Llegados a este punto,cuando son las 16.00 del 31 de Diciembre del año en el que los impuestos se convirtieron "recargos temporales de solidaridad" es la hora de un clásico de este blog. Ese momento donde el que escribe y suscribe va y suelta sus cinco propósitos para el año que está a la vuelta de la esquina. Un 2012 que llega en domingo y que dicho sea de paso y por lo que comentan algunos que parecen conocerle bien, buena fama no trae consigo. Pero no juzguemos antes de conocerle personalmente, que lo mismo luego es más majo que Ramón García con capa el día de Nochevieja.
Antes de ir con el futuro, habrá que afrontar la dura tarea de comprobar cuales de mis promesas realizadas hace justo un año ha llegado a buen puerto y cuales han naufragado (si alguien me escuchó en la zona wifi del jueves en la SER , puede saltarse esta parte) Decía entonces que mis objetivos para el 2011 eran:
-Escribir un nuevo libro. Agua. Es que aquí se me calentó la boca al abrigo del éxito de Antes de que se me olvide. En mi defensa he de decir que en verano hice un intento de ponerme a ello, pero rápidamente me dí cuenta que no era el momento todavía
-Hacer la versión 2.0 de este blog. Agua otra vez. Sigue en versión 1.0, tal y como se parió hace ya más de dos años. ¡Y seguís ahí! Igual es que lo bueno son las letras.
-Conocer al menos a un par de países donde no haya estado. Prueba superada. Jordania en Enero y Perú en Noviembre han sido incluidos en mi lista. Ambos totalmente recomendables, por supuesto.
-Ser portada del Men´s Health. Vamos, ni portada, ni páginas interiores. Mantengo a duras penas cierto buen aspecto, siempre amenazado por lo que me gusta zampar.
-No perder ni una vez más unas gafas de sol. Desastre absoluto y sin paliativos. En mi viaje a Israel a finales de Enero me compré un nuevo par. A las 24 horas, sin coña, a las 24 horas, ya las había perdido. Soy un fenómeno. Pero ya Rayban no ha vuelto a hacer negocio conmigo.
Total, 5 propósitos, uno conseguido. 20%. Sin duda mejorable.
Hecho el repaso y animado pues peor es difícil hacerlo, aquí están los del 2012
-Recorrer Nueva Zelanda en caravana. Empezamos en alto. No es fácil. Hace falta tiempo, bastante dinero siendo familia de cuatro y hacerlo en nuestro invierno, por lo que las dificultades se acumulan. Pero siento que estoy cada vez más cerca de cumplir mi sueño.
-Ir a los Juegos de Londres. Me refiero a ir subvencionado, claro. Por eso desde aquí y por si hay alguien de Televisión Española, que es la que tiene los derechos, me ofrezco para comentar baloncesto, balonmano, futbol, voley, curling (ah, no, que es de invierno) o lo que haga falta con tal de ir. Tambien prodría presentar la franja de 3 a 8 de la mañana, que es la que nadie quiere. O quizás alguna empresa querría patrocinar este blog durante los Juegos, y así igual convenzo al Pais para que me envíe para allá.
-Escribir “Ahora que me acuerdo”, complemento de “Antes de que se me olvide”. Si es que lo tengo en la cabeza, pero hay que pasarlo al ordenador. Bueno, si no voy a Londres, igual es el momento
-Hacer una flexión (tambien llamado fondo) y 5 abdominales por cada nuevo seguidor en Twitter. Pondré a cero el contador con las campanadas y a partir de ahí, pues que el pueblo decida. Cada vez que haga deporte miraré el incremento de seguidores desde la última vez y actuaré en consecuencia.
-Y por último y atención: Compartir escenario con F. R.(no puedo dar su nombre todavía) . ¿A que os he dejado pasmados? Este es un proyecto que llevo tiempo dándole vueltas y creo que ha llegado el momento de hacerlo realidad. ¿Obra teatral? ¿Monólogo a dos voces? ¿Caos? No lo sé todavía, pero sí que este 2012 debería ser el año de escribirlo, producirlo y saltar al ruedo. ¡Nos espera un Max!
Pues ahí queda, escrito en piedar. Como decía un amigo mío, el papel lo soporta todo, pero lo difícil es cumplirlo. En esa línea se pronuncian las estadisticas. Entre el 1 y el 8 de Enero más de un tercio de las personas que habrán decidido, por ejemplo, iniciar una dieta más equilibrada o ir al gimnasio, renunciarán a hacerlo. Una promesa de cada siete ni siquiera sobrevivirá unas pocas horas, el 14% durará un día y sólo el 14% asegura que mantiene sus compromisos. Pues bien, ¡SOMOS DE ESE 14%! (del segundo claro). Y espero que en un año podré decirlo en voz alta o en letra grande.
Señoras, señores, señoritas, señoritos, amigas, amigos, conocidas, conocidos, seguidores, detractores, amantes o sufrientes, heteros u homos, guapos y feos, altos o bajos, fieles o esporádicos visitantes de este espacio de lectura, tertulia y buen humor: Ahora que termina el año no puedo hacer otra cosa que daros las gracias por estar ahí, por jalear y tambien por criticar, por asentir y tambien por disentir, y sobre todo porque entre todos hemos conseguido un lugar de encuentro del que me estoy más que orgulloso. Libre y respetuoso, donde todo el que quiera opinar de buenas maneras es bien recibido. Como bien sabéis, esto no es fácil pero creo que entre todos lo hemos conseguido.
Y a pesar de lo que nos dicen casi todos los días, no hagáis caso. Nadie tiene ni puta idea de lo que va a pasar el año que viene. Mira Rajoy, que dijo que nunca subiría impuestos y ya lo ha hecho. Por eso, y al menos hasta que la realidad nos muestre su verdadera cara, pasemos estos días pensando que algo bueno nos espera a la vuelta de la esquina. Feliz salida y entrada de año, donde por cierto y si queréis, nos seguiremos encontrando por aquí.
Reunido el jurado en sesión ininterumpida desde el pasado día 23 y sólo interrumpiendo las deliberaciones para ver que decía The King sobre el grano que le ha salido en sálvase las partes, a eso de las 13.30 horas de hoy lunes, llegó por fin a la resolución definitiva sobre la I edición de los Premios Palomero a los mejores del año. Son estos y por estas razones.
Premio Andres Montes
Por ser dos elegantes artistas de la pelota, por desafiar con físicos nada destacables la ley del más fuerte, por hacernos querer sus respectivos deportes y por ser muy majetes, el Premio Andres Montes a los jugones del año se lo llevan conjuntamente Juan Carlos Navarro y Andrés Iniesta. Entregan los premios Antoni Daimiel y Cesar Nanclares.
Premio Poulidor
Porque aun habiendo ganado un Grand Slam y la Copa Davis, ha perdido más finales que nadie esta temporada y lo ha hecho con una grandeza y espíritu deportivo que le ennoblece más aún, el Premio Poulidor al mejor segundo va a parar a la vitrina de Rafa Nadal. Entrega el premio Novak Djokovic
Premio Santo Job
Por tener una paciencia a prueba de bombas, por aguantar que le apuntasen con el dedo de una forma descarada para justificar un fracaso colectivo y por ver como le querían traspasar al infierno y aún así entenderlo, este premio se lo lleva merecidamente Pau Gasol. Entregan el premio Kobe Bryant y Phil Jackson
Premio Doctor Jekill y Mister Hide
Por su capacidad para manejar a su antojo dos personalidades, una afable y conciliadora y la otra ciertamente desagradable dependiendo de la presencia cercana o no del Barcelona, se recompensa con este galardón a Jose Mourinho, entrenador del Real Madrid.
