El Palomero

¿Por qué os despedís?

Por: EL PAÍS

21 sep 2009

Acabo de llegar a casa, he estado leyendo los comentarios y además de agradeceros todos los halagos, he notado que os despedíais de mí. ¡Que queda un post!. ¡Y que el miércoles a las 13.00 tenemos un encuentro digital !. ¿Tantas ganas tenéis de que esto acabe?
Estoy en mi casita, un humilde chalet de 400 metros cuadrados en una zona obrera de Madrid llamada El Viso. Con el deber cumplido, las maletas llenas de buenos recuerdos, algún que otro susto y con esa mezcla de sentimientos que suele acompañar el final de experiencias como esta. Por un lado y tras dieciocho días fuera de casa, te apetece volver con tu familia, amigos y recuperar espacios propios y privados. Por otro, y tras dieciocho días tan intensos de viajes, partidos, escritos, cenas, risas e intensa convivencia, te da pena que se acabe. Tengo la suerte de que me lo paso muy bien haciendo lo que hago en estos campeonatos. Me gusta parlotear en la televisión junto a esos dos entrañables personajes de tan difícil clasificación como son Montes y Epi, y me encanta escribir en El Pais. Este año he estrenado experiencia blogera (no sé si existe esta palabra) y reconozco que ha superado mis expectativas. No las tenía todas conmigo por una razón. Estoy cansado de ver en muchos medios digitales coómo el anonimato sirve a muchas personas de escudo para insultar y descalificar a todo y a todos. No es cuestión de no aceptar la crítica (aunque la negativa nunca te hace mucha gracia, tienes que estar preparado para el desacuerdo) sino evitar ser diana del insulto indiscriminado y la falta de respeto que ves en demasiado lugares de la red. Afortunadamente este espacio ha quedado repleto de opiniones dispares (y algunas disparatadamente divertidas) y prácticamente ausente de basura dialéctica. Os lo agradezco.
También me da muuuuuuuucha pereza encontrarme mañana con cosas que me aburren especialmente de “mi querida España” que decía la canción. A saber. El enfrentamiento PSOE-PP, donde uno dice una cosa y automáticamente el otro dice la contraria. El partidismo de muchos medios de comunicación, cada vez más corporativos y unificados alrededor de una idea y sobre todo, de un negocio. Los muchos poseedores de la verdad que campan por ahí. Belén Esteban y todo lo que significa. Los atascos de Madrid. Cristiano Ronaldo (en todo lo que no sea verle jugar a futbol). Las pegatinas que deja una empresa de cerrajería en mi buzón y que no hay dios que las quite (¿de verdad piensan que les voy a llamar estropeándome el buzón semanalmente?). Los informativos que cada vez son menos informativos y más gacetilla de sucesos. Los restaurantes que no se han enterado que estamos en crisis y siguen crujiéndote con sus precios. Tener que explicar durante el próximo mes historias de este Europeo (joder, haber leído el blog que para eso lo he hecho). El perro del vecino, que tiene un carácter insufrible y ese ladrido de chucho enano cabreado que es insoportable. Todas ellas problemáticas que en Varsovia, Lodz, Katowice y Cracovia no he tenido que sufrir.
Cambio de tema. Después de la final fuimos al hotel donde se celebraba la fiesta del equipo español. Ya conocéis mi olfato para beber y comer gratis. No llegué a coincidir con los jugadores (llegaron pasadas las dos de la mañana y yo tenía que volver a Cracovia) pero me pasé un buen rato conversando con diferentes padres. Mientras departía con ellos iba confirmando una teoría que sostengo desde hace tiempo. El factor humano, tan importante en este colectivo, es en buena parte heredado. Tú hablas con el padre de los Gasol, con el de Felipe, Rudy, Raúl o Cabezas, y comprendes muchas cosas, pues ves en ellos rasgos que se reproducen en sus hijos. Buena parte de su carácter, su comportamiento, sus actitudes, se nutren de lo que han visto, oído y aprendido en casa. Por eso son tan importantes los entornos familiares. Sin un entorno sensato, humilde, sosegado y analítico los deportistas terminan extraviándose. Su vida, tan glamorosa en muchos aspectos, necesita tomas de tierra, gente que les ponga los pies en el suelo para que sin dejar de disfrutarlo, les critique si cree que debe hacerlo y nadie lo va a hacer con más ascendencia, cariño y efectividad que la propia familia.
Bueno, este blog cierra sus puertas pero estad atentos que en cualquier momento el palomero vuelve a la carga y las abre de par en par. Creo que la mejor forma de terminar es contestando a vuestras preguntas y dudas que hayan quedado en el camino.
Hasta el miércoles a la 13.00.

