Jacques Brinon/ASSOCIATED PRESS.
El nasciturus nació. Y era niña. Es decir, es una niña. Libra y con ascendiente presidente-top model.
Tras varias semanas de retraso sobre el horario previsto (exageramos, claro), la cuarta descendiente de Nicolas I de Neuilly sur Seine (56 tacos, 1,65 metros) y la segunda de Carla Bruni Sarkozy Tedeschi (43, estatura de modelo) vino al mundo desde París (como todos) una fría tarde de octubre, entre las 19.30 y las 22.00 horas, mientras Chouchou (como llama Carlita a papi) volvía en el Air Sarko One de tomarse unas cervecitas en Francfort con sus amigotes (en fin) Merkel y Trichet, a ver si entre brindis y salchicha salvaban el euro y el inminente corralito (sector bancario, no el infantil) europeo.
A las 23.00, papá estadista estaba ya en la clínica de La Muette (La Muda, vaya nombre raro para una clínica) se supone que para darle su sonajero rolex de reglamento a la bebita 'bling bling', y a las 23.33 La Moncloa, presta y rauda como el rayo, anunciaba que nuestro presidente saliente había mandado el siguiente telegrama a su homólogo también saliente pero con siete meses de diferencia:
"Estimado Presidente, querido Nicolas:
Quiero expresarte en el nombre de Sonsoles y en el mío propio nuestra enhorabuena por el nacimiento de vuestra hija y transmitiros a Carla y a ti nuestros mejores deseos.
Deseo que viva en ese mundo mejor por el que me consta estás trabajando cada dia (sic).
Te reitero el testimonio de mi más alta consideración y estima personal.
José Luis Rodríguez Zapatero
Presidente del Gobierno de España".
Hondos momentos de emoción, por tanto, lo mismo en el Hexágono que en la piel de toro, por el alumbramiento, quizá confiando ambos en lo de la baguette debajo del brazo, mientras en el palacio del Elíseo los consejeros de mercadotecnia electoral del hombre que solo 24 horas antes anunciaba próximos conflictos en el viejísimo continente si él no salva el euro, van perfilando la estrategia de salida para la primavera.
Según ha dicho el especialista Christian Delporte a Le Figaro (el BOE del Sena), la gestión política del bebé se presenta "delicada". "La imagen del niño humaniza y permite alimentar un lazo afectivo con la opinión pública, tan raro y sin embargo indispensable para el político. Pero hace falta que la gente sea receptiva y no vea demasiadas maniobras, como con Kennedy, Blair o Cameron".
El experto añade que, si hoy fuera 2007, Sarkozy se habría fotografiado sin dudarlo con el bebé en brazos, pues ya hizo algo parecido en 2004 con su tercer hijo, Louis, que le deseó suerte en un vídeo cuando fue elegido líder de la UMP. (Un mero aficionado al lado de Berlusconi, que mandó un libro con todas sus fotos de familia a los italianos para que fueran cogiendo confianza en 1994, y que en plena crisis del harén se fotografió en su revista de cotilleo tirado por el suelo con sus nietos junto al árbol de Navidad).
Delporte recuerda que los primeros mandatos se ganan presentándose como un hermano y los segundos como un padre, pero duda que sea un buen momento de hacerse fotos 'people', ya que cuadra mal con la crisis y peor con el intento de fabricarse una imagen de estadista de altura, serio, desprendido y abnegado, lo que no aconsejaría una exposición excesiva en el cuché.
El problema es que la campaña se presenta tan cuesta arriba que Sarkozy va a tener que recurrir a todo lo que encuentre a mano, dicho sea sin señalar. El último sondeo da un 62% a François Hollande y un 38% al jefe del Estado.Más que una baguette, le va hacer falta una panadería entera.
Claro, que si lo de la política se acaba, el presidente siempre podrá dedicarse al mundo del arte. Según cuenta Arnaud Leparmentier en su blog sobre el Elíseo, el otro día Sarkozy vio una obra de Fernand Lèger en una exposición del Pompidou itinerante, y preguntó extasiado ante tanta belleza: "Ah, Lèger, ¿es caro? ¿Más que Klein? ¿Menos que Matisse?". Y cuando vio un Klein monocromo naranja, soltó: "Este, vale muchos millones".
Así que pueden quedarse tranquilos con lo de sus ahorros. Si ante las obras de arte el estadista bling bling que trabaja por un mundo mejor solo ve montañas de euros, ¿qué no verá cuando vea euros?