Entrega el premio Pep Guardiola, vestido impecablemente de Toni Miró y que leerá una poesía de Gustavo Adolfo Bequer en catalán.
Premio Te odio más que en una canción de Pimpinela
Por habernos tocado la moral y más cosas, por ser tan bueno, por habernos desesperado con sus gestos y grititos y sobre todo por haber ganado una y otra vez a nuestro deportista más querido, el premio recae en Novak Djokovic. Entrega el premio Rafa Nadal
Premio Will Smith
Por haber alterado el orden establecido siendo capaces de llegar a la final de la Liga ACB (ahora Liga Endesa) cargándose al Real Madrid y la pasada semana meterse en el Top 16 de la Euroliga a costa del Caja Laboral, el premio es para Los hombres de negro de Bilbao, antes BBB, ahora Gescrap o algo así. Entrega el premio Tommy Lee Jones
Premio Isabel II de Inglaterra
Por haber tenido un 2011 difícilmente superable por lo malo, quedando a muchas vueltas de los grandes de la Formula 1 y encima, haciendo honor al dicho “A perro flaco todo son pulgas” separándose de su mujer, este premio se lo lleva el Annus Horribilis de Fernando Alonso Entrega el premio con lágrimas en los ojos su amigo Antonio Lobato.
Premio Paco Fernández Ochoa
Por ser el Rey del Slalom, por convertir el campo de fútbol en una pista de esquí alpino y utilizar a los contrarios como inmóviles banderas, y por no caerse ni en pendientes escalofrantes, el premio lo gana justamente Leo Messi Entrega el premio Pepe
Premio Madrastra de Blancanieves
Por no haber encontrado en el espejo ninguno tan guapo como él, ni tan rico, ni tan famoso, ni tan envidiado, el premio no puede tener otro destinatario que Cristiano Ronaldo Entrega el premio Brad Pitt
Premio Dieta Saludable
Por su apoyo a la dieta vegetariana apuntando los problemas que puede acarrear ser carnívoro, el Premio Dieta Saludable lo gana Alberto Contador. Entrega el premio Arias Cañete, Ministro de Agricultura
Premio Miguel Gila
Por un acto que le honra, por enaltecer el noble arte del diálogo y de paso tranquilizar un poco las cosas, el premio Miguel Gila a la llamada del año va a parar a Iker Casillas Entrega el premio, Xavi Hernández
Premio Bonzo
Y finalmente, por su sorprendente capacidad para la autocombustion sin grandes motivos aparentes, ni mucho menos necesidad de un agente externo, el Premio Bonzo es para el Atletico de Madrid. Entrega el premio Yen Quang Duc, descendiente de Thich Quang Duc, del que viene la expresión “quemarse a lo bonzo” Enhorabuena a los premiados, todos ellos merecedores sin duda de este prestigioso galardón. El año que viene, más y mejor.
Definitivamente, padezco del síndrome del antimadridista. Ya lo sospechaba cuando desde hace un año y medio no disfruto del Florentiniato y el Mourinhismo como debería. Pero ahora mis síntomas ya son inequívocos, pues me lo paso bien viendo a este Barcelona, y reconozco mi admiración hacia su estilo, talento, talante, elegancia, competitividad, humilidad y ambición. Carlos Boyero decía el otro día en la SER que a él le gusta más el fútbol que las afiliaciones incondicionales a un club, lo que probablemente y sin saberlo todavía, le hace sufrir del mismo síndrome. A mí también me gusta el fútbol. Me apasiona desde niño, cuando, mientras me veía en sueños marcando goles en San Mamés, me escondía debajo de la mesa del salón para poder ver al Brasil del Mundial 70, que me tenía enamorado. Lo mismo que Cruyff, que me hizo llorar de rabia cuando perdió la final del Mundial 74 ante esos alemanes que estaba seguro que debajo de su piel se escondían implacables robots tipo Terminator. Disfrutando como un niño shico que dirían un sevillano, me hice fan del Brasil del 82, de la Francia de Platini y Tigana, de la Quinta del Buitre (la noche de Eindhoven no la olvidaré en la vida) del Dream Team del Barça, del Milán de Sacchi, a la Holanda de Van Basten o del primer Madrid de los Galácticos. Gocé de sus exhibiciones y sentí sus derrotas como propias, sobre todo si era ante equipos que entendía que trataban el fútbol peor que ellos. A veces, esos equipos, a los que no podía hacer otra cosa que engancharme, pasaban por encima de mis preferencias naturales. Ni por esas pude sentir rencor hacia ellos. Ni siquiera con el Milán de Sacchi, causante directo que mis admirados Buitre, Michel, Sanchis, Martín Vazquez, Gordillo y compañía no se llevasen una merecida Copa de Europa a casa. Ahora me vuelve a ocurrir con esa máquina de precisión, con ese mecanismo de relojería suiza, con esa banda de seres de reducida talla física y descomunal grandeza futbolística en la que Guardiola ha convertido al Barcelona de los últimos tres años y medio. Han sido ya muchos los partidos en los que he lamentado que se terminasen, en los que sus combinaciones de escuadra y cartabón me resultaban un auténtico placer, en los que caía rendido del mismo hechizo que creo que provocan en la mayoría de sus contrarios, que al final se convierten en meros espectadores de su arte. Estando compartiendo terreno de juego, terminan teniendo las mismas posibilidades de hacerse con el juguete más preciado (el balón) que cualquiera que está sentado plácidamente en el salón de su casa viendo el partido por la televisión. Declarar esto con respecto al Manchester United pues no tendría ninguna significación, pero estoy hablando del Barça, lo que rápidamente te convierte en sospechoso de poseer el síndrome del antimadridista. Eso de dar más importancia a la pelota que a la camiseta, eso es una herejía donde las haya. Pero creo que eso es lo que hago. Cuando aparecen equipos de este pelo, me importa bien poco quienes son y de donde vienen. Desearía que fuesen MIS equipos, aquellos a los que me unen más lazos afectivos, pero el que no lo sean no hace mella importante en mi capacidad de disfrutarlos. Sospecho que es un defecto, pues tengo la intuición que formo parte de una minoría. Para más inri, no sólo me ocurre en mis preferencias futbolísticas, sino que mi baloncesto querido también confirma mi propensión a sufrir esta enfermedad. Si algún equipo me convence, me emociona, me atrae con su estilo de juego, pueden contar conmigo. Si no lo hacen, me cuesta un mundo, llámese como se llame, el abanderar su causa. Por eso reconozco que en los últimos años, no he estado tan conectado al Madrid baloncestístico como en esta temporada. Allende el Atlántico fui de los Lakers mientras estuvieron guiados por esa máquina expendedora de alegría y gozo que fue Magic Johnson, pero no tuve ningún problema para hacerme de los Bulls de Michael Jordan. No era una cuestión de ir de campeón a campeón, porque tambien fui seguidor momentáneo de unos Knicks con Rick Pitino, los vibrantes Phoenix Suns o los talentosos Sacramento Kings. El juego por encima del escudo. Otro herejía. He ido al médico y cuando le he contado lo que me pasaba, el buen hombre se ha sorprendido. Creo que hasta ha utilizado el concepto "bicho raro". Me ha contado que mi comportamiento es muy sospechoso, sobre todo habiendo formado parte de un club que en su ADN no permite determinados reconocimientos. Yo le he respondido que me encontraba bien, que disfrutaba mucho e incluso que conocía algunas personas que tenían los mismos síntomas. Al final me ha recomendado la lectura de la Biblia Madridista, de Tomás Roncero, como guía de comportamiento y remedio infalible. Igual la pido a los Reyes Magos. Posdata. Metidos en faena, por un momento he pensado que también era portador del síndrome del anti-Athletic, pues el día en el que el Barça nos pasó por encima en Valencia (Final de Copa de 2009, 4-1 y primer título de esta increíble racha culé) tampoco pude ni siquiera odiarles un ratito, por mucha decepción que supusiese el ahogarnos en la orilla despues de remar tanto en busca del triunfo en una competición de gran significado en el consciente y subconsciente de todos los del Botxo. He llamado a otro médico, este del mismo Bilbao y me ha tranquilizado diciendo que mis sospechas son infundadas. Eso sí, que me diese una vuelta por su consulta cuando eso me pase no con el Barça, sino con la Real Sociedad. Buena semana a todos, Rajoy mediante.
