Miguel Mora

Sobre el autor

es corresponsal en París, antes en Roma y Lisboa, fue redactor en la sección de Cultura y la Edición Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1992, y es autor del libro ‘La voz de los flamencos’ (Siruela, 2008).

La delicada gestión del bebé bling bling

Por: | 20 de octubre de 2011

Eff90548-f0f0-11e0-995d-bfc3d5bfdf01
Jacques Brinon/ASSOCIATED PRESS.

El nasciturus nació. Y era niña. Es decir, es una niña. Libra y con ascendiente presidente-top model.

Tras varias semanas de retraso sobre el horario previsto (exageramos, claro), la cuarta descendiente de Nicolas I de Neuilly sur Seine (56 tacos, 1,65 metros) y la segunda de Carla Bruni Sarkozy Tedeschi (43, estatura de modelo) vino al mundo desde París (como todos) una fría tarde de octubre, entre las 19.30 y las 22.00 horas, mientras Chouchou (como llama Carlita a papi) volvía en el Air Sarko One de tomarse unas cervecitas en Francfort con sus amigotes (en fin) Merkel y Trichet, a ver si entre brindis y salchicha salvaban el euro y el inminente corralito (sector bancario, no el infantil) europeo. 

A las 23.00, papá estadista estaba ya en la clínica de La Muette (La Muda, vaya nombre raro para una clínica) se supone que para darle su sonajero rolex de reglamento a la bebita 'bling bling', y a las 23.33 La Moncloa, presta y rauda como el rayo, anunciaba que nuestro presidente saliente había mandado el siguiente telegrama a su homólogo también saliente pero con siete meses de diferencia:

"Estimado Presidente, querido Nicolas:

Quiero expresarte en el nombre de Sonsoles y en el mío propio nuestra enhorabuena por el nacimiento de vuestra hija y transmitiros a Carla y a ti nuestros mejores deseos. 
 
Deseo que viva en ese mundo mejor por el que me consta estás trabajando cada dia (sic).

Te reitero el testimonio de mi más alta consideración y estima personal.

José Luis Rodríguez Zapatero
Presidente del Gobierno de España".

Hondos momentos de emoción, por tanto, lo mismo en el Hexágono que en la piel de toro, por el alumbramiento, quizá confiando ambos en lo de la baguette debajo del brazo, mientras en el palacio del Elíseo los consejeros de mercadotecnia electoral del hombre que solo 24 horas antes anunciaba próximos conflictos en el viejísimo continente si él no salva el euro, van perfilando la estrategia de salida para la primavera.

Según ha dicho el especialista Christian Delporte a Le Figaro (el BOE del Sena), la gestión política del bebé se presenta "delicada". "La imagen del niño humaniza y permite alimentar un lazo afectivo con la opinión pública, tan raro y sin embargo indispensable para el político. Pero hace falta que la gente sea receptiva y no vea demasiadas maniobras, como con Kennedy, Blair o Cameron".

El experto añade que, si hoy fuera 2007, Sarkozy se habría fotografiado sin dudarlo con el bebé en brazos, pues ya hizo algo parecido en 2004 con su tercer hijo, Louis, que le deseó suerte en un vídeo cuando fue elegido líder de la UMP. (Un mero aficionado al lado de Berlusconi, que mandó un libro con todas sus fotos de familia a los italianos para que fueran cogiendo confianza en 1994, y que en plena crisis del harén se fotografió en su revista de cotilleo tirado por el suelo con sus nietos junto al árbol de Navidad).

Delporte recuerda que los primeros mandatos se ganan presentándose como un hermano y los segundos como un padre, pero duda que sea un buen momento de hacerse fotos 'people', ya que cuadra mal con la crisis y peor con el intento de fabricarse una imagen de estadista de altura, serio, desprendido y abnegado, lo que no aconsejaría una exposición excesiva en el cuché.

El problema es que la campaña se presenta tan cuesta arriba que Sarkozy va a tener que recurrir a todo lo que encuentre a mano, dicho sea sin señalar. El último sondeo da un 62% a François Hollande y un 38% al jefe del Estado.Más que una baguette, le va hacer falta una panadería entera.

Claro, que si lo de la política se acaba, el presidente siempre podrá dedicarse al mundo del arte. Según cuenta Arnaud Leparmentier en su blog sobre el Elíseo, el otro día Sarkozy vio una obra de Fernand Lèger en una exposición del Pompidou itinerante, y preguntó extasiado ante tanta belleza: "Ah, Lèger, ¿es caro? ¿Más que Klein? ¿Menos que Matisse?". Y cuando vio un Klein monocromo naranja, soltó: "Este, vale muchos millones".

