Miguel Mora

Hollande, la anáfora y la erótica del poder

Por: | 14 de enero de 2014

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El gran momento de la campaña presidencial que llevó a François Hollande al Elíseo ocurrió durante el debate con Nicolas Sarkozy, el 3 de mayo de 2012. Durante tres horas, 18 millones de espectadores siguieron un áspero intercambio de golpes al mentón. En Twitter, 90.000 personas cruzaron medio millón de mensajes. Algunos ironizaban sobre la transformación de Hollande, y podrían ser leídos hoy como una profecía cumplida: “De Flamby (famoso flan de sobre) a perro de presa”.

Aquella noche marcó tendencia la etiqueta #anaphore (anáfora, repetición), la figura retórica que empleó el candidato socialista en su alegato final, cuando usó 16 veces la fórmula “Moi, président de la République” para definir su futuro estilo de Gobierno y marcar distancias con el pasado histriónico y ultra-intervencionista de su rival: “Yo, presidente de la República, no seré el jefe de mi mayoría; yo, presidente de la República, no trataré a mi primer ministro como a un empleado…”. El mutismo de Sarkozy ante las anáforas se interpretó como un síntoma de su resignación ante una derrota segura.

Capture_decran_google_mapLos meses han pasado, y Hollande se enfrentará esta tarde a 500 periodistas en la fosa de los leones del Elíseo con la credibilidad hecha añicos, con la imagen de sus infidelidades de moto y casco rondando en la mente de todos y con la obligación política de aclarar cuál es su concepto de lo público y lo privado, qué imprudencias ha cometido con su propia seguridad, y cuáles son los límites del derecho a la intimidad del jefe del Estado de una potencia nuclear en guerra permanente con el terrorismo internacional.

Capture-decran-2014-01-12-a-15Con la todavía primera dama oficial sometida a una cura de sueño en un hospital para reponerse de su "coup de blues" -o ataque de melancolía, según el poético eufemismo empleado por su gabinete en el Elíseo-, Hollande tendrá que medir mucho sus bromas y sus palabras, pero no podrá evitar las numerosas cuestiones que suscita el affaire Closer, por ejemplo cómo fue posible que ni él ni su servicio de seguridad fueran incapaces de  informarse a tiempo sobre las peligrosas amistades corsas relacionadas con el pied à terre (o picadero) de la calle Du Cirque número 20 -el nombre de la calle (imagen de arriba) se las trae- picadero prestado a la nueva favorita del soberano, la actriz Julie Gayet, por su amiga y colega Emmanuelle Hauck (a la derecha en la imagen de este párrafo). 

El momento es histórico, además, porque, aunque Francia disimule, estamos en la era de Internet, la inmediatez, las filtraciones de Assange y Snowden, las violaciones masivas de la privacidad de la NSA y las crecientes demandas ciudadanas de transparencia total -que suele devenir totalitaria-, y el debate sobre los dos cuerpos tradicionales de los presidentes franceses, el público y el privado, y por extensión de toda la clase política, ha llegado a un punto de difícil retorno.

Tras el silencio ensordecedor que guardó casi toda la prensa nacional sobre la satiriasis de Dominique Strauss-Kahn cuando este fue enviado al Fondo Monetario Internacional, la publicación de la revista del Grupo Mondadori ha roto en pedazos el tabú -para algunos simplemente un pacto muy promiscuo entre dos élites privilegiadas: la casta y la prensa- que permitía a los presidentes galos vivir su tradicional libertinaje off the record.

¿Ejercicio saludable de democracia y de servicio al e-lector? ¿Dictadura de la prensa basura que mira por el ojo de la cerradura? ¿Explotación ilícita de un periodismo asesino y de mera víscera para vender 600.000 ejemplares? ¿Violación intolerable de un derecho sacrosanto y de una intimidad intocable? ¿Enésima e inútil confirmación de que la erótica del poder sigue vigente aunque los Gobiernos apenas tengan ya poder? ¿Berlusconización rampante de la Grande Nation?

La polémica del Gayetgate es tan apasionante como enrevesada, las opiniones son como los culetes -todo el mundo tiene una- y este post de los redactores jefes franceses puede ayudar a los francófonos a tomar partido.

Pero acabemos ya esta toma, o ingesta. La rueda de prensa de hoy debía marcar el inicio de la operación seducción del "formidable" Hollande para el año 14, que conmemora el centenario de la I Guerra Mundial. Pero el culebrón que él mismo ha generado con sus excursiones moteras anticipa un annus horribilis para el presidente normal. Desbordados por al affaire, sus propios asesores han aventado las sospechas de que el jamás retirado Nicolas Sarkozy ha hecho la cama al presidente, y el muy popular, ambicioso y oscuro Manuel Valls, al que muchos llaman ya Le Vrai (El Verdadero -presidente de la República-) ha quedado retratado como el perfecto enemigo íntimo.