Ante la profusión de asuntos que merecen la pena prestrar atención, pasaremos hoy del tema único para comentar la jugada a cinco bandas. Y copiando a mi hermano Mikel, el ya famoso comidista, que en su recomendable libro de recetas sugiere música para cocinar cada uno de los platos, pues haré lo mismo. Cada tema con un tema. 1. Comenzamos con un clásico. Aquí está John Paul Young y su hit “Love is in the air”. Sobran las palabras ante la calidad del video
Ayy, el amor, que sentimiento tan bonito. Y qué gran género literario son las declaraciones de amor. En la habitual comida navideña con los medios de comunicación el presidente del Real Madrid, Florentino Perez hizo un nuevo reconocimiento público de su pasión hacia el entrenador José Mourinho, que a su vez hace un par de meses más o menos hizo lo propio con el presidente (“El Madrid no puede tener un presidente mejor que Florentino) contestando la primera de sus cartas de amor, la de aquella asamblea donde afirmó sin ruborizarse que lo de J.M. tambien era señorío. He de reconocer que se me pone un poco la piel de gallina cuando leo o escucho una frase tan romántica como esta: “Una de las mejores decisiones que he tomado como presidente del Madrid ha sido la contratación de José Mourinho”. Me imagino los ojitos que habrá puesto José cuando lo haya escuchado o leído. ¿Quién se puede resistir a una frase así?. Después de esto le toca mover ficha a Mou, y sólo se me ocurre una contestación a la altura. Es simple y clásica, pero no por ello menos emocionante. “Florentino, yo tambien te quiero”. Está claro que en amores Presidente-Entrenador, el Madrid gana por goleada al Barça. Bueno, al Barça, y a cualquiera. 2. !Cuidado la gente sensible! Le toca al mítico grupo Parchis, con su tremenda versión del “Me estoy volviendo loco”
Nada más apropiado para comentar los días previos al comienzo de la temporada en la NBA., donde los propietarios y sus general managers juegan encantados a intercambiar sus cromos. La verdad es que donde termine Dwight Howard o Chris Paul (ayer fue traspasado a los Clippers) me trae absolutamente sin cuidado, pues ninguno de ellos me despierta especiales simpatías y les considero a ambos ciertamente sobrevalorados (dudo de las neuronas de Howard y desconfío del bota que te bota la pelota de Paul). Por eso me ceñiré a la situación de nuestros chicos, cuatro con destino fijo (todo lo fijo que se puede tener en esa liga) y uno con la silla todavía moviéndose. Empezando por el de la silla, Pau Gasol está dando de nuevo muestra de su bien amueblada cabeza. Su comportamiento está siendo elegante y sensato, sin rabietas (no te puedes aprovechar de un sistema cuando te beneficia y luego quejarte cuando te puede perjudicar) y dejando claro que él quiere seguir en Los Angeles pero que entiende cómo son las cosas en NBA. Yo que Pau no debería estar preocupado en exceso. Vale, sí, le pueden traspasar a un equipo menor, pero viendo las cosas con un poco de perspectiva, los Lakers ya le han dado lo más importante. Cuatro grandes años, tres finales, dos títulos y tres nominaciones de All Star. Llegados a este punto puede salir de los Lakers con la cabeza alta, el palmarés repleto y el bolsillo a reventar sin que suponga una catástrofe, ni personal ni profesional. Y qué queréis que os diga, el perder de vista a Kobe tampoco tiene que ser algo especialmente traumático. Mientras a Marc todo lo ha salido de cara, Rudy tampoco tiene grandes motivos de queja. Cambiar al campeón por un equipo que siempre apunta y casi nunca acierta puede parecer una mala noticia, pero tal y como se han puesto los Mavericks, a los que parece que casi todo les da igual y lo mismo dejan marchar a Chandler que se traen al incontrolable y errático Vince Carter, pues igual hasta ha sido un golpe de fortuna. En Denver le espera George Karl, ese entrenador al que fue masacrado durante su estancia en el Madrid, y seguro que le hará pieza importante. Mientras en el Oeste hay convulsión, en el Este tenemos a Calde, en unos Raptors que huelen a temporada de 20-46 si es que llegan. Me encantaría ver a Jose en otro lado, pero su sueldo no ayuda nada. Y Ricky parece que contento en Minnesota. Tengo curiosidad por verle despues de que el lockout le haya concedido unos buenos meses para adaptarse y trabajar su tiro. 3. El tercer temazo es el siempre recordado y estrella de los karaokes “Las chicas son guerreras” de Objetivo Birmania.
Este clásico viene al pelo para dar la enhorabuena a la selección española de balonmano femenino, que ayer se cargó en cuartos de final del Mundial a las anfitrionas, Brasil (¿os acordáis del sindrome de los cuartos? Qué tiempos aquellos….) Ya se han ganado el derecho a organizar un Preolímpico en España para los Juegos de Londres y con su presencia en la semifinal igualan lo conseguido hace dos años. Allí les esperan las noruegas, campeonas del mundo, que seguro que son enorrrrrmes de grandes. Pero por ahora sólo queda felicitarles en su momento de gloria y recomendar que veáis los últimos minutos del partido ante Brasil. Tremendos. Hasta el narrador termina dejándose llevar por la emoción. 4. Para el cuarto tema nada mejor que este de los Guns and Roses, “Dont cry” y vaya los guantazos que le da la morena a la rubia. Diosss, qué carácter.
Esto es más o menos lo que ha venido a decir Jaime Algersuari al conocer que le habian dado la patada de Red Bull. Mira que no era muy fan suyo, habia algo altivo en él que no me terminaba de encajar (por no hablar de las diez canciones que eligió en Eskup ) pero ya me ha ganado para su causa. Su discurso se basó en tres reflexiones. 1. "No voy a juzgar la situación, porque si me pareció una locura que me hicieran debutar en 2009 con 19 años y tres meses sin haber hecho jamás un kilómetro en F1 antes, no juzgaré el por qué de la decisión de hoy” 2. “No me siento víctima porque he disfrutado durante siete años del privilegio de estar en el mejor equipo del mundo y con los mejores medios. A final de marzo cumpliré 22 años, con 46 GP disputados. Me quedo con una formación envidiable a nivel deportivo y emocional. 3. “No es un drama, porque tengo muchos planes de presente y de futuro. A todos los niveles: profesionales y deportivos. La sorpresa me ha durado un par de horas, las necesarias para darme cuenta de que la vida está llena de oportunidades y desafíos" Hacía tiempo que no veía una reacción tan inteligente de un tipo tan joven. Chapeau. 5. Y para que no todo sean clásicos del siglo pasado, la ultima canción la firma Bongo Botrako y nos recuerda que “Todos los días sale el sol”
Así es. Todos los días sale el sol. Esto le recordaban a Felipe Reyes sus compañeros de selección para animarle despues de la muerte de su padre (todos los días sale el sol, Felipón). Y mañana también lo hará para Villa, que hace unas horas se ha roto la tibia (escalofriantes imágenes), se pierde lo que queda de temporada y tiene cuesta arriba el poder estar en la Eurocopa. No le conozco personalmente pero me da que, como a Algersuari, el mal rollo le durará lo justo para saber que la tierra no deja de girar por un Mundial de Clubes ni por una Eurocopa. Y entonces se le pondrá entre ceja y ceja llegar a Junio en condiciones, y dado el carácter que ha mostrado durante su carrera, no me extrañaría nada que lo consiguiese.
