Cuando el argumento se basa en la falacia el planteamiento defendido no suele ser cierto. Es algo que no falla y que estos días, a raíz de la reforma de “Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo” para convertirla de nuevo en una “ley del aborto”, se pone de manifiesto en quienes defienden este sendero iluminado iniciado por Gallardón.
El argumento de quienes avalan la reforma de la Ley del aborto del Gobierno del PP es sencillo, de ahí su eficacia y el sellado de poros que consigue ante cualquier otro planteamiento: Quien está en contra de esta reforma está en contra de la vida, en contra de la familia, en contra de las mujeres, en contra de los hombres, en contra de la religión, en contra de la iglesia… O lo que es lo mismo, quienes defienden que las mujeres puedan decidir sobre si continuar con un embarazo no deseado o no, están a favor de la muerte, de la destrucción de la familia, de la desnaturalización de las mujeres, de la devaluación de los hombres, de la desaparición de la religión y del desahucio de la Iglesia.
Y no es cierto.
Nadie está a favor del aborto, de lo que se está a favor es de que la mujer pueda decidir interrumpir un embarazo no deseado y evitar todas las consecuencias que nacen de él, que no sólo será un niño o una niña. Un embarazo no deseado dura toda la vida, no sólo nueve meses, y una mujer que no quiera continuar con un embarazo no puede ser condenada ni “prisionera” de su propio cuerpo, porque otros decidan que el embarazo debe continuar en nombre de unas razones que no se defienden del mismo modo cuando se refieren a la vida fuera del útero, ni en todas las circunstancias cuando está dentro de él.
Y por tanto nadie está en contra de la vida, al contrario, darle a las personas el valor de poder decidir sobre la propia vida y su trascendencia en sociedad, es valorar la vida y empezar a construir una sociedad en la que solución al aborto pase por la prevención a través de la educación en general y de la educación sexual en particular. Sin miedos ni culpas, sin condenas celestiales ni críticas terrenales.
Negar la realidad no la resuelve, la puede ocultar, pero no solucionar. La historia de la humanidad ha venido acompañada del aborto y de su prohibición, y en cambio no se ha solucionado el problema ni se han evitado los embarazos no deseados. Basta recordar que ya en el siglo V antes de nuestra era, el Juramento Hipocrático comprometía a los nuevos médicos a no practicarlo, y que en estos 26 siglos el argumento general ha sido el mismo sin que nada se haya resuelto. Hoy, la reforma de Gallardón nos sitúa en el mismo lugar y ante lo que es seguro será el mismo resultado: Continuarán los embarazos no deseados y los abortos.
Si la Iglesia, las religiones y los sectores conservadores de la sociedad hubieran dedicado el mismo esfuerzo que han puesto en prohibir, en culpar, en condenar, en discriminar… a concienciar, responsabilizar, liberar y convivir, tendríamos una sociedad más rica en saber, consciente de las consecuencias de cada decisión, e igualitaria en las relaciones, lo cual haría de ella una sociedad mucho mejor. Y probablemente habría muchos menos embarazos no deseados y abortos.
Pero la decisión ha sido la contraria, y cada vez se ha ocultado más la sexualidad y se ha señalado con más ímpetu al pecado del sexo. Y cuando ha habido iniciativas para educar en convivencia y cambiar estas referencias, como lo ha sido la asignatura “Educación para la ciudadanía”, se la ha atacado como si fuera el mismo demonio, hasta el punto de decir de ella que adoctrinaba a la juventud… Todo ello no deja de resultar paradójico. Ahora resulta que hablar de igualdad, educación sexual, de prevenir la violencia de género… es considerado como adoctrinamiento, y hacer lo contrario y defender la desigualdad y sumisión de las mujeres, esconder la sexualidad tras el pecado, y no romper con los roles que llevan a la violencia, es considerado como educación. ¿Para qué tipo de ciudadanía es esa educación?, ¿para qué tipo de sociedad es esa ciudadanía?
El domingo 29-12-13 el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, volvió a utilizar a la familia para atacar a las familias, como si su idea de familia, de amor, de respeto y de convivencia fueran las únicas. Y no deja de llamar la atención que lo hiciera hablando de una “cultura de tristeza”, cuando desde pequeñitos nos enseñaban en religión que la “vida es un valle de lágrimas” y que “nacemos para morir”, y recurriendo al argumento de la “transitoriedad”, cuando nos explicaban que el sentido de esta vida estaba en la “otra vida”, y que en este vivir sólo vamos de paso.
Entiendo que defienda y refuerce con esas ideas su concepto de “familia cristiana”, lo cual es muy respetable, pero me sorprende que desde la religión se intente imponer, no presentar y llamar a él, sino imponer su modelo de familia, de vida, de muerte… o de lo que sea. ¿Dónde está el prójimo al que tanto se refiere?, ¿dónde la libertad?
