Miguel Mora

Sobre el autor

es corresponsal en París, antes en Roma y Lisboa, fue redactor en la sección de Cultura y la Edición Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1992, y es autor del libro ‘La voz de los flamencos’ (Siruela, 2008).

DSK y Gadafi se cuelan en la campaña

Por: | 30 de abril de 2012

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En política -y en la vida real-, los viejos amigos que han dejado de serlo suelen volver del pasado disfrazados de fantasmas para recordarnos el error. Incluso aunque estén muertos, ya sea política o literalmente muertos.

Dominique Strauss-Kahn, un cadáver político, y Muamar el Gadafi, criando malvas de forma literal, son (eran) dos fantasmones amantes del bunga bunga que hace solo dos años estaban en la cima del mundo. Uno plantaba sus jaimas en los parques de Occidente y recibía genuflexiones y besos de los líderes democráticos, el otro campaba en Washington y cenaba con Obama mientras se disponía a suceder a Nicolas Sarkozy.

Ahora los dos han regsesado al mismo tiempo del pasado y se han colado en la recta final de la campaña de las presidenciales. Obligando a sus viejos amigos a huir de ellos como si fueran la peste.

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La irrupción de DSK ha sido tragicómica. The Guardian publica el viernes una entrevista realizada por Edward Jay Epstein, autor del libro exculpatorio que adelantó The New York Review of books (corregido) hace unos meses. En ella, como se sabía ya, DSK acusa a alguien que tiene una "agenda política" de haber montado la conspiración del Sofitel y a los servicios secretos franceses de haberle espiado para impedir su llegada al Elíseo.

Sarkozy se da por aludido y le responde que es mejor que se calle y rinda cuentas ante los tribunales, que él no acepta lecciones morales de alguien imputado por proxenetismo, y sugiere que los socialistas han animado a DSK a salir a la palestra en plena campaña: "Hollande ha apelado a un refuerzo de una talla moral de peso. Ahora la familia está al completo", ironiza.

El sábado, Julien Dray, un diputado socialista, celebra su cumpleaños en un bar de la calle Sant Denis - una de las zonas de prostitución de París, dicho sea de paso-. Invita a Ségolène Royal, a Pierre Moscovici y a Manuel Valls, pesos pesados del partido y los últimos número dos y tres de la campaña de Hollande. Lo malo es que Martini Dray también invita a DSK, aunque esto no se lo dice a los otros amigos.

De forma que Royal, Moscovici y Valls llegan al bar, y al enterarse de que viene su viejo amigo, salen corriendo para evitar ser vistos y fotografiados junto al apestado.

El domingo, DSK emite un comunicado en el que niega haber dado una entrevista a The Guardian y amirma que es un montaje. El diario responde que Epstein se reunió "durante dos horas con DSK" el pasado 13 de abril en París, y añade que la conversación "no era en off".

Hollande trata de zanjar la polémica diciendo: "DSK está fuera de esta campaña y no tiene por qué volver". Y Royal. "Es una persona irrelevante en la campaña, y no quiero encontrarme con él en nombre de la dignidad de las mujeres".

Lo de Gadafi tiene también poca gracia. La sospecha de que el coronel financió la campaña de Sarkozy en 2007 no es nueva, pero sube un grado con la publicación, el sábado, en la web de Mediapart, de un supuesto documento secreto libio, fechado en 2006, que afirma que el líder de la Jamarihiya dio su "principio de acuerdo "a los emisarios de Sarkozy para aportar 50 millones de euros a su campaña.

Los socialistas piden explicaciones al presidente, y este replica diciendo que se trata de "una infamia" de Mediapart, a la que acusa de "estar al servicio de los socialistas". Fillon también sale en defensa del líder en apuros y añade que Mediapart "es un laboratorio financiado por los amigos ricos de François Hollande".

Uno de los firmantes de la nota, un viejo dirigente gadafiano huido a Catar -hoy el régimen islamista más amigo del islamófobo Sarkozy-, afirma que el documento tiene que ser falso. La web responde afirmando que el documento les parece fiable, que los indicios de que Gadafi financió a Sarkozy son numerosos, y que el presidente trata de intoxicar e insulta como hizo en el pasado cuando Mediapart destapó el esándalo L'Orèal.

La moraleja quizá sea que los amigos siempre vuelven del pasado cuando menos se les espera.

Sarkozy, c'est fini

Por: | 26 de abril de 2012

¡Merkozy ha muerto!

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Para desdramatizar un poco y olvidar durante un rato la repugnancia de esta última y cínica ola populista que nos invade en la campaña final hacia el suicidio del líder máximo y del gaullismo todo, déjenme contarles una pequeña historia de periodistas, esas viejas máquinas de escribir en peligro de extinción.

