Miguel Mora

Hollande o el sueño de Europa

Por: | 19 de mayo de 2012

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Ninguneado, minusvalorado y desdeñado hasta la vergüenza (propia y ajena) por nuestros líderes supuestamente democráticos (Angela Merkel, Mariano Rajoy) y por publicaciones tan prestigiosas como liberales (The Economist, ese lúcido think tank que pidió el voto para Sarkozy), el “bastante peligroso” François Hollande es seguramente lo mejor que le ha pasado a la Unión Europea en mucho tiempo. Quizá no consiga nada, porque las fuerzas en juego contra el euro y contra la unidad de Europa son muchas y altamente tóxicas y desvergonzadas, pero al menos ya ha demostrado que otro camino es posible.

Aunque solo lleva cuatro o cinco días en el cargo, su energía positiva lleva meses agitando las deprimidas conciencias de muchos ciudadanos europeos. Su naturalidad en la campaña y la victoria, su actitud ‘Jacques Tati’ al tomar posesión y al despachar a la desmadejada pareja Sarkozy-Bruni (qué pintas innobles, carissima), y su cuajo al sobrevivir con ese temple de torero humilde al agua, el granizo y el rayo que cayó sobre su avión le han granjeado ya el afecto de muchos otros.

Los que aun no estén convencidos deberían pararse a imaginar un segundo la catástrofe que habría sucedido si este hombre al que algunos confundieron con un flan y quisieron pintar como un bolchevique hubiera perdido las presidenciales.

Sarkozy estaría hoy en el G8 ejerciendo de palmero de Merkel, echándole la culpa de todo a Zapatero y a Papandreu, y quizá redactando la pregunta del referéndum griego o firmando por debajo de la mesa el acuerdo para la eyección de Atenas del euro. Por suerte, está en Marraquesh, disfrutando de los placeres de la democracia alauita (como en esta foto de 2007), y descansando (edito) en una villa del rey Mohamed VI.

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Un soberbio artículo de Barbara Spinelli para La Repubblica, titulado Escuchen el grito de Atenas, recordaba esta semana que fue precisamente el desahuciado Papandreu quien dio, también en diciembre y durante una visita a los Verdes alemanes, la receta justa para arreglar la crisis del euro: “Austeridad en los países, crecimiento en Europa”.

Esta es la fórmula mágica de Hollande, la idea fuerza que, junto al odio que generaba Sarkozy en media Francia, ha llevado al candidato del PS al Elíseo -por encima de la muy simplista tesis de que ha sido la crisis la única culpable de su triunfo. Y esa es la norma que, como casi todos saben ya, salvo Merkel, debería adoptar la UE en la cumbre de junio o mejor incluso antes -si es que hay alguien, aparte de Hollande y de Barack Obama, al que le interese que la Unión Europea siga existiendo.

Su sugerencia de que el fondo europeo se ocupe de recapitalizar a la banca española es sensata y desvela lo que es un secreto a voces: España no podrá tapar ese agujero ignoto sin multiplicar su deuda. Rajoy no ha pedido ayuda, por cobardía o tabú, y en Bruselas están estupefactos porque no lo haya hecho ya. Hollande se ha limitado a poner sobre la mesa lo que es urgente y razonable. De Guindos se ha hecho el loco. Esperemos que el Gobierno no mate al mensajero y recoja el guante.

Hablando ante la colonia francesa en Washington, Hollande explicó el viernes que no podía soportar llegar como presidente a Estados Unidos lamentándose de que Europa esté en crisis y quejándose del “riesgo de que Grecia salga del euro y haga explotar la zona euro”; y añadió que necesitaba imaginar y hablar en nombre de "una Europa fuerte y poderosa”.

Esa es precisamente la actitud contraria a la que han inoculado en la opinión pública Merkel y Sarkozy, al actuar durante tres años con tanta pusilanimidad como (errado) cálculo electoralista, moldeando su pequeño dueto dictatorial con grandes dosis de vinagre e incompetencia, cubos de irresponsabilidad y de dejación dolosa: Europa es tan frágil e irrelevante que no es capaz de resolver siquiera la crisis de un Estado de un puñado de millones de habitantes que supone el 3% de su PIB total.

¿No será que lo han hecho aposta?

Una porque lleva años sacando ventaja económica del status quo; el otro porque era tan ingenuo que pensaba que tocando las maracas tendría derecho prioritario a las migajas, la pareja conocida como Merkozy ha pasado a la historia con el lustre de un estropajo, y todavía deberá ser juzgada en el tribunal de las urnas y la justicia poética por su crimen de lesa europeidad y condenada a jubilación anticipada.