Pau Gasol, Urdangarin, el clásico, la Ser vs. la Cope, series, nostalgia, Mirotic, Solozábal, Earth Wind & Fire y unas cuantas cosas más en la tanda de preguntas quincenal. Muchos temas y muy sabrosos. Vamos allá. Indignado. Palomero, ¿me puedes explicar por qué los Lakers están tratando tan mal a Gasol? Yo que Pau, les mandaba a la mierda y me venía al Barça. Partiendo de la base que los jugadores en la NBA son un 98% mercancía facturable en cualquier momento y a cualquier lugar, lo de Pau no deja de ser un movimiento para encontrar el próximo hombre franquicia de los Lakers. Intocable Kobe, la única pieza para negociar un megatraspaso es Gasol, de ahí que se encuentre en todos los movimientos que supongan gente como Chris Paul o Howard. Aquí se está tratando como algo personal contra Pau, pero no creo que llegue a tanto. Otra cosa es que la valoración que se haga de lo que es y supone Gasol no sea la que se piensa por aquí y que mandarlo a Houston no parece un agradecimiento a la altura de un jugador que ha sido capital en dos títulos y una final en cuatro años. Lo que ocurrió la temporada pasada sigue flotando en el ambiente y sospecho que hay aire de fin de época en los Lakers, por lo que se quiere reconstruir a fondo. Me imagino que Pau no lo estará pasando bien, pero le pase lo que le pase, sabrá adaptarse bien. Seguro. Y para venir al Barça, encuentro entre 12 y 15 millones de razones por año para no hacerlo por ahora El del baño. Una sencilla y al pie. ¿Qué te pareció lo del sábado? Pues que confirmó muchas de mis sospechas. La fundamental, que el Barça le tiene comida la moral al Madrid, cosa por otro lado lógica si vemos los resultados que se han producido en los últimos cuatro años. El Madrid juega alterado, pierde virtudes que ha mostrado anteriormente, se desconecta, algunos inciden sobre sus tendencias más individualistas, como el caso de Cristiano, y otros sacan a pasear un matonismo impropio, como en el caso de Pepe. Me sorprendió el poco peso que tuvo Xabi Alonso en el partido, que los expertos apuntan hacia la falta de consistencia y entendimiento con sus compañeros del centro del campo. Y me volvió a decepcionar la conferencia de prensa de Mourinho, que cada vez habla menos de fútbol. Su resumen del partido (la suerte ha decidido) invita a pensar que la autocrítica no va ser muy a fondo. Y la realidad es que después de un montón de partidos, el Madrid parece no tener muy claro cómo ganarle al Barça. La ascendencia sicológica con la que cuentan los azulgranas sobre los madridistas es evidente y a partir de ahí e incluso en partidos que comienzan como el del sábado, el Madrid se va enredando poco a poco, olvida su juego de asociación, le atacan los fantasmas y termina liado con lo que sea. En cuanto al Barcelona, pues que estamos ante un equipo imperial. Agarrados de pies, manos y cerebro a un idea y un estilo, los de Guardiola no han perdido un ápice de juego, ambición y carácter competitivo. Su respuesta el sábado a la desventaja con la que partían en la clasificación y a todo lo que pasó al principio del partido fue de quitarse el sombrero. Han llegado a la era del calendario con días marcados en rojo y el sábado era uno de ellos. Y luego tienen a Messi. Y a Xavi. Y a Iniesta. La segunda parte de Andrés fue de enmarcar. !Qué clase! !Que elegancia! No sé, hace que se te olvide la camiseta que lleva y simplemente te quedas con las viguerías que hace. Por último. Discrepo del "bueno, fueron simplemente tres puntos en juego". Este tipo de partido dejan huella, siempre lo han hecho, lo que no es una buena noticia para el Madrid. Saul Goodman. Hola, Juanma. Después de haber visto la tercera y cuarta temporada de Breaking Bad (grande, muy grande), me imagino a tipos como Camps, Teddy Bautista, Urdangarin, etc, marcando un número de teléfono: "Better-call-Saul". ¿No crees que los medios están pasando de puntillas por el tema Urdangarin? Pues ahora que lo dices, me los puedo imaginar pues al parecer están tan enmarronados que necesitan un tipo “eficaz” como el gran Saul, uno de esos secundarios que iluminan la pantalla cada vez que aparecen, que siempre te parece poco. En cuanto a lo Urdangarín, no creo que los medios estén pasando de puntillas, ni mucho menos. Con lo publicado se puede intuir que el asunto es entre chungo y muy chungo, y que Urdangarín va a tener que hacer piruetas para salir de esta, pues las pruebas son de peso, por no decir que son vergonzantes. Y cada día salen más, que le dejan en peor lugar, pues el olor a choriceo ya resulta imposible de evitar. Que digo yo que qué necesidad tenía en meterse en estas historias. Este tema es un ejemplo más del obsceno despilfarro por un lado y enriquecimiento por otro que ha dado lugar cientos de actuaciones de los poderes públicos en los tiempos donde los euros rebosaban de los bolsillos de nuestros políticos. En este caso es alrededor de eventos, un saco sin fondo donde han ido a parar millones de euros de NUESTRO dinero. Yo sigo alucinando como en comunidades donde esto ha sido el pan nuestro de cada día, luego llegan las elecciones y esos mismos corruptos, van y sacan más votos que antes. Sospecho que seguimos sin interiorizar de verdad que el dinero que se han embolsado fulanito y menganito, con bigote o con barba, es nuestro. No hay la necesaria conciencia de lo público, y así nos va.