A tres meses de las municipales, la oposición sabe que es el momento de atacar y hacer un repaso de las anáforas de antaño. Por la izquierda, el tribuno Mélenchon ha llamado "tartufo" a Hollande. Y el líder de la UMP, Jean-François Copé, ha afirmado que no ha hecho honor a su cargo y ha roto la promesa número 6, que decía "yo, presidente de la República, haré que mi comportamiento sea en todo instante ejemplar".

Según Copé, "del 'moi président' no queda gran cosa", pero tampoco es para tanto: una pieza-descodificador de Le Monde trazó ayer el siguiente balance: Hollande ha cumplido ocho promesas-anáfora, ha incumplido cinco y ha dejado tres en el limbo.

Seguramente Pépere ha sido más normal y menos sobrio de lo que prometió y Closer ha destruido del todo la vieja sacralización de la muy monárquica presidencia francesa. Pero algunos pensarán que ya iba siendo hora, a muchos les dará igual, y otros recuerdan que esa tarea ya fue emprendida y cabalgada a conciencia por su antecesor. 

En todo caso, o tempora, o mores, las cosas han cambiado mucho desde que hace un siglo el presidente Félix Faure expiró en su lecho del palacio presidencial a los 58 años de edad mientras yacía con una joven amante. Entonces, los periódicos franceses no explicaron las causas reales de la muerte, y solo un diario se permitió insinuar que Faure había sido "sacrificado a Venus".

Ahora se dice coup de blues.

Salvo en el Charlie Hebdo, claro:

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Hay 23 Comentarios

Buena radiografía, al menos en lo que respecta a París y la situación política - mediática. En cualquier caso en lo que llevo en Francia nunca había visto a la gente tan despegada de lo que dicen los medios. Por un lado la asimilación que se está haciendo entre determinadas reivindicaciones y la extrema derecha es simplista. Hay mucha impresión de "la corte y sus cosas" cuando se leen los medios nacionales franceses, conviene matizar un poco leyendo cosas de provincia como Ouest France, Sud Ouest o Le Progrès.
Por otro lado nací y crecí en democracia y el 80% de la gente que conozco no aprendió francés y sabe de Francia poco más que Sarkozy, Torre Infiel, Zidane, Curasán y que no se lavan. Aunque cuando la gente estudiaba francés en la dictadura poco más que aprendían el verbo avoir hasta en pretérito pluscuamperfecto, les ponían un 10 y luego no sabían ni pedir fuego, pero enseñaban francés.

Seamos piadosos. Un desliz lo comete cualquiera. Tampoco es para que a la Trierweiler le apliquen una cura de sueño. Por favor! Si conoceremos señoras en esas situaciones y ahí es donde sacan a relucir su "savoir faire" y su sabiduría de mujer. Con tan excelentes obras de teatro sobre ese tema que tienen los franceses, esta Mme. Treirweiler no aprendió nada !

A mí no me importa un bledo este affaire. No se debe mezclar todo, vida privada y política.

Hollande, Sarkozy, dos representantes de la nueva France, una Francia nerviosa e insegura, que busca ser angloxajona, que busca ser semita, que busca ser NO francesa. Una francia rota, que se ahoga en sus escandalos poque como Luis XVI, la decadencia lleva al exceso. Banqueros, empresarios y politicos todos juntos festejan la sombra que cubre la France, todos al ritmo de la misma musica, una misica que los lleva a Mali, y Siria, una musica que los lleva a Libia y ninguna parte. Una sociedad no florece por una minoria, lloremos por la France que se apaga. Por cierto, España nunca ha brillado, celebremos por lo que no fue.

Algo acerca de ésta y otras infidelidades, aquí: http://locosdeamor.org/2014/01/16/como-superar-una-infidelidad/

Cuando haya tantas presidentas como presidentes se podrá hacer una estadística. Urdangas haberlos los hay ...,

Luis#toda la razón, soy mujer y pienso que en general las mujeres utilizamos el "cebo sexual" con los hombres para obtener: seguridad,estatus, bienes materiales, etc, etc aunque el sr. Que haya picado el anzuelo no nos ponga en absoluto, nos lleve 30 años o que sea profundamente desagradable.... Utilizamos el sexo para acomodarnos o trepar, las que pueden y quieren claro.
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Para Jureba: ¿Envidia de quién? ¿Del pequeño pseudonapoleón, de la amante, de la exmujer, de la nueva amante, o de un gilipollas como tú? ¡Vivan las putas!

Para jla: vaya concepto mas rígido que tienes de la prostitución. La relación, que se sepa no tiene nada que ver con la prostitución y tu comentario mucho con la envidia cochina.

