Uno de los creadores reconocidos como clave en la historia del videojuego es sin duda el japonés Shigeru Miyamoto. Iniciando su carrera tras la primera crisis del videojuego a finales de los 70 (Raessens y Goldstein, 2005: 27), el diseñador utilizaría la estética kawaii que se estaba iniciando en estos momentos (Kinsella, 1995: 220) para desarrollar visualmente su obra, suponiendo una gran influencia en los diseñadores posteriores.
El tratamiento de la mujer en la estética kawaii tiene una serie de características muy singulares y que contrastan con la utilización del diseñador nipón en su obra. Esta forma de representación de lo femenino por parte del autor japonés ha variado en sus aspectos capitales desde su primer juego, Donkey Kong (Donkī Kongu, Miyamoto, 1981), donde la mujer era débil y, cuanto menos, una carga para el héroe.