Miguel Mora

Nostalgia de Vaticalia

Por: | 29 de septiembre de 2011

  Dsk -Señor Strauss-Kahn, tiene usted... eh... una... braguita en la cabeza.

-Es un parche, señora Chazal... Estoy intentando dejarlo...

 

Veintisiete días de mudanza y aterrizaje y una noche para pensar el título del blog. Ese es el margen que da el periodismo moderno al plumilla nómada. La web es éter, las direcciones URL duran un día de media si la cosa va bien, y si uno se para un segundo a tratar de entender algo para poder contar lo que pasa, quizá otro ha abierto un blog antes que tú y quién rayos va a leer dos blogs en un mismo día.

Así que aquí estamos, mitad en la piscina de El extranjero y mitad Paco Martínez Soria con la maleta y la gallina, admirando los pibones de ambos sexos que pululan por el barrio y metiendo las baguettes de tres en tres en el horno, lo que como entenderán impide toda clarividencia con los títulos.  

Aquí París es lo que se llama una piedra, ciertamente, pero la tormenta de ideas no ha dado para más. Hace calor, París es una fiesta de pieles multicolor, y tras tres años y medio de berlusconismo las neuronas se han ido marchitando. Pariscopio era chulo, pero la desinencia tiraba a plagiaria y tampoco es que la choza alquilada a módico precio (ya hablaremos un día de la inmobiliaria parisina) sea un submarino. París con aguacero era líquido y lírico, pero quizá demasiado obvio con la que está cayendo. Gabacherías iba a ser ofensivo casi con seguridad, y el punto ramoniano tampoco salvó a Pariserías. Por qué le llaman fromage iba a resultar demasiado largo y catetón. Tortilla a la francesa, comidista. Los tejados de París, cursilillo, copiota y anticuao. París sur mer un poco abstruso. Radio París demasiado identificado con lo viejo antifranquista. Playas bajo los adoquines, con su spleen 68ista, parece hoy un título de Eric Rohmer. Café Olé se pasaba de castizo, y Cuando París estornuda era tentador, pero un poco en la línea Anica la Piriñaca ("cuando canto bien me sabe la boca a sangre"). Por fin, A toda Bastilla tendía un poco a friki, como Pariseando y Parisismos. Sarkolandia podía gafar la anunciada derrota del prócer, Rockanroll Carla traía resonancias de los Beachboys. Y DSKando iba a dar obvios problemas de copyright y feminismo.

De manera que Aquí París, solo para certificar que la nostalgia de Vaticalia, neologismo y territorio, es infinita. Aunque lo cierto es que la integración está siendo fácil, porque se diría que a Francia le ha dado de repente por parecerse a Italia una barbaridad, o vicerveza, e incluso parece empeñada en superarla en emociones fuertes: Silvietto y Dominique, campeones del mundo ex aequo en acoso y derribo de damas, a pagamento o por las bravas... La derechona, dividida como allí en diversas escuelas de pensamiento y trinque: modalidad maletas africanas por parejas, modalidad tráfico de armas vía Pakistán con o sin timonel, modalidad empleos ficticios en los ayuntamientos de veteranos...

Pero ay, hay más. Las ex mujeres y legítimas, como quizá habrán sabido, están también en pie de guerra, salvo la sonriente paganini Anne Sinclair y la primera dama (ex)italiana. Resulta que la rubia princesa Helena de Yugoslavia ha acusado a su ex marido, íntimo del ex zar de Neuilly-sur-Seine, de traerse dinero a espuertas desde Ginebra para financiar la campaña de Balladur, de la que era jefe máximo Sarko. Otra amiga suya ha hecho lo mismo con su ex, a la sazón otro fidelisimo del inquilino del Elíseo. De momento nadie ha nombrado al presidente en el proceso, según el Elíseo, aunque claro, si era el jefe y no sabía lo que había en las maletas llenas de pasta casi queda peor que si lo sabía...

Entre este feísimo caso Karachi, el no menos oleoso y maloliente asunto L'Oreal, el espionaje a los periodistas de Le Monde, y la arrebatadra entrevista de Bruni a la BBC, la cosa se está poniendo tan chunga que Berlusconi va a empezar a sentirse un amateur.