Oriol DG. Me han pedido prestado tu libro y no me lo han devuelto. Es buena señal??? Ni para ti ni para mí no. Significa que tu amigo se lo ha prestado a otro, que quién sabe si no se lo habrá pasado ya a un tercero. O sea, que te has quedado sin libro y yo así no me retiro, está claro. RVCalrissian. Buenos días mister Palomero. Con la de viajes que te pegas, no te has planteado nunca hacer un programa turístico tipo "Forbidden Planet"? Mira que hasta te pagarían por viajar y conocer Nueva Zelanda y demás... Aparte de eso, sobre series, conoces Doctor Who, que opinión tienes de ella, y si la vez, que Doctor prefieres? Pues claro que me lo he planteado, pero no he convencido a nadie para que me subvencione mis viajes. Una pena. En cuanto a Doctor Who, que no he visto, tiene buena pinta, por lo que en breve me picaré sus primeros capítulos a ver qué tal. Seguro que me gusta, pues lo de los viajes en el tiempo es algo que siempre me ha encantado. Guada. Hola Itu, sigues escuchando más a Paquito que a Ponseti? Este año ha mejorado mucho, más que por ellos, bueno Ponseti, si que lo ha levantado, pero sobre todo el equipo del que se han rodeado, eso si es un merito, que te parece. Un saludo. Cuando Paquito y su troupe se fueron a la Cope, durante los primeros meses les seguí. Estaba demasiado acostumbrado a sus voces, a su ritmo, a sus anuncios. Pero en esta nueva temporada he vuelto al Carrusel, y por los datos del primer EGM del año, no he sido el único. Y coincido contigo en lo de los comentaristas. Hay una diferencia abismal entre los de Carrusel a los de Tiempo de Juego. Por sapiencia, criterio, verbo y solidez en sus comentarios, han conseguido que lo que parecía que estaba a punto de producirse, el liderazgo de la COPE en el fin de semana deportivo, esté ahora muy, pero que muy lejos. Corbeira. 42 no sé, pero 40 puntos los metiste (¿casualmente?) en San Sebastián, contra el Askatuak, en ese mundo pre-ACB obviado por las estadísticas actuales. Ese día el gran Nate jugó "sólo": 55 puntazos... aunque no pudieron evitar el descenso. Aquí esta la crónica de aquel partido () ¿Lo recuerdas? Dos preguntas al hilo de ese partido: ¿La sensación de "participar" en un descenso es la peor del deporte? ¿Cuál es la mayor exhibición individual que has presenciado desde dentro de la cancha? Gracias y un saludo. Lo recuerdo perfectamente. Tampoco es que metiese 40 puntos cada dos por tres. Y recuerdo a Nate Davis saltando por encima mío una y otra vez. Qué bárbaro. En cuanto a tus preguntas, aquel descenso estaba ya cantado antes, por lo que no hubo ningún tipo de tragedia. Y como exhibición individual una de Delibasic en Sarajevo. Nos clavó 40 de todos los colores y posiciones. Ramón. Tu viajaste varias veces a la U.R.S.S. con el R. Madrid y la selección. ¿Crees realmente que aquella sociedad funcionaba bien.? No, no funcionaba nada bien aquella URSS de los 80. Los únicos que vivían medianamente bien eran los militares y allegados, no había acceso a demasiadas cosas, entre ellas la libertad en diversas de sus variedades, en muchas repúblicas querían la independencia y el pueblo se buscaba la vida como podía. Aunque he decir que la nueva Rusia, la de los multimillonarios, tampoco me entusiasma mucho. La última vez que viajé allí me dio la sensación que las brecha entre los que tienen y los que no se está agrandando. Hay una Rusia para gente con mucha pasta, y otra para el resto, que son mayoría. Menorkin. Hola Itu, hoy te hago una pregunta de tv, se trata de El Hormiguero, no crees que en A3 se están cargando el programa? Dura 30 minutos escasos, apenas se alarga en las entrevistas con los invitados, no da casi tiempo para los experimentos e intervenciones de los colaboradores, para mi está desnaturalizado. ¿Que opinas? Pues que no puedo opinar mucho, pues he abandonado casi totalmente la televisión convencional y mi tele se ha convertido en un puro monitor durante el 90% del tiempo que la veo. Pero no me extraña nada lo que dices. En su afán por estirar los éxitos, las cadenas terminan por exprimirlos o llenarlos de publicidad hasta como dices, llegar a desnaturalizarlos. Ni es la primera vez que ocurre, ni por supuesto será la última. Francisco. ¿No crees que se venderían más diarios deportivos si en lugar de barrer cada cual para su equipo simplemente se dedicaran a publicar buenos reportajes? Me gustaría pensar que sí, pero sospecho que no. El reposo, la opinión mesurada, la información bien currada o el respetuoso y enriquecedor contraste de pareceres tienen sin duda su público, pero dudo que sea mayoritario. Eso sí, en mí tendrían un fiel lector. Miguel. Buenas, palomero, soy un...joven, cada vez menos joven, que ha iniciado una aventura en el extranjero, pero echa de menos su país. No se si el basket es una buena excusa para volver o me inclino ya definitivamente por la NBA. No se porque los entrenadores siguen importando tanto en este juego, a estas alturas de la película, nos aburrirán a todos...con la materia prima que hay. Dame alguna razón, por favor. Gracias. Hombre, volver por el basket me parece una excusa bastante cogida por los pelos. Pero tenemos la mejor liga del mundo de futbol, Nadal es un tipo fantástico, sigue haciendo sol, del jamón ni hablamos, hablamos muy alto en los bares y restaurantes y en breve un tipo con barba como yo nos va a sacar de todos los agujeros que otro tipo sin barba nos metió. Vamos, que si no vuelves es porque no quieres. Kilgore. Buenas Itu: A lo mejor es una paranoia mía, pero es algo que me pone enfermo, y en este país se ha convertido en norma: cuando en otros lares se guarda un minuto de silencio por un fallecimiento (ver lo de estos días en Inglaterra con Gary Spees) se hace de verdad. Silencio sepulcral y respeto máximo. Aquí, músicas estridentes, ya sean de chelo o gaita, el gilipollas de turno que grita a destiempo o lo que sea menos silencio. Me gustaría que me dieras tu opinión, Itu, porque ya te digo que me pone de los nervios. Gracias. Pues mi opinión es exactamente igual que la tuya. Que estúpidos hay en todos los lados y pretender que en 50.000 espectadores no hayan entrado unos cuantos majaderos es mucho pretender. En cuanto a lo del chelo y la gaita, creo que sigo optando por un buen silencio. Ricky. Hola Itu. Me encanta ver partidos de tu época o trozos que ponen en Internet. El otro día hice de tripas corazón (no me gusta ver perder al Madrid con el Barça y aquello fue doloroso) y vi casi la segunda parte del Madrid-Barça del triple de Solozábal en Valladolid. No se si te acordarás bien... pero ¿no crees que falla Llorente en los últimos ataques del Barça dejando a Solozábal tirar dos tiros muy cómodos? Porque no fue solo el triple, ganabais de 4 a falta de un minuto y también Solozábal metió una de dos totalmente solo. ¿En el ultimo ataque parece que la consigna era que no metieran triple? FM deja a Norris para ir también a por Sibilio a parar el triple y Llorente se va a por Norris bajo la zona, quedando solo Solozábal. Bueno... en definitiva ¿qué falló ahí? ¿que os echasteis en cara? Porque tan cierto es el acierto de Solozábal como que tira solo... Un saludo. P.D. De los partidos que más me ha jodido perder... hasta me soñé con ello por la noche Si te sirve de consuelo, también fue uno de los que a mí más me jodió perder. Y desde luego la consigna era que no hubiese triple. En cuanto a tu análisis táctico y por no criticar a mis compañeros, pues ponemos la jugada y que cada uno salve o condene la decisión de Llorente. Eso sí, lo que te puedo asegurar es que no hubo reproches de ningún tipo para nadie.
Fer. En que posición crees, con tu gran sapiencia baloncestística, que se debería reforzar el Madrid tras la marcha de Rudy e Ibaka Para lo de Rudy la opción Singler no parece mala ni mucho menos. Pero lo que a mí me preocupa es lo de Ibaka. El Madrid con Tomic y Begic lo va a tener muy difícil ante juegos interiores potentes como los que hay por esa Euroliga. Estoy convencido que en breve el Madrid fichará algo Bosnia de carajebo. Aupa Palomero, He escuchado este tema en el coche durante las últimas semanas y ya que tu eres la geisha que mejor habla japonés de todo Indautxu te pregunto ¿Sabe que dice el que canta? Tampoco es que me importe mucho porque suena bien pero...
