A la primatóloga chilena Isabel Behncke le preparé una maquiavélica trampa.
Después de presentar sus estudios con bonobos en La Ciudad de Las Ideas (Puebla, México), hice de macho alfa y entre todos los que la reclamaban le pedí que viniera a comer conmigo que tenía algunas preguntas a realizarle.
La pregunta trampa era “a nivel de comportamiento; ¿son muy diferentes chimpancés y bonobos?” (Antecedente: chimpancés y bonobos son muy cercanos evolutivamente; divergieron de un ancestro común hace sólo 1.5 millones de años, cuando tras eventos climáticos se creó el río Congo y separó las poblaciones de dicho ancestro. Las del norte evolucionaron hasta lo que ahora son los chimpancés, y las del sur a los actuales bonobos. Su hábitat se ha mantenido prácticamente idéntico)
Isabel respondió: “claro claro… claro que son diferentes!”, y empezó a explicar que los chimpancés utilizan herramientas pero los bonobos no. Que los bonobos forman matriarcados y en chimpancés los dominantes son los machos. Que los chimpancés cazan, son violentos con otros grupos y existe el infanticidio, mientras que los bonobos no cazan ni existe violencia entre grupos. Que los bonobos tienen neotenia y retienen comportamientos más infantiles como el jugar… y más diferencias además del ya conocido peculiar comportamiento sexual de los bonobos.