Oe, oe, oe

Por: EL PAÍS

21 sep 2009

¿Qué queréis que os diga? Estoy impresionado, alegre, cansado, sorprendido, liberado, incrédulo, satisfecho, triste, orgulloso, emocionado y unas cuantas cosas más que seguro se me ocurrirían si después de un día extenuante no fuesen las tres y media de la mañana y tuviese el despertador puesto a las 7 para un viaje de vuelta de unas cuantas horas.
Somos campeones, por fin, y a lo grande. Hemos dilapidado a Serbia, que por lo que se ha visto dijo su última palabra en este Eurobasket el sábado metiéndose en la final. Ha sido un vendaval de juego, con una defensa asfixiante, un ataque inmisericorde y el ánimo inquebrantable. Reconozco que además de disfrutar de una noche mucho más plácida de lo que pensaba, se me he pasado por la cabeza más de una vez lo cerca que hemos estado de la catástrofe. Era como esos sustos que te das a veces conduciendo, donde te entra el tembleque cuando ya estás fuera de peligro. Pues en medio de la exhibición, me he acordado del día de Gran Bretaña, y me ha hecho sudar un poco el pensar que podíamos habernos quedado en el camino sin alcanzar lo que veníamos buscando desde hace décadas. Que nos podíamos haber ido a casa sin la posibilidad de demostrar otra vez que entre la España baloncestística y el resto de Europa hay un mundo. O dos si me apuras.
Viendo las caras de algunos jugadores después del partido, pienso que han sentido alguna sensación parecida a la mía. Recuerdo una creo que de Llull, hablando con no sé quien, con los ojos bien abiertos y la expresión esa de cuando cuentas un buen susto que te has llevado. En general los rostros reflejaban una tremenda alegría y también me ha parecido ver que estaban mezclados con el alivio de haber sobrevivido a una aventura complicada, diferente tanto en su primera parte, cuando las dificultades se almacenaban, como en la segunda, donde la facilidad con la que se han deshecho de Francia, Grecia y Serbia ha sido espectacular. Ahora tendrán que entender mejor por qué había un pensamiento generalizado de que España es muy superior al resto y todo lo que no fuese oro se quedaba corto. Simplemente era consecuencia de la valoración que hacemos de nuestra selección, que ellos mismos se han encargado de confirmar. Que luego hay que jugar, que si te descuidas te pueden sacudir, cierto, pero en condiciones y rendimientos normales, atesora nuestro equipo tanto talento, tanto compromiso, tan buenas actitudes, tantas ganas de lograr éxitos, que no admite comparación con ningún otro país europeo. Y si me apuras y quitando EE UU, ningún país del mundo.
Creo que nadie sabe muy bien qué es lo que ha pasado. Ni al principio, ni al final. Los porqués de este guión tan enrevesado como el que ha escrito la selección dan para escribir un libro. Tendría dos capítulos. Primero. 125 páginas. ¿Por qué jugamos como jugamos la primera semana? Segundo. ¿Por qué jugamos como jugamos la segunda semana?. Al final yo creo que hay que buscar las razones en las particularidades de este ser tan complejo que es el ser humano. En el funcionamiento todavía mínimamente explicado de nuestro cerebro. En los mecanismos que modifican nuestros estados de ánimo. En el inquietante mundo de las confianzas. En las cuestiones que hacen que los humanos nos unamos y nos separemos. En todas estas cuestiones radican buena parte de las explicaciones del por qué un grupo humano es capaz de lo peor y de lo mejor casi sin interrupción. Porque supongo que a nadie le vale la simple idea de que ha sido una cuestión de lesionados.
Cada uno tendrá su opinión. No sólo nosotros como espectadores, sino incluso los propios protagonistas. Y falta les va a hacer, pues es una pregunta a la que van a tener que contestar más de una vez a partir de mañana. Primero recibirán la enhorabuena, luego será requeridos para explicar las razones del éxito, para seguidamente enfrentarse a la pregunta del millón. ¿Y cómo es posible esta dualidad? Y unos dirán una cosa, y otros otra. Hasta habrá quien diga un día una cosa, y otro día otra, y puede que ambas sean ciertas.
Como veis, uno se pone trascendente a estas horas de la mañana. Termino. Somos campeones. Felicidades a todos. De alguna manera, su éxito es el nuestro.

Aquí estamos otra vez

Por: EL PAÍS

20 sep 2009

Hace dos años y cuatro días, el 16 de Septiembre de 2007, más o menos a las 10.25 de la noche, Pau Gasol realizó un lanzamiento extremo de 6 metros en una jugada que no era para él. El balón lo había sacado Carlos Jimenez desde la banda en medio campo. Quedaban 2 segundos 37 centésimas. Intentaron recibir Calderón y Navarro pero la defensa rusa lo evitó. La pelota llegó a Pau, se dio la vuelta y lanzó. El balón dio en el tablero, rebotó dos veces en el aro y salió despedido. Rusia era campeona de Europa. Dicen que la tierra se abrió debajo de todos los que estábamos en el Palacio de los Deportes de Madrid.
En aquel momento, costaba trabajo pensar en una ocasión mejor que la que se había desaprovechado para conseguir un objetivo perseguido desde hace más de 70 años. Ganar un Eurobasket. Teníamos a los campeones del Mundo, jugábamos en casa y durante dos años estábamos pasando por encima de todo lo que se nos ponía por delante. Es más, a aquellos que nos birlaron el oro, unos días antes les habíamos ganado con claridad meridiana. ¿Cuándo llegaría una oportunidad más favorable?
Pues bien, lo ha hecho lo más rápidamente posible. Al siguiente Eurobasket. Y aunque hace dos años nos pareciese imposible, estamos en mejores condiciones. No jugamos en casa, de aquel equipo faltan hombres muy importantes, pero el estado general del equipo parece en mejor disposición para asaltar el último peldaño. Al de Madrid España llegó muy tocada físicamente, después de una preparación que no fue la más adecuada, con más problemas de los que parecía y que luego fueron saliendo a la luz y notando en sus carnes la enorme presión que provocaba la tremenda ilusión de los aficionados. Hoy, en Katowice, Polonia, el equipo se presenta exuberante de ánimo, juego y piernas, con la fortaleza extra que da el haberlas pasado canutas y haber tenido que reagruparse ante una situación inesperada, con la experiencia de Madrid en la mochila y aún con mayor respeto del que tenían dos años atrás por parte de sus contrarios. Si no, ver el miedo en el cuerpo que llevaban ya antes de empezar Francia y Grecia.
A horas antes del partido, solo hay una sombra en el panorama que observo desde mi habitación. No me fío un pelo de Serbia. Me hubiese encantado que ayer, Eslovenia les hubiese mandado a jugar por el tercer y cuarto puesto. Son jóvenes, talentosos, atrevidos, altos, duros y llevan el gen de la competición en la sangre. En el primer partido nos ganaron sin contemplaciones sabiendo cómo y dónde nos podían hacer daño. Ya, ya sé que aquella España no tiene nada que ver con esta, pero eso me reconforta a medias.
El día que nos ganaron me vino a la cabeza la Final Four de Munich. Año 1989. El Barça buscaba con ahínco su primera Copa de Europa. Era el favorito junto al Maccabi de Tel Aviv. En el último momento se coló la Yugoplastika, un equipo formado por jovencitos que respondían al nombre de Toni Kukoc o Dino Radja. Pues estos desconocidos se llevaron allí el primero de sus tres campeonatos consecutivos y la mayoría de sus componentes realizaron carreras espectaculares tanto en Europa como alguno en la NBA.
Creo que estamos ante el alumbramiento de una generación de serbios impactante, y que su travesía del desierto en las competiciones ha terminado. Su media de edad es insultante y su desparpajo también. Vienen de ganar todo en categorías inferiores y no les ha temblado el pulso en su primer torneo grande.
Bueno, paro que estoy entrando en pánico. Me voy a desayunar con el palomero optimista, un poco de tiro con Calderón, otro tío positivo, comida tranquila, una siesta y al pabellón.
Posdata de un aficionado a las posdatas.- No he hablado de lo de Grecia porque fue más de lo mismo que ante Francia. Ya estamos en ese 80-90% de rendimiento que nos hace inaccesibles para todos. Con mantenerlos 40 minutos más, el oro es nuestro.