Temazo. Son los Tokyo Ska Paradise Orchestra. ¡Japoneses tocando ska! Son los Madness nipones. Y creo que en esta canción hablan de lo de siempre, la deuda soberana, el poder de los mercados, la cumbre sobre el clima y lo de Urdangarín. Zag. Enhorabuena por el interesante Blog y la dedicación que le pones. El año pasado se empezó un debate sobre el fichaje de Carlos Suarez por el Madrid que quedó aplazado a ver su rendimiento en la temporada. Tras el año pasado y lo visto este año, con un concepto de juego tan diferente al del año pasado, ¿consideras que pasará a liderar una etapa en el Madrid, que es lo que se esperaba, o será un secundario de lujo en cualquier equipo “grande”? X cierto, ya tengo ganas de ver a Adam Morrison en España, pedazo de jugón! Sinceramente, estoy más cerca de pensar en lo segundo que en lo primero. Lo que tampoco está mal del todo. Pero no le veo liderando. Mastropiero. En tu post “Finos paladares” estoy de acuerdo con la base del argumento, ya que si no se tiene un buen producto, hasta los incondicionales como yo podemos pasarnos a Tele5 en medio de un Cajacanarias Tacoronte – Telde Binter (por no dar nombres). Pero no me cuadra la ecuación [partidos de basket + dinámicos, sugerentes, atrevidos = + espectadores]. Pienso que el basket, en los 80 y 90 era el segundo deporte más seguido en España, llevamos casi una década en la que claramente su seguimiento es superado al menos por 4 deportes: Fútbol, tenis, formula1 y motos. ¿Estos deportes son ahora más “espectaculares” que antes o se han vendido mejor? ¿Cómo explicas el éxito de los distintos “Salvames”? ¿Tienen audiencia porque son “dinámicos o atrevidos” (doy por echo que no son “sugerentes”)? ¿o tienen éxito porque ese tipo de noticias las repiten hasta en la sopa y el programa tiene una producción baratísima (gastos en iluminación, bocadillos de mortadela para el público, sillas y colaboradores)? No sé si mezclar un deporte con un fétido programa de televisión tiene mucho sentido, por lo que me ceñiré a la primera parte de la pregunta. El futbol. Entre otras cosas, en el futbol se defiende mucho más al atacante que hace 15-20 años. El grado de violencia ha disminuido y las estrellas, lo que llevan gente a los estadios, los que hacen que merezca la pena pagar, está mucho más protegidos. En la Formula 1 o las motos no paran de introducir cambios para que sean más espectaculares. En cuanto al tenis, creo que ha sido más una cuestión de identificación con los grandes jugadores españoles que han ido surgiendo que con otras cuestiones. Lo que nos lleva a otro terreno vital, ese de la identificación, que también es extensible a todos los deportes y donde nuestra ACB pierde por goleada. Creo que cada deporte tiene sus circunstancias y en el momento que se encuentra el baloncesto de clubes, la opción de realizar un juego más rápido, atrevido y vistoso me parece algo al alcance de todos y que tendría un efecto beneficioso, seguro. CuthbertGrau. Hola Itu, en una respuesta a un compañero comentabas que: "en categorías inferiores, quitarías la canasta de 3 puntos". Me ha impactado bastante, ya que es algo que no me había planteado nunca. ¿Que es lo que te lleva a pensar eso?. Un saludo a todos. En esas categorías los chavales deberían estar pendientes sobre todo de aprender las tres grandes bases del juego. La mecánica de tiro, el pase y el bote. La atracción que ejerce la línea de tres puede ser perniciosa en este proceso de aprendizaje, pues puede llegar hasta obsesionar a nuestros chavales, deseosos de emular a Navarro. Por no hablar de que no teniendo todavía la fuerza suficiente, su mecánica de tiro se ve alterada al intentar tirar de tan lejos. Chevi77. Quinta ensaladera que nos dan nuestros tenistas y yo me pregunto: Cuantas veces van a dar por muerto a Nadal, y cuantas veces le va a callar la boca a tanto agorero? Llegará un momento en que nos demos cuenta en este país que estamos ante un portento que ha ganado tantos Grand Slams que sólo Federer le supera en estos momentos, y solo un puñado de tenistas en la historia le superan?? Y eso con 25... Porque somos tan malasombras??? Nadal ha cometido un error. Nos ha acostumbrado a no fallar nunca, y cuando ha pasado a no fallar CASI nunca, pues nos ha entrado un poco el nervio. Eso sí, a este país nunca le faltarán los apocalípticos dispuestos a anunciar a la menor ocasión el final de un jugador, equipo, generación o lo que haga falta. Nadal volverá en esta ocasión (se ha ido muy cerca) eso estoy seguro, pero claro, habrá un momento en el que no lo hará por las razones que sean y estos agoreros nos contarán que ya lo habían anunciado. Antonio. Muy buenas Itu y muchas gracias. Cuando se fichó a Laso, me dije, ufff otro que dura poco. Pero después de tres meses, creo que es lo mejor que nos ha pasado desde Sabonis y Arlaukas. Sólo nos falta un pivot, y esto se no nota más habiendo tenido a Ibaka durante un tiempo. ¿Este año se puede?. Estoy contigo. Pablo está siendo un soplo de aire fresco y da gusto ver jugar al Madrid, gane o pierda. Ya he dicho antes lo del pivot, objetivo principal si queremos poder este año en algo. Aunque con pivot y todo, y mientras no se demuestre lo contrario, el Barça sigue estando por encima. Melómano. Muy buenas, gran Itu: No sé si recordarás a este humilde servidor, que tiempo ha se interesaba (con insana curiosidad, me atrevería a añadir) por tus gustos musicales y que, básicamente, te tenía frito. No obstante, abusando de tu amabilidad, me gustaría comenzar otra tanda de preguntas (espaciadas, eso sí), dedicadas esta vez, en lugar de grupos, a temas en concreto. Así pues, ¿qué podrías opinar de "September", de Earth, Wind and Fire? ¿Podrías comentar alguna anécdota con esta canción de fondo? Un saludo, ídolo de masas. Te recuerdo Melómano. September, todo un clásico. No soy nada bailón, nunca lo he sido, pero casi con toda seguridad esta canción ha sido de las que más me han llevado a una pista de baile. Todavía hoy, es raro la fiesta en la que no la ponemos. En el libro precisamente cuento una historia en la que aparece de fondo musical que no desvelaré en honor a los que se han gastado 21 euracos en comprarlo. ¡Flipaba con los videos de EWF! No era para menos. Eran un poco de tripi
Manuel. Buenas jugón ¿crees que Splitter puede llegar a All Star, lo tiene todo? A Sada le hace falta creérselo para dar ese salto exponencial que le falta;¿no piensa que Tomic se estancó en su evolución y debería aprender de las balls de Felipe Reyes? Hace tiempo que prometiste un post del mejor jugador de todos los tiempos de este país, el SUPER. Un abrazo y lee a Tony Judt en estos tiempos de izquierdas desnortadas y voracidad de los mercados Por partes. No, no veo a Splitter jugando un All Star. Creo que hará una buena carrera en la NBA, pero no le veo tan arriba. A Sada sólo le falta 5 tiros más por partido. En lo de Tomic, totalmente de acuerdo. Lo del SUPER deberá esperar, porque no quiero perder su amistad, je, je. Y apunto lo de Tony Judt, que falta hace. Luis. Que tal la experiencia de retransmitir partidos con Trecet? Sé que con Epi tienes mucha complicidad y la verdad que lo hacéis bien pero los de mi generación, Trecet y su cerca de las estrellas no deja de ser un referente. Podrías recomendar a La sexta que en lugar de Mel Otero (lo lamento, pero a mí no me convence) contraten al gran Pedro Barthe? Y no te pareció excesivo el homenaje a Rudy y a Ibaka? Solo han estado un par o tres de meses y que yo sepa no ha sido gratis… Gracias por los halagos (los había, pero los he borrado por su extensión). Con Trecet todo bien y como te ocurre a ti, no olvidamos su Cerca de las estrellas. En cuanto a lo de