Previamente en Memorias de Japón…..
Sigamos. Con cuerpos de perro atropellado después de una noche de despedida en Hiroshima que se nos fue un poco las manos, cogimos el tren bala (no todos llegaron, ya digo que la noche fue de aupa) hasta Tokio, donde se iba a celebrar la fase final. Fue un momento emocionante, pues el Shinkansen me conectaba con todo un mito de mi infancia. Mi padre viajaba mucho por trabajo y en el año 70 se marchó a Japón a negociar unos contratos de maquinaria y aprovechó para visitar la Expo de Osaka. De todo lo que me contó, que fue mucho (iba a decir que parece mentira que un solo viaje le diese para tanta batallita posterior, pero ahora que lo pienso y viendo lo que estoy haciendo en este mismo momento, confirmo lo de que de tal palo tal astilla) lo que más me impresionó fue su viaje en tren bala (para aquella ocasión de la Expo inauguraron la línea Tokio-Osaka. En España hicimos lo mismo en el 92. Somos unos copiotas). Viendo lo que por entonces había por aquí, un tren que cogía los 300 kilómetros por hora era auténtica ciencia ficción a la altura de Star-Trek o El túnel del tiempo, referencias televisivas de mi juventud.
Moverse en una estación de metro en Tokio no es fácil. Es tal la cantidad de gente que va de un lado a otro, todos tan seguros de donde tienen que ir, que si te quedas parado corres el riesgo de ser atrapado por una marea y terminar en Kioto sin darte cuenta. La peor combinación es esta: extranjero, sin conocimientos de japonés, sin saber exactamente dónde vas, con un carrito lleno de maletas y la mente lejos del 100% de claridad. O sea, nuestro grupo. Pero bueno, ¡Ya estábamos en Tokio!. Por fin llegamos al hotel donde nos reencontramos con el equipo de suplentes (esto les va a encantar) formado por lagarto De la Cruz, Antonio Esteva y Willy, nuestro reportero más dicharachero, que habían estado haciendo la fase previa en Sapporo, sede de EEUU.
Al poco de aterrizar tuve el primer aviso que la tranquilidad que habíamos gozado en Hiroshima no se repetiría en Tokyo. Un ejemplo. En la entrada de la zona de ascensores del hotel había un cartel que decía “Tengan en cuenta que de 8 a 10 de la mañana pueden producirse retenciones”. Bua, qué exagerados pensé al ver que había hasta 16 ascensores. A la mañana siguiente y después de tardar 30 minutos en bajar de mi habitación, pude apuntar otra certeza: los japoneses no son exagerados.
El pabellón donde se disputaba la fase final estaba en Saitama, a una hora del centro de Tokio en cualquier tipo de transporte. Andrés, Juanito y yo teníamos un coche con chófer a nuestra disposición (no sabéis lo dura que es la vida del comentarista de televisión) lo que provocaba que yo llegase al campo todos los días con un incipiente dolor de cabeza después de responder en el trayecto a unas 40-50 preguntas del negro. Además es que no se cortaba un pelo. Lo primero que le venía a la cabeza te lo soltaba. Oye Itu, ¿cuánto ganas por una conferencia? ¿tu casa esa donde vives, cuánto vale? y cosas por el estilo.
Tocaban octavos de final y tocaba Serbia. Sin problemas. En el intermedio tuvo lugar un hecho histórico de la televisión. Susana Guasch, hija del mítico e inigualable Tomas Guasch, se dedicaba a hacer entrevistas por el campo. De repente apareció con un chaval de 7 años, medio dormido. Se llamaba Mikel, y la entrevista iba complicada, pues acababa de llegar de Madrid, le salía el jet lag por las orejas y sus respuestas no pasaban de los monosílabos. Hasta que por línea interna le dije a Susana que le pidiese un chiste. Fue como tirarle un vaso de agua helada a la cara. Se despertó de inmediato y contó el del elefante y la hormiga. Un clásico. Lo hizo tan bien que casi se me saltan las lágrimas. Era mi hijo. Un crack.
