Miguel Mora

Sobre el autor

es corresponsal en París, antes en Roma y Lisboa, fue redactor en la sección de Cultura y la Edición Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1992, y es autor del libro ‘La voz de los flamencos’ (Siruela, 2008).

Nace Sarkojoy: "Viernes es viernes"

Por: | 17 de enero de 2012

 

Cuando Merkozy agoniza, nace Sarkojoy. Esto sí que es una alianza de titán a titán, y no lo del eje Berlín-París. Con Sarkojoy no hay Pirineos ni los habrá nunca, todo es oro y toisón milenario, juntos declaran la guerra a las malditas agencias, unidos no se dejarán dictar la política económica, ambos van a hacer justicia con los especuladores aprobando la Tasa Tobin (de los bosques), lo van a reformar todo y nos van a decir la verdad con coraje, manteniendo la sangre fría y la contención, y piensan seguir juntos haciendo ajustes hasta el fin para sacarnos de esta, creando empleos y creciendo (unos más que otros) para devolvernos nuestra posición en Europa y más allá...

Pero oh la la, no es eso lo peor. Convertido Nicolas I por mor de las rebajas de enero de S&P en el nuevo líder de los pobres rezagados del sur, nuestro héroe, el gran capitán en la tormenta, el justiciero del loco y criminal capitalismo financiero, se trasmuta en La mismísima Moncloa en un Berlusconi sin pizca de gracia, e imbuido del espíritu mariano (gracias por la pregunta, adiós buenas tardes), carga a modo contra la prensa francesa.

Molesto por las críticas que han osado sugerir que lo de la triple A igual es, en parte, responsabilidad suya, aparte de una torpeza retardada de S&P, ya que bajo su mandato ha aumentado la deuda pública en 600.000 millones, París ha llegado a pagar casi dos veces los intereses de Alemania por su deuda, y el paro ha batido un récord de 12 años con 2,8 millones de desempleados, Sarko pone cara de no haber roto un plato cuando un periodista de Reuters le pregunta con exquisita educación y exquisito criterio periodístico (desde el viernes no había abierto boca) si no cree que la rebaja descuelga a Francia de Alemania, si no va a suponer además (como pasó) que baje la nota del fondo de rescate, si todo eso no reduce la influencia de Francia en Europa, y por qué entonces ha decidido aplazar hasta febrero la prevista cumbre de Roma con Merkonti que iba a servir para preparar la cumbre del día 30.

Vean el vídeo de arriba (hacia el minuto uno) quienes no lo hayan visto, y juzguen. Es Sarko at his best, el mejor Sarko de la temporada. "¿No ha leído las últimas informaciones?, le espeta al periodista. "¿Puede entonces hacerme otra pregunta con las últimas noticias?".

Con últimas noticias se refiere a la (falsa) buena nueva del día. Moody's ha decidido mantener la triple A. En realidad, lo que ha hecho es disfrazarse de poli bueno y repetir que tomará una decisión, como estaba previsto, antes de abril (es decir poco antes de las presidenciales), poniendo bajo esa fachada una lista de condiciones europeas y nacionales tan duras de cumplir que todo augura una nueva rebaja...

Hasta aquí, el contexto. Aquí abajo, para alimentar el tráfico francoparlante e ir promoviendo el blingüismo franpañol que Sarkojoy convertirá pronto en ley bilateral, transcribimos en lengua madre francesa (con algunas morcillas patrias) el tenso episodio vivido entre el jefe de Estado y el reportero, gracias a un oportuno copia y pega del blog de Arnaud Leparmentier.

Le journaliste de Reuters : "Considérez-vous que la perte du triple A est un échec (fracaso) et que le décrochage (descolgamiento) par rapport à l'Allemagne va réduire l'influence de la France en Europe ?"

Nicolas Sarkozy : "Vous n'avez peut-être pas eu les dernières informations ? Donc pouvez-vous me poser une autre question avec les dernières informations ?"

Le journaliste : "La question de savoir si vous considérez la perte du triple A comme un échec et si le décrochage avec l'Allemagne..."

Nicolas Sarkozy le coupe (le corta): "Je confirme vous n'avez pas eu les dernières informations. Donc si vous me posez une question sur les dernières informations, j'y répondrai. Si vous me posez une question sur ce qui s'est passé vendredi, c'est vendredi." (Viernes es viernes: genial: como Boskov).

Le (pobre) journaliste : "Eh ben Moody's alors que pensez-vous ?..."

Nicolas Sarkozy : "Non, formulez une question, Moody's, cela ne veut pas dire grand chose." Ahí la verdad es que está fino: "Moody's no quiere decir gran cosa".

Le journaliste de Reuters (algo apocado ya, pero sin perder la compostura): "Est ce que Moody's fait peser une épée (espada) de Damoclès après standard & Poor's sur la politique économique française ?"

Nicolas Sarkozy : "Je ne comprends pas cette question (¿tampoco esta?). S'il y a quelqu'un qui veut me poser une question que je comprenne, j'y répondrai bien volontiers (con mucho gusto), je ne comprends pas votre question..."

Ahí es cuando toma la palabra Agustina de Aragón.

Une journaliste espagnole : "Je voulais vous parler de la dégradation de la dette souveraine de certains pays par les agences de notation, je pense à la France et à l'Espagne." (más valiente no cabe).