Así que pueden quedarse tranquilos con lo de sus ahorros. Si ante las obras de arte el estadista bling bling que trabaja por un mundo mejor solo ve montañas de euros, ¿qué no verá cuando vea euros?

 

 

 

Sarko se hace un 'sympa'

Por: | 13 de octubre de 2011

Villetelle-530x360
Sarkozy, en Villetelle el otro día. REUTERS / Philippe Wojazer.

Mientras los socialistas dirimen sus mínimas diferencias ideológicas ante casi seis millones de compatriotas extasiados por el despliegue de aperturismo a las masas, Nicolas Sarkozy, el rey republicano, visita los parajes rurales a la búsqueda de la reconciliación con la bucólica Francia profunda, tras palmar todas las elecciones locales celebradas desde 2007.

El otro día, el presidente desembarcó en la región de la Creuse con tres ministros, cuatro asesores y el habitual batallón de periodistas que le sigue y lanzó unos discursos sin papeles sobre la importancia de la ruralidad en estos tiempos de finanzas salvajes.

Todo pareció ir bien, y muchos medios certificaron que el mitin supuso la entrada oficiosa del rey del Hexágono en la campaña electoral de 2012; pero resulta que hoy el diario La Montagne ha revelado que Nicolas Sarkozy se largó del bar de la aldea de La Villetelle (160 habitantes) sin pagar la cuenta.

Es decir, que hizo eso que entre los adolescentes se llama "un simpa" (de irse "sinpagar"), y en algunos sitios (tirando a xenófobos) "pagar a la portuguesa".

Lo gracioso es que el presidente, que ha sido muy elogiado por los restauradores franceses por haber bajado el IVA hasta el 5,5%, había fanfarroneado al llegar al bar, cuando el séquito pidió cuatro cafés (se ve que los asesores no toman café), haciendo saber a los presentes: "C'est ma tournée!" ("esta ronda la pago yo").  

Según ha dicho Bruno Durand, el dueño del bar (además de quiosquero, bombero y encargado de la oficina de correos), la cornada no fue grave, porque la nota de los cafelitos ascendía a 6,60 euros, milagroso precio que da ganas de trasladar la corresponsalía a la provincia (en el bar de la esquina la tacita sale a 1,80).

En LibérationMadame Durand ha declarado que ella se hace cargo alegremente de la cuenta: "Hay tales gentíos y tantos problemas de organización en estos desplazamientos que comprendo muy bien el fallo. Nunca se me habría ocurrido reclamarle los 6,60 euros de los cafés".

El problema no es ese, si no que, si la cosa está así de mala ahora, ¿qué pasará en el Elíseo cuando nazca el bebé más tardío de la historia? ¿Suspenderán pagos?

Las malas lenguas afirman por cierto en Le Canard Enchainè de esta semana (no se pierdan el Diario de Carlita) que Chouchou (papá Sarko) le ha pedido que se haga la cesárea el domingo a la caída de la tarde, para contraprogramar un poco el temido éxito de las primarias socialistas.

Pero no hagan ni caso. Francia es todavía un país serio y el presidente no osaría manipular jamás una foto opportunity en su favor. De hecho, Carla Ex Bruni ha jurado que nadie verá una foto de su hijo.

 

 


París pasa de Hollande

Por: | 11 de octubre de 2011

 

Y ahora resulta que París no es Francia.

En las primarias socialistas, la capital que se enrosca como un caracol ha dado la vuelta como un calcetín a los resultados nacionales. Ha habido un 13,4% de participación, ocho puntos más de la media, y un ganador diferente: Martine Aubry se impuso a François Hollande casi con la misma diferencia con la que pierde en el país: 37,5% de los votos para la alcaldesa de Lille, y solo un 31,7% para Hollande, que se deja siete puntos en la capital respecto a su resultado total.

Lo bonito es que los datos de la ciudad están lejos de ser homogéneos. La web de Le Monde ha hecho un gráfico estupendo con zonas sombreadas, y usando Google maps (ici) se ve cómo el caracol se ha partido en dos mitades casi perfectas. Bueno, mejor dicho en 2/3 perfectos.

Seguir leyendo »

¿Haría usted negocios con este tipo?

Por: | 06 de octubre de 2011

1572630_3_f040_l-homme-d-affaires-franco-libanais-ziad

El intermediario franco-libanés Ziad Takieddine, el 14 de septiembre en París. AFP / THOMAS SAMSON.