Después de lo de la aglomeración en los ascensores y ciertas estrecheces en el baño de la habitación que hacían ciertamente incómodos algunos de los máximos placeres que tiene el ser humano, solicitamos cambio de hotel a nuestro departamento de producción, y a pesar de la fama que tiene cualquier departamento de producción, nos llevaron a otro, algo más céntrico y con menos problemas para subir y bajar. El Park Hyatt Hotel. Seguramente el nombre no os dirá nada a la mayoría, como tampoco a mí me sonó nada especial. Pues un Hyatt. Pues bien. Hasta que llegas al edificio. Y te salen a recibir cuatro portaequipajes y un par de recepcionistas que se hacen cargo de todo y te envían a la planta 39, donde está la recepción, y te recibe el director del hotel, un inglés que podía haber dirigido cualquier hotel colonial ingles de Kenia o India en los años 40. Empezamos a darnos cuenta que aquello era algo especial. La emoción de toda la familia (la mía y la de la sexta) iba en aumento según veíamos el restaurante de la planta 40, la piscina en la 48 y todo Tokio a nuestros pies. “Que no se os note que estamos emocionados, que parezca que esto es normal para nosotros” les decía a mis hijos como un Paco Martinez Soria cualquiera. Por fin llegamos a las habitaciones. Piso 43. Como el licor. La habitación era tan espectacular, las vistas sobre Tokio tan impactantes, que cuando se fueron los del equipaje y cerraron la puerta casi nos ponemos a abrazarnos. Entonces sonó el teléfono. Era Andrés, el que más había dado la chapa para este cambio, desde su habitación. “¿Qué, Itu, te he traido a un mal sitio, eh? Y se descojonaba. Le dije que avisase a todos, abrimos una botella de vino y con el jamón que nos había llegado de Madrid (sólo 4 kilos de bellota) nos pegamos un aperitivo inolvidable a unos 150 metros de altura. (Si alguno quiere saber de qué hotel hablo tiene dos opciones. Ir a su página web o ver Lost in translation, película de Bill Murray y Scarlett Johansson que se desarrolla en ese pedazo de hotel).
Tocaba cuartos de final y tocaba
Hace muchos años, Manuel Summers se inventó una serie de películas que tuvieron una gran repercusión. El “Todo el mundo es bueno” y luego “Todo el mundo es mejor”. Fueron las precursoras de la cámara oculta, género que se mantiene aún hoy en día. Pues bien, Summers tenía razón. No sé si toda, pues por ahí anda algún que otro hijo puta suelto, pero casi. Cuando hicimos la broma de que nos mandasen jamón, era eso, una simple broma. La respuesta fue espectacular. Ya no me entraba en la nevera del hotel. Pasaba la gente por delante de nuestra posición de comentaristas y hala, ahi que nos dejaban un paquetito. Los más tiernos fueron dos chicos que me dieron uno de jamón digamos de tercera. “Es que nos hemos gastado casi todo en los billetes para venir hasta aquí, pero queríamos traeros algo, aunque no sea muy bueno”. Les di un abrazo (no es más generoso el que da mucho de lo que le sobra que el que da un poco de lo que le falta), mandé saludos a su familia por la tele y por supuesto que me quedé con el jamón. Otra historia muy bonita fue la de una chica que estaba estudiando en Tokio y nos pidió que mandásemos un saludo a su novio y que dijésemos que estaba bien y que le quería mucho. Lo hicimos (somos unos sentimentales) y al acabar el partido vino a vernos. Tenía la cara roja de tanto llorar. Su novio lo había escuchado y le había mandado un mensaje diciéndola que el también le quería. Me sentí como Isabel Gemio por unos momentos.
Entre partido y partido íbamos conociendo poco a poco la ciudad. Tokio es todo un flipe que os recomiendo visitar si tenéis ocasión (y dinero, claro). Es como un enorme hormiguero de gente moviéndose sin parar de un lado a otro. La mezcla entre la extrema modernidad tecnológica y el respeto a la tradición resulta fascinante. La comida, si no eres muy tiquis miquis que decía mi madre, te ofrece momentos gloriosos y el personal en general son amables, lo que tampoco les impide que cuando es que no, es que no, te pongas como te pongas.
Tocaba semifinal y tocaba Argentina. El día no empezó muy bien pues en lugar de ir al pabellón en coche como hacía siempre, decidí que mi conocimiento del medio era suficiente para llegar en metro, que era más divertido pues me encanta observar gente dormida. Me explicaron por activa y por pasiva las paradas que tenía que hacer, el transbordo que debía realizar y por si acaso algunas palabras básicas del japonés, como pabellón y baloncesto (las olvidé a los dos minutos). No me preguntéis como, pues nunca pude reconstruir mis movimientos, pero el caso es que me perdí. Faltaban dos horas para el primer partido (todo un EEUU-Grecia) y allí estaba, en una estación indescifrable, más colgado que una paraguaya y buscando una bandera de algún aficionado que me pudiese servir de guía. “Tío, pues mira el mapa del metro, que es bien fácil” pensaréis. Hombre, bien fácil si no está escrito en japo, como lo estaban toooooooodos los mapas de aquella estación. Empecé a preguntar y volví a constatar que no hay tanta gente como pensaba que habla inglés. Afortunadamente un local me vio con cara de desesperación y se vino directamente hacia mí preguntándome si estaba perdido. Yo intenté explicarle que sí, pero que los de Bilbao nos perdemos porque queremos. No pilló la broma pero aún así agradecí que me explicase lo que tenía que hacer. Afortunadamente 45 minutos antes de la primera semifinal llegaba al pabellón. Cansado, estresado y sin tener ni puñetera idea de que iba a pasar una tarde histórica con la derrota de los yanquis y la victoria in extremis de España. Pero eso es otra película.