Por si faltaba algo, aquí también pagan caro los enemigos íntimos, como le pasa a Fini en Roma. Villepin va poco a poco saliendo absuelto de sus juicios, pero el pobre ya no tiene ni partido...

Y luego está la justicia, oh la la, mon ami! ¿Decíamos que Italia estaba judicializada? Aquí hay fugas de noticias permanentes, escuchas por doquier, las querellas y demandas vuelan de despacho a despacho, tenemos planes para desactivar a los jueces de instrucción, e incluso a ex ministros del Interior de nombres sugerente (¿Hortefeux? No, gracias) acusados de soplar secretos del sumario al Palais de los jardines de las flores con nombres...

La diferencia es que los fiscales parisinos, que aquí se llaman, curiosamente o no, Le Parquet, no se parecen tanto a los de Milán o Nápoles como a los de Roma. Les cuesta mucho más acusar e investigar a los capos que a los segundones. Si llega a haber vivido esta era, Poulidor no se habría escapado vivo.

Pero lo más chocante es quizá el machismo aparente, laico y republicano. Dejando aparte la penosa historia de DSK, ¿dónde quedó Simone, dónde Juana de Arco, dónde Edith Piaf y Jules et Jim? En París las señoras, muchas de ellas al menos, se ponen tan frescas el apellido de sus maridos; los papeles oficiales del Estado siguen preguntando a las ciudadanas si vienen a ser madames o mademoiselles, sobre 350 senadores hay 70 mujeres, y el casero pone sin preguntar el contrato de alquiler conjunto a nombre de Monsieur y Madame Fulano Pérez. Si esto no es quintaesencia del velinismo que manden unos días a Verónica Lario para que juzgue...

Pero en fin, Francia es mucha Francia, todavía, y Vaticalia ya no es casi ni Vati, y así y todo ¡cómo se echa de menos el italiano, ese maravilloso invento que solo tiene cinco vocales! Y la mozzarella de búfala de la Camorra, que llegaba fresca a la piazza del Popolo cada mañana... Y el sentido del humor permanente de los romanos, esa ligereza que tanto ayuda a no sufrir infartos...

Aquí las gentes son muy educadas, formales, guapas y elegantes, pero tienen la burocracia. Y parece más un vicio que un sistema que ayuda a hacer más fácil la vida. ¡Qué les gusta un papel, a los franceses! Se diría además que, con papeles o sin, los parisinos están tirando a tensos, hartos, cabreados, inquietos. No es que sean bordes, eso son solo habladurías españolazas y moratinescas. Al revés, son mucho más simpáticos de lo que parece. Demasiado, se diría  Hoy, en París todo el mundo hace como que la crisis no ha llegado todavía y que tout va bien. Fingen, claro, no en balde ellos son la primera clase del Titanic. Pero esa sonrisa forzada, esa euforia consumista, esa tímida forma de engañarse a ellos mismos para poder engañar a los demás (con la vuelta del tabaco, por ejemplo) y esa manera en que la señora da 50 céntimos de propina ¡al empleado de la tienda de teléfonos! ¡porque le ha puesto la carcasa del Iphone 4! sugiere que estamos ante una mera ficción-fin-de-imperio.

Como en Italia, también el dinero parece haberse convertido aquí en el único criterio sólido. Todo cuesta un ojo de la cara pero ellos siguen comprando como fieras. ¿Será esto un síntoma griego, de sálvese quien pueda, una forma evitar que cuando el chiringuito se derrumbe les pille con el dinero en el banco?

La cosa no tiene gracia, claro. La agonía de Europa está aquí, ya, y si Francia no lo ve, Alemania nos pondrá a todos a comer repollo. Pasó ya hace 70 años, pero con tanques y bigotes, y ya saben los buenos lectores lo que escribió Manuel Chaves Nogales sobre aquel renuncio francés. El individualismo ultraliberal, la descomposición del sistema populista, el Frente Nacional de Madame Le Pen, la falacia de la "República irreprochable", los mil escándalos y navajazos, la negación de la ruina de los bancos, el abandono de los olvidados de la periferia, el racismo en el fútbol, los ataques salvajes a la educación y la sanidad, los halagos y silencios de una prensa conservadora acrítica, el trasvase de los socialistas hacia el centro y los amigotes dedicados a adular al emperador con alzas componen un cuadro perturbador.