Hollande no puede haber cometido adulterio porque no está casado. Y todo el resto del artículo tiene un rigor y un interés parecidos. La frase sobre la lucha de Francia contra el terrorismo no viene al caso y muestra como el Sr. Mora necesita tomarse un valium. Y el concepto de lo público y lo privado lo tiene tan claro Hollande como cualquier ciudadano: los sentimientos,las emociones y la cama no pintan nada en el mundo de la política. Ha habido excelentes políticos sátiros y monacales cretinos. O sea,que todo esto es bazofia de periodismo amarillo,negocio de ventas y cortina de humo para no tratar lo que realmente preocupa a los ciudadanos.

Quien creo que debe explicar la diferencia entre lo publico y lo privado no es Hollande, será más bien la prensa entera incluida esta que se cree muy "moderna" y alejada de amarillismo.

La única diferencia entre Hollande y sus antecesores es la prensa que leían. Antes en Francia los affaires no interesaban.

Hollande ha apelado al respeto que los franceses tienen por sus vidas privadas "contrariamente a otros países"...

En seis ocasiones: ¡una oración por párrafo! Por el bien de la claridad ¿podría por favor romper cada una de sus largas oraciones en cinco o seis, más pequeñas? Menuda exhibición de barroquismo. Llegado a la décima línea, he olvidado el comienzo de la frase.

Luis, no se si les gusta la pasta, pero el otro dia salió en TV un actor porno metido a Gigoló y dijo que la mayoria de sus clientas son las esposas de políticos y futbolistas, lo que me dió a pensar que esas si que son las que buscan la presa para que las mantenga, Tirar de visa y hacer lo que les salga del chirri. Yo a mi pareja ya le he dicho que quiero ser marujo y quedarme en casa, hacer la comida, las camas, sacar a pasear al perro y recibirla en pelotas con el delantal puesto, que trabaje y se realice ella fuera de casa, pero me ha dicho que nastis de plastis, que vaya jeta que tengo.....

Por favor, dejen en paz "la presa" del flan. No hace mal a nadie, salvo a su conviviente actual, pero en fin, el (la) que a hierro mata, a hierro muere.
No sean tan serios, ni el caso ni los personajes lo merecen.

A mí también me gusta su amante... http://elmejorhumorinteligente.blogspot.com/

¡Bueno¡ Ya basta con los coitos de Hollande. ¿Qué, acaso sus polvos producen el efecto de la explosión de una bomba nuclear?

Para Luis : Y encima tiene la desfachatez de prohibir la prostitución para el resto de los mortales.

Recuerdo que seguimos el debate entre los dos candidatos - Hollande y Sarkozy - con una inquietud creciente. Queríamos a Sarkozy "fuera y como fuera" y según pasaba el tiempo contemplábamos como Sarkozy se comía a Hollande con patatas; porque Sarko es un comunicador sin par, que retoma los temas antes de soltar sus mentiras; que desglosa el significado de cada sigla de cada institución para que le entienda todo el muindo -cosa que Hollande no hacía - que tiene firmeza oral cuando - repito - miente, mientras que a Hollande le tiembla la voz incluso cuando dice verdades - de ahí que se le llame "Flan" -. Estábamos temblando porque veíamos venir otro quinquenio de caciquismo salvaje barnizado de estilo "Hola". Nunca ganó Hollande, sino que perdió Sarkozy porque la gente no olvida en dos horas de debate lo perpetrado en 5 años y, sobre todo, porque LA PRENSA, que aupó a Sarkozy - especialmente TF1, la cadena más poderosa de Europa - decidió darle la espalda, harta de sus diktats y ninguneos (cabeza de Poivre d'Arvor incluída). Cada uno ve lo que quiere ver, pero aquel debate lo perdió el ex-ministro del Interior porque gobernó como un sátrapa con métodos de fontanería de Ministro del interior. Ahora en Francia se desglosan los dos conceptos; el estilo "Hola" se queda para Hollande y el poder ejecutivo - y efectivo - lo ejerce el Ministro del Interior, el - a mi entender, peligrosísimo - Valls. Sarkozy era Luis XIV; Hollande y Valls son Luis XIII y Richelieu. Nadie nunca le había levantado el faldón a un presidente francés, pero Sarkozy acostumbró a ese estilo "a la americana"... y ahora lo paga Hollande... Pero creo que Hollande empezó ya "pagando" las herencias de Sarkozy: Su mediocridad únicamente aumenta la factura.

A mí me hace gracia la portada del Charlie...¿Por qué tanta aversión a la figura de un pene presidencial que manda en su dueño? Aquí hay quines se la cogen con papel de fumar, como los que se escandalizaron con la portada follatriz de El Jueves con la parejita...

Un poco bestia la portada del Charlie Hebdo. El humor francés a veces es vomitivo.

Lo que está pasando en Francia con este político es otro ejemplo más de lo que les gusta a las mujeres la pasta y el poder porque el tipo es feo de cojones http://xurl.es/9ik46

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Sobre el autor

es corresponsal en París, antes en Roma y Lisboa, fue redactor en la sección de Cultura y la Edición Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1992, y es autor del libro ‘La voz de los flamencos’ (Siruela, 2008).

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