Continuará
Hay 30 Comentarios
Joder itu! jajaja podrias hacer un libro con todo esto, la verdad, que grandes historias cuentas... Me gusta sobre todo ese tono bromista y tranquilo que tienes, y que cuentes las historias desde dentro. Para muchos aficionados a los deportes es increible conocer como es el mundillo por dentro...gracias tio.
Publicado por: Marc Soler | 20/01/2010 23:27:19
Me has hecho sonreir en mas de una ocasion, pero es que hoy me has hecho llorar de la risa cabr.n
Publicado por: Monk | 17/01/2010 20:45:07
Gracias por compartir tus experiencias. Soy un antiguo admirador de aquella fabulosa generación del 80 (de la cual los dos formamos parte), y agradezco profundamente que compartas con nosotros, los aficionados, la "cara oculta" de los acontecimientos que únicamente vivimos a través de la prensa y la televisión.
Publicado por: rcc | 15/01/2010 10:13:11
¿continuará?...¡nos nos puedes dejar así del colgados!...jo, ¿cuánto vamos a esperar para la traca final?Gracias mil, cada vez se me hace mas largo el tiempo que tardas en actualizar el blog.
Publicado por: acturbo | 13/01/2010 18:56:39
Vaya castaña de artículo....Es que parece que todos vamos a idolatrarte.... y es verdad!! Transmites cosas Itu, gracias!!Ahora incluso me veo más metido en "lost in translation" que antes, con anécdotas reales puestas en los carteles del metro y situaciones que se quedaban fuera del micrófono en las retransmisiones, un 10.Sigue por Dios!! [:D]
Publicado por: Dani | 13/01/2010 15:49:05
Desgraciadamente no pude seguir en directo las retransmisiones de la sexta durante el mundial de Japón debido a que fue mi primer año de "exilio" en Dublin.Vivo aquí desde el invierno de 2006 y los primeros meses fueron difíciles porque no tenía ordenador propio,lo que impidió seguir el campeonato con la asiduidad que a mi me hubiera gustado,aún así pude ver en directo la semifinal y la final y me emocioné como un chiquillo.Del Eurobasket no perdí detalle.Vi todos los partidos de España en livestreaming con la sexta(ya se que es delito,pero más delito es no ver a tu selección en semejante tesitura).Durante la semifinal,cuando Montes empezó a cantar "esta tarde vi llover" me descojonaba a mandíbula batiente,fue sin duda el Momentazo del campeonato para mi (extradeportivamente hablando).Como petición del oyente sugiero que compartas alguna de tus vivencias durante la Olimpiada de Los Ángeles,que es mi primer gran recuerdo televisivo.Gracias Itu.Por cierto,aprovecho para felicitar a la plantilla y cuerpo técnico de Estudiantes,que por fin vuelve,después de varios años,a disputar una fase final de la Copa del Rey,a ver si continúan así y nos vemos en playoffs.
Publicado por: Espinosa | 13/01/2010 14:10:22
Le estamos mimando demasiado: que si grande itu, que si le invitamos a jamón (a eso me apunto, quiero decir a que me invitéis a mí también), que si das clases de vivir bien (eso está dicho por mí en un post previo). Se nos va a hacer una diva...jeje
Publicado por: jose | 13/01/2010 8:57:59
JA! Me encantan estas historias y como las cuentas! Eres el tío Max el Viajero del baloncesto! Que bueno! Más... más... más...
Publicado por: manolomerino | 13/01/2010 7:47:41
Que grande fue ese mundial.... todavía lo recuerdo y cuando cuentas estas historias... Diosss!! recuerdo cuando comentabais en las retransmisiones que habiais cambiado de hotel... que bueno. Que risas me eché con esas retransmisiones. Y el día de Argentina fue me-mo-ra-ble.En las primeras retransmisiones que hiciste con Andrés creo que chocabais un poco no?? era mi impresión, después con el tiempo se notaba más feeling ¿no es así o estoy equivocado?Un abrazo crack.
