso de tod@s me parece una conquista invalorable de esta era digital.... El tema del Sr H.M. es apasionante, quiero encontrar ese documental algun día! Te mando un fuerte abrazo desde Rosario/Santa Fe/Argentina, y mis felicitaciones por tu trabajo!!

¡ Chapeau !

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Sobre el autor

Pere Estupinya

. Soy químico, bioquímico, y un omnívoro de la ciencia, que ya lleva cierto tiempo contándola como excusa para poder aprenderla.
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