Ahí lo tienen paseando por las calles de París. Es el intermediario franco-libanés Ziad Takieddine, uno de los principales implicados en el escándalo asociado con la venta de submarinos y fragatas de Francia a Pakistán y Arabia Saudí. Este es el hombre que en los años noventa se encargaba de llevar las maletas llenas de dinero, en una ida y vuelta constante entre París, Karachi, Riad, Luxemburgo y Suiza, que en teoría contenían las comisiones (legales) y las retrocomisiones (ilegales) que hoy constituyen la prueba de cargo del affaire Karachi.

Takieddine ha afirmado hoy, sin aportar las pruebas, que si algunas revelaciones sobre el turbio asunto han salido a la superficie otra vez es porque el ex primer ministro Dominique de Villepin ha orquestado un complot contra su amigo (de Takieddine) Nicolas Sarkozy.

Seguir leyendo »

Llega el esperado librito de Banon

Por: | 05 de octubre de 2011

Valerie

Valerie Trierweiler, compañera de François Hollande, se mostró ayer choquée al saber que quizá alguien ordenó espiarla.

Según el nouvelobs.com, la novelista y periodista Tristane Banon, que acusa a Dominique Strauss-Kahn de haber intentado violarla hace ocho años mientras ambos mantenían una entrevista periodística en un apartamento parisino de DSK (una oficina sin despacho, pero con cama, lo que se llamaría en España un garsonié), publicará mañana un libro de 126 páginas sobre el affaire.

Editado por Diable Vauvert, la obrita se titula Le bal des hypocrites (título que no traducimos solo por no meter la gamba, ya que las estadísticas de este blog revelan que entran muchos más profesores de francés que lectores). El semanario presenta el opúsculo de Banon como un "ajuste de cuentas" que pretende explicar "todo" lo que llevó a la escritora a denunciar a DSK en julio pasado.

La revista adelanta incluso un extracto, que dice, más o menos, esto: "L'Affaire' es solo una vida que han tirado a la basura. Solo mi vida, que han roto como se rompe un dibujo perdido. No significa nada, o no mucho, solo son mis tripas, que los periodistas han tricotado como si fueran lana para hecerse un jersey de invierno".

No negarán que la imagen tiene fuerza: garabato a la basura, plumilla haciendo ganchillo con tripas de plumilla flaca, y poniéndose luego la rebequita de ochos para andar por París con la fresca...

Así que ya está aquí el invierno, por fin, y con él el libro que muchos anticipaban como explicación última (el anhelo de fama, dinero y atención) de la muy tardía denuncia de la joven, a la sazón hija de una veterana dirigente socialista que, ella sí, se acostó en su día (los antecedentes sugieren que es casi seguro que fue de día) con el brillante y fornido DSK, ese hombre de florida oratoria que según vamos viendo fue durante una época larga un cazador de corazones, aunque según Banon se portaba más bien como "un chimpancé en celo".

Mientras tanto, los bancos de la patria hexagonal y de los países bajos (con perdón) empiezan a rodar por el desagüe de la deuda tóxica, y nuestra amada Vaticalia vuelve a bajar de categoría en la Liga de Moody's, y Francia se divide entre el disimulo de unos y el bochorno de muchos ante una actualidad a la Mediaset, que salta desde las impunes andanzas bragueteras del otrora favorito a la sucesión, a la guerra nuclear entre las ricas y perturbadas madames Bettencourt, a la imposibilidad de distinguir a los buenos de los malos (les flics et les voyous), renacida con fuerza tras la encarcelación del número dos de la PJ de Lyon por tráfico de drogas y otros delitos.

La presentación en pruebas del alquiler de cochecillos eléctricos (un gran avance para los pulmones de la humanidad parisina no fumadora) casi eclipsó ayer la impresión creciente de que François Hollande será el próximo presidente de la República sí o sí, incluso aunque no quiera... Resulta que a algún prefecto espabilado y amante de los secretillos se le ocurrió, según afirma L'Express, ordenar a sus policías que espiaran un poco e hiceran un informe confidencial sobre la compañera sentimental de Hollande, Valérie Trierweiler, otra periodista que lo dejó casi todo para dedicarse a la carrera de su chico, tipo Anne Sinclair pero haciéndole adelgazar un saco de kilos.

La señora se ha mostrado "choquée", Hollande ha pedido al ministro del Interior Claude Guéant que sea transparente (pedirle eso a un ministro del Interior da idea de su experiencia de Gobierno), este ha decidido querellarse contra L'Express y la campaña hacia el Elíseo ha quedado expedita. Ahora a Hollande solo le falta ganar el domingo el primer turno de las primarias, el día 16 el segundo, en mayo imponerse en la primera vuelta al pelotón de rivales que anuncian su candidatura, y en la segunda ganar al candidato de la derecha que le toque. Que podría ser desde Marine Le Pen hasta Dominique de Villepìn o inclusive el mismísimo bebé Sarkozy-Bruni, dado que las encuestas señalan que en este momento los votantes de la UMP prefieren al muerto y resucitado Alain Juppé antes que al papá del nasciturus.