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El voto sádico se pone de moda

Por: | 19 de abril de 2012

  AAAAAASAR

 

Algunas cosas van quedando claras cuando faltan tres días para el voto.

  • Hollande y Sarkozy son más que nunca los dos únicos favoritos para pasar a la segunda vuelta, porque los siguientes candidatos (parece que el frente de Le Pen será finalmente tercero por delante del frente de Mélenchon) viajan ya entre diez y doce puntos de distancia del segundo, que en seis de siete sondeos es Sarkozy. (Edito (12.53): de los últimos once sondeos conocidos, siete dan ganador a Hollande en la primera vuelta, dos a Sarkozy y dos dan empate).
  • Tras los mítines del domingo, y como se acaba de decir, Hollande ha vuelto a superar a Sarkozy en casi todos los sondeos del primer turno y aumenta su ventaja para el segundo tanto que ha convertido las esperanzas de remontada del presidente en una quimera. El presidente está estancado, en retroceso o en caída libre, dependiendo de cómo se miren las estimaciones y de quién las haga. Y la cosa tiene pocas trazas de cambiar ya porque ahora rige la ley de la igualdad  de tiempo de palabra en televisión entre los diez candidatos, con lo que se anula el poderío mediático de los grandes y, sobre todo, destaca mucho menos el que mejor maneja los medios (y los miedos).
  • Tras superar a Hollande en las intenciones de voto para el primer turno al presentar su candidatura oficial y al gestionar la crisis terrorista de Tolouse y Montauban, el candidato del pueblo se ha desinflado como un globo y las curvas se han vuelto a cruzar. La noticia ha producido terror en las filas socialistas, que creen en su capacidad de convicción menos que la ecologista Eva Joly.
  • La hecatombe anunciada de Sarkozy en el balotaje tiene una razón de ser. Los trasvases de votos del primer al segundo turno se le presentan muy desfavorables. Casi la mitad de los electores del Frente Nacional piensa "traicionar" al líder de la derecha el 6 de mayo: solo el 54% declara que le votará frente al 69% que lo hizo en 2007. Es más, el 20% asegura que votará a Hollande, para que así aprenda el prócer a meterse con ellos y a decir que votar a Le Pen es como votar a Hollande. (Por cierto, esto no se llama voto de castigo, sino voto sádico).
  • Con los sufragios del centrista François Bayrou (un 10%) pasa lo mismo, pero peor: el 25% dará su apoyo a Sarkozy en la final contra el 39% que prefiere a Hollande. Las tretas para tratar de engatusar al hombre del tractor han empezado ya, y Alain Juppé se ha inmolado al amanecer diciendo que ve a Bayrou de próximo primer ministro de Sarkozy. Él, que hace solo unos meses decía que se veía a sí mismo en un puesto "muy bonito" junto a su presidente...
  • Hollande dice que no negociará. Y Bayrou, que para eso es de campo, guarda silencio relativo, y ha hecho saber que piensa que si Sarko pierde, la derecha francesa implosionará, con lo que quizá se ve ya como el futuro candidato de la UMP. Si le deja Juppé la cosa tendría su mérito, porque sus votantes prefieren al PS... 
  • Hablando del voto sádico, en la encuesta de CSA para BFM TV me encontré con esto que nadie cuenta: a la pregunta de si piensan votar a Hollande o a Sarkozy en el balotaje porque quieren que sean presidentes o antes al contrario porque quieren que no lo sea el otro, el 38% de los que votarán a Hollande dice que lo harán porque les gusta, frente al 60% que lo hará para que no gane Sarkozy. Y en el otro campo, la tasa de arrobo es muy parecida: el 41% por amor, y el 57% por fastidiar a Hollande. A esto se le llama voto de te vas a enterar, listo, o voto francés.
  • Como cura de humildad y para alentar la participación, no estaría mal que todas las elecciones incorpraran desde ahora en las papeletas un multiple choice para que cada ciudadano pueda argumentar por qué vota a fulano. Tipo:

          Porque me gusta su programa.

          Porque no quiero que gane Zutano.

          Porque es mono /a.

          Porque si no me echa de casa mi parienta/e.

          Etcétera.

 

 

Chirac vota Hollande

Por: | 17 de abril de 2012


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La expareja, en enero de 2011. REUTERS.

 

El ex presidente conservador Jacques Chirac ha decidido ya su voto, y según su amigo íntimo y cobiógrafo, Jean-Luc Barré, el domingo elegirá la papeleta de François Hollande y no la de Nicolas Sarkozy. El presidente saliente ha puesto hoy en duda tal afirmación, y de una forma escasamente elegante ha aludido en la radio France Info a la supuesta mala salud del expresidente: “Creo que la mejor forma de respetar a Jacques Chirac en las dificultades que son las suyas (sic) es intentar no hacerle hablar y que no sea instrumentalizado en un sentido o en el otro por su entorno”, ha dicho Sarkozy, que se ha declarado “un poco triste” por la decisión de su expatrón.

