El Palomero

Sócrates nunca muere

Por: EL PAÍS

05 dic 2011

Yo me enamoré definitivamente del fútbol escondido debajo de la mesa del comedor. No me quedaba otra si quería ver los partidos del Mundial 70 de Méjico. La diferencia horaria unida a mis once añitos formaba un obstáculo insalvable para poderlos disfrutar cómodamente en el sofá. El toque de queda en una casa de familia con seis hijos es cosa seria y un partido de fútbol no contaba con suficiente enjundia como para revisar la norma. Aún así yo lo intentaba todas las noches, con la ilusión de que la paciencia de mis progenitores fuese menos sólida que mi pesada constancia, pero siempre chocaba con la misma pared: “No, a la cama, que mañana hay cole”. Dado que los viernes y sábados esta frase perdía todo su significado, podría haberme conformado con dos noches de siete, pero no estaba yo en la edad de resignarme así como así, por lo que tuve que buscarme la vida de otra forma para poder saciar mi sed futbolera.
No tardé en dar con la solución. Una vez que mi petición era regularme rechazada, me iba dócilmente a mi cuarto después de dar las buenas noches y mostrar la mejor cara de chico bueno que sabía. Me ponía a leer y una vez que el silencio que se apoderaba de la casa sólo era atacado por la narración televisiva del partido, me deslizaba sigilosamente hasta el comedor, donde mi habilidad para arrastrarme sin hacer ruido terminaba ubicándome debajo de su mesa sin que nadie se enterase. Por la distribución de los muebles, mi elegida localización quedaba fuera del alcance visual de mi padre, que dicho sea de paso, se sentaba en un flamante sillón de orejas, como mandaban los cánones del buen y respetable padre de la época.
En una de esas noches, encogido y algo asustado por el temor a ser descubierto, ví jugar por primera vez a Brasil. La impresión que me causó fue parecida a la que hacía bien poco me había provocado una cinta superocho donde descubrí a un tal Lew Alcindor (que luego se convertiría en el mítico Kareem Abdul Jabbar) haciendo una serie de jugadas que yo creía vetadas para cualquier ser humano. Mientras el resto jugaba a lo que yo entendía bien que era el fútbol, lo de Brasil era otra cosa. Esa forma de tocar la pelota, de pasársela, esos controles que parecía que cosían instantáneamente la bola al pie, los goles que metían, hasta su forma de correr me tenía fascinado. Tanto que a la única delantera que me había aprendido de memoria (la del Athletic, claro, formada por Argoitia, Uriarte, Arieta, Clemente y Rojo) casi sin querer añadí otra compuesta por Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino. Han pasado 41 años y no me cuesta nada recordar los goles de la final, el de Pele de cabeza, el de Gerson, un chutazo, el de Jairzinho, un poco a trancas y barrancas y sobre todo el último, un jugada prodigio de habilidad por parte de un montón de jugadores y que concluye Carlos Alberto entrando por la derecha y clavando la pelota en la red.

Los fracasos en Alemania 74 (paliado por el descubrimiento de la Holanda de Cruyff) y Argentina 78 no hicieron mella en mi rendida pasión por Brasil. No había repetido lo de Mejico, ya no estaba Pelé, pero su aureola mítica se asentaba sin problema en unos cuantos genios de nombre Zico, Falcao o Socrates. Cuando llegó el Mundial 82, no había más ni mayor favorito que ellos. No era para menos, pues pocas veces se ha visto a un equipo de fútbol jugar como aquel Brasil en aquel Mundial (probablemente hasta la España actual). Por no hablar de algo que en Mejico se me había pasado por cuestiones de edad. Su afición. Ya no es que jugasen a fútbol con una elegancia superlativa, es que tenían una afición que te dejaba con la boca abierta, y ya sabéis a qué me refiero. Total, que pocas veces he estado tan cerca de pedir otra nacionalidad que en aquel verano de 1982.
Dentro de este megamítico equipo, el que me tenía más flipado era Sócrates. Jamás ví un jugador deslizándose por un césped como a Sócrates. Estoy seguro que ni dejaba huella con ese 37 de pie que me llevaba, mas en consonancia con un bailarín que con un futbolista. ¡Y como la tocaba! Por no hablar de sus taconazos. No me extraña que dijesen que de espaldas, Socrates jugaba mejor que la mayoría de frente. Para completar el cuadro, decían que era un rebelde y no sólo por la pinta de seguidor del Che Guevara. Irresistible para un contestatario profesional como era yo en aquellos tiempos. Estaba rendido al juego de Brasil y a la elegancia de Sócrates.