Pero lo peor no es este sindiós permanente. Lo peor es que la derecha francesa ha elevado los índices de criminalidad, de suicidios infantiles, de policías detenidos, de candidatos troskistas y de intermediarios que lo cuentan todo-pero-todo en los periódicos y los juzgados. Y si la derecha gabacha no logra comportarse como una derecha medianamente civilizada y seria, ¿se imaginan lo que podemos esperar del PP?

 

 

 

Y aquí lo parla un muchacho...

Por: | 03 de octubre de 2011

 

Decía Nicolás Fernández de Moratín:

Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».

Si esto le pasaba a un fidalgo portugués, que como se sabe nacen ya con un software de idiomas incorporado que les permite hablar lo que quieran (y sin abrir casi la boca), imagínense lo que sufrimos en la France los pobres españolazos, nosotros que como toda habilidad fonética tenemos la voz muy alta (para que nos entiendan mejor los guiris) y la erre doble, y que encima venimos al mundo con un ADN lingüístico que no admite versiones 2.0 ni reseteo posible... 

Para que se hagan una idea, y aunque esto suponga personalizar demasiado la línea Paco Martínez Soria esbozada en la primera entrega, debo contarles que mi profesora de francés intensif, que es una joyita y que vivió varios años en Madrid porque quería ser bailaora (fue alumna nada menos que de El Güito en Amor de Dios, donde por supuesto le bautizaron como La Gabacha), lee las piezas que envío al periódico cuando salen publicadas. Para vigilarme porque no se fía.

Craso error, porque vistos los gazapos cometidos (por un servidor) al traducir / traicionar / interpretar algunas expresiones jergales (y otras ni siquiera tanto), a partir de ahora las va a tener que leer antes de que se publiquen. Ya no es que como dice Javier Marías no usemos el diccionario, que lo usamos poco, es que a veces ni con el diccionario aciertas, lo que en efecto tiene doble mérito dedicándose a juntar letras...

Ante la imposibilidad de confesar aquí todos los errores, primero porque no habría sitio para tantos y segundo porque este blog parecería El Papus en vez de El País (o lo parecería todavía más), aquí les dejo algunas perlas aprendidas en la lección de hoy.

Para que vayan practicando, por si cuando suceda lo de Rajoy prefieren emigrar a la rive gauche...

Papeleo (palabra clave en Francia): la paperasse.

Hacer gestiones: faire des démarches.

La vida en París: metro, boulot, dodo (metro, curro y dormir: esta es sublime).

Golfo, granuja: voyou. De ahí "Le voyou de la République", es decir Sarkó, según el famoso título de un satírico local.

Chulo (la prof seguía hablando del presidente, se embala cuando lo nombra): Rouler des mécaniques.

Se balancer: columpiarse, pero en argot mafioso: cantar, chivarse. La expresión la usó el ex ministro del Interior Hortefeux el otro día al teléfono, cuando le interceptó la policía (le flic) hablando de Helena de Yuogslavia. Parece que entre los ambientes íntimos de la presidencia, un balance es también un chivato, como en la trena. ¿Qué fue de la grandeur?

Saper l'education: destruir la escuela pública.

Cateto (aquí ya hablábamos del arriba firmante): plouc, péquenot...

Parece además que en los suburbios (banlieue), se habla el verlan, es decir una jerga que da la vuelta a las palabras como la vieja y jacarandosa germanía española. Así, une femme es une meuf, pero también une nana o une gonzesse...

Cuánto se aprende en París, señoras y señores. 

Esperemos que no nos echen antes de terminar estas instructivas clases y poder contar la caída del muy corrompido y voyou sistema de poder nacido a la sombra de las alzas del Rey Sarko I.

Según la última encuesta, el 68% de los franceses creen que, si se presenta, va a perder las elecciones. Pero la profesora no las tiene todas consigo. Es lo que tienen los profesores, que como dice Berluska son todos unos comunistas. De merde.

Arriba del todo pueden practicar el listening oyendo el fabuloso espacio humorístico de Francois Morel, ¿Por qué sonríe usted, Anne Sinclair?, en France Inter.

(Edito: gracias, Guillaume, le mandaré en copia las próximas piezas.)

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal