Apuntes científicos desde el MIT

Apuntes científicos desde el MIT

Este Blog empezó gracias a una beca para periodistas científicos en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Boston, donde pasé un año aprendiendo ciencia con el objetivo de contarla después. Ahora continúa desde Nueva York buscando reflexiones científicas en otras instituciones, laboratorios, conferencias, y conversando con cualquier investigador que se preste a compartir su conocimiento.

Soy clitoriano

Por: | 12 de octubre de 2011

“Esto es un orgasmo!”, me dice el neurocientífico Barry Komisaruk señalando la pantalla de su ordenador en la Rutgers University de New Jersey.

Barry lleva años escaneando cerebros de mujeres mientras se estimulan sexualmente con el tronco y cabeza inmovilizados bajo el fMRI. En su último estudio, publicado la semana pasada en el Journal of Sexual Medicine, comprobó que las zonas del cortex sensorial que se activan durante la estimulación clitoriana, vaginal y cervical (ineptos! No me refiero a la nuca sino la parte más profunda de la vagina que está en contacto con el útero) es diferente (os ha impactado lo de “cervical” eh… sé lo que os estáis preguntando con gotita de sudor cayendo por la frente… ) es diferente en las tres áreas.

Y no sólo eso; cuando a las mujeres que participaron en el estudio se les pidió estimular sus pezones, se observó que además de las áreas de la corteza sensorial correspondientes al tórax también se activaban las de los genitales. Según Barry esto es consistente con los casos de mujeres teniendo orgasmos con simple estimulación del pezón, y corrobora también que el cerebro experimenta de manera diferente un orgasmo por excitación predominantemente clitoriana, vaginal o cervical.

Esto último tiene su controversia científica. Le expliqué a Barry el caso de otro investigador en fisiología del sexo que en su momento me había defendido que eso del orgasmo vaginal no existía; que en realidad todos eran clitorianos porque lo que se consigue con la penetración no es más que estimular la parte interna del clítoris.

Barry respondió que efectivamente era cierto, pero que había un matiz muy importante: los nervios que mandan señales al cerebro procedentes de la parte exterior del clítoris, de la pared frontal de la vagina, y del cérvix son diferentes. Y la prueba más palpable son los estudios que él mismo había realizado con mujeres paralizadas por lesión de espina dorsal. Esas mujeres no notaban sensación física alguna ni en piernas, caderas, abdomen o clítoris, pero sí en la parte más interior de la vagina. En sus experimentos algunas incluso alcanzaban el orgasmo. Eso se convirtió en uno de los principales descubrimientos en la carrera de Barry Komisaruk: El nervio vago (que conecta el cerebro con diferentes órganos internos sin pasar por la columna vertebral), alcanzaba también la parte más interna de la vagina y estaba involucrado en la estimulación sexual.

En resumen, el pudental nerve es el que transmite la información desde el clítoris y pene hacia el cerebro. Según Barry Komisaruk, el orgasmo masculino y el femenino por excitación de clítoris deben ser muy parecidos. Además de involucrar los mismos nervios, los mismos circuitos de dopamina, segregar oxitocina, activar el sistema autónomo simpático… en su libro “La ciencia del Orgasmo” Barry cita un estudio donde se pidió a hombres y mujeres describir sus orgasmos, para ver si unos jueces eran capaces de clasificarlos son sólo la descripción. No lo consiguieron.

Pero más allá del clítoris la cosa se complica (por suerte para vosotras). Desde el interior de la vagina otro nervio, el pélvico, también transmite información al cerebro. Y los nervios vago e hipogástrico hacen lo propio desde el cuello uterino o cérvix. En encuestas, las mujeres describen los orgasmos donde se estimulan varias áreas a la vez como más intensos y complejos.

Aquí tú no llegas. (No me refiero a tamaño y habilidades hombretón). Quiero decir que tú no puedes disfrutar de esta diversidad de orgasmos que tienen las mujeres por –entre otras cosas- estimulación de diferentes nervios. Bueno… depende! Quizás sí tienes una manera de alcanzar el nervio vago e hipogástrico aprovechando su enervación en la próstata… pero eso depende de la combinación de curiosidad y atrevimiento de cada uno… ;)

Ordenaremos estas ideas y continuaremos hablando de ciencia y sexo con el interesantísimo y simpatiquísimo Barry. Repetiré visita. Todavía nos tiene que explicar sus curiosísimos experimentos relacionando placer y dolor, o el poder analgésico de la estimulación vaginal (aun y sin placer; sólo por contacto). Entre muchas otras historias apasionantes. Una de ellas la leeréis en muchos sitios a mediados de noviembre. Pero poco a poco, que en esto del sexo no se debe ir con prisas…

(no hace falta decir que estas investigaciones serán útiles para comprender mejor trastornos como la falta de deseo o la anorgasmia… el reto aquí será también ver qué podemos aprender que no sabíamos… ¡ay la curiosidad científica!)

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Contacto: [email protected] / Twitter: @Perestupinya

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Hay 9 Comentarios

I think i will make it!

Respodiendo al último comentario: porque las que sí sienten placer les apetece más por lo tanto lo hacen más , tienen más posibilidades de quedarse embarazadas y tienen más descendencia.
Muy interesante el post, a mi novio le hará gracia. Además leerte es muy entretenido.

La verdad es que el orgasmo femenino es un misterio, en principio no parece más que un error de la evolución, un efecto colateral de no desarrollar el glande pero sí su sensibilidad (clitoris). Ellas no necesitan tener placer para reproducirse, ¿por qué sobreviven mejor las que sí lo sienten? No lo sabemos. Todos los secretos para seducir mujeres clickando sobre mi nombre.

Propongo que se investigue también si a alguien le estimulan algunos de estos artículos que -aunque no lo creáis- están a la venta. Son los juguetes eróticos más absurdos del mercado, no tienen desperdicio: http://eluniversodemartina.blogspot.com/2011/07/sexo-pilas-version-friki.html

Pere, Interesante , aunque se me aparece como una información sacada de contexto, ya entiendo que la ciencia requiere de un espacio aséptico, pero lo que más me inquieta es el traspaso de semejante descubrimiento a la vida sexual cotidiana. Clítoris, vagina, cérvix, útero….Los circuitos que los conectan o los desconectan dependen de su estimulación. Y a eso voy, ¿la estimulación en qué consiste? Así me imagino la petición de los expertos (¿expertas habrían?): “por favor, estimúlese el pezón derecho o bien el izquierdo” suponiendo que las mujeres objeto de análisis tuvieran los dos pechos, claro. No se, tratándose de la culminación del placer sexual, no me la imagino fuera de contexto, lo siento. Percibo vacíos sexuales en esta información.

Este post es interesantísimo, instructivo y de notable ayuda. Me ha llamado mucho la atención los estudios realizados por Barry Komisaruk con mujeres paralizadas por lesión de espina dorsal. Espero nuevas entregas. Salud.

Muy interesante, sobre todo la parte en la que habla de que los orgasmos de hombres y mujeres en lo que se refiere a la estimulacion clitoriana se parecen.

Pere, gracias por este post! Quedamos en la espera de los siguientes sobre este tema!

Lo que yo me pregunto es cómo hay mujeres capaces de estimularse sexualmente con el tronco y cabeza inmovilizados bajo el fMRI.. ¡no se me ocurre una situación menos erótica!!

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Sobre el autor

Pere Estupinya

. Soy químico, bioquímico, y un omnívoro de la ciencia, que ya lleva cierto tiempo contándola como excusa para poder aprenderla.
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