cambiar a Mel por Pedro Barthe, yo casi quitaría a Epi….. Y sí, me pareció un poco excesivo el homenaje a Rudy e Ibaka. FM10. Hola. Una de regreso al pasado: Pabellón de la Ciudad Deportiva a reventar, partido de copa de Europa o un derby. Suena "The eye of the tiger", y estás en el túnel de vestuarios para salir a la pista. ¿Qué se siente? ¿Asusta? Pelos como escarpias. Ganas de salir, de ver al público, de ponerte a correr. ¿Asusta? Sólo a los contrarios. Loquez. Buenos dias, Palomero: ¿Vas mucho por los locales de "El Pais"? Te cruzas con Carlos Boyero? Es un tío "normal"? El caso es que hace meses que le mando una pregunta y no me contesta. Y por favor, arreglad el link al blog porque cuando se hace click nos manda siempre a posts de hace varias semanas. Gracias y a seguir disfrutando. Hubo un tiempo en el que pasaba más por la redacción, pero ahora voy menos. Con Boyero le he visto en la SER, y me parece un tipo desde luego normal, aunque inteligente, ocurrente y con una cultura que ya me gustaría a mí. Sus escritos y opiniones son siempre recomendables. Bueno, ahora que lo pienso, creo que entonces muy normal no es. (paso queja sobre el link) Santi. Buenas Juanma, te llevo leyendo desde hace tiempo y sé que te gustan mucho las series, Entourage , la he visto por tu recomendación , y me ha gustado muchísimo, aunque no encuentro con quien comentarla, ese es el problema de este tipo de series. Bueno a lo que iba, como gran seguidor de series no he visto que hayas hablado de 24, para mi una de las mejores y con uno de los mejores personajes principales Jack Bauer. 24 es uno de mis agujeros negros en cuanto a series. No he visto ni un solo capítulo y sé que debería, pero no se ha dado la ocasión. Hay algo, no sé si el que sean polis, que sea Keith Suderland (adoro a su padre, menos al hijo) que vayan a matar al presidente, poner una bomba o qué se yo, que me aleja un poco. Jimjav. Tras el partido contra el Maccabi sólo me viene a la cabeza una pregunta, ¿por fin hemos visto al Mirotic que va a reventar Europa? Siempre me había parecido un poco blandito, pero me ha sorprendido gratamente con el paso adelante que pego hace unas horas. Un saludo Lo de Mirotic el jueves fue una pasada. A mí me pasaba un poco como a ti, le veía a falta de un hervor, o sin la mala leche suficiente para imponerse, pero su crecimiento sigue y es una gran noticia para el Madrid. ¿Reventar Europa? Hombre, eso es mucho reventar pero bueno, no está mal empezar reventando al Maccabi
De miami a Sevilla. Te pregunto por Epi: ¿crees que el mejor Epi (o sea el que estuvo jugando la tira de años) podría haber tenido sitio en aquella NBA? Me he visto un documental sobre Bird, y salvando las distancias (Bird era una bestia cogiendo rebotes), se me asemejaron mucho en cuanto a compromiso y ética de trabajo. Epi hubiese jugado sin duda en la NBA si con 18 años se hubiese ido a una universidad norteamericana. Y probablemente si con 24 le hubieran dado una oportunidad. Compararle con Bird me parece algo excesivo pero como dices bien, en cuanto a compromiso y trabajo, eran dos machacas profesionales y sí que se parecían. Hasta aquí hemos llegado. Nos leemos el jueves, si tenéis a bien. Hasta entonces, buena semana prenavideña a todos.
Yo me enamoré definitivamente del fútbol escondido debajo de la mesa del comedor. No me quedaba otra si quería ver los partidos del Mundial 70 de Méjico. La diferencia horaria unida a mis once añitos formaba un obstáculo insalvable para poderlos disfrutar cómodamente en el sofá. El toque de queda en una casa de familia con seis hijos es cosa seria y un partido de fútbol no contaba con suficiente enjundia como para revisar la norma. Aún así yo lo intentaba todas las noches, con la ilusión de que la paciencia de mis progenitores fuese menos sólida que mi pesada constancia, pero siempre chocaba con la misma pared: “No, a la cama, que mañana hay cole”. Dado que los viernes y sábados esta frase perdía todo su significado, podría haberme conformado con dos noches de siete, pero no estaba yo en la edad de resignarme así como así, por lo que tuve que buscarme la vida de otra forma para poder saciar mi sed futbolera. No tardé en dar con la solución. Una vez que mi petición era regularme rechazada, me iba dócilmente a mi cuarto después de dar las buenas noches y mostrar la mejor cara de chico bueno que sabía. Me ponía a leer y una vez que el silencio que se apoderaba de la casa sólo era atacado por la narración televisiva del partido, me deslizaba sigilosamente hasta el comedor, donde mi habilidad para arrastrarme sin hacer ruido terminaba ubicándome debajo de su mesa sin que nadie se enterase. Por la distribución de los muebles, mi elegida localización quedaba fuera del alcance visual de mi padre, que dicho sea de paso, se sentaba en un flamante sillón de orejas, como mandaban los cánones del buen y respetable padre de la época. En una de esas noches, encogido y algo asustado por el temor a ser descubierto, ví jugar por primera vez a Brasil. La impresión que me causó fue parecida a la que hacía bien poco me había provocado una cinta superocho donde descubrí a un tal Lew Alcindor (que luego se convertiría en el mítico Kareem Abdul Jabbar) haciendo una serie de jugadas que yo creía vetadas para cualquier ser humano. Mientras el resto jugaba a lo que yo entendía bien que era el fútbol, lo de Brasil era otra cosa. Esa forma de tocar la pelota, de pasársela, esos controles que parecía que cosían instantáneamente la bola al pie, los goles que metían, hasta su forma de correr me tenía fascinado. Tanto que a la única delantera que me había aprendido de memoria (la del Athletic, claro, formada por Argoitia, Uriarte, Arieta, Clemente y Rojo) casi sin querer añadí otra compuesta por Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino. Han pasado 41 años y no me cuesta nada recordar los goles de la final, el de Pele de cabeza, el de Gerson, un chutazo, el de Jairzinho, un poco a trancas y barrancas y sobre todo el último, un jugada prodigio de habilidad por parte de un montón de jugadores y que concluye Carlos Alberto entrando por la derecha y clavando la pelota en la red.
Los fracasos en Alemania 74 (paliado por el descubrimiento de la Holanda de Cruyff) y Argentina 78 no hicieron mella en mi rendida pasión por Brasil. No había repetido lo de Mejico, ya no estaba Pelé, pero su aureola mítica se asentaba sin problema en unos cuantos genios de nombre Zico, Falcao o Socrates. Cuando llegó el Mundial 82, no había más ni mayor favorito que ellos. No era para menos, pues pocas veces se ha visto a un equipo de fútbol jugar como aquel Brasil en aquel Mundial (probablemente hasta la España actual). Por no hablar de algo que en Mejico se me había pasado por cuestiones de edad. Su afición. Ya no es que jugasen a fútbol con una elegancia superlativa, es que tenían una afición que te dejaba con la boca abierta, y ya sabéis a qué me refiero. Total, que pocas veces he estado tan cerca de pedir otra nacionalidad que en aquel verano de 1982. Dentro de este megamítico equipo, el que me tenía más flipado era Sócrates. Jamás ví un jugador deslizándose por un césped como a Sócrates. Estoy seguro que ni dejaba huella con ese 37 de pie que me llevaba, mas en consonancia con un bailarín que con un futbolista. ¡Y como la tocaba! Por no hablar de sus taconazos. No me extraña que dijesen que de espaldas, Socrates jugaba mejor que la mayoría de frente. Para completar el cuadro, decían que era un rebelde y no sólo por la pinta de seguidor del Che Guevara. Irresistible para un contestatario profesional como era yo en aquellos tiempos. Estaba rendido al juego de Brasil y a la elegancia de Sócrates.