Por eso yo también sufrí un berrinche importante aquella tarde en Sarriá frente a Italia, donde Brasil dejó de ser Brasil para siempre. Y eso que todavía no era consciente del alcance que iba a tener aquella derrota. Aquella tarde Brasil no sólo perdió un campeonato, sino que perdió su alma. A partir de entonces les preocupó más ganar que disfrutar y hacer disfrutar, ganar que ser fieles a su historia, ganar que ilusionar. Su magia fue reduciéndose hasta quedar casi limitada a alguna individualidad virtuosa y sobre todo a los anuncios de Nike. Eso sí, se llevó los Mundiales de EEUU en el 94 y de Corea en el 2002. Poco o nada guardo en mi disco duro de aquellos dos triunfos, salvo la milagrosa recuperación de mi gordito favorito, el gran Ronaldo.
Como dicen que dijo Tele Santana, aquel equipo no jugaba para ganar, sino para la inmortalidad en el recuerdo. Hay que decir que con esa vara de medir, su éxito fue total, por lo que la muerte de Sócrates no deja de ser una noticia engañosa. Gente como él nunca muere.

Hay 31 Comentarios

El gol a la URSS, Sócrates dejando pasar el balón de espaldas, Eder la eleva a un toque y la destroza inmediatamente de volea cinco metros más allá, sin dar opción a que nadie, NADIE, pudiese hacer nada más que comprar una entrada al espectáculo... debe figurar sin duda entre los tres o cuatro mejores goles de la historia. Desde mi punto de vista, de hecho, quizá no ha habido otro mejor.

Comentario contra corriente, y casi fuera de plazo por lo ya antiguo del post:Yo recuerdo claramente a aquella selección italiana: Zoff, Gentile, Collovati, Scirea, Cabrini, Bergomi, Antonioni, Tardelli, Conti, Rossi, Graziani. Uno por uno, perdían con cada uno de sus pares de Brasil, excepto en el eje: Rossi era mucho mejor que Serginho, Zoff con 40 años le daba 40 vueltas a Waldir Peres, Scirea era superior a los centrales de Brasil.Brasil era muy bueno, pero (al igual que José Ramón) yo me alegré con la victoria de Italia aquel día. Porque jugó con peores cartas y ganó. Porque nadie apostaba por ellos. Porque el empate le valía a Brasil para clasificarse, dos veces se adelantó Italia, dos veces empató Brasil, pero hicieron el tercero. Porque dieron lo mejor de cada uno del primero al último minuto.Brasil puso la lírica, Italia la épica. No encuentro razones para afirmar que la primera sea, por definición, superior y preferible a la segunda.Pero vemos otro ejemplo:El mundial del 50 se recuerda por el maracanazo: Uruguay vence contra todo pronóstico a Brasil. ¿No era aquella selección brasileña igualmente maravillosa? ¿No había arrasado a todos sus rivales hasta el último partido? Sin embargo, medio siglo más tarde nos deshacemos en elogios hacia aquel equipo uruguayo que triunfó contra la adversidad, y nadie recuerda la grandeza de Brasil. ¿Por qué? ¿Sólo por que no vimos el mundial por televisión? ¿Desprovistos de la contemplación, nos hemos quedado sólo con la belleza de la narración?(Dicho esto, descanse en paz Sócrates, ese jugador maravilloso).

Sorry, Desde Donostia, no quería darles como responsables, simplemente fueron los tres primeros que se me ocurrieron