Hollande ha conseguido derribar con el arte de la modestia la desinencia de la palabreja. Ahora solo falta que los europeos -y sobre todo esos alemanes que tantas casas y vacaciones baratas se han comprado en España y en Grecia durante tantos años mientras nos vendían sus coches y sus aspiradores- acaben con la raíz (del problema).

Pero para eso faltará quizá un año, si Merkel tiene suerte. Antes de eso, lo primero que debería hacer Hollande es colocar al ultraliberal David Cameron en el sitio que le corresponde, en el rincón de los eurófobos más recalcitrantes. Cameron ya ha dicho que se opondrá a la tasa financiera que Hollande quiere imponer para levantar 59.000 millones y dedicarlos a crecer y crear empleo. El premier ha afirmado que no permitirá que se apruebe una tasa como esa “porque castigaría al pueblo y a las entidades financieras” (The Guardian). El populista-bancario prefiere que pague Alemania a que lo hagan los bancos y los fondos que operan en su chiringuito fiscal, la City.

La estulticia y la caradura no conocen límites en estos tiempos, pero esa frase que mete en el mismo saco a millones de familias despojadas de sus trabajos y sus derechos más básicos y a los bancos que han originado casi todos los problemas debería ser suficiente para que este señor very dangerous quede automáticamente eximido de influir en un club europeo realmente democrático. Si Gobierna usted para proteger a la banca y a los hedge funds, renuncie a la política y hágase consejero, o especulador.

Lo segundo que podría hacer Hollande es recibir a Alexis Tspiras, cosa que no hizo en su momento y que sin duda constituye su mayor error hasta ahora. El líder de Syriza volverá el lunes a París, y de momento se sabe que se entrevistará con Jean-Luc Mélenchon, cita muy romántica pero bastante inútil. Sería deseable que el nuevo Gobierno francés no le haga el vacío y le dé su apoyo. Es tan europeísta o más que muchos de ellos (Fabius, por ejemplo), y no acepta someterse al chantaje del miedo y la omertà de Merkel. Ergo es de la familia, y los griegos seguramente le van a convertir en su próximo primer ministro. Sería una bajeza moral y una torpeza política que Hollande y los suyos le pagaran con la misma moneda que les propinó a ellos Merkajoy.

Toca encomendarse a Hollande, a Tspiras, a Obama y sobre todo a Barbara Spinelli. No hay mucho más en este páramo. Los muchachos del SPD andan todavía verdes, timoratos como una novicia. Pero confiemos en que en un tiempo razonable la razón se impondrá, y los mediocres, los lerdos, los mentirosos, los Aguirres, los Betetas, los esbirros del poder financiero y los cobardes irán dejando poco a poco de gobernar nuestras vidas.

Si ha caído Sarkozy, ¿qué nos impide soñar con una Alemania distinta, con otra Europa y otro futuro?

Hay 24 Comentarios

El caso es que yo creo que Hollande va a ser un globo demasiado hinchado.Le veo tan poca cosa frente a la tormenta que hay. El caso es que no es malo que remueva un poco las aguas en Europa, pero seamos realistas, aqui quien manda es Deutschland que tienen dinero prestado gratis a cuenta de los demas. Como van a querer eurobonos.

Le felicito por este resumen de hechos y deshechos que hemos sufrido los europeos desde que los ultraliberales alemanes que gobiernan se alinearon con las prácticas económicas anglosajonas y decidieron que sobreviva el más fuerte , que ellos ya lo son. Merkel y Sarkozy pasarán a la historia como políticos mediocres sin más visión de futuro que el de sus propias carreras. Y la idea de Europa que ha dado los mejores niveles de paz y bienestar conocidos estará mucho mejor protegida en manos de la socialdemocracia que en las de los codiciosos adoradores de los mercados.

Hasta el momento, solo conocemos su 'discurso' sobre 'su plan de crecimiento' - lo tendrá que plantear con mucha exactitud - tal vez, serviría de paso para estimular la propia economía francesa que está paralizada y, poder así reducir su deuda estatal del 85,8%, su déficit del 5,2%, como asimismo, reducir su índice de paro general del 10% y, reducir el paro juvenil del 21,8%. Hollande, además, tendrá la tarea de fortalecer la competitividad industrial francesa que, ha venido decayendo. No hay que olvidar de que Francia perdió la triple A y, los mercados estarán al acecho para atacar, sí perciben el menor desliz.

No, Andrés. He nacido hace tres semanas, no soy aquél buho. Encantado de conocerte. Un saludo.