Nicolas Sarkozy : "Je vais essayer d'y répondre. C'est mieux de comprendre les questions. D'abord, madame (ole), en France et, je suppose, en Espagne, (ole otra vez) ce ne sont pas les agences de notations qui doivent définir les politiques économiques. Vendredi, une agence a fait perdre le triple A ; lundi, une agence confirme que la France garde le triple A, deux agences sur trois [Fitch est la troisième, elle aussi a confirmé le triple A -pero esta no cuenta porque es francesa y a su dueño le impuso la Legión de Honor en 2009 Sarkozy-]. Il faut réagir à ces décisions avec sang froid et avec recul. Sur le fond des choses, ma conviction, c'est que cela ne change rien. Nous devons réduire nos déficits, réduire nos dépenses, nous devons améliorer la compétitivité de nos économies pour retrouver le chemin de la croissance."

Sobran otros comentarios, basta con traducir las últimas líneas: "En el fondo, mi convicción es que eso no cambia nada. Debemos reducir nuestros déficits, reducir nuestros gastos, debemos mejorar la competitividad de nuestras economías para retomar la senda del crecimiento".

Es decir, más o menos, de forma resumida, lo que vienen diciendo las malditas agencias que hay que hacer desde hace meses.

No negamos que las agencias, como dice Gabilondo, sean unas chantajistas profesionales.

Pero ¡cuánto les gusta a nuestros políticos tener un buen chivo expiatorio cerca!

O, por decirlo con palabras de El Fary, a su cotén.

Tanto les gusta, que igual alguien puede empezar a pensar si no van a pachas...

17,2 millones de intouchables

Por: | 10 de enero de 2012

 

Esa es la cifra de personas, gente de a pie y ciudadanos libres que han ido a ver en Francia Intouchables. A nueve euros por barba, la comedia de Eric Toledano y Olivier Nakache ha ingresado ya más de 150 millones de euros en nueve semanas y media, y el fenómeno no deja de crecer. Así que, aprovechando que Kozy estaba con Mer arreglando el mundo en Berlín, he visto por fin semejante prodigio en un cine del bulevar Saint-Germain-des-Pres.

En la sala habría 20 o 22 personas, pero a mi lado una señora que llevaba 'Le Monde' no ha parado de desternillarse toda la película, y con los chistes más tontos y los estereotipos más racistas (que haberlos haylos) casi se caía al suelo. Un joven sentado unas filas más atrás también lo pasaba en grande, y en general la gente estaba encantada, salvo el señor con dos audífonos que tenía delante, que parecía dormir.

Benditos ellos, porque se trata seguramente de una de las comedias más artificiales, mentirosas, buenistas y pueriles que se hayan estrenado en la historia.

Los clichés más bobos, los gags más estúpidos, los diálogos previsibles y los guiños sensibleros se suceden con matemática precisión en un guión hecho a medida para entretener y contentar a todo el mundo y que se resume en dos líneas: un angustiado tetrapléjico millonario parisino, accidentado en un vuelo en parapente, contrata a un joven senegalés de la banlieue (la periferia) para que le cuide.

Desde ahí en adelante, la película explota el contraste entre la incultura, la miseria y la honradez del fornido y sonriente joven negro (Omar Sy), y la riqueza, la bondad y el entorno esnob del depresivo e inválido enfermo blanco (François Cluzet). En todo tipo de situaciones presuntamente cómicas: la ducha, la galería de arte, el coche de lujo, el avión privado, la cita amorosa, el masaje, el porro, la hija adolescente, la secretaria lesbiana...

Si ven el tráiler y leen los comentarios de Youtube se harán una idea de la polémica que Intouchables ha suscitado en Francia: esnobs contra palomiteros, cultura contra entretenimiento, arte contra taquilla.

En el fondo, la controversia reproduce la larvada guerra que vive la sociedad francesa entre los partidarios del pensamiento y los de la frivolidad, o los de la sensatez y los de la demagogia, y que se encarna, porque seguramente es el gran síntoma de la mutación del país, en las opiniones encontradas que genera el presidente de la República.

Si Sarkozy es, como algunos sostienen, el síntoma de una sociedad europea decadente, enferma y en plena involución conservadora (otra pata sería Berlusconi en Italia), los subproductos que triunfan y marcan su época asoman como el complemento imprescindible. Si en Italia fue Baaria, una infumable saga siciliana en la que la mafia ni existía, en Francia es Intouchables, un oasis en el que el miedo a la banlieue se supera metiéndola en el palacio.

De hecho, Nicolas I invitó al equipo de la película al Elíseo para brindar por el éxito, tratando de explotar electoralmente el fenómeno, aunque la cosa salió mal porque Omar Sy, el actor negro, adujo compromisos inexcusables y no asistió al festejo.

En todo caso, Intouchables es solo la punta de un impresionante iceberg: la industria cinematográfica francesa ha gozado en 2011 de un año envidiable, con una cuota de pantalla nacional del 40%, y unos 215 millones de localidades vendidas, cerca del récord absoluto de 1966, cuando se agotaron 234 millones. Ya nos gustaría a otros.

El pequeño milagro de la muda The Artist, que luchará por el Oscar a la mejor película, y Mujeres del sexto piso, sangrante desperdicio del talento de varias actrices espagnolas, son con Intouchables los tres grandes éxitos del año pasado. A ellos se suman Polisse, dura crónica de la vida policial de un barrio de París, y La guerre est déclarée, propuesta para los Óscar como mejor película de habla no inglesa.

Lo cierto es que la excepción cultural sigue funcionando. Aunque a veces la cultura sea realmente la excepción.

 

El País

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