EL MÉTODO DE ESTUDIO IX
Como en tantas cosas en la vida, es más fácil hablar de ello que hacerlo bien. En el método de estudio, hay una etapa crucial entre el subrayado y la memorización: la elaboración de una síntesis, que se materializa en un documento personal de estudio. Ahí estará todo lo que necesitas saber del tema (ajustado a tu nivel y traducido a tu idioma). Si algo es imprescindible y no está, tu síntesis no está bien hecha. Pero si te esmeras en ella, conseguirás un excelente nivel de memorización comprensiva y, por lo tanto, cualquier tipo de prueba o examen te resultará muy llevadera. Como suelo decir sobre algunas otras habilidades, es casi imposible hacer buenas síntesis y tener malas notas.
La pregunta es: ¿pero no está todo ya en los libros y en los apuntes?
A veces sí y a veces no, pero esté o deje de estar, no está como tú lo necesitas. Generalmente es más amplio, más confuso, con más relleno del que tu memoria precisa, con otro ordenamiento, otra estructura e incluso otro lenguaje. Es decir, no suele estar elaborado a la medida de tu mente. Así que tú mismo debes preparar sobre cada tema una síntesis que se convierta en un traje a medida de tu cerebro. ¿Para qué? Para aprenderlo sólidamente y repasarlo sucesivamente de la mejor manera posible. Y, en algunos casos, para convertirlo en una chuleta, actividad que sería muy positiva solo con que cambiáramos su objetivo habitual (copiar).
A partir de los cursos altos de la ESO, la ayuda del ordenador es esencial, porque hacerlo a mano es complicar las rectificaciones y mejoras. A pesar de que son nativos digitales, muchos jóvenes siguen haciendo sus síntesis como copistas medievales. No es que sea absurdo, pero ya no es funcional, especialmente en aquellos temas que se abordan en sucesivos cursos y que, por lo tanto, pueden y deben enriquecerse sin rehacerlos desde cero.
Cuando se trata de un concepto ambiguo, antes de precisar qué es, me gusta concretar qué no es. Una síntesis no es (casi nunca) el tema tal como está en el libro, ni son unos apuntes pasados a limpio, ni las típicas fotocopias prestadas. ¿Porque se puede estudiar sin un documento personal de estudio? Se puede, pero no se debe. Nada impide que alguien prepare un documento que se ajuste a tus propias necesidades, pero es más bien raro. Nadie como tú para preparar la síntesis que tu mente memorizará luego con un gran nivel de comprensión.
¿Qué es una síntesis?
Todo el mundo cree tenerlo claro, pero quizá no sea así. Porque muchos consideran solo uno de sus factores: la brevedad. Un elemento esencial, pero no el único (necesario, pero no suficiente). Una buena síntesis es una versión abreviada en la que, mediante reelaboración personal, se recoge lo importante, se excluye lo secundario, se expresan las ideas con claridad, se reelaboran los términos incomprensibles y se define una estructura de ideas sin amontonarlas indiscriminadamente. (Es decir, no sería síntesis si no fuera breve, pero no sería buena si no distinguiera lo esencial de lo secundario).
Una síntesis hecha por ti mismo, aunque a veces sea sudando tinta, favorece crucialmente tu aprendizaje significativo (que ya hemos tratado en Qué enseñar y cómo aprender y en La memoria no es lo primero) y, por lo tanto tus futuros resultados en cualquier tipo de prueba. Pero veamos con detalle sus ventajas.
Beneficios de la síntesis
1. Facilita la comprensión, al exigir y desarrollar la capacidad de seleccionar, estructurar y relacionar el conocimiento.
2. Desarrolla la capacidad de transformación de los materiales.
3. Facilita la memorización y posterior expresión de lo aprendido, ya que, por su forma lógica, ordenada y breve, permite una fácil asimilación del contenido. De hecho, escribir algo, sobre todo si se reelabora, es un truco seguro para aprenderlo.
4. Convierte el estudio en algo más activo, menos monótono y más sencillo, al realizarse sobre textos más cortos y personales (el documento personal de estudio).
5. Garantiza la asimilación de las ideas esenciales.
6. Reduce la dependencia de la memoria en abstracto y permite aprovechar mejor la memoria visual (que trabaja mucho mejor sobre textos cortos).
7. Facilita los repasos profundos y rápidos, imprescindibles para preparar los exámenes.
8. Reduce dudas, incertidumbres y las habituales interferencias psicológicas en los exámenes.
9. Permite una cómoda y ágil reutilización del material.
10. Potencia la adquisición de futuros conocimientos al generar aprendizaje significativo.
11. Propicia un estilo personal de comunicación ágil, directo y esencial (todo lo que se dice tiene valor y apenas hay material de relleno).
12. Genera confianza en uno mismo.
13. Desarrolla una capacidad que resultará imprescindible en la vida profesional.
Cómo elaborar una buena síntesis
Las principales pautas para elaborar una buena síntesis son las siguientes:
1. Tener un apreciable conocimiento previo del tema, basado sobre todo en la atenciónen clase, buenos apuntes, una lectura exploratoria y las lecturas complementarias.