Hace unos días Manuel Lucas escribió un artículo de opinión en “elalmeria.es” (http://www.elalmeria.es/article/opinion/1674903/regresaremos/futuro.html), y nos decía que cuando estaba de médico en Beas de Segura (Jaén), allá por los 70, una familia del pueblo perteneciente al Opus Dei fue a su consulta para pedirle que firmara un manifiesto en contra del aborto. Él se negó y sufrió la crítica y el desprecio dentro y fuera del centro de salud. Tiempo después el mismo matrimonio acudió de nuevo a la consulta para pedirle información sobre clínicas en Londres donde pudiera abortar su hija…
El problema del aborto está ahí como lo ha estado siempre. Con la actual “Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo”, que sí aborda el tema de educación sexual y de la prevención de los embarazos no deseados, en el último año descendió un 5% el número de abortos . El resultado es claro: La solución al problema pasa por la educación y la prevención que hagamos en los próximos años, no con la prohibición que se lleve a cabo durante los próximos siglos.
Hay 7 Comentarios
Pero, ¿ de que esta ud. hablando?.¿ Porque no tiene el mismo planteamiento cuando habla y escribe sus articulos sobre la mal llamada violencia de genero?
Publicado por: Ramon | 01/01/2014 17:56:10
A lo largo de la historia de esa institución (de nombre católica y que nada tiene que ver con el verdadero cristianismo) han proliferado la hipocresía y la pederastia. En algunos sótanos de viejos monasterios se han encontrado centenares de cadáveres de bebés... salidos, claro está, del útero de monjas y de mujeres de la aristocracia. El juego de las palabras es muy propio de esa hipócrita institución. ¿Por qué no prohíbe comer carne para evitar el asesinato de los animales? O sea, donde dice digo dice diego.
Publicado por: RAMÓN | 01/01/2014 12:47:58
Y por supuesto que haciendo esto agradan a la iglesia. Pero no quedeis en eso. A dia de hoy estos q supuestamente nos representan solo se mueven por dinero y algo estaran sacando...
Publicado por: vvv | 01/01/2014 8:55:14
Que sigan haciendo lo que les venga en gana hasta destruir todo por lo que muchos españoles dieron su vida (por una demacrocia y una calidad de vida). esto es otra de las muchas cosas que este gobierno esta haciendo y todos se lo estamos permitiendo.
Como mujer me parece horrible porque lo unico que han conseguido con esta ley es que las clinicas que hace años ya realizaban estos abortos en españa pagandoles un dineral vuelvan a ganar dinero.. seguro que alguno mas lo va a ganar...
Publicado por: vvv | 01/01/2014 8:50:09
Pues el sexo anal es un gustazo...
Publicado por: daniel | 01/01/2014 8:15:07
De trasfondo lo que se ha apreciado siempre, es que la doctrina en muchos casos se hace para quedar bien en las formas, para parecer que se hace.
Después de establecer unos enunciados teóricos desde ópticas fuera de contexto, se ha de quedar bien con lo dicho por quienes solo son teóricos.
No parte de cerca ni de lejos.
Teoría, y no vida vivida en carne propia.
Mirando hacia abajo a las capas sociales más populares.
Sabedores a conciencia de que quienes sufran un problema y tangan medios, ni preguntan.
Resuelven con dinero, y punto.
Un doble rasero de medir conciencias al que estamos muy acostumbrados en España.
El mundo es redondo, y gira alrededor del sol, no siendo el centro del universo dijeron algunos.
Pues los quemaron, a mucha gente culta por defender desde la ciencia ideas semejantes, y en realidad no hace tanto tiempo.
Desde la santa inquisición, dando lustre a la Ley de Dios interpretada por las mentes pensantes de unos clérigos eruditos, omnipotentes.
A la hoguera.
Y aquí paz y después gloria.
Hoy no es ayer, a Dios gracias, y hay personas que desde la ciencia aportan datos que justifican actuaciones médicas habituales en el mundo civilizado.
Sin condenar a nadie de por vida y para siempre, porque es condenar lo que se pretende a quienes no tienen dineros para irse a abortar pagando.
Al margen de leyes y de condenas celestiales.
A los de la hoguera no les valió la razón.
Quemados por llevar la contraria y dejar en evidencia a quienes defendían un orden.
Establecido y legal.
Pero hoy se censura la malversación mal intencionada, y es malversación intentar obligar a una persona a ser y ejercer de camino para una vida sin destino.
Un ser humano hijo del fraude, o la violencia, o del engaño, o sin futuro.
En cualquier caso nadie se ocupa de poner soluciones al alcance, seguridad, gestión, soporte.
Ayuda.
Muy al contrario, si eres pobre pues te comes el marrón para salvar las apariencias pacatas de esta sociedad honesta donde la haya.
Impunemente desahuciados con la ley en la mano.
Sin que nadie lo remedie.
Dinero negro, preferentes, paraísos fiscales, etc, etc.
El mundo es redondo.
Y no plano ni cuadrado.
Publicado por: García | 31/12/2013 18:27:32
A los ultracatolicos no les gusta el aborto , no les gusta el condon , no les gusta el coito anal y no les gusta ni la masturbación , bueno , todo esto de puertas afuera , de puertas adentro en esta secta ultracatolico proliferan los que se acuestan con transexuales , los puteros y hasta los pederastas .
Publicado por: alex | 31/12/2013 3:24:01