@ELBUHOPARDO,
¿Eres El Búho que escribía en los foros de El País hace ya algún tiempo, antes de Eskup?
Un saludo,
Andrés

Bueno, me gusta el final. Sólo nos falta que nos prohiban soñar. pero soy realista. Nada tengo contra Francoise Hollande y, por qué no, creo en él. Toda persona tiene derecho a una oportunidad, sobre todo cuando ha dicho lo que ha dicho. También creemos que puede y debe haber un cambio en Alemania. Pero de todo ello surge para mí excepticismo, aunque también algo de esperanza, por supuesto.
Vamos a ver: no hablemos de nombres, por favor. Francia es uno de los principales paises del mundo, es un país importatísimo en Europa, pero este problema escapa incluso a las posibilidades francesas. El sistema es el que es y ni F. Hollande, ni nadie puede cambiarlo. Sin una restructuración total del sistema es imposible. No se yo exactamente cual ha de ser esa restructuración, pero sé que ha de ser "alguna". Ni siquiera Obama ha conseguido nada. Los nombres serán sustituidos por otros nombres. Ello implica que con ese cambio se da esperanza a la ciudadanía y ésta se quedará ahora un año pensando que Hollande va a solucionar el problema de España, Grecia, Italia.....Es la táctica del entenador de baloncesto que le han metido un parcial de 12-0 y pide tiempo. El sistema está tocado, muy tocado, pero el capitalismo se regenera. Ahora le convienen algo parecido al efecto Obama para que la gente piense que todo va a cambiar. Pero como vimos el efecto Obama es sólo eso: un efecto.
Hollande no va a cambiar nada. Es beneficioso para todos nosotros su llegada ya que puede frenar el avance de la devastación de Europa por los fundamentalistas de la Escuela de Chicago, pero no va a regenerar Europa aunque que quiera. No obstante celebramos su llegada.

http://elbuhopardo.blogspot.com.es/

Había escrito algo muy largo, con títulos de le Monde y de Libération, muy similares,pero me cuesta mucho trabajo y mucho tiempo. Se borró.
Sólo decir que una mirada nueva sobre la crisis, ça fait du bien, y que llamar a F.Hollande Jacques Tati me parece muy simpático.

Muchas gracias, Miguel. Ahora solo falta que tengas razon. En todo caso, ça fait du bien.

los medias son controlados por los mismos que han destrozado europa

los titulos de el pais no son inocentes , ni lis temas escogidos, el pais es parte de una red de mdedias como le monde para imponer a los europeos sus ideas sus ambiciones,....Hollande es es asesino de francia y el pai8s quiere hacer los mismo con europa?????

¿Los gallegos perdieron su identidad y deben hacer patente su personalidad, don Perfecto? Diablos, qué pesados son ustedes los nacionalistas. Vénganse un rato a Madrid, que no tiene miedo a perder su identidad ni su personalidad porque es universal y anticateto.

Miles y miles de millones de euros saqueados en España durante años por los que gobiernan y sus adláteres, con el consentimiento tácito de sus compis de gobierno u oposición (que luego me tocará a mi). Muchos aeropuertos sin aviones, muchos AVE sin pasajeros, proyectos faraónicos en todas las comunidades: Terra Mítica, Ciudad Arte y Ciencias, de la Cultura, Fórmula 1 para todos con dinero público, canales y canales de TV deficitarios para colocar a los amiguetes, multitud de pseudoempresas públicas para lo mismo, las podridas Cajas de Ahorro emblemas de los manejos políticos y la corrupción en España, agujeros siderales a tapar con dinerete público que siempre sobra, EREs fraudulentos, trajes, Palaus de la música, diez trabajos para mi y no hay para ti. ¿Todavía alguien duda de que el cáncer que nos come los huesos a los españoles son nuestros nefastos políticos, supercorruptos e indemnes de todas sus fechorias? Nadie reforma lo obvio, sólo van a llenarse los bolsillos de dinero público hasta reventar. Señores, o suspendemos el estado de las autonomias sine die, y me da igual la que se pueda montar, el interés general prima, o nos vamos a la pura mierda como pais. O hay cárcel y responsabilidad patrimonial con carácter retroactivo (como los descuentos de mi nómina) de los gestores de tanto disparate e incompetencia hechos a posta para enriquecerse a nuestra costa o esto explota bien pronto, no se si via golpe de estado, hordas hartas de todo y sin nada que perder en la calle o guerra mundial...

"una Europa fuerte y poderosa”.