Por eso yo también sufrí un berrinche importante aquella tarde en Sarriá frente a Italia, donde Brasil dejó de ser Brasil para siempre. Y eso que todavía no era consciente del alcance que iba a tener aquella derrota. Aquella tarde Brasil no sólo perdió un campeonato, sino que perdió su alma. A partir de entonces les preocupó más ganar que disfrutar y hacer disfrutar, ganar que ser fieles a su historia, ganar que ilusionar. Su magia fue reduciéndose hasta quedar casi limitada a alguna individualidad virtuosa y sobre todo a los anuncios de Nike. Eso sí, se llevó los Mundiales de EEUU en el 94 y de Corea en el 2002. Poco o nada guardo en mi disco duro de aquellos dos triunfos, salvo la milagrosa recuperación de mi gordito favorito, el gran Ronaldo. Como dicen que dijo Tele Santana, aquel equipo no jugaba para ganar, sino para la inmortalidad en el recuerdo. Hay que decir que con esa vara de medir, su éxito fue total, por lo que la muerte de Sócrates no deja de ser una noticia engañosa. Gente como él nunca muere.
Una de las (positivas) consecuencias del boom del deporte español de los últimos años es que ha elevado el nivel de exigencia de los aficionados. La cantidad y calidad de nuestros éxitos y la forma en la que se han conseguido nos ha convertido en un público que ya no se conforma con cualquier cosa. Cuando va a un campo o enciende la televisión para consumir unas horas de su existencia como espectador, se ha vuelto más inconformista. Ni siquiera el simple hecho de ganar le resulta suficiente. Quiere más, de la misma forma que cuando vamos a un restaurante no nos vale con el mero hecho de saciar nuestra hambre, sino que aspiramos a que nos satisfagan otro tipo de deseos menos primarios. El ejemplo futbolístico resulta revelador. La maravillosa transformación del futbol español en los últimos años a partir de equipos como la selección o el Barcelona ha provocado que muchas de las aficiones de este país demanden cuestiones como el buen trato con el balón, el juego de asociación y la explotación del talento por encima de la exaltación de la testosterona o la sublimación del sudor. Poco a poco más equipos (cada uno con sus particularidades) se han ido sumando a la causa, a ese estilo respetuoso con la pelota y agradable de observación. Incluso en plazas al parecer intocables como Bilbao, donde sus ancestrales rituales de juego directo a través del patadón y tente tieso o el pelotazo para arriba han sido dogmas de fe, la masa social lanzó un mensaje de cambio en las sorprendentes elecciones recientes, donde perdieron un presidente y un entrenador a los que había poco que reprochar. Parte de la afición quería un salto de calidad, observaba como con el material que había en la cancha, algo más y mejor se podía hacer. Y tenía razón como ya se ha demostrado. Llevamos semanas, meses, años, debatiendo sobre el lento e inexorable descenso en el impacto y seguimiento del baloncesto de clubes. Aunque ya me he repetido más que el ajo, vuelvo a insistir. Está muy bien que se mejoren los pabellones, el marketing, los horarios, la calidad de las retransmisiones, la venta en general del producto, pero lo realmente importante sigue siendo la base del producto, el juego. Con el juego se atrae, con el juego se divierte, con el juego se compite ante otras opciones de ocio. La única forma de enfrentarse al cada vez más exigente espectador y a la cada día mayor oferta de entretenimiento es a través de estilos dinámicos, sugerentes, atrevidos. El Madrid de Pablo Laso lo está demostrando otra vez. Su juego vivaz ha cautivado en tres meses más adeptos que la mayoría de laboratorios de entrenadores ilustres y la media de asistencia ha experimentado un indisimulado crecimiento. El Madrid corre, arriesga, no especula, en definitiva, divierte. Y divierte porque se divierte. Porque cuando somos pequeños y el baloncesto es pura pasión, en cuanto cogemos un balón, nos vamos directos y a toda pastilla a intentar meter una canasta. Evidentemente hay que evolucionar desde el juego del patio de un colegio, pero la pulsión inicial, lo que al jugador le gusta por encima de todo es eso, ir hacia la canasta y hacerlo lo más rápidamente posible. Es lo natural, es lo divertido, es lo que hace divertir. Por eso, cuando veo el férreo control con el que se manejan la mayoría de equipos de nuestra liga, cuando observo que al coger un rebote no hay una desbandada general hacia la otra canasta sino que el reboteador busca al base, éste coge la pelota, mira a la banda, atraviesa sin ninguna prisa el medio del campo y entonces comienza en ataque donde se darán un par de vueltas todos ante una defensa muy bien formada antes de ni siquiera pensar en mirar hacia el aro, entiendo que toda esta parsimonia aleja al jugador de su instinto inicial, de lo que le llevó a elegir el baloncesto en lugar de otro deporte, lo que le hizo disfrutar de niño. Y esa desconexión con los orígenes de la pasión sospecho que no debe ser del todo buena. Además, estoy convencido que el cambio que está generando Pablo en el Madrid, se encuentra al alcance de todos. Vuelvo al fútbol. El Athletic no es el Barça o la selección, pero la intención y el deseo de mandar, de asociar, de ir a por el partido de forma valiente y decidida si es común. Porque estamos hablando de cuestión actitudinales, no aptitudinales. No se trata de saber, sino de querer. Ateniéndonos a esa famosa y básica trilogía, en cualquier proceso primero se quiere, luego se mira si se puede y al final entra en juego si se sabe. Pero da toda la impresión que en nuestro baloncesto de clubes la casa se empieza al revés en demasiadas ocasiones y se basa todo en el saber sin haber pasado antes por el querer. Con el “no hago este tipo de juego porque no cuento con los jugadores adecuados” suele ser una tapadera que indica las pocas ganas que se tiene de hacerlo vete tú a saber por qué. Es que ni siquiera lo intentan. Gran parte del Madrid actual ya estaba el año pasado y desde luego ni se acercaron en toda la temporada al sugerente vértigo de ésta. El talento que existe en la mayoría de equipos de la ACB es capaz de asimilar una necesaria evolución hacia otro tipo de baloncesto mucho más llamativo del que impera en nuestra liga. Quizás ha llegado el momento de dejar de pensar únicamente en términos de victorias y derrotas, aunque parezca una herejía deportiva y fijarse más en el camino que en la meta. En esa madurez y grado de exigencia del espectador que hablábamos al principio quiero pensar que también ha incrementado el número de personas que saben apreciar una generosa apuesta, la excitación antes que la contención, el pasarlo bien durante dos horas antes que el darte un simple alegrón en el último minuto. Y que por cada uno que ve el deporte como un escenario sufriente, tenso y de angustia ante el desenlace final, hay cinco que lo que quieren por encima de todo es divertirse. Entonces es cuando surge mi duda existencial: ¿Se divierten nuestros jugadores con el estilo imperante y dominante de estos tiempos?
El palomerismo es toda una filosofía de vida que se basa, como la termodinámica, en tres principios. El de la eficiencia: “Mínimo esfuerzo, máximo rendimiento”. El del aprovechamiento. “Si alguien quiere hacer tu trabajo, hacerte un regalo o invitarte a comer, dejale”. Y el de la duda: “Desconfía de los que no dudan. La certeza es el principio de la tiranía”. A partir de ahí, a divertirse, que la seriedad es algo que ahora mismo, no nos podemos permitir.
Sobre el autor
Básicamente me considero un impostor. Engañé durante 14 años haciendo creer que era un buen jugador de baloncesto y llevo más de 30 años logrando que este periódico piense que merece la pena que escriba sobre lo que me dé la gana. Canales de televisión, emisoras de radio y publicaciones varias se cuentan entre mis víctimas, he logrado convencer a muchos lectores para que comprasen mis libros y a un montón de empresas que me llaman para impartir conferencias. Sé que algún día me descubrirán, pero mientras tanto, ¡que siga la fiesta!