El Palomero

Mudanza temporal

Por: Juanma Iturriaga

27 jul 2012

Holaaaaa. Tal y como prometi, y mira que tampoco soy muy fiable, aquí estoy de vuelta. Bueno, no va a ser exactamente aquí, sino en otra dirección del inabarcable universo bloguero. Mas concretamente en ESTA Eso sí, va a ser temporal y en cuanto acaben los Juegos, aquí volveremos. Es que hay que estar a la moda, y ahora la moda es lo temporal. Subidas de impuestos, recortes de pensiones, despariciones de pagas, TODO es temporal y en cuanto salga un poco el sol, ya lo veremos. 

Antes de empezar el diario olímpico y por si a alguien le puede interesar la información, he estado un par de semanas recorriendo  en coche la provincia de Cadiz y de ahí a Portugal. De Cadiz poco se puede decir que no se haya dicho. Se está que te mueres, aunque de los siete días, en tres sopló un levante que limitó las posibilidades de playa, más que nada por cuestión de aglomeraciones en las que se podía estar. Pero por lo que cuentan por ahí, eso es lo normal. A Portugal entré por el sur, pasé como un ciclón por la parte más turística del Algarve no vaya a ser que me invitasen a la inauguración de la discoteca de Cristiano Ronaldo y me fuí hasta la punta más sudeste, hasta Sagres. Alrededor de este pequeño pueblito, playas para dar y regalar, en las que el sentido del viento resulta fundamental para la elección de la idónea. La de Beliche me encantó. Eso sí, porque soy de Bilbao, que si no palmo al entrar en el agua.

El siguiente paso fue Aljevir. Más playas como del Norte, larrrrrgas, muy laaaargas, con mucha gente jugando a pala, que a eso principalmente se va a la playa, y tiempo del Sur. Cordoama, Arrifana o Odeceixe merecen la pena. Eso sí, lo mejor, una taberna llamada Ruth, creo que en honor a mi mujer, en la entrada del pueblo, con precios imbatibles para la calidad del pescado y marisco. Tan bueno que repetimos dos noches seguidas. De ahí para arriba hasta Comporta y Troia. La playa de Comporta, tipo la Lanzada gallega, es espectacular pero en cambio Troia me dejó un poco frío. Demasiado preparadito y turístico. Eso sí, de metros de playa van sobrados. Terminamos con un doblete Sintra/Lisboa, que algo de visita cultural no viene mal. Lo de los castillos de Sintra merecía algo más de tiempo, pero todo no se puede. En Lisboa tuve grandes recuerdos del peregrinaje athletic-rojiblanco de Mayo (no se olvidan de nosotros) y rematé faena en la cervecería Ramiro, parada casi obligatoria. De precio, la parte hasta Troia, competitivos 100% y bastante alejados de los sablazos a los que se acostumbra en ciertas zonas playeras. El personal discreto y agradable y el servicio no ganaría la competición de rapidez, pero la cerveza siempre estaba fría, y así la espera resultaba soportable. 

Pues hecho el informe para viajeros, a darle a los Juegos. 

DIARIO DE UN EXOLIMPICO

 

 

A entrenarse a tope

Por: Juanma Iturriaga

09 jul 2012

Paco López, hombre cabal, excelente ser humano y preparador físico del Real Madrid durante mi carrera como merengue, dijo una vez una frase que adopté inmediatamente. “El descanso es una forma de entrenamiento”, soltó un buen día; me convenció al instante. Hemos llegado al final de una larga temporada donde, con mayor o menor fortuna, en este blog se ha reflexionado sobre diversos asuntos que han abarcado deportes, deportistas y, en alguna ocasión, temáticas que van más allá de lo meramente deportivo. Han sido muchas semanas, muchos textos y alguna que otra neurona quemada. El lunes pasado, cuando llegué a Madrid a las 8.30 de la mañana procedente de Kiev (sí, fui uno de los 11.000 afortunados en vivir en directo una noche gloriosa), pensé que habia llegado el momento de echar la persiana durante unas pocas semanas, hacer caso a Paco López  y poner a “entrenarme” a tope. Lo de Ucrania fue el mejor colofón posible. Un viaje que surgió por sorpresa, unas horas inolvidables en la capital ucraniana, imágenes que durarán hasta que mi mente se vaya a negro definitivamente y la sensación, como me ocurrió en Manchester, de haber tenido la fortuna de estar en el sitio indicado en el momento justo. 