¡Arrepentíos pecadores!

Por: EL PAÍS

18 sep 2009

Hermanas y hermanos en nuestro querido baloncesto:

Ha llegado la hora del arrepentimiento. Porque lo reconozcáis o no, todos habéis puesto en duda a este equipo. Bueno, todos menos uno, Sergio Scariolo, que ha declarado hoy después del encuentro ante Francia que nunca lo hizo y le creemos porque somos buena gente. No, no me digáis ahora que es falso, no me vengáis con que ni siquiera en los peores momentos perdisteis la esperanza. Es mentira, lo que convierte vuestro pecado en doble, y este ya se castiga con al menos dos docenas de avemarías.

Porque ahora es muy fácil subirse al carro y volver a fardar de selección, pero os recuerdo que hace nueve días estábamos perdiendo por cuatro puntos frente a Gran Bretaña a falta de tres minutos y corrimos un riesgo grave de quedarnos fuera del Eurobasket ¡al segundo día!. Sed honestos y confesad que en esos momentos no teníais las cosas claras. Que pensasteis cosas muy feas que no quiero ni reproducir. Que vuestra confianza flaqueó. Por no decir cuando después de ganar en la prorroga a Eslovenia, volvimos a perder con Turquía en otra deficiente actuación.

Haced memoria y pedid perdón por decir las cosas que dijisteis de Scariolo cuando eligió a Sergio Llull para jugarse la última posesión. Mandad un ramo de flores a la madre de Ricky Rubio por equivocaros al considerarle poco hecho para llevar al equipo y una caja de chocolates a Garbajosa, al que retirasteis antes de tiempo. Bajad del altar a los ausentes, Pepu, Aito, Calderón, Jiménez y Berni, a los que usasteis para fustigar a los presentes. Haced una recolecta para comprarle una caja de puros habanos a José Luis Sáez, presidente de la Federación, al que reconociéndole una cierta afición por cambiar de seleccionador, cargasteis hasta con la muerte de Manolete. Escribid cien veces en la pizarra “no volveré a titubear cuando se trata de la selección española de baloncesto”.

Os digo todo esto porque me siento legitimado moralmente para ello. A diferencia de vosotros, yo sí que puedo demostrar mi absoluta fidelidad a este equipo. Siempre les he defendido, pública y privadamente, y hay pruebas escritas de ello. Ahí están sin ir más lejos, las diez razones por las cuales estaba seguro de que íbamos a ganar a Francia, confirmadas una por una (ver post anterior). La adversidad nos ha hecho más fuertes. Pau ha jugado un partido estelar, por lo contundente, efectivo y didáctico en sus movimientos, y Turiaf fijo que va a soñar con él esta noche. Francia empezó a perder el partido 24 horas antes del salto inicial, más concretamente en el mismo momento que se confirmó a España como su adversario en cuartos. ¡Vaya canguelo llevaban desde el minuto uno! Y así podría seguir. Salvo la de Llull con Parker, que no ha hecho ni falta por el buen hacer de Rubio y Raúl López, el resto las he clavado.

Espero que la experiencia os sirva de lección para la próxima vez. Para lo que os queda de esta os recomiendo que os dejéis llevar por la euforia y disfrutemos sin tapujos de lo que van a ser sin duda dos fiestas. La semifinal del sábado y la final del domingo, que nos coronará como merecidos campeones de Europa.

Fdo. Fray Palomero optimista

Nota del autor: ¡Cualquiera le dice nada hoy a este!

Posdata.- Después de tantos días juntos, no esperaba esta desconfianza ante mi explicación del por qué no había aclarado el tema de los rumores. Os prometo por Arnold Schwarzenegger (antes de ser gobernador de California y acartonarse aún más) que es cierto lo de los problemas informáticos y no una forma de escurrir el bulto. Juro por mi lavavajillas Agni, que no ha roto nunca un plato, que hoy por la tarde/noche, en mi siguiente post, os doy la solución. Y os cuento cómo surgieron todos y cada uno de los rumores apuntados. Palabra de futuro campeón de Europa.

Aclarando que es gerundio

Por: EL PAÍS

18 sep 2009

Día de descanso. La felicidad reina en Centroeuropa. Aprovechando que ahora mismo Polonia es para España como el jardín de los Teletubbies por la armonía que se respira, voy a zanjar una serie de cuestiones que se han ido quedando por el camino durante estos días.


-Ayer, mientras volvía al hotel después del partido ante Francia, empecé a sentir como una especie de sentimiento de culpa. Hasta este año, siempre había defendido a capa y espada la fiabilidad de este equipo. Incluso antes de ser campeones del mundo. Pero este año tengo que reconocer que en más de un momento pensé que no lo lograríamos. Nunca he dejado de creer que este campeonato es un España contra España, que nuestra suerte depende única y exclusivamente de nosotros. Jugando entre el 80 y el 100% de nuestras posibilidades, somos inaccesibles para el resto de equipos. Entre el 50 y el 80 nos pueden pillar tres o cuatro. Y más abajo del 50%, hasta Gran Bretaña. Bien, pues mis dudas llegaron cuando observé que no íbamos a llegar a tiempo de rendir más allá del 60-70% de lo que somos capaces, lo que nos hacía vulnerables. Que nuestros problemas estructurales, algunos imposibles de solucionar, unidos a los físicos, las ausencias y el shock producido por las derrotas en Lituania y Serbia nos colocaban demasiado lejos de esos rendimientos que nos hacían competitivos.


Me equivoqué. Como se ha demostrado posteriormente, había tiempo. Por eso, añoche me sentí culpable de desconfianza. Era una pura cuestión emocional, pues en el terreno de la razón está plenamente justificados mis temores. Pero era como si les hubiese traicionado. Por eso permití que el palomero optimista me/nos fustigase con su arenga jesuítica. No iba sólo para vosotros, sino también para su otro yo.


