Aeropuerto de Bilbao. Viernes. 8.20.
¿Qué pinta el palomero a estas horas yendose a Barcelona en un avión tan madrugador? Queridas y queridos compañeras y compañeros, la vida del mito no es tan fácil como parece. Debo abandonar Bilbao por unas horas y volar hasta la Ciudad Condal para sembrar conocimiento a un grupo de profesionales de una empresa que no voy a decir su nombre pero que es la gran petrolera española, empieza por R y termina por L. No, no me presionéis que no voy a desvelar su nombre ni el de su consejero delegado, Pascual Olmos. Teniendo en cuenta que mi cerebro, como creo que el de la mayoría, no comienza a funcionar correctamente hasta las 11-12 de la mañana, no hace falta deciros que tengo la cabeza como un queso gruyere. Llena de agujeros. Por eso si aparece algún tipo de “embergadura” en el texto, esta vez no es el corrector.
Comentemos la jugada de ayer.
Lo primero, dar mi brazo a torcer en el tema Claver. Como muy bien me recordaba Vicent69, llevo tiempo reclamando que tanto el equipo valenciano como el propio Claver terminasen de explotar y diesen el salto de calidad que se espera de ellos. Tanto que me repetía más que el ajo. Bueno, pues ayer vi a un Claver imperial. No solo por lo que hizo, que fue mucho, tanto como ganar el partido en dos jugadas, el triple y la defensa a Oliver (este puso bastante de su parte con su ofuscación, por cierto, aunque el merito de Víctor es enorme, estamos hablando de un tipo de 1,85 frente a otro de 2,05) sino porque supo mantener la calma después de un inicio desastroso, porque no se escondió nunca y cuando llegó el momento de la verdad, reclamó su jerarquía y se la jugó bien jugada. No sigo semanalmente al Valencia, e igual esto es lo que lleva haciendo desde hace tiempo, pero desde luego para mí, ayer se me quitaron buena parte de las dudas que tenía sobre él. Ya sólo falta que se le quite la carita esa de niño bueno. Igual termina haciendo como Pau Gasol, dejarse barba para parecer más fiero.
Estudiantes. Murió en la orilla, confirmó que mis sospechas sobre su competitividad no iban tan desencaminadas pero cometió al final errores muy chungos cuando un partido está en la balanza sin saber hacia donde caer. Desde la ida de bola de Germán que le costó una técnica innecesaria, hasta ese balón tontamente perdido entre Oliver y Lofton en mitad de cancha. Por no hablar, claro está, de la decisión de Oliver de que era él el encargado de ganar el partido. Creo que fueron un millón de segundos los que tuvo el balón en las manos intentando superar a Claver. ¿Por qué no la pasó? ¿Por qué no buscó otra opción? La idea de aprovecharse de su velocidad ante un hombre más alto era buena, pero una vez que vió que no podía debió llevar la pelota hacia otro sitio. La derrota echó por tierra el partidazo de Caner-Medley, un tío que no sé por qué me da le van a querer echar el guante alguno de los grandes. Me refiero a los grandes económicamente hablando, porque como muy bien se me ha recordado en este blog, el Estudiantes, por historia, es un grande del baloncesto español.
Del partido del Barça frente al Cajasol poco puedo contar. Más que nada porque cuando acabé con la crónica del Estudiantes-Power para el periódico, me fui a ver el Athletic-Andertlech, que no solo de baloncesto vive Bilbao. Como ya sabréis o habreis visto, el partido terminó como el rosario de la aurora. Cosa que también me lo perdí, pues en cuanto el árbitro pitó me largué a un txoko a darle salida a unos chuletones con pimientos rojos que estaban de levantar la boina. De todas formas, felicitar al Cajasol pues dio mucha guerra a la máquina azulgrana, que no es fácil. Es posible que el Barça haya perdido un poco de ese momento feliz que vivió hasta hace bien poco. No sé, esperaremos a la semifinal del sábado para confirmarlo.
Me llaman para el vuelo. Luego más.
Hay 2 Comentarios
Sí, pues Claver hoy en semis ha vuelto a decepcionar. Es muy joven, este año tampoco explota. Seguro que es el siguient
Publicado por: Blai | 20/02/2010 21:33:21
A lo de Oliver yo añadiría, ¿por qué deja de botar?, en cuanto hace eso se le echa encima un jugador más alto pero más lento y ya no tiene nada que hacer...en fin, una mala decisión.
Publicado por: M | 20/02/2010 13:40:52