A veces las cosas llegan inesperadamente y lo hacen para quedarse dentro de nosotros.
No ha sido un verano fácil, demasiado trabajo y poco asueto. A pesar de mis circunstancias he conseguido sacar hueco por las noches para jugar un rato. Mentiría si no les dijera que muchos de estos videojuegos han servido como apoyo a artículos o libros que he escrito o estoy escribiendo en estos momentos. Sin ningún ánimo de aconsejarles nada, me permito relacionar aquellos que mejor sabor de boca me han dejado; sin criterio de orden o escala de gusto son los siguientes: Outlast, Shelter, Betrayer, Gone Home, A Machine For Pigs, State of Decay, Lost Planet 3 y Nicolas Eymerich. Como habrán adivinado, el que más me ha impresionado es precisamente el juego ausente en ese listado y cuyo título encabeza este artículo, Brothers (Starbreeze Studios/505 games, 2103).