Chirac, jefe del Estado entre 1995 y 2007, de 79 años, había anunciado hace tiempo su disgusto con el mandato de su sucesor y su voluntad de apoyar a su máximo rival. Lo hizo delante de las cámaras de televisión, en junio del año pasado y en presencia del propio Hollande, aunque el entorno del simpático ancianete trató de quitar hierro diciendo que era una broma “corrézienne", en referencia a la Corréze, la región donde nació Chirac y de la que hoy es presidente Hollande.

Pero Barré, el historiador que ayudó a Chirac à escribir sus memorias, ha declarado hoy a Le Parisien y a Reuters que el expresidente hablaba muy en serio y sigue haciéndolo: “No solo me lo dice a mí, sino absolutamente a todas las personas que ve (que va a votar por Hollande). No es un secreto. Le veo lo suficiente para decir que persiste en la idea y la suscribe. No es un secreto de Estado”.

La declaración es el acto final de la concoida enemistad entre Sarkozy y Chirac, que procede de 1995, cuando el joven cachorro de la derecha tomó partido por Edouard Balladur en la batalla presidencial contra el jefe de filas gaullista.

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Abuelo y cachorro, en 1981.

El quinquenio 2002-2007 fue otro gran foco de tensión, porque el ministro del Interior y de Hacienda sospechó siempre que Dominique de Villepin, primer ministro y mano derecha de Chirac, conspiraba para impedir que se presentara a las presidenciales -que finalmente ganó tras reventar el partido y convertirse en líder de la UMP-.

Durante los últimos meses, Chirac, al que los médicos diagnosticaron una enfermedad degenerativa no aclarada en la recta final del proceso por financiar el partido creando empleos ficticios en el Ayuntamiento de París, ha estado totalmente desaparecido del mapa, e incluso cuando fue condenado por el escándalo se limitó a emitir un comunicado pero no compareció ante la prensa.

Algunos franceses han llegado a verbalizar, entre bromas y veras, que el jovial expresidente había sido “secuestrado” por su esposa, Bernadette, para no importunar aun más la ya de por sí complicada reelección de Sarkozy. Falacias. Ahora, Le Parisien, el diario más popular de la capital, ha hecho saber que cinco de los seis miembros del entorno íntimo de la familia Chirac piensan votar por Hollande. Y que solo la venerable Bernadette, que ha intervenido en algunos mítines de Sarkozy, apoyará al presidente.

Sin ningún valor estadístico, la casi unánime toma de posición de la familia Chirac pone de manifiesto el malestar simbólico que sienten muchas familias ‘gaullistas’ y buena parte de su electorado hacia el exídolo que hoy parece a punto de caramelo.

La campaña tupperware emprendida por Carla Bruni, que organiza animadas reuniones pro Chouchou con sus amigotas de la alta burguesía parisiense pretende funcionar como un tapón para esa hemorragia de apoyos en las (rotas) filas presidenciales. 

 

Y Sarko guardó su peluco

Por: | 16 de abril de 2012

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Todo el discurso arriba y abajo con le peuple (el pueblo), que si le peuple por aquí, que si le peuple por allá, y cuando llegó la hora de bajar y estrechar las manos de le peuple, fue Sarko y guardó su peluco en el bolsillo, no fuera a ser que le peuple -que como sabe él mejor que nadie, está bastante tieso tras cinco años de triunfos encadenados- se lo mangara.

Las imágenes no pasarán a la historia de la dignidad política, pero aquí quedan como testimonio de la confianza del híperpresidente en sus hípervotantes.

Como recuerda Tristan Berteloot en Le Nouvel Observateur, Sarko siempre ha dicho que "si a los 50 años no tienes un Patek Philippe, has malgastado tu vida".

Y esa es la marca del pelucón que llevaba el domingo el candidato bajante en la plaza de la Concordia, donde en vez de 100.000 personas había por cierto solo 25.000 o 30.000, según ha demostrado Mediapart. La pieza se la regaló su esposa, Carla Bruni, en enero de 2008, y costó 55.000 euros en francos suizos.

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¿Pensaría el aspirante a la reelección que si lo perdía no cenaba esa noche? Como le vea Merkel, y oiga eso que dijo durante el mitin de que el BCE no vale para nada, donde no va a volver a cenar ni aunque gane las elecciones es en Bruselas...

Vean aquí abajo el vídeo del momento "eh, un momentito".

 

 

El País

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