Post número 18 de la serie El mejor profesor de mi vida, escrita por los lectores del blog como homenaje a la profesión docente.
Autora invitada: MARÍA JOSÉ GARCÍA (Cornellà de Llobregat)
Después de años que parecían siglos sin coger un libro de texto, me acerqué un día al Centre de Formació d'Adults de Cornellà del Llobregat, en Barcelona. Quería presentarme a las PAU+25, las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años. Había terminado ya el periodo de inscripción, pero, creo que por cortesía, me ofrecieron dejarle una nota a un tal José Luis.
La dejé, pero estaba convencida de que caería en el olvido y ya no podría presentarme hasta el año siguiente.
Me equivoqué. No recuerdo si ese mismo día o al día siguiente me telefoneó José Luis Mardones. Me preguntó algunas cosas y me ofreció la posibilidad de pasarme por el centro. Así que allí me presenté el día y hora acordados y me dio el horario de las clases. Estaba dando por hecho que ya estaba dentro del círculo.
Luego resultó ser mi profesor de Lengua castellana. Me llevé una gran sorpresa. Nunca pensé que los profesores de adultos pudiesen implicarse tanto. Ni que tuviesen tanta paciencia. Muchos de nosotros teníamos un nivel de niño de primaria y pretendíamos presentarnos a las pruebas de acceso a la universidad. Y lo hemos hecho. ¡Y esperando buenos resultados, además!
En el centro solo preparan para las materias comunes, uno tiene que buscarse la vida en casa para hacer las específicas. Y ahí apareció de nuevo José Luis Mardones. Resultó que, además de profesor de Lengua castellana, es licenciado en Historia, que era una de las materias específicas a las que yo me presentaba. Le pedí que mirase mis resúmenes, por si había mucho relleno, por si faltaban cosas que no deberían faltar… Me devolvió mis resúmenes haciéndome recomendaciones.
No hace mucho tiempo le pedí más información sobre un tema concreto. Rápidamente obtuve respuesta. Cuando teníamos ya los exámenes encima y me veía con mil dudas, volví a demandar su ayuda, y volvió a ayudarme, esta vez dándome clases de Historia en sus horas libres, sin tener por qué.
Hizo que me picase el gusanillo de la curiosidad y ahora siga con los apuntes de Historia aún habiéndome examinado ya. Ha estado ahí en todo momento, dando ánimos, enviando mensajes de esperanza, ilusión y cariño, consolándonos después del examen cuando nos dio el bajón...
No sé cómo acabará todo esto, pero sí sé que no acabará aquí, que he disfrutado del camino y que durante el trayecto he conocido a gente que no creí que existiera: profesores que se implican de esa manera en su tarea.
Desde aquí muchas gracias a José Luis ( y también a Pilar, por supuesto) del CFA de Cornellà del Llobregat, Barcelona.
Post Scriptum
Escribí este artículo en honor a José Luis Mardones antes de conocer mis notas en las pruebas. Su gran tarea lo merecía, fueran cuales fueran los resultados. Pues bien, estoy muy feliz, porque los resultados han sido muy buenos: un promedio de 8. Desde que decidí volver a estudiar he pasado unos meses estupendos, con gente muy grande alrededor, y eso, a pesar de que estudiar después de muchos años es muy difícil, y hacerlo mientras trabajas y manejas una casa complica la cosa bastante más.
Pero he contado con un un profesor muy, muy grande, al que el mejor regalo que puedo ofrecer es este: mi reconocimiento público a su labor, a su entrega, a su ayuda infinita y desinteresada.
Y gracias al blog por ayudar a que la gente entienda que la labor de un profesor es importantísima. Estos cambios y estas nuevas leyes no facilitan en absoluto la faena.
Nota sobre la serie El mejor profesor de mi vida
La idea de pedir la participación de los lectores para publicar esta serie surgió a finales de abril, cuando estaba retocando precisamente el post El mejor profesor de mi vida. La primera selección de testimonios de los lectores de este blog es muy emocionante. Comenzó a publicarse el pasado 4 de julio (con El milagro de Miss Phillips con la Historia) y continuará publicándose hasta primeros de septiembre.
Sería estupendo que siguieran llegando textos y fuéramos capaces de establecer un día fijo para publicar esos testimonios más adelante. Por eso animo a todos los lectores, y también a los jóvenes que aún están a diario en el aula, a enviarme sus textos.
Las normas son muy simples:
- Identificar al autor y al profesor con nombres y apellidos.
- Extensión: 500-1.000 palabras.
- Ubicación: ciudad actual del autor y ciudad en la que se produjo el encuentro con el profesor.
Espero nuevos testimonios. Creo que el reconocimiento a los grandes profesores es nuestra deuda moral como estudiantes y nos ennoblece como sociedad. Que falta nos hace.
Hay 1 Comentarios
Hola, he sido compañero de María en el mencionado CFA de Cornellá de Llobregat y quiero felicitarla por el maravilloso escrito de reconocimiento a José Luis y a Pilar, ya que la motivación y dedicación de ésos profesores fué ejemplar. Animo a todos los que han leído este blog y quieran presentarse a la PAU+25, que no lo duden y que empiezen a ser lo que de verdad quieran ser.
Mucha suerte! ;)
Publicado por: Enric | 05/09/2013 13:37:07