Publicado por: Esteban | 12/01/2010 23:25:19
grande itu,grande...
Publicado por: luisje | 12/01/2010 20:04:24
Grande Itu!
Publicado por: Albert | 12/01/2010 16:11:31
Por cierto, los japoneses llaman a Saitama Dasaitama (dasai significa cutre en japones) porque no es una zona demasiado cool.Dos de los tios de mi mujer viven en Saitama, y cuando les comente que no solo lo conocia yo, sino que no habia espanholito aficionado al basket que no lo conociera casi se caen de culo. No recordaban en absoluto que el mundial de basket se hubiese celebrado alli...aunque al final parecieron recordar algo...
Publicado por: nachete | 12/01/2010 12:30:36
Muy buen articulo Itu. Mi mujer es japonesa y vamos por alli todos los anhos (bueno, desde hace 3) y Japon es un pais fascinante. Y mas si tienes la suerte de vivirlo desde dentro y con tiempo para explorar.akemashite omedeto!!
Publicado por: nachete | 12/01/2010 12:20:46
jajajaja! Eres un genio Itu! Cómo necesitaba estas risas. Menos mal que no está mi jefe hoy para oir las carcajadas. Gracias!Te propongo que hagas como Enric González y escribas algunas 'Historias del básket' o 'Historias de Japón' o algo así.Y un amigo y yo quedamos que, si pasas algún finde por Salamanca (veo que somos varios salmantinos siguiéndote!), nos avisas y te invitamos a un jamoncillo de Guijuelo (rico rico) y un licor como tu piso del hotel. O un sol y sombra, más clasicote.Espero ansioso que llegue el jueves y otra entrada del blog!
Publicado por: astrof | 12/01/2010 12:13:10
Qué grande Itu aquél día ,en el que junto al Lagarto, te disfrazaste de geishas !!! Creo que era contra Argentina, con ló que nos jugábamos. Me encanta recordar aquellos días, aunque me entristece recordar el hueco que deja Montes.Feliz año a tod@s y salud !!
Publicado por: Valdemaras Homicius | 12/01/2010 11:45:31
Pero no os dais cuenta del fraude??El nunca estuvo allí, ni siquiera acierta con los rivales. Fijo que lo comentó todo desde Madrid y se está tirando el pisto.Verguenta de Itu vamos :P
Publicado por: aLVARO | 12/01/2010 11:37:48
Me ha emocionado, gracias.
Publicado por: Alexis | 12/01/2010 11:36:24
Itu, eres un crack tio! Comentarás el MundoBasket?? joe, cuánto de menos se le echa a Montes y eso que sólo lo conozco en su vertiente profesional, vamos detrás de la pantalla y desde mi sofá, asi que habiéndolo conocido...Me encanta este diario de abordo, pero tienes un fallo, fenómeno. En cuartos no fue Croacia, sino Lituania el rival (con los dalmatas nos vimos en cuartos de la olimpiada).89-76 para España, con 22 puntos de Navarro y una exhibición soberbia.Saludos desde Salamanca...
Publicado por: Angel | 12/01/2010 10:33:57
Joder Itu, cada día eres más crack!!!
Publicado por: Sara | 12/01/2010 10:31:24
GENIAL, ESPERO PRONTO LA CONTINUACION, GRACIAS POR ALEGRARME LA MAÑANA
Publicado por: Jose Barroso | 12/01/2010 10:05:09
Muy interesante, Itu. Ya espero la tercera!
Publicado por: Maiman | 12/01/2010 9:54:43
Gracias Itu, eres estupendo.
Publicado por: donPe | 12/01/2010 9:44:20
que bueno itu! y que envidia
Publicado por: alfonsillo | 12/01/2010 9:36:03
Genial, estoy esperando la continuación, gracias por alegrarme el día.
Publicado por: Jose Barroso | 12/01/2010 9:28:15
Hoy no comento ninguna chorrada de curling porque me has emocionado!!Y es que yo ese verano fue también especial desde aquí. Yo tenía la pierna rota, así que me tragué todo el baloncesto!!Y me partí la pierna poniendo el aire acondicionado en mi casa, osea, que el calor era bien guapo debajo de la excayola. Pero me ponía el basket y se me olvidaba el calor, los picores, la pierna y la estantería que me había cargado con mi caída (mi novia no tanto).Que momentazos!
Publicado por: roberto | 12/01/2010 7:58:42