Joaquin Roy

Encrucijada de la unidad latinoamericana

Por: | 16 de febrero de 2013

Mientras hace apenas unos años cabía esperar que los problemas económico-políticos afectaran a los procesos de integración latinoamericanos, y a su desarrollo en general, la región aparentemente se puso a salvo de la crisis que ha estado aquejando al viejo continente. Pero esta percepción, confirmada por los datos estadísticos de crecimiento, se contradice por las dificultades de los avances de los diferentes planes de integración subregional, más allá de algunos novedosos experimentos de alianzas, cooperación y consulta inter-latinoamericanos. Ca flags

    Por un lado, resulta verdaderamente paradójico que Centroamérica, una subregión de límites geográficos modestos, que parecía rezagada en completar su proceso y que había demorado preocupantemente la consecución de un ansiado Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, aparezca por fin ahora como ganadora de la atención europea. De la obsesión por la apuesta de un MERCOSUR con brillante futuro con el que entablar una sólida relación que se fuera desparramando por el resto del continente, se ha llegado a primar una subregión de limitadas proporciones. Se ha regresado, se espera que exitosamente, al origen de la implicación europea en la época de mediados de la década de los 80, cuando América Central recibió más ayuda per capita de la UE que el resto del mundo en desarrollo, con la recompensa de haber contribuido a la pacificación y la reconstrucción de un istmo en convulsión. Desde España, el Estado Miembro que más interés demostró entonces por aportar soluciones al proceso centroamericano, se debe sentir plena satisfacción. 

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Por otra parte, resulta siempre aleccionador meditar sobre el desarrollo de los propios sistemas de integración latinoamericanos, por una variedad de razones, entre las que destacan dos clases. Una es el examen de la evolución de cada uno de los experimentos, ya que todos en cierta medida tienen la huella o la inspiración del modelo europeo, o al menos como punto de referencia ineludible. Otras razones son de índole más práctica y atañen al estado de la región como escenario receptor de inversiones, ayuda al desarrollo y mutuas relaciones directas, tanto en terrenos de trasvase de emigración, como en temas sensibles y conflictivos, como es el del tráfico de drogas.

En cualquier caso, toda atención mutua debe tener siempre presente que América Latina (junto con Estados Unidos y Canadá) es la región del planeta más próxima a Europa por motivos históricos, lingüísticos, culturales, jurídicos y religiosos. Aunque con aristas variadas, la entidad atlántica en forma triangular tiene unas bases incuestionables. Debido a los antecedentes históricos de la relación europeo-latinoamericana y la aspersión del modelo de integración original de la UE, conviene por lo tanto reparar en la incidencia de la crisis europea en el propio tejido de integración. De ahí que se deba tener en cuenta el impacto negativo de la crisis en los planes de cooperación europea. 

        Por otro lado, en América Latina, al lado de los sistemas subregionales históricamente instalados y jurídicamente todavía respetados por sus socios (MERCOSUR, CAN, SICA), han surgido recientemente otras apuestas (ALBA, UNASUR, CELAC) que bajo la etiqueta equívoca de la integración apuntan a objetivos disímiles y de intenciones diversas. Además, algunos países individuales se han dedicado a preocupantes trueques de ubicación (Venezuela hacia MERCOSUR, al igual que la intención de Bolivia) y alianzas económicas tanto con Estados Unidos como con Europa, por parte de países por separado (México, Chile). Sec-mercosur

    El fracaso del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), la arriesgada misión totalizadora liderada por Estados Unidos en 1994, como ampliación conceptual del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN-NAFTA), aconsejó a Washington optar por una estrategia individualizada o por bloques de alcance territorial limitado (llamados “alquitas”). Otros países latinoamericanos (Perú, Colombia), ante la incertidumbre de sus propios sistemas de integración, eligieron la doble vía del camino del norte, entablando alianzas con la UE. Estos movimientos parecen responder a la adopción de una vía bilateral, con un cierto abandono de la norma estrictamente biregional ambicionando acuerdos con bloques consolidados.

    Por el momento, se ignora cuál pueda ser el impacto de este obvio cambio de marcha desde Bruselas y capitales europeas en los procesos de integración latinoamericanos. Una estrategia a sopesar puede ser la adopción de la política de “acompañamiento” de los movimientos propios y peculiares latinoamericanos, derivados de su diáfana “geometría variable”, tanto política como económica. Se intuye el abandono de ciertos ingredientes de condicionalidad (con la excepción de la cláusula democrática) y la baja expectativa de la profundización institucional y de la generación de verdaderas uniones aduaneras.  

Hay 8 Comentarios

JUSTINA JUSTINA SEGURO QUE ERES UNA DE ESAS BLANCAS LATINAS QUE VAN DE CEREMONIAS INDÍGENAS A PONERSE HASTA EL CULO DE PLANTITAS SAGRADAS Y QUE LUEGO PAGAS POR LOS SERVICIOS DE TUS INDÍGENAS Y TUS NEGROS, PORQUE SON TUYOS …

Los acuerdos entre las naciones americanas NO SON "EXPERIMENTOS". Entonces, que sería para usted, señor periodista, la UE??????? Otro "experimento"???????
Lamentamos comunicarle, que los países sudamericanos y centroamericanos cada vez están más organizados, y su proceso de integración AVANZA. MAL QUE LE PESE a personas reaccionarias como usted, eurocéntricas, que NO TIENEN NADA QUE VER con las Américas. PORQUE LOS EUROPEOS, EN AMERICA , NO ENTRAN NI SALEN.

COSTA RICA EXPLOTA A LOS NICARAGÜENSES Y DISCRIMINA A LOS GAYS
¡ NO A LA INTEGRACIÓN SIN DERECHOS HUMANOS !

Ya es hora de que la comunidad de naciones iberoaméricanas se unan en unos nuevos Estados Unidos Iberoaméricanos de la América centro-sur que contrapese el dominio que hasta el momento ejercen los USA sobre todo el continente. Teniendo en cuenta, además, que tanto por población como por extensión y por recursos naturales la América ibérica/latina es muy superior a la América anglófila. Si, realmente, estos países desean jugar el papel que les corresponde en el concierto mundial no les queda otra opción que conformar una unión político-económica

América del Sur y Centroamérica tiene un desarrollo económico por delante muy potente, tenemos que estar ahí por que nos interesa.

LO MEJOR Y LO PEOR DE LAS ECONOMIAS EMERGENTES - En un momento en que la Eurozona y España requieren del Comercio Exterior como nunca, les exponemos gráficamente el estado de las Economías Mundiales y el riesgo de colapso y burbuja de las principales Economías - http://www.miguelangeldiez.com/2013/02/06/situacion-economias-emergentes

LO PRIMERO QUE TIENE QUE SUCEDER ES QUE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS SE VAYA DE COSTA RICA QUE NO LOS RESPETA, Y QUE NO SE QUIERE INTEGRAR NI CON NEGROS, NI CON CHOLOS>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Centroamérica continúa teniendo Estados fallidos como El Salvador, y un Presidente que se aprovechó de un golpe de Estado, como Honduras. Así, mal comienzo para hablar de procesos de interés en la región que engloben a la totalidad de los Estados miembros.

http://casaquerida.com/2013/02/15/a-la-rica-transparencia/

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Sobre el autor

Joaquín Roy es Catedrático Jean Monnet “ad personam” de Integración Europea y Director del Centro de la Unión Europea de la Universidad de Miami. Es Licenciado en Derecho (Universidad de Barcelona) y Doctor por la Georgetown University (Washington DC). Nacido en Barcelona, reside en Estados Unidos desde la administración Johnson.

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