Son las 2am en Cambridge, Massachusetts. Vuelta a los orígenes de este blog.
Este espacio nació gracias a la beca Knight de periodismo científico que me permitió pasar un año en Harvard y el MIT visitando laboratorios y entrevistando investigadores. La idea entonces no era escribir artículos convencionales sino relatar de manera amena y fresca las ideas que más me hubieran impactado durante el día. La versión ampliada ya llegaría con “El Ladrón de Cerebros”.
Desde entonces, acumulo nombres y periódicamente visito esta pequeña ciudad al lado de Boston como fuente de inspiración científica. Hoy lunes ha sido un día verdaderamente espectacular.
¿Eres más bonobo o chimpancé?
Llevo tiempo pensando que estudiar los chimpancés dice poco sobre la conducta humana. Me da igual que estemos muy emparentados genéticamente. Eso no es lo principal. En muchos aspectos nos parecemos más a los perros. La primatóloga Victoria Wobber de Harvard me da la razón. Ella coge parejas de chimpancés y bonobos en El Congo y hace lo siguiente: Muestra un pedazo de comida a dos chimps hambrientos dentro de la celda, y justo antes de soltarlos, mide sus niveles de testosterona y cortisol en saliva. Lo mismo con dos bonobos. Los resultados son opuestos. Los chimpancés saben que van a pelear por la comida, y en consecuencia sus niveles de testosterona están al máximo y de cortisol (relacionado con estrés) bajos. Los bonobos saben que van a repartirse la comida y sus niveles de testosterona se mantienen normales. Dos especies cercanísimas evolutivamente hablando, que tienen comportamientos profundamente diferentes. ¿A quienes nos parecemos más nosotros? “Depende de culturas, circunstancias y personas” dice Victoria. O sea que de comportamiento innato poco. Cada vez me creo menos la pseudopsicología evolucionista.
Desde luego que hay algo programado. Por eso los chimpancés criados en cautividad terminan igualmente siendo unas bestias agresivas. Y por eso no puedes domesticar un lobo.
Cuando Victoria muestra comida a un perro, hace el mismo gesto para esconderla en dos cajas diferentes, y señala después al perro una de ellas, éste confía y la va a buscar allí. Al igual que cualquier niño de 12 meses. Ni chimps ni lobos educados como perros tienen la misma actitud. Victoria admite que para ciertos aspectos sociales somos más parecidos a los perros.
Conectar nervio óptico a córtex visual
Hace 25 años el neurocientífico Mriganka Sur ahora en el Picover Institute del MIT hizo un experimento espectacular. Cogió hurones recién nacidos, les quitó los circuitos cerebrales auditivos, y conectó el nervio óptico al cortes auditivo. Quería averiguar si el cerebro era tan plástico como él se imaginaba. Lo era. Los hurones terminaron sordos pero podían ver. Las neuronas del cortex auditivo asumieron la función y estructura de la visión. Fue uno de los experimentos más paradigmáticos en el campo de la plasticidad cerebral.
Pero un científico no se conforma con decir qué ocurre. Quiere saber porqué. Por observación podemos establecer que los hombres son más altos que las mujeres. Pero la ciencia no descansa hasta averiguar que se debe a más hormona de crecimiento segregada por la glándula pituitaria. Migranka sigue investigando en plasticidad cerebral y descubriendo genes y moléculas cuya función específica es hacer al cerebro susceptible a cambios. El cerebro está programado genéticamente para ser flexible.
Y una vez comprendidos mecanismos, toca interpretar qué ocurre cuando funciona mal. Aquí es cuando Mriganka Sur percibe el autismo como un desorden de plasticidad cerebral, en el que algunas de las trillones de conexiones sinápticas que se forman en los primeros años de vida no llegan a establecerse.
Dos vascos diseñando láseres y condensados de Bose-Einstein en el prestigioso laboratorio de electrónica del MIT
Tras decirme “¿Tú sabes qué es la transformada de Fourier verdad?” y yo reponder un falso “si, si…”, Eduardo Granados (izquierda) me muestra el poderoso láser de pulsos cortísimos de Rayos-X que les permite utilizarlo como una cámara de precisión de attosegundos. Así puede ver cuando un electrón pasa de un orbital atómico a otro, o controlar reacciones químicas a voluntad. Ejemplo: si a una molécula de hidrógeno le quitas un electrón te quedarán dos átomos de H enlazados y un e' rodeándoles. Con el láser de Edu puedes disociarlos eligiendo en cual de los dos átomos quieres que se quede el electrón.
Dos plantas más abajo Ibon Santiago me muestra (foto) la trampa óptico-magnética donde en 1997 se sintetizaron por primera vez en el mundo los condensados de Bose Einstein que Mr. Albert había predicho de manera teórica casi un siglo atrás. Valió un Nobel en el 2001. Estos condensados son un nuevo estado de la materia a temperaturas cerca del cero absoluto. Saber cómo se comportan los átomos a estas temperaturas es básico para todo el desarrollo de la electónica, o para diseñar por ejemplo superfluidos que fluyan sin viscosidad. El nivel a que trabajan Edu e Ibon es alucinante. Profundizaremos.
Estrellas de quarks
Me encanta despertarme en colchón en suelo de casa ajena. Si además el compañero de piso de tu amiga mientras hace café te cuenta que es astrofísico investigando estrellas de neutrones, mejor que mejor. Manu te puede contar que cuando una estrella masiva se apaga, bajo condiciones de magnetismo y gravedad enormes electrones y protones llegan a fusionarse formando neutrones. 10 soles concentrados en 10 metros.
Pero si las estrellas fueran todavía más grandes... ¿Cuál sería el siguiente grado de compactación? Quizás los neutrones se descohesionaran liberando quarks y formando una estrella de quarks. No se ha observado ninguna todavía, pero podría ser un estado intermedio entre estrellas de neutrones y los misteriosos agujeros negros.
Los invertebrados son más interesantes que el sexo
Hace dos semanas por un texto que estoy preparando fui a ver un taller de sexo tántrico para sadomasoquistas. Psé. Las curiosidades que Gonzalo Giribet te explica sobre el sexo animal son más interesantes. Para sádico el sexo de las planarias hermafroditas y su lucha de esgrima con el pene (penis fencing). Dos planarias hermafroditas se baten con sus penes hasta que una es capaz de pinchar con él el cuerpo de la otra e inyectarle esperma bajo su piel. De allí ya se dirigirá a los órganos reproductores.
Y para curioso los gusanos osedax viviendo en los huesos de las ballenas. Se creía que todo eran hembras reproduciéndose por partenogénesis, hasta que descubrieron pequeños machos pasando por un conducnto bajo su piel y fertilizando los huevos que dejaban las hembras.
Muestra de dimorfismo: piensa que en tu vida todos los rapes que te has comido eran hembras. Los machos son como 20 veces más pequeños. Y sin salir del agua, que sepas que el pulpo macho fertiliza a su hembra introduciéndole su séptimo brazo, donde tiene un conducto seminífero. En los escorpiones es más sencillo: el macho deja un paquete de esperma en el suelo y la hembra ya se encarga de recogerlo.
La ciencia es una aventura interminable. La curiosidad y los cerebros a robar también.
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