Confesados mis pecados, toca aclarar otra cosa. El asunto de los rumores. Primero os contaré cómo surgieron o como me entero de su existencia.


-Pareja de Fernando Martin. No recuerdo qué año fue. Estaba en Bilbao de vacaciones y me encontré con un amigo y como siempre que te encuentras con un amigo en Bilbao, nos fuimos a tomar algo. “No te vas a creer lo que te voy a contar” me dijo. Había estado en un curso de entrenadores creo que en Cataluña, y una noche, en la tertulia de después de cenar, se había hablado del tema. Fernando y yo éramos pareja. Y fueron más de uno y de dos los que afirmaron haber escuchado la historia.


- Pasar más tiempo leyendo a Kafka que entrenando. Cuando el baloncesto vivió su época de oro a principios de los ochenta, una de las cosas que causó más sorpresa fue nuestra altura intelectual. No es que fuese nada del otro jueves, pero comparada con la consideración social de los deportistas, y en especial de los futbolistas, pues nosotros parecíamos catedráticos para la gente. ¡Hasta leíamos! se llegó a publicar. Bien, pues como ocurre a veces, el mismo tema de halago puede convertirse en arma arrojadiza. En mis últimos años de carrera fui atacado con saña por Jose María García (todo un honor) y entre sus lindezas solía decir eso. O que no la metía ni en una piscina.


-Insultos a periodistas. Cría fama y échate a dormir. No sé por qué ni desde cuando, todo el mundo pensaba que mis relaciones con la profesión periodística eran pésimas y que yo siempre tenía una palabra “delicada” para ellos.


-Me llevo mal con Epi. Uno del Madrid y otro del Barça. En la selección rivales en la posición. Conclusión, se llevan mal. Todavía hoy en día y escuchándonos en la tele, hay gente que me lo pregunta.


-Fui extorsionado por ETA. Principios de los ochenta. Se rumorea que hay chantajes a deportistas vascos. En aquella época yo era uno de los más conocidos. Blanco y en botella.


-Fumaba porros. ¿Hay alguien que con el pelo largo, barba, coleta como la que me dejé una temporada, leyendo a Kafka, insultando a periodistas y llevándose mal con Epi, no fume porros?. Una vez me ocurrió una cosa acojonante en el Bernabeu. Estaba ubicado cerca de los ultra sur (no me preguntéis por qué, errores que comete uno en la vida) y en el descanso aprovecharon algunos de ellos para quemarse la mano un rato. En estas que soy reconocido entre calada y calada. “Eh, eh, Iturriaga” grita uno de ellos. Al octavo grito no me queda más remedio que girarme. ¿Quieres? va y suelta, brazo y porro levantado. Yo me quedo pasmado. “Venga, tío” le oigo decir con una expresión de tú ya sabes de qué va esto, antes de darme la vuelta definitivamente. No os cuento cómo me miraban mis vecinos de localidad. Hasta creo que una señora le cambió el sitio a su hijo para que no estuviese a mi lado.


-Me echaron del Madrid por la llegada de Petrovic. La llegada de Drazen Petrovic al Real Madrid coincidió con mi salida. Teniendo en cuenta que cada vez que habíamos jugado anteriormente, ya sea contra la Cibona o la selección yugoslava, habíamos terminado como el rosario de la aurora, no fue raro que este rumor se extendiese.


Pues bien, queridos lectores. Fui pareja de Fernando Martín. Pero de mus y salidas nocturnas. De Kafka solo he leído La Metamorfosis. Muy agobiante por cierto. Leía mucho, pero entrenaba más. Me llevo bien con Epi. Nos conocemos desde los 14 años. No fui extorsionado ni nada que se lo parezca. No fumaba porros. Como mucho, algún cigarrillo para socializar. Y no me echaron del Madrid por Petrovic. No tuvo nada que ver. Lo hicieron porque Lolo Sáinz no quería que siguiese en el equipo. Punto.


Por lo tanto, el único rumor cierto era que mi relación con los periodistas fue algo volcánica. Igual me pasé un poco diciendo que les insultaba, porque salvo a un par o tres de ellos, con el resto no llegué a tanto. Pero lo que nunca soporté, ni siquiera ahora, es la mala intención. Y me encontré con alguno al que le sobraba. Se lo dije y luego me pasaron la factura. Así es la vida.


Hay más cuestiones, pero el espacio y el tiempo son finitos salvo en los editoriales de Sanchez Dragó. Lamento no poder contestar a todas vuestras preguntas, pero de verdad que me tenéis alucinado con vuestro seguimiento. Da gusto cuando a la ironía respondéis con ironía, cuando vais desde el análisis técnico más pormenorizado al comentario de tres frases que plasma a la perfección ánimos y disposiciones. Os juro por Snoopy que estoy gratamente sorprendido del número de comentarios, la calidad de la mayoría y el espíritu festivo que en general hemos mantenido en este minúsculo lugar el hiperespacio cibernético, incluso cuando pintaban bastos. Que sepáis que el resto de los blogs se están muriendo de envidia.


España 82 Grecia 70

Preparados

Por: EL PAÍS

16 sep 2009

Ha llegado el primer gran día y da la impresión de que nos pilla preparados. España se enfrenta a Francia como castigo (si lo comparamos con un cruce con Croacia, por ejemplo) por no haber hecho todos los deberes, pero al menos ha conseguido que sean suficientemente presentables como para que prenda la esperanza. Ha tenido que tachar, borrar y volver a escribir, en algún momento pensamos que aquello no tenía remedio, sorprendidos como estábamos de que después de páginas inmaculadas, la tarea de este año se había vuelto irreconocible. ¿Se les habría olvidado?. Para nada. Bastó unos cuantos minutos frente a Lituania para que todos recordasen la lección, y cada vez la recitan con más seguridad. Que se lo pregunten a Polonia, que aunque no es una vara de medir muy fiable, no deja de ser la anfitriona, y jugar contra los locales entraña riesgos. Pues ya lo habéis visto, coser y cantar.