Que yendo como iba su peso en el mundo tendía a cero. Y eso con nuestros tataranietos hipotecados. Insostenible.

Este articulista es un fenómeno. La riqueza y la competitividad para seguir gastando lo que nos de la gana la van a poner Hollande, Barbara Spinelli y él.

Es de lo mas bonito que he leído. !Enhorabuena!

Bueno, señor Prefecto Conde,
Según la Real Academia Española, el 'galleguismo' lo define como;
1. Locución, giro o modo de hablar propio de los gallegos.
2. Amor o apego a las cosas características o típicas de Galicia.
3. F...
Le dejo a usted rellenar la tercera frase.
Un saludo,
Andrés

Muy bueno. Parece que el periodismo se despierta tambien: una condicion necesaria (aunque no suficiente) para llevar a mejor cause el presente de nuestra Europa.

Le sugeriria algo menos de adjetivos, para que, como parece una moda de hoy, el "decir las verdades" no sea un acto asociado a la radicalidad. Lo cual lleva haciendo a la opinion publica y el periodismo hacernos vivir en las tinieblas de la hipocrecia. Como usted hizo alucion explicita, esa fue parte de la leccion que el señor Hollande nos ha ya ofrecido.

En cualquier caso, leer su vision de las "verdades" es un placer. Muchas gracias.

Muy buen artículo Miguel, pero yo mencionaría que Europa es algo que no puede progresar, no por los pueblos, sino por la corrupción tan extrema que hay en España, Grecia e Italia, y así está Europa, sería bonito creer en Europa, pero España y Grecia ya perdieron su oportunidad cuando recibían dinero a manos llenas, todo se lo llevaron los corrruptos, y ahora tan tranquilos y felices.

Gracias, Miguel, pero es que a nosotros nos quedan cuatro años, con lo que hoy en dia junto con Portugal, son los gobiernos mas inutiles de Europa, faltan elecciones en Holanda y en Dinamarca, con una extrema derecha terrible, seamos confiantes, pero desde luego Flamby, se esta portando como un valiente y es el unico que ha aportado soluciones a Europa y parecen todos bastante preparados, comparados con los Zombies que estan en el poder en España. Confiemos.

Vaya, vaya, tantas alabanzas a Hollande antes de que haya propuesto nada en concreto ni hecho nada me recuerda al premio Nobel de la paz a Obama.

Excelente y dando en el clavo como siempre. Gracias, Miquel Mora, es un placer leerle.

Le agradezco su diligencia. Sin duda ahora se entiende mejor su escritura aunque me imagino que a Rajoy no le hará mucha gracia que le atribuya un padecimiento tan grave como el de la afasia ("pérdida del habla a consecuencia de desorden cerebral", según el Dicionario de la RAE). Allá usted.

Don Perfecto: hecho, con mis disculpas. Gracias.

Señor Mora:
Leo con frecuencia sus crónicas desde Francia que me interesan bastante y que me parecen dignas del mejor periodismo actual. Lamento, no obstante, discrepar absolutamente con el uso que hace hoy del concepto "galleguismo" cuando escribe, supongo que refiriéndose a Mariano Rajoy, lo siguiente: "Aunque no lo haya pedido, por cobardía o galleguismo, en Bruselas todos están estupefactos porque no lo haya hecho todavía".
Hombre, sólo faltaba que también usted se sumase al perverso uso que se suele hacer desde la Meseta a algunas cosas de mi tierra. Por si no lo sabe, "el galleguismo es un movimiento político y cultural contemporáneo que pretende que Galicia y el pueblo gallego recuperen su identidad y hagan patente su personalidad" (Gran Enciclopedia Galega, tomo 20).
Cualquier fórceps que se le aplique para desvirtuarlo haciéndole permanecer en la escalera sin saber si se sube o si se baja, no es más que una burda manipulación entre las muchas a las que se han visto secularmente sometidos los asuntos de Galicia y los gallegos. No esperaba de usted que también se sometiera al nefasto "xandasbolismo" ni a la no menos nefanda costumbre de los chistes sobre gallegos.
No me lo tome a mal, pero –ya que los nuevos medios de comunicación permiten la constante e instantánea actualización– le sugiero que cambie usted esa expresión. Seguro que encuentra fácilmente la manera de substituir ese mal uso de la palabra galleguismo, algo que le agradeceré enormemente.
Le saluda,
Perfecto Conde

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Sobre el autor

es corresponsal en París, antes en Roma y Lisboa, fue redactor en la sección de Cultura y la Edición Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1992, y es autor del libro ‘La voz de los flamencos’ (Siruela, 2008).

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