Como llegué a Madrid algo desguazado por las muchas horas de vuelo nocturno (eso sí, más feliz que unas castañuelas), dejé para el martes el relato y la despedida temporal. El martes pasó rápido, como lo hizo el miercoles. El jueves, comencé a cerrar asuntos diversos y el viernes llegó sin darme cuenta, presentación de los Premios Chupete incluida. Dos hijos yéndose de campamento volatilizaron el sábado y aunque ya no vaya a misa, siempre he creido que el domingo está para descansar. Total, que con una semana de retraso, quiero anunciar que voy a echarme una cabezadita hasta que el próximo día 27, en el Estadio Olimpico de Londres, comiencen los 17 días más excitantes que puede ofrecer el universo deportivo. Porque anda que no tenemos retos en estos Juegos. Empezando por el baloncesto, donde soñamos con esa revancha con EEUU de la que no deberíamos ocuparnos con demasiada antelación, no vaya a ser que nos ocurra como a Alemania en la Eurocopa. Tanto hablar de España y luego te vas a casa sin cruzarte con ella. Por tener puntos de atención, hasta contamos con el futbol, displicente históricamente con los Juegos, pero que han dado con un modelo que sin ser el mejor, sí cuenta con suficientes alicientes como para que le prestemos un ojo.

Además, cuando se trata de unos Juegos Olímpicos y te gusta el deporte, la identificación nacional tampoco resulta necesaria para disfrutarlos a lo grande. Vamos a ver a tanto genio deportivo, que las banderas que porten a veces es lo de menos. De todo ello dara cuenta este blog, pues el palomero me ha prometido que va a hacer un diario casi diario (me ha dicho de apunte lo de casi diario por si algún día no puede cumplir). 

Pero antes de eso pillaré coche y familia y me daré una vuelta por el sur, recorreré la costa atlántica que va desde el Algarve hasta Lisboa, seguiré mi reencuentro con Los Soprano, goze inenarrable y causante directo de que en los últimos tiempos haya hecho más spinning que en toda mi vida anterior, comenzaré a leer “Ahogados en la orilla”, un libro de Carlos Molina sobre las grandes derrotas de la historia del deporte, que de todo se aprende, terminaré Submarino, retrato de la vida con los ojos de un adolescente y recomendaré “El Ritmo de la cancha” de Jacobo Rivero, al que agradezco su regalo y cuyas historias alrededor del baloncesto me han resultado lectura amena y gratificante. Tomaré algo el sol (aunque como decía mi añorado tío Joaquín, “lo mejor del sol es una buena sombra”), me meteré en el agua lo que ese gélido océano Atlántico me lo permita (es lo que tiene acostumbrarte al Mediterráneo y ser de Bilbao, pero no del centro mismo) y volveré 15 días después, más fresco que una lechuga para la sobredosis olímpica.

Entonces todos los que tengan a bien podrán reencontrarse en este diminuto espacio cibernético. Hasta que llegue ese día, espero que el verano os sea propicio, curréis o no curréis, podais iros de veraneo o no, seáis de Mourinho o de Guardiola, os parezca Del Bosque poco moderno o un genio, creáis o no acertada la inclusión de Sergio Rodríguez en la selección, os hayais alegrado o maldecido de que LeBron tenga ya su anillo, vibréis o os la traiga al pairo que Fernando Alonso gane, entendáis o no para qué tiene la cantera el Real Madrid, penséis que la primera temporada de Pablo Laso ha sido un éxito o se ha quedado a medias, utilicéis o no la misma crema protectora para el sol que Iniesta, opinéis que Sergio Ramos es un crack o un insensato por su penalti a lo Panenka, digáis o no “gracias Sara”, queráis o no que traspasen a Pau y a Calde, o estéis con Bielsa o con el Athletic en la surrealista historia de las obras de Lezama.

A todos, un fuerte abrazo y nos leemos en 18 días. ¡Qué comience el entrenamiento ya! 

 

Sobre el blog

El palomerismo es toda una filosofía de vida que se basa, como la termodinámica, en tres principios. El de la eficiencia: “Mínimo esfuerzo, máximo rendimiento”. El del aprovechamiento. “Si alguien quiere hacer tu trabajo, hacerte un regalo o invitarte a comer, dejale”. Y el de la duda: “Desconfía de los que no dudan. La certeza es el principio de la tiranía”. A partir de ahí, a divertirse, que la seriedad es algo que ahora mismo, no nos podemos permitir.

Sobre el autor

Juanma López Iturriaga

Básicamente me considero un impostor. Engañé durante 14 años haciendo creer que era un buen jugador de baloncesto y llevo más de 30 años logrando que este periódico piense que merece la pena que escriba sobre lo que me dé la gana. Canales de televisión, emisoras de radio y publicaciones varias se cuentan entre mis víctimas, he logrado convencer a muchos lectores para que comprasen mis libros y a un montón de empresas que me llaman para impartir conferencias. Sé que algún día me descubrirán, pero mientras tanto, ¡que siga la fiesta!

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