El líder máximo insultó no hace mucho a un agricultor dicíendole "lárgate, pobre gilipollas". Y no es que sea comparable a la rendición colectiva del país que contó Chaves Nogales, pero es realmente feo que un jefe del Estado trate así a sus votantes. Once millones de personas viven en el campo francés, y quizá eso explica por qué el otro día los pueblos dieron a la izquierda su primera mayoría en el Senado.

En cuanto a este otro lado... ¿Podrán los seis suplentes de DSK, ese mito priápico al que en 20 años de andanzas nadie fue capaz de diagnosticar en dos palabras, ofrecernos un futuro mejor? Cuentan que Hollande tenía un gran sentido del humor, pero parece que ha adelgazado 35 kilos y... ¿votarían ustedes a un tipo que se pone a dieta para ser candidato a algo?

En fin, pelillos a la mar y vamos terminando con la grafomanía. Pregunta: si esto es lo que nos espera, ¿dónde irán los franceses si en Francia se vive como Dios? ¿A la banlieu a pasar hambre y frío y a rezar por las calles? ¿Y entonces nosotros qué haremos? ¿De asistentas en China?

En fin, como dicen los flamencos, que por aquí gustan mucho, "Viva París, que es la Francia".

¡Bienvenues! (en femenino en el original).

Ah, y si un día teclean en Google el nombre de este blog, no confundan Aquí París con Ici París, que si no les saldrá una tienda de perfumes.

 

Hay 30 Comentarios

Los franceses se van pareciendo a los italianos? Nosotros somos los primeros en ventilar nuestros trapos sucios al mundo y que,"au début", parecen solo nuestros; luego resulta que los demás los tienen también pero no tan a la vista. En fin, abrimos camino y, menos mal, seguimos riendo. Pu...n il y à ici plein de choses !!!!

hola miguel!
te echamos de menos en vaticalia, cuanto tomes un café malo y my caro en paris piensa en nosotros :)

what a great post! thanks alot for sharing!

Si llego a conocer tu capacidad para inventar tantos nombres de blogs en una sola noche te habría fichado para estos días volcánicos en la nueva sección de internacional! Enhorabuena y bienvenido

Hombre, Miguel, para veintisiete días no está nada mal el análisis... Extrañaremos Vaticalia, pero París bien vale una misa...
Por cierto, me gusta "Aquí París"
Estamos encantados de tenerte nuevamente!

Te echamos tanto de menos en Vaticalia.....pero te seguiré en tu nueva vida parisina.
París con aguacero, sin duda.
Un beso

Señor Mora, tiene usted un gran mérito, ha dicho una cantidad considerable de verdades en unas pocas frases... y acaba de llegar!
Gran articulo, espero que se quede una buena temporada por aqui.

(Por cierto, no tiene nada que ver con el articulo, pero para los que tengais teclado frances, podeis descargaros el programa "lexibar español"(buscarlo en google), que contiene la ñ y ciertas vocales con acentos que no existen en el teclado frances)

Un placer tu nuevo blog, Miguel, que te vaya bien por la France. A toda Bastilla también era buenísimo
Besos

Vuelve la pluma. Imagina hace un ano deje roma para llegar a la ciudad de los 20 caracoles. Espero tu pluma con ansia!!!!

Aunque no he salido de donde estoy, me imagino a Paris tal y como lo vivimos en Bogotá, los Colombianos. Una ciudad que va haciendo su historia a través de los años. A diferencia que París es una ciudad milenaria, y Bogotá escazamente...igual que las otras ciudadades capitales y grandes de lo que por aquí denominamos hispanos parlantes.
Si Ud. quiere respirar cultura, facilmente la encuentra en algunos tertuliaderos. Si quiere saber de comercio, también tiene los sitios a donde puede lisonjear de los negocios que puede hacer, aún sin un peso en el bolsillo.
si quiere respirar el peligro, entonces tendrá que irse a ciertos lugares de la ciudad adonde las misma autoridades nos hablan de los lupanares, y como Paris la civilización también tiene sus rincones a donde puede ir a una función donde la naturaleza sea el espectáculo.
Eso es lo que me imagino de Paris.
Ver a Rimmbaud, aRobespierre, a Voltaire, o a Diderot, en cada una de sus calles que muchas veces nos han mostrado las películas en aquellos años donde el cine francés, los veíamos muchos de los que anhelabamos saber sobre lo sucedido en el 68.
Felicidades.
Los invito a leer mis blogs.
Entre ellos:
http://lacomunidad.elpais.com/jesusantog
www.unautistaencolombia.blogspot.com

¿Qué tal TAXI A PARÍS?

