Ha sido una agradable sorpresa descubrir que, en un momento de grandes recortes y presupuestos mínimos para las iniciativas artísticas, en especial modo de corte más vanguardista y experimental, el Valle de Arán, una comarca catalana de la provincia de Lleida se ha impuesto sobre las grandes capitales culturales como una vía de entrada para el arte digital trasalpino en España. Desde hoy y hasta el 8 de julio en Viella, la capital de esta comarca pirenaica, se celebra la primera edición del festival Dig@ran, una iniciativa internacional promovida por Eric Rella, presidente de la Asociación Aranesa de Artes Numéricas y Philippe Baudelot, director artístico de un festival que quiere mezclar las expresiones de la identidad y la cultura tradicional aranesas con las artes digitales.
Durante poco más de una semana, en este idílico paisaje pirenaico, se desplegará una programación totalmente gratuita y muy variada, con espectáculos y performances, talleres e instalaciones interactivas, conciertos y encuentros con los artistas. Todo con el objetivo de “ilustrar el enriquecedor encuentro entre un país, sus tradiciones y su medio ambiente con las expresiones más avanzadas de las artes contemporáneas”, indicó Eric Rella.
El festival se inaugura hoy, a las 21 horas, con Floraisons et Sortilèges, un espectáculo de danza multimedia de los colectivos franceses asociados Mobilis-Immobilis (compagnia de danza multimedia) y Fées d'Hiver (residencias de artistas y laboratorios de artes digitales). Después durante cinco días, Maflohé Passedouet y Erik Lorré, artistas fundadores de estos colectivos, ofrecerán a los niños la posibilidad de entender y experimentar el dispositivo escénico, a través de 10 módulos independientes e interactivos que utilizan el movimiento de los cuerpos presentes para poner en escena coreografías, imágenes y sonidos en tiempo real. Estos módulos permiten crear una escenografía colectiva con los grupos de participantes invitados y los miembros de la compañía. Al finalizar los talleres, el último día, niños y artistas presentarán conjuntamente un espectáculo coreográfico interactivo.
Gracias al interesantísimo programa expositivo, concebido por el director artístico Philippe Baudelot, debajo de los porches del ayuntamiento de Viella es posible disfrutar de la célebre instalación Akousmaflore de Scenocosme, un colectivo formado por los franceses Grégory Lasserre y Anaïs met den Ancxt. La obra consiste en un jardín de plantas que reaccionan a la presencia del público emitiendo sonidos. “Se trata de una bioinstalación, que invita a reflexionar sobre nuestro papel en relación a los demás seres vivos, basada en la sensibilidad de las plantas y en el aura electroestática de los seres humanos”, explican los artistas, que presentaron una de sus instalaciones biointeractivas en la última Bienal de Sevilla (Biacs), un evento que está luchando por sobrevivir con el lastre de una deuda que supera los dos millones de euros. Para activar los sonidos hay que tocar ligeramente las plantas y en algunos casos la proximidad es suficiente para generar unas sonoridades a través de una interfaz electrónica, que transforma las reacciones eléctricas de las plantas en sonidos.
Otras instalaciones han sido especialmente concebidas para integrarse con la realidad histórica y local del Valle de Arán, como es el caso de Aran Bell’s del artista sonoro Luc Martínez, que consiste en una reapropiación musical de los carillones, a partir del sonido de las campanas de la iglesia de Viella. Cada hora, así como cada repique intermedio tendrán su propia identidad y el sonido natural acústico de las campanas se mezclará con elementos sonoros previamente grabados en el entorno natural de los bosques pirenaicos.
La artista plástica Isabelle Bonté presenta el Le ponton sonore, una escultura interactiva que se plasma en un verdadero pontón instalado por encima del río Nere que una vez cruzado activa unas secuencias sonoras. En este caso no es música lo que brota, mezclándose con el sonidos de las aguas a los pies de los transeúntes, sino historias del Valle de Arán y del Garona, contadas por los mismos araneses, que la artista ha recopilado con la voluntad de aportar un testimonio artístico y sociológico de la historia local.
Entre las demás obras destacan Morphee de Mathilde Murat, Mathilde Lalle y Gregory Marteau, una escultura audiovisual interactiva, que reinterpreta el mito del sueño de Morfeo y la instalación expandida Pollen de Caroline Bouissou, compuesta por muchos códigos QR diseminados por el Valle de Arán, que leídos por un smartphone, crean vínculos entre la realidad física y virtual.
En la programación, además de distintas fiesta de DJ e VJ con espectáculos sonoros y coreográficos, hay que destacar Wave [s] de Cie Skalen y una exposición de artes digitales y vídeo en diversos lugares públicos y privados de los pueblos de Viella y Vilac, representativos del trabajo de distintos artistas locales e internacionales de los socios de la iniciativa Dig@ran, que surge de un convenio entre distintos países europeos.
Finalmente para los más pequeños es imprescindible el espectáculo Fet a ma del colectivo de Girona Playmodes con la colaboración de LABfàbrica y Els Luthiers Drapaires, un proyecto de mapping que consiste en la proyección de un vídeo sobre un espacio no convencional. LABfàbrica suele trabajar con personas que no tienen conocimientos técnicos, como los niños que dibujarán un edificio con la ayuda de rotuladores y acuarelas. Posteriormente, estas imágenes son animadas y sincronizadas con una banda sonora compuesta especialmente para la ocasión y proyectada sobre el espacio que ha servido de referencia.
El festival Dig@ran, promovido por Carlos Barrera Sánchez, alcalde del Conselh Generau d’Aran y Alejandro Moga Vidal, alcalde de Vielha e Mijaran, surge como un proyecto europeo de PINC (Platform for Innovative Nomadic Culture), que reúne nueve festivales de artes digitales en varios países de Europa, además de España, Italia, Francia, Portugal, Bélgica y Galles. Todas las obras que se verán en Valle de Aran seguirán itinerando por los demás festivales europeos. “Dig@ran participa en el movimiento de renacimiento cultural que se desarrolla a nivel mundial y en el Valle de Aran es un movimiento que se enraíza en la historia para abrirse al futuro”, concluye Rella.
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