2. Realizar una lectura comprensiva del texto.
3. Realizar un buen y selectivo subrayado del material.
4. Identificar ideas fundamentales y datos esenciales, así como elmaterial de relleno, fácilmente prescindible.
5. Captar bien la estructura del tema antes de comenzar a redactar la síntesis.
6. Decidir qué tipo de síntesis se ajusta mejor al tipo de tema.
7. Al realizar la síntesis, tienes que aspirar a reducir el tamaño aproximadamente a la cuarta parte del original (o menos aún), pero no con trucos como reducir el tipo de letra o los márgenes. Las síntesis deben ser visualmente muy airosas para facilitar su retención visual.
8. Orientar el tipo de síntesis hacia el estudio, pero teniendo en cuenta el tipo de examen previsto (por ejemplo, descarta una tabla si el examen va a ser de tipo ensayo).
9. Utilizar recursos gráficos para resaltar lo esencial de lo esencial, articular la síntesis y facilitar su captación visual (por ejemplo, subrayados, negritas, cursivas, colores, flechas, óvalos, recuadros, etc., según se elabore a mano o en ordenador).
10. Contrastar y validar la síntesis con el material original, una vez acabada, para verificar que no se te ha quedado fuera nada importante, ni dentro nada irrelevante.
Cómo identificar las ideas fundamentales
Necesitas desarrollar la habilidad de encontrar las ideas principales. Estas son las preguntas para localizarlas:
1. ¿Aporta una buena explicación al tema o parte del tema?
2. ¿Es reiterada varias veces en el texto original?
3. ¿Ocupa mucho espacio?
4. ¿Está en el título del tema o de los apartados?
5. ¿Está desarrollada en gráficos o recuadros destacados?
6. ¿Está subrayada en el texto original?
7. ¿Está relacionada con otras, se asocia a otras ideas en tu mente?
8. ¿Explica o desarrolla otra idea que ya parecía importante?
9. ¿Ha sido desarrollada por el profesor en la pizarra o en su explicación oral?
10. ¿Ha suscitado ejercicios o problemas?
11. ¿Ha avisado el profesor de que probablemente salga en el examen?
12. Si tuvieras solo 10 minutos para explicar el tema a un extraño, ¿incluirías esa idea?
Falsas objeciones para la síntesis
Hay estudiantes que se resisten al documento personal de estudio. Estos son los contraargumentos:
1. No tengo tiempo. Argumento solo admisible en situación sobrevenida muy excepcional. Si se repite, hay un problema de previsión y organización.
2. Es una pérdida de tiempo. Memorizar directamente el libro no es ganar tiempo ni eficacia. El tiempo de las tareas previas y la síntesis misma no son pérdidas de tiempo, sino acciones que facilitan la asimilación. La red de seguridad de la memoria se refuerza según como se aborde (de menos a más: sin escribir / copiando / reelaborando). Por no hablar de la claridad, seguridad y rapidez para los repasos.
3. Me cuesta más hacer una síntesis que estudiar directamente. En primer lugar, hay que tener en cuenta que hacer una síntesis es estudiar. En segundo lugar, que el entrenamiento y la práctica permiten mejorar rápidamente la técnica personal de síntesis.
4. El profesor solo quiere que reproduzcamos literalmente los contenidos. Es un caso infrecuente que, en todo caso, no impide que hagamos pequeños esquemas que nos permitan clarificar la estructura del contenido.
Hay diversos tipos de síntesis, como el esquema, el resumen, el mapa conceptual (o mapa mental), la tabla, el diagrama, el gráfico, la lista o incluso el Power Point (una herramienta que puede ser ocasionalmente útil, pero está sufriendo un gran descrédito por el abuso que se hace de ella). Los veremos en el próximo artículo.
Los artículos sobre el método de estudio son:
1. El método de estudio: pínchalo en tu tablón de corcho.
2. Aprovechar o no 20.000 horas de clase, esa es la cuestión.
3. ¿Tomar apuntes o copiarle al profesor hasta los estornudos?
4. Conoce a tu profesor como a ti mismo (o casi).
5. ¿En tu habitación o en la mía?
6. El horario de estudio como antídoto de la desmotivación.
7. Tres maneras de leer para estudiar mejor.
8. El subrayado, un arte en el que menos es más.
9. En síntesis, tu documento personal de estudio.
10. El sobresaliente te espera entre mapas, esquemas y resúmenes.
11. La memorización y la "burocracia del aprobado".
12. El repaso, una herramienta definitiva contra el olvido.
13. Los exámenes en 40 pautas.
Hay 2 Comentarios
Sintetizar es difícil, pero muy útil cuando sabes hacerlo, como nos ilustra el autor. Por cierto, muy bueno y cierto el apartado de las falsas objeciones.
https://www.problemasyecuaciones.com/
Publicado por: Sistemas de ecuaciones | 01/09/2018 9:57:55
Sintetizar los apuntes es imprescindible cuando el temario es extenso. Los esquemas, tablas y palabras claves son muy prácticos para repasar el temario pocos días antes del examen, cuando hay poco tiempo y mucho que recordar.
Personalmente, me gustan los resúmenes con palabras claves. Una sucesión ordenada de palabras esenciales de un par de líneas puede hacernos recordar todo un temario.
Publicado por: Matesfacil | 24/08/2018 11:57:47