Hace mucho tiempo que admiro tu forma de escribir, yo soy periodista también y he de reconocer que hay pocos como tú. He estado dos años viviendo en Italia, y desde allí seguía tus crónicas romanas. Hace un año que estoy en París, y me he llevado una gran alegría al ver que ahora escribirás sobre esta ciudad, que no ha dejado de sorprenderme (para bien) en todo este tiempo.
Da gusto leerte, gracias!

Beatriz

Yo también acabo de aterrizar en París, aunque sólo será hasta fin de año. El tiempo de una estancia de investigación antes de volver a los deberes docentes. Será un placer poder conocer esta sociedad y la actualidad parisina de tu pluma. Y si encarta, cruzarnos por esta ciudad.

Estoy curioso de ver qué se cuenta. Para mi Paris es como Palencia pero en más grande, con menos iglesias y más sinagogas. El clima es mejor. Y la gente un poco menos rancia con los desconocidos

Lo siento, pero el nombre del blog no me gusta nada. No es feo, ni cursi, ni tampoco pretencioso. Sencillamente, no me dice nada. Claro que las alternativas que enumeras son horrorosas, todas menos una. "A toda Bastilla" tiene chispa.

No te preocupes, Miguel. "Aquí París" queda muy bien. Suerte, te echaremos de menos en Vaticalia.

a cualquier cosa se le llama periodista! mm, ya se que es difícil encontrar un trabajo, pero inténtalo, nullius nisi insipientis...

Grandioso Miguel.

Sigo leyendo con el mismo agrado sus crónicas desde París que las que leía sobre Roma. Si de mí dependiera le mandaba de corresponsal a Logroño, no por exiliarle, que en Logroño se vive de PM, sino para que nos enseñara algo sobre nosotros mismos. Un saludo. Pdta: Lo de los pibones parisinos... impresionante.

Me encanto tu texto, me encanto como hilas las cosas, me encanto tu fino sentido del humor. Felicidades por este comienzo, ya vengo viendo que tu blog sera un blog para revisar diariamente!. Abrazos desde México!

Felicidades (San Miguel!). Nuestro cruce de caminos durará tres meses: después dejo 11años en Paris para irme a Roma.
Me tranquiliza ver que mi Paris se queda en buenas manos: bravo por lo acertado de su percepción y por lo divertido de su relato. Y gracias por recordarme que el italiano sólo tiene 5 vocales!

Hola, Miguel! Que buen estreno, de verdad... le felicito por el magnifico comienzo de Aquí París. He de confesarle que me entristeció leer el ultimo blog de Vaticalia... disfrutaba muchísimo con su manera de contar los entresijos de nuestros primos italianos. Cada vez que leía el blog cerraba los ojos y me transportaba a una ciudad que adoro y en la que me siento como en casa... Ahora tendré que "acostumbrarme" a leer el blog con los ojos abiertos, porque de los franceses no me fio ni un pelo :-)!!
Feliz estancia en la bella París y... paciencia con los parisinos... como bien dice, a diferencia de los romanos, su humor es ácido y bastante formal.
Suerte y forza!!

me encanta porque estoy viviendo en Paris, ahora pero claro que echaré de menos sus escritos sobre Italia, nadie como ud. describió las penurias de los gitanos en Italia y las miserias de Berlusconi y el Vaticano.

Tras más de tres años en París, nunca he leído algo tan fino, acertado, elegante e hilarante sobre esta sociedad. Viva y bravo.

Qué grande eres, Miguell-san! Salud y besos

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Sobre el autor

es corresponsal en París, antes en Roma y Lisboa, fue redactor en la sección de Cultura y la Edición Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1992, y es autor del libro ‘La voz de los flamencos’ (Siruela, 2008).

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