No está en mi intención hacer un tratado baloncestístico sobre este partido, pues la resistencia encontrada ha sido tan escasa que la cosa no ha ido más allá de poder disfrutar de un encuentro de los de “antes”. ¡Qué tiempos aquellos!. Te sentabas tranquilamente y hacías apuestas de cuando el equipo rival iba a hacer catacrack. Unos aguantaban hasta el segundo cuarto, algunos incluso hasta el tercero, pero todos al final se llevaban una buena tunda. Hoy, en cuanto les hemos dado un empujoncito con Pau y Navarro, Polonia se ha deshecho. Sospecho que ni siquiera en sus sueños, se habían imaginado ganando a España. Lo que me lleva a otro terreno. Jugando mal, regular o bien, a este equipo sus rivales le tienen un respeto reverencial.

Después del partido me he encontrado con un ex jugador francés de mi época cuyo nombre no me sale en estos momentos. El tipo trabaja en la tele (nunca me han caído bien los jugadores que luego se pasan a comentaristas) y después de los saludos protocolarios y el clásico ¡qué bien te conservas! siempre seguido por un educado ¡tú también! hemos hablado del partido de mañana. “Hay que ver”, me dice, “para una vez que Francia hace 5-0, va y le toca con España” Y se le ha puesto una cara de perdedor que te mueres. Como me cae bien le he dicho que nosotros íbamos a tener muchos problemas en defender a Tony Parker (he aprovechado para preguntarle si sabía si venía Eva Longoria, periodismo de investigación se llama) a lo que me ha contestado que de la Longoria no sabía nada, pero que ellos tienen terror a los hombres altos españoles, especialmente los Gasol (no le he querido decir nada de Felipe, que luego es el que coge todos los rebotes, porque seguro que se iba a chivar al técnico francés). ¡MONCLAIRE! se llamaba Monclaire, joder, me acabo de acordar. Bueno, pues nos hemos despedido con una palmada en la espalda siguiendo las normas para evitar el contagio de la gripe A. Nada de besos ni darnos la mano.

Hablando de Parker y para dar a este blog un toque técnico, me referiré a las palabras que el gran Calderón (no el de la Barca, sino el de Villanueva de la Serena) ha dicho hoy. Hay dos formas de defenderle. Uno contra uno sin muchas ayudas, que te meta 30 pero que el resto no se aproveche de una excesiva vigilancia. O bien hacer de su custodia una cuestión colectiva, con el riesgo que se forre a dar asistencias. Yo prefiero la primera. Más que lo que juegue Parker, me preocupa lo que haga jugar. Casi toda la lectura del juego está en su cabeza, pues al resto no van a ganar ningún Nobel, por lo que si no le dejamos conectar, “los que no son Parker” se van a cortocircuitar. Ah, recuerdo ahora otra cosa de mi conversación con Monclaire. Me ha dicho que la clave de Francia es Boris Diaw. Parker lo va a hacer bien seguro, pero el que puede marcar una Francia ganadora de otra perdedora puede ser Diaw (uf, lo que cansa hablar de cosas técnicas).

No viene a cuento, pero hay una cosa que quería comentar con vosotros desde hace días. Como diría Berto, me tiene roto. Y es que pones la tele, y las películas están dobladas. El audio original no lo quitan e incluso está un pelín alto, pero bueno, eso no es lo que me tiene flipado. Lo alucinante es que TODOS los personajes los hace el mismo actor de doblaje, la misma voz. Hay una conversación entre un chico y una chica, y los dos hablan igual. Y no os cuento cuando es una reunión de seis, siete personas, o se van a cargar a alguien. El ¡te voy a matar! y el ¡no, no me mates! ¡los dice el mismo!. Me encanta Polonia.

Me acaba de llamar el palomero optimista. Quería saber si ya había escrito el decálogo que me había pasado. Le he puesto como excusa que había estado cenando en el restaurante más lento de la historia de los restaurantes, pero insiste. En fin. Que quiere que ponga en este blog las diez razones por las cuales debemos estar convencidos de que hoy ganamos a Francia. Son estas:

  1. Cuando lo has pasado mal, superarlo te da una fuerza descomunal
  2. ¿Has visto el partido de Pau?
  3. ¿Y el de Navarro?
  4. Francia está acongojada
  5. Scariolo ha encontrado la rotación ideal a partir del quinteto ideal
  6. Por pura cuestión estadística, después de tantos fallos los tiros de Ricky tienen que entrar
  7. Garbajosa y Mumbrú nos van a dar esos 4-5 triples que tanto necesitamos
  8. Felipe Reyes. Una razón en sí misma
  9. Llull va a estar más pegado a Parker que la Longoria en su luna de miel
  10. España no ha perdido un cruce desde las semifinales de Belgrado 2005 (las finales no se consideran cruces). Por algo será.



Pues dicho queda

Antes de despedirme deciros que ayer preparé un post donde desvelaba el acertijo de los rumores. Problemas informáticos me impidieron enviarlo para su publicación. En cuanto el campeonato lo permita lo hago.

Saludos

Esto me suena más

Por: EL PAÍS

14 sep 2009

Pabellón Lodz Arena. 19.30 horas. Mientras Eslovenia le mete un buen repaso a Polonia.
Prometo que no es ganas de agarrarme a cualquier cosa, ni que en la dualidad en la que vivo desde que empezó el campeonato, el palomero optimista vaya ganando la partida, pero hubo un momento en el que creía que me encontraba en Japón en lugar de en Polonia. No estaba Calde (como España haga otra puesta en escena como la de hoy, le va a dar un patatus), ni el añorado Jimenez, pero de repente el juego español recuperó esa frescura, ese ritmo infernal de juego, esos tiros de Garbajosa, esas transiciones fugaces que hasta Pau Gasol podía ser el encargado de machacar. Valentía, rapidez, seguridad en un estilo. Sonrisas. Fueron cinco, seis, siete minutos, pero suficientes. No sólo porque dieron la vuelta a una tortilla que olía a quemado, sino porque como dijo Jorge G. al acabar el partido, “ahora sabemos lo que tenemos que hacer para ser competitivos”.

