Hablar de fragmentos del mundo podría indicar que este se ha roto, pero el mundo no es el planeta en el que habitamos ni el sistema solar que lo acoge, el mundo es el universo de las personas que lo habitamos, esos pequeños planetas individuales, los satélites que nos rodean en forma de seres y no seres queridos, los sistemas sociales y culturales en que nos movemos, las constelaciones internacionales que los incluyen… Y ese mundo más íntimo y personal, al contrario que el natural que estalló y anda alejando sus partes cada vez un poquito más, todavía no se ha encontrado, aún camina hacia el encuentro con el riesgo de que la fusión origine una explosión nuclear en lugar de una unión. De esos fragmentos hablamos, y hacerlo con el adjetivo de lo real al lado siempre conlleva apartarse del telescopio o del microscopio para observar una realidad amplia que pasa desapercibida, más por incómoda que por lejana o compleja.
Estos últimos días se han producido varios hechos que muestran la distancia tan grande que existe entre las realidades presentes, una distancia que, al igual que ocurre en el firmamento, se mide en años luz… pero en estos casos en “años luz apagada”, pues el desconocimiento es el que las caracteriza y el que hace que el espacio que las rodea sea tan negro y profundo como el más hondo de los agujeros negros estelares.
En Sudán una mujer, de nuevo, es condenada a morir lapidada por adulterio. El hombre con el que supuestamente mantuvo la relación adúltera ha negado los hechos y ha quedado en libertad, en cambio ella sigue acusada de algo negado por la persona que ha intervenido en los hechos… da igual, ya se sabe el proverbio “cuando llegues a casa pégale a tu mujer, si tú no sabes por qué, ella lo sabrá”.
En EE.UU. los Republicanos han echado por planeta tierra en el Senado la “Ley del Salario Justo” que busca que hombres y mujeres cobren igual por el mismo trabajo, sí como lo oyen, el país que logró abolir la esclavitud aún no ha sido capaz de conseguir la igualdad en algo tan obvio y elemental como el salario. De nada han servido los esfuerzos de la Senadora Demócrata Bárbara Mikulski ni el respaldo explícito del Presidente Obama, la ley ha sido rechazada y los Republicanos han dicho para justificarse que este tipo de iniciativas sólo pretenden desviar la atención pública de problemas más acuciantes como el desempleo… ¿A que suena familiar el argumento?, parece que el manual conservador es el mismo en todos los lugares. Cómo se nota que estos planteamientos parten de grupos formados mayoritariamente por hombres, al final va a ser verdad eso que dicen sobre que los hombres no podemos hacer dos cosas al mismo tiempo, como por ejemplo andar y mascar chicle… Desde luego deja en muy mal lugar a los políticos del partido republicano por mostrarse incapaces de desarrollar de manera simultánea políticas contra el desempleo y promulgar una Ley por el Salario Justo.
En Argentina, su presidenta, Cristina Fernández “de Kirchner” dice que el “petróleo es cosa de hombres”, y comenta las duras condiciones de trabajo en los campos petrolíferos como razón para que no haya mujeres en los cómodos despachos de la compañía en Buenos Aires…
Son tres fragmentos de una misma historia, la historia de la desigualdad, o lo que es lo mismo, la historia de la humanidad. Una humanidad que todavía no se ha encontrado en la igualdad para hacer de esos mundos individuales un verdadero universo compartido, y que aún lo impide con lapidaciones, con discriminación, con exclusión y con tantas otras acciones y argumentos que sólo pretenden que todo siga igual. No es un accidente ni “hechos aislados”, todos estos fragmentos y el resto de las piezas demuestran que la desigualdad permanece en nuestras sociedades por falta de voluntad para hacerla desaparecer, y por el interés en que la realidad siga siendo un trozo de lo masculino tomado por el todo.
Cada día amanece con múltiples fragmentos de vidas de mujeres rotas en hogares, empresas, calles y campos, sin embargo nadie los ve ni se detiene a recogerlos. Están ahí, y pueden ser utilizados para recomponer la pieza descompuesta o para ocultarla en la nada, todo depende de nuestra voluntad y compromiso.
Hay 1 Comentarios
Al rápido paso que vamos en el retroceso de las libertades (digitales incluidas), volveremos pronto a la Edad Media.
Son consecuencias lógicas de una Sociedad en la ruina, moral y económica.
Bueno, será una oportunidad para volver a practicar las nobles artes de la espada y la tranca para autodefenderse del acoso personal y laboral.
Mientras unos sabotean el país desde dentro los ciudadanos de a pie (mujeres incluidas), se buscan la vida como pueden.
Publicado por: Que se vayan los karas a la M. | 08/06/2012 18:41:45