Sócrates nuenca muere, cierto

Itu: Sócrates ya es historia futbolística y de la que quedará para siempre pues nunca fue un jugador del montón, dentro y fuera del campo. Pero volvamos al baloncesto. Lo primero, el partidazo de ayer del Madrid. Lo de Mirotic es impresionante. Si se logra su compatibilidad legal con Ibaka, en Londres, podremos aspirar a todo. Un 2,07, que arma esa suspensión para los triples y media distancia es imparable. El otro tema de actualidad es Gasol y su futuro. Su situación va, indudablemente, unida al rendimiento de los Lakers la pasada temporada. ¿Cómo empezó Gasol la temporada?, pues todos lo vimos, con Bynum lesionado, le tocó currar de todo y con larga presencia de minutos en cada partido. Estoy seguro que, después del partido, hasta le tocaba desmontar la pista y pasar la mopa a las gradas. Todo esto lo pagó en los play-off cuando, claramente, se le vio falto de fuerza. Lo triste es que se centrara en él todas las culpas. Al parecer nadie se dio cuenta de que Fisher está casi acabado, al menos para jugar en la cancha, quizás en el vestuario y en la gestión del ambiente y motivación siga teniendo mayor peso. Su colega de posición, Blake, es parecido al oficinista, está para rutinas, no para dar creatividad al juego. Del iluminado de Artest, mejor ni hablar, ganó un anillo y ya se perdió para el oficio. Burnes, en fin, ¡qué podemos contar!, creo que lo ficharon para que Kobe no lo viese de frente y repartiéndole obleas. Odom más preocupado de integrarse en su nueva, “sencilla y normal” familia que de jugar a su nivel de años anteriores. De Bynum, ¡qué decir!, su poca profesionalidad la demostró el verano pasado, retardando la operación mientras estaba de vacaciones que, claramente, provocó el inicio de temporada “atareado” de Pau. Tuvo algunos buenos partidos pero, en general, no rindió como debiera acorde con sus aptitudes físicas. De las mentales no hay mucho que contar positivamente. Quizás Brown fue el que más se lo curró pues, Kobe, tampoco anduvo sobrado. Dejo para el final al maestro Zen. Yo creo que lo que mejor le define en la temporada es: AUSENCIA CONTINUADA EN MUCHOS PARTIDOS. Quizás, también, reducción de su nivel de motivación. Y, con todo esto, seguro que el culpable es Pau, que no aprovechó la oportunidad que le brinda un equipo que diseña el 100% de las jugadas para que él las culmine aunque, unas pocas veces, Kobe se entromete sin querer. No sé si Gasol lee este blog. Supongo, Palomeitor, que en, el europeo, le habrás hablado de su nivelazo y del buen rollo que hay y, además, lo habrás convertido en lector. Si es así, quiero mandarle mi apoyo y seguro que el de los demás asiduos de este blog… PD: Pregunta para Yayu: ¿Por qué das a entender a esos tres jugadores de la Real como responsables del fiasco del 82?

Kilgore, gracias por el recuerdo al gran Mirza. Sus asistencias son inmortales. Y gracias a MIROTIC por hacerme niño otra vez, aunque fuera sólo un rato.

Y ayer se cumplieron 10 años de la muerte de Mirza Delibasic.... Y tampoco le olvidaremos nunca.

Uno de mis primeros recuerdos de fútbol, aquel Mundial 82, con 8 años podía recitar las alineaciones de Brasil, España, Argentina, Francia, Italia... Cuando acabó el mundial me sabía todos los resultados y casi todos los que habían marcado goles... Ya fue una putada que Brasil tuviera que eliminar a Argentina, Maradona ya empezaba a maravillar a pesar de sus recaditos en forma de patadones...Y sí, que perdiera Brasil fue un palo, casi todos queríamos que ganaran, ya sabíamos que Zamora, Lopez Ufarte y Satrustegi no nos iban a dar muchas alegrías...

Pues yo vi el partido de Sarriá en el Mercado de San Sebastián con un carnicero mientras mi madre compraba. Y cuando terminó de comprar me quedé con el carnicero hasta que terminó el partido. Vivíamos en la calle Urbieta. A pocos metros del Mercado. Tenía 11 años recién estrenados.Yo iba de Italia. Antes de dejar Vigo para ir a vivir a San Sebastián aquel año 1982, estuve en Balaídos viendo un Italia - Camerún (1-1) y me hice amigo de un italiano. Hasta me invitó a un helado ;)Así que yo sin enterarme de lo buenos que eran esos brasileños, yo animando al anti-fútbol...Cosas de la edad.

Buenas tardes.Muy buen post Itu. A mi me pasa como tí, mi debilidad de aquella selcción era Socrates. Creo que ese jugador estaba tocado con la varita mágica de la elegancia, esta definición se la oí hace mucho a Relaño respecto de Fernando Redondo. Desde mi punto de vista este tipo de jugadores se mueven por el campo y tocan el balón con tal facilidad, sin gestos raros, acompasando el cuerpo, todo muy armonioso y resultan tan elegantes que da gusto verles jugar. Es como ver a Jordan en el Basket, Federer en el Tenis o a Carl Lewis en los 100 y 200 metros.En cuanto escuché la noticia agarré en ordenador y me puse a ver el Brasil - URSS del mundial 82, que gozada.Las cosas que recuerdo del Mundial son los goles de Socrates a Italia y a la URSS, a Sandro Pertini en el palco del Bernabeu celebrando los goles de la final y la celebración del gol de Tardelli en la final, que pedazo de celebración de un gol.Creo que pocos equipos hayan pasado a la historía del Futbol sin haber ganado el Mundial, incluso alguno habiendolo ganado.Tengo que sacar tiempo para ver los 5 partidos de ese Brasil el en mundial 82.

¿Cuándo aprenderemos que no puede perder el que siempre da la cara?