Las derrotas y los malos momentos suelen desnaturalizar a los equipos, a veces hasta hacerlos irreconocibles al perder sus señas de identidad, aquellas que les llevaron hacia el éxito. La victoria ante Lituania, que tampoco está para tirar cohetes, nos confirma que las señas identitarias de España, las que todos nos sabemos de memoria, siguen estando vigentes, y que a ellas ha de agarrarse si quiere sobrevivir en este Europeo. Por ahora no somos capaces de dar al juego toda la continuidad que va a ser exigible más adelante, pero como punto de partida creo que sirve.
La España más reconocible de hoy se ha asentado en versiones algo más habituales de sus jugadores. Yo destacaría a dos. Jorge Garbajosa y Ricky Rubio. España necesita a Jorge como agua de mayo. Los años pasan, y ya no es el de Japón ni el de su primera temporada en Toronto, pero simplemente con un rendimiento como el de hoy es suficiente para dar consistencia al equipo, tiro exterior, espacio para los pivots y más posibilidades de rotación por dentro.
En cuanto a Ricky, como sabéis uno de mis temas favoritos, antes contaré una historia. A mí me la contó Juan Corbalán, mito de este deporte. Pedro Ferrándiz era entrenador del Real Madrid. Corbi tenía 16 años y pelo, o sea, que estamos hablando del Pleistoceno, 100.000 años arriba o abajo. Ferrándiz le llamó para que entrenase con el primer equipo. Era su primera vez, por lo que se presentó con la idea sobre todo de no cometer errores. Completó un entrenamiento digamos funcionarial. Sin riesgos, sin grandes aciertos pero sobre todo cumpliendo su objetivo principal. No llamar la atención por los fallos. Al acabar el entrenamiento Ferrandiz le dijo más o menos que para jugar así, ya tenía a otros que lo hacían mejor. Que si era capaz de jugar como el Corbalán que conocía, le daría otra oportunidad.
Ricky es un crack. No lo pongamos en duda, por favor. Está llamado a hacer grandes cosas por su talento y precocidad. En los inicios de su carrera, tiene un gran margen de mejora que deberá trabajar, y aún así hoy en día está capacitado para aportar mucho a este equipo. No sé si todo lo que necesita, pero desde luego mucho más que hasta ahora. Siempre que juegue como lo ha hecho hoy. Como Ricky Rubio. Con sus virtudes y sus defectos, que ya irá puliendo. Hasta hoy, no lo habíamos visto casi por aquí. El complicado verano, la responsabilidad, las derrotas, el sentirse señalado como una de las posibles causas del mal juego, las enormes expectativas que siempre genera… todo este coctel le tenía sumido en un mar de dudas. Y había dejado de ser él mismo. Y como le ocurrió a Corbalán, para eso…
Acabo. Si alguno de vosotros tiene pensado venirse para aquí y hace escala en Varsovia, que se pase por el hotel Novotel Centrum, habitación 1419. Hay jamón pata negra de la Dehesa Calderón metido en la nevera. Que me lo traiga. Será recompensado con un par de lonchas. De jamón.

Antes de terminar no puedo olvidarme del acertijo de ayer sobre los rumores (está en el post anterior). ¡Qué éxito! Vosotros sí que sois unos cracks. Me habéis hecho pasar un rato fantástico antes del partido riéndome mientras leía comentarios y posibles soluciones. Mañana os prometo que os saco de dudas y también elijo el que más gracia me ha hecho. Cuidaros todos.

Sobre datos, opiniones y rumores

Por: EL PAÍS

13 sep 2009

Uno de los graves problemas que provocan situaciones como las que vive la selección española de baloncesto es que dan alas y se convierten en ideal caldo de cultivo de una de nuestras grandes aficiones. El rumor. En condiciones normales, a partir de una serie de datos o hechos, vertimos nuestras opiniones, siempre respetables mientras no traspasen los limites de la educación y el respeto. Cuando las cosas se tuercen, como en este europeo, al dato y la opinión, suele seguir el rumor, la suposición. Y no siempre fundamentada. Un ejemplo. Las declaraciones de Marc. El dato es que Marc dijo públicamente que la decisión de ser Llull el encargado de jugarse la ultima jugada fue equivocada. Y llamó chaval al jugador menorquín. Lo vimos, lo escuchamos. Entonces entramos en el terreno de la opinión. La mía, fue y sigue siendo que Marc se equivoca porque viola un código fundamental en el funcionamiento de un equipo. Estoy de acuerdo con él en su derecho al desacuerdo (mental) con la decisión de su entrenador, pero no en que lo diga. Pienso, incluso, que el motivo de su “rajada” fue un cabreo al cubo: Con la derrota, con la situación general y con su rendimiento, seguro que muy lejos de lo que esperaba. Hasta ahí llega mi opinión, porque el resto lo considero que entra en el terreno de la rumorologia. Yo no sé a ciencia cierta si Marc Gasol confía o no en Sergio Scariolo por el hecho que critique una decisión suya. Al menos no tanto como para asegurarlo (yo confio mucho en mi mujer, lo que no quiere decir que esté de acuerdo con todas sus decisiones) Me lo tendría que decir él, y no creo que lo haga. Tampoco puedo asegurar que el ambiente de la selección es malo más allá del mal rollo que dan las derrotas, que ya no son tan amigos, que ya no se lo pasan tan bien o como se decía en uno de vuestros comentarios, una generación de jugadores siempre se relaciona mal con la siguiente. Tampoco se si están cansados de ganar (¿te puedes cansar de ganar?) o si les pesan los bolsillos (que frase tan futbolera). No sé la relación y el grado de confianza del grupo con Scariolo, porque solo lo saben ellos y como en todos los equipos, no habrá un sentimiento general. Y sinceramente, y eso lo sé por experiencia propia, me fio muy poco de lo que se diga en plena competición, y más cuando las cosas van mal. No puedo asegurar que la razón del mal juego de España sea por la dirección del técnico italiano. Ni tampoco como nos iría si estuviera Pepu Hernandez. Puedo pensar que la confianza de Claver esté bajo cero. Puedo afirmar que el Navarro de estos días no tiene nada que ver con el habitual. Puedo opinar, como lo hice ya antes del campeonato, que tenía mis dudas sobre la capacidad de Ricky Rubio para llevar la manija total de este equipo o que llegabamos algo justos en el tres alto. Pero me resisto a ir mucho más allá y creo que hay que desconfiar de cualquiera que diga o escriba con total seguridad sobre cuestiones tan complicadas y difíciles como los sentimientos ajenos. Me encanta opinar, debatir, discutir, confrontar ideas como creo que está ocurriendo en este espacio cibernético bien humorado, pero tengo un límite. El de tener una seguridad razonable. El que quiera certezas absolutas, teorías conspiratorias, o esa sangre que parece necesitamos para calmar nuestra decepción, ya le adelanto que aquí poco va a haber.
Bien, después de esta declaración de principios que sinceramente, no sé a cuento de qué venía, os tengo que dejar. Acaba de terminar el Polonia-Francia de Volley y los polacos son campeones de Europa. En el bar Champions de Varsovia, hay un ambientazo de la pera e igual nos invitan a algo. Tambien sera una gran ocasión para estrechar lazos con la poblacion nativa antes de jugarnos el miércoles el pase de los cuartos de final
Posdata cebo para gente (ocurrente y respetuosa) antes del Lituania-España.
Durante mi carrera deportiva me convirtieron en protagonista de algún que otro rumor. Fui pareja de Fernando Martín, me pasaba más tiempo leyendo a Kafka que entrenando, insulté a periodistas, me llevaba mal con Epi, fumaba porros, me echaron del Madrid porque Petrovic lo exigió y fui extorsionado por ETA. Todos menos uno fueron falsos.
Hasta mañana

