John es un neoyorquino
de unos 40 años a cuya esposa le
ocurre una cosa muy curiosa: en ocasiones a media noche y estando claramente
dormida empezaba a gemir, frotarse con actitud tremendamente libidinosa, e
incluso en una especie de sonambulismo grita palabras obscenas.
A la mañana siguiente –o si se despierta en ese momento- dice no recordar
nada, pero lo más curioso según John es que durante la actividad sexual cotidiana no suele
utilizar expresiones tan fuertes como las que expresa dormida.
John reconoce
que al principio no le parecía problemático e incluso le seguía la corriente,
pero ahora está un poco más preocupado porque semanas atrás llegó a arañarle violentamente.
Conociendónos y sabiendo que he escrito un libro sobre ciencia y sexo me pregunta si es
algo habitual y si tiene alguna explicación. Le respondo que frecuente no es,
pero que según la principal revisión de bibliografía cientifica sobre coductas sexuales anómalas durante el sueño, publicada en 2007 por especialistas en desórdenes
del sueño, no es un caso aislado e incluso hay de mucho más preocupantes.
Entre los numerosos
ejemplos discutidos en el artículo encontramos de inocentes como el de una mujer de
27 años que varias veces a la semana empezaba a gemir de placer a los 15-20
minutos de dormirse, el de otra de 26 años que en plena noche se desnudaba y
empezaba a masturbarse y a gritar airadamente sin ser consciente de ello, o incluso
graciosos como el de una chica que en ocasiones acariciaba y toqueteaba los genitales
de su novio, él le seguía el juego, y cuando ella se despertaba le acusaba de
forzarla mientras dormía.
En este fragmento
de documental una mujer explica que dos años atrás había
empezado a masturbarse esporádicamente algunas noches, y que en esos
momentos le ocurría casi a diario. Según su marido en ocasiones ella se giraba como
mostrándole lo que hacía y pensaba que estaba semidespierta. Lo curioso es que
ni antes ni ahora ella solía practicar la masturbación.
En el
artículo científico se documentan infinidad de casos de actividad sexual “suave”
en un estado de sonambulismo, como hombres que estando dormidos tocan los
pechos o las nalgas de sus parejas, otros que gimen, o que hacen movimientos
pélvicos. Pero también se profundiza en esta sorprendente diferencia en el
comportamiento sexual dormido respecto al de la vigilia:
Una
mujer cuenta que su marido es mucho más cariñoso y tierno mientras duerme que estando despierto. A un hombre que siempre evitaba hacer el amor cuando su
esposa menstruaba parecía no importarle cuando estaba dormido. Y una chica
declaraba literalmente que su novio era “más agresivo y dominante durante el sleepsex", que “encontraba algunos
aspectos del forcejeo y ´talking dirty´ más placenteros y kinky”, y que no le
importaría que incorporara alguna de sus prácticas sexuales nocturnas a las
relaciones conscientes cotidianas. De hecho en algunos casos el sleepsex no se
concibe como un problema y la pareja se deja llevar, como la mujer que explica
que su marido ronca mientras le hace el amor dormido.
Pero es justo decir que la mayoría de situaciones sí son molestas y problemáticas. La pérdida
de control es absoluta como refleja el caso de un chico de 27 años que se
rompió dos dedos cuando, estando dormido, intentó liberarse de los nudos con
los que él mismo se había inmovilizado para intentar evitar la masturbación y
eyaculación que le habían despertado casi a diario durante los últimos cinco
años.
Pero lo
peor de todo son las situaciones donde se producen forcejeos o agresividad. El caso 2
del documental es el testimonio de un chico que intentó penetrar a su novia
a pesar de que ella se negaba. En el artículo científico se documentan numerosos
hombres que desgarran las ropas de sus parejas, incluso que inconscientemente han
intentado abusar de sus propias hijas menores, o las hijas de sus parejas
durmiendo en habitaciones diferentes. De hecho ha habido polémicos casos
judiciales de violación donde el acusado ha sido absuelto
por demostrarse que actuaba bajo una situación de sexomnia.
Existen
infinidad de casos anecdóticos, y resulta significativo que no fue hasta mediados de
los años 90 que se definió la sexsomnia como un tipo específico de parasomnia
(conducta anormal durante el sueño como sonambulismo, comer compulsivo o
ataques de terror) y se empezó a estudiar científicamente.
Los autores de
la revisión científica explican que la etiología es muy diversa y que no existe
una única causa, pero que por ejemplo observan que es mucho más común en
hombres que mujeres, también entre los jóvenes y en personas que sufren sonambulismo o algún tipo de
trastorno del sueño, y que en algunas ocasiones –importante; no siempre- existe algún trauma sexual en el pasado. Ven que suele suceder en estados de sueño muy
profundo asociado a las fases REM, y que es más frecuente en períodos de gran
cansancio o tras haber bebido más de la cuenta.
También han
visto cuadros de sexomnia inducidos por drogas dopaminérgicas en enfermos de parkinson, o vinculados al síndrome de piernas inquietas (trastorno también asociado a niveles
anómalos de dopamina). Se describen casos como el de una mujer de 32 años que
desarrolló hipersexualidad nocturna 3 semanas después de que le operaran de una
lesión cerebral en el lóbulo temporal inferior derecho que le causaba ataques
epilépticos, y también se describen tratamientos farmacológicos que atenuan los sintomas.
El tener erecciones los hombres y excitación genital las mujeres en momentos de sueño profundo, llegando incluso esporádicamente a orgasmos, entra dentro de lo normal especialmente en la juventud. De hecho para comprobar si la disfunción eréctil de un hombre es por causas físicas o psicológicas se puede untilizar un aparatito que mide los cambios de grosor del pene por la noche, pues si el organismo funciona correctamente se deben tener como mínimo tres erecciones nocturnas asociadas a fase REM. Pero la principal conclusión
de la amplísima revisión
bibliográfica publicada en la revista Sleep es que efectivamente existe un espectro mucho más diverso de conductas sexuales anómalas durante el sueño, y que en algunas
ocasiones pueden ser problemáticas. ¿alguna experiencia a compartir?
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