Pra los que rondamos los 50, el Mundial de España es nuestro paraiso perdido y Brasil su imagen.El equipo de Brasil traía algo que empezaba a intuirse en nuestro país alegría, ganas de vivir.. recuerdo los jugadores, la hinchada, el colorido. Si hubiese salido campeona, este mundial sería recordado como el del mejor equipo de la historia.Y que decir de sus jugadores, Leandro y Junior eran unos laterales extremos como los actuales, el centro del campo Falcao, imponente, cabeza alta, pase en corto en largo, Cerezo alto, gran zancada cubriendo todo el centro del campo, Zico imaginación, pegada, regate, gol y Sócrates la superiridad de la técnica y el físico imponente, parecía que no tocaba el balón, lo acariciaba. Luego estaba un tal Eder que rompía el balón cada vez que le pegaba.Eran un equipo hecho para ganar, lo que ocurrió es que esa superioridad tan clara a un partido puedes perder.. y todo no vale nada. Pero lograron lo que otros ganando no consiguen, perdurar en la historia de un deporte tan pendiente de la victoria a cualquier precio. Pero cuando muere un tipo de estos que nos alegró la juventud... un poquito de nosotros se va. Mejor recordarle con su cinta, su 8 a la espalda, su melena y barbas...eternamente joven, como nuestro verano del 82.

yo que pensaba que esto iba de filosofía... :)

Hermoso texto puede realmente demostrar lo que siente Brasil.

Itu: Estoy de acuerdo contigo que aquel fútbol de Brasil en México ha sido el mejor de la historia pero, se ha acabado cuando ha llegado el Barsa actual. Primero, porque es mejor y, segundo, porque tiene una continuación de muchos años y en todos los campeonatos y, a diferencia de ese Brasil al que sólo vimos en ese campeonato, con más jugadores de nivel en su alineación. Pelé, Gerson y Rivelinho, en conjunto, no fueron mejores que lo que son Messi, Iniesta y Javi, y eso que jugaban maravillosamente. Gerson ha sido durante años mi centrocampista favorito. De todas formas la semifinal de ese campeonato, Alemania-Italia, es para enmarcarla. Respecto al bajón actual de Brasil yo creo que hay que verlo en que, desde hace años, se ha convertido en una "especie de prositución futbolística", han utilizado a la selección como un escaparate de jugadores para poder venderlos por el mundo e inflarse a cobrar comisiones. Si no es así, no se entiende que, en algunos años, hayan pasado más de cuarenta jugadores por la selección. PD: Si a Gasol lo cortan los Lakers, el consejo es que aguante una año (tendrá 32) y se vuelva a España a jugar. No creo que perdiese mucho dinero..

Pues sí, hay que acordarse de Sarriá, y el lamentable arbitraje, sólo superados por los que se cascó el árbitro español del torneo, Lamo Castillo, con Sánchez Arminio de linier, vaya telita. Eso si que era una terna, y lo demás son tontería. Como siempre, no sólo dimos el cante con la selección si no también en el arbitraje.La verdad es que todo el mundo se acuerda de ese Brasil del 82, mi tocayo Cerezo, Falcao, Sócrates. Zico, y Junior y Eder (que pegaba al balón que lo reventaba, un escándalo). Y hasta del amigo Waldir Peres :). Desde luego que ese centro del campo, el mejor que he visto (ni España, ni cuentos chinos). Para el recuerdo de Sócrates, ver el peazo de gol que le mete a Dassaev (mítico portero de la URSS, que luego jugó en el Sevilla, no?). Un genio. Y Zico otro jugadorazo enorme.La verdad es que todos nos acordamos del Brasil del 82, y de los Dunga del 1994 no se acuerda ni el tato, las cosas como son (por mucho Romario y Bebeto que hubiera...)

El alma de Sócrates es eterna. Ahora mismo está reencarnada en Iniesta.

Itu, yo he oído y leído esa frase estos días atribuida al propio Sócrates: no se juega para ganar, se juega para que no te olviden. Y no creo que ninguno de los que vimos aquel mundial le olvidemos jamás.

Socrates, es samba, es festival de la canariña, el talento para controlar un balon, se echa de menos un hombre espigado en el centro del campo, en los años 70 fueron grandes , bekenbauer, socrates, lato,los gemelos de holanda, pero tambien es ingrato no reconocer la presencia de Leao, para muchos el mejor portero de brasil, su debilidad en años posteriores.mejor el futbol de talento esta noche valencia - chelsea, talento y musculo, que gane el mejor

El Anónimo soy yo.Buenas tardes a todos.¡Viva Sócrates!

A mí me empezó a gustar el fútbol con el Brasil del 70 y el Ajax de Cruyff que ganó tres copas de Europa seguidas.La mejor selección y el mejor equipo que he visto hasta que han aparecido el actual FCB y la España de Luis y de Del Bosque.Y no sabría decir si la España actual es mejor o no que el Brasil del 70.El Brasil del 82 era extraordinario pero (un poquito) inferior, les faltaba el portero y un delantero.Eso sí, los cuatro centrocampistas (Cerezo, Falcao, Sócrates y Zico) eran fuera de serie y además se complementaban muy bien.Y luego estaban dos jugadores buenísimos: Junior y Eder.En el 70 yo iba con Brasil y mis preferidos eran Gerson y Tostao, pero tengo que reconocer que en el 82 iba con Francia e Italia, que debieron haber sido los finalistas.Siempre he pensado que no sabría con quien habría ido en esa hipotética final.Me acuerdo perfectamente del partido de Sarriá y de lo que hice a lo largo de ese día.Me acuerdo como si fuera ayer.Era el único de mis amigos que iba con Italia me alegre (mucho) por su victoria y, a la vez, me entristecí (bastante) por la derrota de Brasil.Parace absurdo pero fue así.Una Italia enorme, con Zoff, Scirea (el precursor del gran Baresi), Cabrini, Antognoni, Conti, Rossi y Altobelli.Y los necesarios Gentile, Collovati, Tardelli y Graziani.Equipazo.Y no peor la Francia de Luis Fernández, Giresse, Tigana y Platini.Otros cuatro centrocampistas (casi) tan buenos como los cuatros brasileños.Tampoco hubiera estado mal una final entre Brasil y Francia.Dos grandes Mundiales, el del 70 y el del 82.Con dos semifinales épicas, el Alemania-Italia del 70 y el Alemania-Francia del 82 en Sevilla.Dos de los partidos más emocionantes de la historia del fútbol.

No es descabellado pensar en esa operacion.Los tecnicos de los Lakers piensan que Gasol dentro de poco estara en decadencia....Los lakers deberian hacer un change con Gasol como apuntan diversos medios...

Itu : tambien te escondias para ver las pelis con dos rombos? ji ji ji ji

Maldita tarde en Sarriá aquella del 82. Por mucho que Italia hiciera luego un pedazo de final frente a Alemania con Paolo Rossi en plan estelar, creo que la mayoría éramos de Brasil.Aunque a mí me gustaba más Zico, he de reconocer que Sócrates tenía ese "algo especial" que cautiva. Y siempre que fallece alguien especial (no necesariamente famoso), me viene a la cabeza una canción de un grupo madrileño de los 80-90: Hay, de Esclarecidos. La frase en cuestión dice que "hay muertos que nunca mueren y vivos que no conocen la vida". Sócrates pertenece a los primeros. Brindaré por él. Un saludo.

Queridos viejunos, para mi esto es prehistoria, mis primeros recuerdos son de Cruyff, Neeskens, Muller, Iribar, Rojo...Acostumbrado a ver juego de toque, estos vídeos que acompañan al artículo muestran un excelente disparo de media distancia pero no les veo tanto enganche como luego harían Laudrup, Zinade, Iniesta, Ozil y otros muchos que dan a los equipos en los que juegan un control de bola y una profundidad alucinantes.Sócrates y Zico me suenan a Xabi e Iniesta, a Guardiola y Laudrup.. hecho de menos al punta que suele ir asociado a estos trios (Messi o Romario).Aupa Athletic y este largo puente vaya bien.

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Sobre el blog

El palomerismo es toda una filosofía de vida que se basa, como la termodinámica, en tres principios. El de la eficiencia: “Mínimo esfuerzo, máximo rendimiento”. El del aprovechamiento. “Si alguien quiere hacer tu trabajo, hacerte un regalo o invitarte a comer, dejale”. Y el de la duda: “Desconfía de los que no dudan. La certeza es el principio de la tiranía”. A partir de ahí, a divertirse, que la seriedad es algo que ahora mismo, no nos podemos permitir.

Sobre el autor

Juanma López Iturriaga

Básicamente me considero un impostor. Engañé durante 14 años haciendo creer que era un buen jugador de baloncesto y llevo más de 30 años logrando que este periódico piense que merece la pena que escriba sobre lo que me dé la gana. Canales de televisión, emisoras de radio y publicaciones varias se cuentan entre mis víctimas, he logrado convencer a muchos lectores para que comprasen mis libros y a un montón de empresas que me llaman para impartir conferencias. Sé que algún día me descubrirán, pero mientras tanto, ¡que siga la fiesta!

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