Esto se complica

Por: EL PAÍS

12 sep 2009

Escribo desde un vagón del tren Lodz-Varsovia, uno de esos que teníamos en España cuando Paco Martínez Soria era una estrella nacional. España se ha pegado un batacazo de primera, tenemos un panorama complicado ¡hasta para clasificarnos para cuartos de final! y por si no fuera poco, el colofón ha llegado con unas declaraciones desafortunadas de Marc que nos han dejado con una amarga sensación que va más allá de la pérdida de un partido.

Perdonar un momento, que tengo al palomero optimista llorando en el compartimento de al lado.
(cinco minutos después)
Ya estoy otra vez aquí. Le he dejado algo más tranquilo contándole la historia de la Italia futbolística del Mundial 82. En la fase previa y a la vista de su más que probable eliminación su afición estuvo a punto de pedir al Papa que les excomulgase. Quince días después fueron campeones del mundo con Paolo Rossi de héroe y Sandro Pertini, presidente de la República, dando una de las imágenes más entrañables de la historia de los mundiales. (ahora que lo pienso, ¿no era yo el pesimista?)
Sigamos. La verdad es que no sé por donde empezar. Ha transcurrido ya una semana de campeonato, hemos jugado cuatro partidos, y ese edificio del que todos presumíamos se tambalea cada vez con mayor amplitud. Según mis conocimientos de resistencia de materiales, todo tiene un límite, y el nuestro no anda lejos. Otra sacudida el lunes ante Lituania y se va a venir abajo.
Creo que ya escribí en este mismo reducto para los amantes del deporte y el buen humor, pase lo que pase, que en la derrota nadie se salva. La derrota, como la victoria, es el final de un proceso, la consecuencia de una serie de actuaciones. Cuando analizamos la victoria, enfocamos sus razones, por lo que nos centramos en los aspectos positivos. En la derrota hacemos igual, por lo que nuestro foco se centra en lo que nos ha llevado a ella, es decir, lo negativo. Un ejemplo. Rudy ha tenido unos buenos minutos, se ha fajado defensivamente con Turkoglu y poco más se le puede pedir con la complicada preparación que ha tenido. ¿Alguien hablará de esto en las próximas horas?. Lo dudo. La gran mayoría de lo dicho, escrito y analizado irá en torno a Ricky Rubio, los puntos de los bases, la intensidad defensiva, los balones perdidos, los rebotes, el papel de Claver o Mumbrú, o los cambios de seleccionador de los últimos años. Y todo se hará en clave negativa.
Pero bueno, vayamos al TEMA. Para qué rehuirlo por más tiempo. No comparto el planteamiento de Sergio en la última jugada, y no sólo porque haya salido mal. Los que veis los partidos por la tele sabéis que soy un firme defensor de los roles y las jerarquías en el juego. Y por mucha situación que hubiese en la pista, por mucho intento de aprovechamiento de la velocidad y potencia de Llull ante un defensor como Illyasova, estando en pista Navarro, Pau Gasol y Rudy Fernández….. Estamos hablando de gente que ha ganado MUCHOS partidos, de todos los colores y con todo tipo de defensas enfrente. Cinco abiertos, balón a Navarro o a Rudy en medio campo y resolución al estilo Kobe Bryant, Lebron James o Michael Jordan. Juego uno contra uno, tiro, entrada a canasta, aprovechar posible ayuda, etc. Otra opción. Llevar el balón a Pau Gasol. Es nuestra mega estrella y tiene todo el derecho del mundo a jugársela, como lo tuvo en Madrid en la final del Eurobasket.
Scariolo tiene el derecho de tomar decisiones. Va con el cargo. Y la verdad es que ha sido ¿valiente?. Si tú decides que se la juegue Navarro, Pau o Rudy (este orden es mi preferido) nadie te criticará por ello. Si sales con una opción ¿inesperada?, en la ¿creatividad? se encuentra el riesgo. A Sergio le van a crujir. Bueno, seguro que ya le están crujiendo desde que ha terminado el encuentro.
Lo que nos lleva al colofón de la horrorosa tarde. El calentón de Marc. Por cierto, acabo de recibir un SMS de la federación. Dice así: “Hoy, 12 de Septiembre (20.30 h) convocatoria de prensa con Marc Gasol en el hotel Andels”. (esto es periodismo en directo).
Toca pedir perdón. Marc se ha equivocado. Estoy seguro que no es el único de los jugadores de nuestra selección que piensa lo que ha dicho el Gasol pequeño. Pero no lo puede verbalizar. Porque el respeto es una de las bases de funcionamiento de un equipo. Porque cuando se pierde en una última jugada, cualquier acción negativa realizada durante todo el partido cobra importancia capital. Y Marc, como todos los que jugaron, cometieron algún error. Y porque abre una puerta que arroja más sombras a una situación que simplemente con los resultados se ha tornado de lo más oscura.
La selección española de baloncesto cuenta con una de las mejores imágenes pública de nuestro país. Les hemos elogiado cuando ganaban y también las pocas veces que han perdido. Una de las consecuencias más peligrosas de las derrotas es que puede trasladar el debate de lo meramente deportivo a otros terrenos que atentan contra los valores del grupo. Esos sobre los que se asienta tanto su fortaleza como el aprecio popular.
Os dejo que estoy llegando a Varsovia. Al lado de la estación hay un sport-bar en que me voy a tomar un zumo de cebada. O dos.
El palomero optimista me dice que ganando los dos partidos que nos quedan podemos hasta quedar segundos de grupo. ¡Ole sus huevos!.

