El arte viene a representar las emociones que acompañan a las ideas, y el posmachismo, ese machismo del siglo XXI con una ideología del pasado que no termina de pasar, también parece recurrir a las figuras del arte para justificar su posición, y para intentar con sus pintadas llamar la atención de una sociedad que camina decidida por las aceras con la mirada puesta en el futuro.
El “Pop art” o “Arte pop” surgió en los años 50 como reacción a la posición elitista del arte. Buscaba una crítica a esa manera única y exclusiva de entender la cultura y sus manifestaciones artísticas, y para ello dirigió la mirada a imágenes populares que estaban al alcance de cualquier persona. Eran imágenes de los comics, de la prensa, la publicidad.. todo valía con tal de representar la realidad de una forma diferente y cargada de emoción, y todo el mundo se sentía representado en esas imágenes cercanas transformadas por la genialidad del arte y sus artistas.
El “Machismo Pop” intenta hacer algo parecido pero al contrario, no parte de lo popular sino de la élite, y no busca el impacto emocional sino el KO técnico. El “machismo pop” es la recreación del posmachismo, y el posmachismo es la versión 2.0 del machismo de toda la vida. Su mundo es el mundo, sus ideas las ideas, y sus valores los valores... y todo lo que no encaje o no se ajuste en su esquema es considerado como un ataque al mismo que requiere una respuesta contundente en contra. Ha sido su estrategia a lo largo de toda la historia, controlar los cambios para que todo siga igual, modificar las formas sin renunciar al fondo, y de este modo permanecer a cubierto en los bajos fondos de la desigualdad.
Lo que no tenían previsto y lo que aún no han aceptado, es que la sociedad históricamente haya perseguido una serie de ideales propios de la condición humana, y del mismo modo que ha luchado por la Libertad, la Justicia, la Dignidad… lo ha hecho por la Igualdad. Y tal y como ha ocurrido con los otros valores, esa lucha ha permitido acabar con regímenes y modelos autoritarios, reducir la injusticia, reconocer la dignidad de personas que ni siquiera eran aceptadas como tales… del mismo modo que ha logrado avanzar en Igualdad, aunque aún no se haya logrado una igualdad real ni siquiera ante la referencia básica y elemental que supone ser hombre y ser mujer.
Esa percepción de pérdida de espacio y poder es la que ha llevado al cambio de estrategia que supone el posmachismo, ya lo hemos explicado en otros posts (Posmachismo-I, Posmachismo-II, Posmachismo-III), y la que hoy necesita recurrir al impacto de imágenes e ideas talladas en el inconsciente colectivo por la misma cultura que ahora acude a su uso. Y al igual que hacía el Pop Art, las repite de manera incansable.
Dentro del “Machismo Pop” hay dos grandes líneas de expresión. Una de ellas es la que juega con esas imágenes inconscientes de toda la vida que justifican la realidad y lo que sucede en ella, pero revestidas de nuevos argumentos. Sería como “La Gioconda” de Andy Warhol, una imagen clásica revestida de actualidad. Entre ellas encontramos las siguientes:
- La “mujer mala y perversa”, que ahora es presentada a través de las denuncias falsas y la manipulación de los hijos y de las hijas por medio del llamado síndrome de alienación parental (SAP).
- El adoctrinamiento, que vendría a ser como una alienación de toda la sociedad a través de lo que llaman la “ideología de género”. Y para aumentar el impacto utilizan colores muy vivos, casi fluorescentes, como transmitir que se quiere acabar con la familia, que lo que se busca es que todas las mujeres aborten, que en el fondo es un plan para atacar a los hombres…
Además de estas versiones actualizadas de lo clásico están las aportaciones inéditas, que buscan incidir en el mensaje del machismo a través de imágenes tomadas de lo inmediato, de escenas de la calle y del día a día, como “Latas de sopa Campbell”. Esta imágenes más novedosas del “Machismo pop”, son entre otras:
- Usurpar los argumentos que critican el machismo y la desigualdad. Para ello cambian donde pone machismo por feminismo, hombre por mujer… y utilizarlo como crítica a quien cuestiona su posición. Esta conducta es muy reveladora, puesto que pone de manifiesto la falta de ideas y de imaginación, y que lo único que pretenden es criticar a quien los cuestione, pues su objetivo no es convencer a nadie, sino que todo el mundo dude para que no haga nada. Esa pasividad y el silencio son su fuerza, porque significan que todo sigue tal y como estaba.
- Otra imagen típica de “Machismo pop” es el recurso al interés económico de quienes defienden la igualdad, como si fueran mercenarios de una acción y no comprometidos con una causa. Lo económico siempre está muy presente en sus mentes y utilizan argumentos con esos colores para representar su realidad surrealista, pero pop.
- Tampoco faltan algunos colores un poco oscuros, como si fuera el tenebrismo del “Machismo pop”. Son imágenes cargadas de agresividad y violencia que representan las críticas, el ataque y el descrédito de aquellas personas que damos argumentos a favor de la Igualdad, que buscamos erradicar las circunstancias de una cultura connivente con la violencia de género, y que ponemos de manifiesto su estrategia. Nos “adoran”, por eso siempre buscan representarnos con esos colores fríos y oscuros.
- El victimismo es una de sus obras favoritas, y la representan de las formas más diversas. En cualquier esquina te puedes encontrar un grafiti pop-machista cargado de victimismo. Como su planteamiento es que todo es una estrategia de las mujeres perversas para dañar a los hombres, se ponen a sí mismos como modelos y se pintan como “sansebastianes” indefensos ante las flechas feministas.
Podríamos seguir con otras imágenes, pero en esta primera aproximación al “Machismo Pop” creo que queda plasmada su esencia. Lo que no está tan claro es por qué acuden a estas imágenes con todo el poder que han tenido.
Quizás el recurso al arte sea porque en verdad no pintan tanto. Y es probable que lo sepan, pero como sucede en las sectas y en los grupos cerrados se nutren de sus propias palabras y se las pasan unos a otros como un nuevo evangelio con el que redimir del pecado de la Igualdad. Y como ocurre en este tipo de grupos, juegan con la desgracia ajena para defender sus privilegios, por ello recogen en su seno a quienes de alguna manera se han visto perjudicados por las circunstancias. De esta manera cuentan con los fieles más leales y con el ejemplo necesario de su verdad, al igual que las religiones cuentan con sus milagros para ganar adeptos y credibilidad. Por eso siempre tienen un caso real de denuncia falsa, otro en el que los hijos son manipulados por la madre, alguno en el que la exmujer ha puesto todas las trabas del mundo para establecer un régimen de custodia que beneficie a los niños y a las niñas… Todo lo presentan como reflejo de una realidad que, mira por donde, no es real. Pero como viven en ese mundo en el que una golondrina hace verano, todo lo que ellos dicen lo demuestran con sus ejemplos puntuales generalizados.
No es mala estrategia, por eso todavía están ahí, y entre los que se sienten atacados por la Igualdad y la “ideología de género” y los que han tenido una experiencia negativa, el grupo sigue en la carretera como esos pueblos sin patria, pues en realidad no quieren patria alguna que contemple la Igualdad.