Un respiro para responder

Por: EL PAÍS

11 sep 2009

Como siempre que me pongo a escribir, noche cerrada en Varsovia. Sí, sigo en la maravillosa Varsovia cuando casi todos se han ido a Lodz, ciudad que por lo que me han contado, no ha calado en los corazones de los desplazados hacia allí. Las opiniones escuchadas por los allí ya presentes sobre la sede de la segunda fase van desde “un horror” hasta “palomero, eres un listo quedándote en Varsovia”.

Aprovechando la jornada de descanso y a la espera de nuevas emociones que requerirán su debida atención, voy a intentar contestar algunas de las preguntas que me habéis lanzado en vuestros comentarios.

Pregunta “elintenso”, bastante activo en su participación, haciendo honor a su apodo.

-El que sigue los partidos desde su casa se dio cuenta desde el minuto uno contra Serbia que las canastas tardan en subir al marcador unos cinco segundos. Los comentaristas de la Sexta se dieron cuenta ayer a mitad de encuentro, en el partido 3. ¿Tiene alguna explicación?

-Senilidad, simple y pura senilidad

Hay unas cuantas sobre los pasos de la última jugada del tiempo reglamentario frente a Eslovenia. Esta es una de Carlos

P -Si los árbitros se tiraron media hora viendo si la canasta entraba dentro del tiempo o no, para después tomar la decisión pertinente, ¿ninguno de ellos supo ver entonces esos pasos?

R.- No sé si se dieron cuenta que eran pasos viendo las imágenes, pero aunque lo hubiesen hecho hubiese dado igual. Una vez no pitados en su momento, lo único sobre lo que podían decidir viendo el video era si el lanzamiento estaba dentro del tiempo. Lo otro ya estaba arbitrado y no se puede volver atrás.

Evidentemente tampoco ha pasado desapercibido que los comentaristas de la Sexta no se diesen cuenta hasta una hora después, pero qué se puede esperar de esa gente. Entre el de los gritos y los dos del parque jurásico baloncestístico, van a acabar con la carrera de Calderón.

Maqroll me pregunta por la cerveza polaca. Pues está muy buena. Me imagino que bastante parecida a la checa que comentas. No puedo recomendar una marca en concreto, pues mis conversaciones en los bares no van más allá de esto:

-One beer please. Polish beer

-OK. ¿Small or big?

-Big.

Y me traen una caña tamaño mocito que no veas como entra en una boca reseca del jamón de Dehesa Calderón me meto entre pecho y espalda en el pabellón.

Asuntos varios relacionados con jugadores, presentes y ausentes. Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes.

Gerardo. ¿Tanto pesaban Calderón y Jimenez?

¿Te respondo en kilos o en toneladas? Sin entrar en comparaciones, Calderón aportaba liderazgo emocional, dirección en pista, defensa, puntos, contraataques, triples y respeto de sus contrarios. Su ausencia deja un vacío enorrrrrrrrme. Jiménez. Equilibrio, veteranía, defensa, rebote, intangibles de todo tipo.

Joe Dumars me pregunta por qué no está Vidal, del Tau. Bueno, ahora del Madrid. Por la lesión que arrastraba a final de la pasada temporada. Se merecía estar y viendo al equipo ahora, nos hubiese venido de perlas.

Manolo Merino. ¿Es mi impresión o a Ricky se le está poniendo una cara de Montero que da miedo? Esos traspasos tan millonarios meten muuuuucha presión y eso es algo que no le hacía ninguna falta a un jugador tan joven.

-Uf, el tema Ricky es un tema complicado. Yo lo veo demasiado estresado. No me extraña. Su verano ha estado plagado de incertidumbre y unos cuantos conflictos nada beneficiosos para él. Encima le ha tocado, por la ausencia de Calderón, el llevar el mando en plaza de un equipo aspirante a medalla de oro, y por si no fuera poco, el colectivo se nos ha venido abajo en los dos primeros partidos. Mucha traca para los 18 años, aunque sean los de Ricky. No sé si tiene la cara de Montero, pero no tiene la expresión de un jugador que esté disfrutando de lo que hace ni tampoco de alguien contento con su rendimiento.

Por último, no ha dejado de sorprenderme que unos cuantos comentarios tienen una pregunta común. Elijo una. De Antonio, que le gustaría que comentara la ironía de que el seleccionador español sea un residente en Moscú y a Pepu se le destituyó supuestamente por "falta de dedicación exclusiva".

Antonio, la propia pregunta lleva implícita la respuesta. Ironía, pura ironía.


Muchísimas gracias a todos por vuestro interés y vuestras aportaciones. Me encantan todas, salvo uno que ha dicho que Matraco Margall era mejor que yo. Eso me ha dolido.

Sobre el blog

El palomerismo es toda una filosofía de vida que se basa, como la termodinámica, en tres principios. El de la eficiencia: “Mínimo esfuerzo, máximo rendimiento”. El del aprovechamiento. “Si alguien quiere hacer tu trabajo, hacerte un regalo o invitarte a comer, dejale”. Y el de la duda: “Desconfía de los que no dudan. La certeza es el principio de la tiranía”. A partir de ahí, a divertirse, que la seriedad es algo que ahora mismo, no nos podemos permitir.

Sobre el autor

Juanma López Iturriaga

Básicamente me considero un impostor. Engañé durante 14 años haciendo creer que era un buen jugador de baloncesto y llevo más de 30 años logrando que este periódico piense que merece la pena que escriba sobre lo que me dé la gana. Canales de televisión, emisoras de radio y publicaciones varias se cuentan entre mis víctimas, he logrado convencer a muchos lectores para que comprasen mis libros y a un montón de empresas que me llaman para impartir conferencias. Sé que algún día me descubrirán, pero mientras tanto, ¡que siga la fiesta!

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal