Como sabéis los que teneis costumbre de acercaros a este blog, soy un seguidor declarado de las series de televisión. Tanto es así que mi televisor, al abandonar casi por completo las cadenas generalistas, se ha convertido más en un monitor que en otra cosa. Sigo un montón de series y pocos planes me gustan más que una buena sesión de Breaking Bad, Mad Men, The Big Bang Theory o Tremé, entre otras muchas. Por ello me vais a permitir que hoy comente los premios Emmy otorgados en la madrugada del domingo y que ha dejado como titular más destacado el triunfo de la excelente Homeland en el apartado dramático y el nuevo éxito colectivo de la entrañable Modern Family. Vayamos por partes.
Comedia
Mejor actor secundario, Eric Stonestreet, Cameron en Modern Family.
De seis nominados, cuatro eran de MF, lo que hacía lógico que le tocase a uno de ellos. Cam ya lo ganó en 2010, y el fantástico Phil, una debilidad personal, lo hizo el año pasado. Nada que objetar a la repetición del orondo, histérico y entrañable Cameron, uno de esos actores que, cuando está en pantalla, atrae el foco como ninguno.
Mejor actriz secundaria. Julie Bowen, Claire en Modern Family.
Claire ha ido creciendo temporada tras temporada y repite premio como ama de casa al borde de un ataque de nervios gracias a su peculiar esposo, hijos y demás parientes, pero a mí me hubiese gustado que se lo llevase o Mayim Bialik, ex Bloosom y ahora inconmensurable como Amy Farrah Fowler, la novia de Sheldon en TBBT, o Merritt Wever, Zoey en Nurse Jackie, otra robaescenas de primera. Y de elegir a una de estas dos, me quedo con la simpática, inteligente y arrebatadoramente encantadora Amy.
Mejor actor principal, Jon Cryer, Alan en Dos hombres y medio.
Una de las grandes pifias de la noche a mi entender. Cualquiera de los otros cinco nominados me hace infinita más gracia que el premiado, que por otro lado no me hace ninguna. Me encantan Alec Baldwin en 30 Rock. Por supuesto, Jim Parson, el gran Sheldon o Louis C.K (mega fan de Louis). ¿Pero Jon Cryer y su cara de acelga?
Mejor actriz principal, Julia Louis-Dreyfus, Selina en Veep.
Tengo grabada Veep pero no he pasado de los 10 primeros minutos, por lo que no puedo enjuiciar a la exSeinfeld. Por lo que he leído fue una gran sorpresa y no me extraña, pues me parece excesivo su reconocimiento. Ahora que estoy revisitando Los Soprano, Edie Falco se merece todo lo que le puedan premiar. Y Tina Fey.
Mejor serie de Comedia. Modern Family.
Bien, vale. Su tercera temporada ha sido igual de buena que las anteriores, con ese final (¿spoiler?) donde nos enteramos de que Sophia Vergara va a ser mamá de nuevo. Me muero por ver cómo lo lleva Mani, al que le podrían haber nominado con toda justicia, pues el chaval está que se sale. Ahora bien, gustándome MF, no alcanza el entusiasmo con el que celebro cada nuevo capitulo de The Big Bang Theory, a la que la incorporación de las novias de Howard y Sheldon la ha llevado a una nueva dimensión.
Drama
Mejor actor secundario, Aaron Paul, Jesse en Breaking Bad.
¡Oe, oe, oe, oe!. Compitiendo con grandes, enormes actores, Jesse repite su Emmy de 2010. Soy absoluto adorador de Breaking Bad. Sus tramas, sus personajes, y la deriva que ha ido tomando hacia... digamos, la oscuridad, según han ido pasando las temporadas. Pertenezco al club de fans de Jesse, por lo que me alegro por su reconocimiento. Dicho esto, yo se lo hubiese dado a Giancarlo Esposito por su estremecedor personaje de Gus Fring.
No se puede ser más hijo de su madre y a la vez tan pausado e imperturbable. La tercera y, sobre todo, la cuarta temporada, resultaron antológicas gracias a este tipo que con un negocio de pollos de tapadera tenía montada la de dios y no le temblaba la voz para mandar al otro barrio a quien fuese, Mike mediante, claro.
Mejor actriz secundaria. Maggie Smith, Grandma o Violet en Downton Abbey.
Palabras mayores. Maggie Smith es una de esas actrices de la que yo no recuerdo haber visto una mala actuacion, incluso en películas mediocres. Encantadoramente mordaz, algunas de sus frases en Downton Abbey son memorables. Esta tercera temporada peleará dialecticamente con Shirley MacLaine, en un duelo de víboras que promete mucho. Los que hayáis visto ya el primer episodio sabéis de lo que estoy hablando. La pena es que no se lo diesen tambien a Christina Hendrick, Joan en Mad Men, aunque solo fuese para verle subir al escenario. ¡Qué voluptuosidad! Mamma mía. Pero Maggie y sus frases...
Mejor actor. Damian Lewis, Nicholas en Homeland.
Queda ya poco para el 1 de octubre, fecha de la vuelta de Homeland en su segunda temporada y para descubrir por dónde van a ir los tiros. Por lo visto en los avances, el imperturbable y convertido Nicholas comienza una carrera política que, como ocurrió en la primera temporada, nos pondrá el alma en un puño con su constante tensión narrativa y pasaremos de entenderle a odiarle de un capítulo a otro. Lamento que Mr. Heisenberg no se lo llevase, pero el trabajo de Lewis, siempre contenido y a veces hasta hierático, tambien se merece el premio.
Mejor actriz. Claire Danes, Carrie en Homeland.
Nada que objetar, sino más bien lo contrario. Su papel de semidesquiciada agente a la que nadie cree es rotundo y convincente. Danes nos lleva de la mano en su obsesión por desenmascarar al supuesto héroe, saltándose desde el principio códigos éticos en busca de la verdad. Sabiendo lo que sabe el espectador y ella intuye pero desconoce, logra que empaticemos con su causa y ahora esperemos ansiosos cómo va a salir del agujero mental donde terminó al final de la primera temporada.
Mejor serie dramática. Homeland.
Reconociendo los méritos de Homeland, a mí me hubiese gustado que se lo hubiese llevado Breaking Bad. Pasan las temporadas, quedan ya solo ocho capítulos sobre las andanzas de Walter y Jesse y esta maravillosa serie, unas veces por Mad Men y en esta ocasión por Homeland, sigue sin recibir el premio gordo que se merece. Dicho esto, Homeland es un digno ganador. Recuerdo que la tenía entera y me daba enorme pereza meterme en una historia de marines, invasiones (ilegales) y este tipo de historias tan estadounidenses. Mis recelos duraron medio capítulo, lo que tardé en ser abducido por la tensión que emanaba desde el minuto uno, cuando la agente Carrie intenta que el prisionero le diga el nombre del agente traidor mientras está a punto de llegar la policía local. Pedazo de serie, sin duda, que tiene el difícil reto de superarse a sí misma en la segunda entrega.
Pues eso, que salvo los premios al de Dos Hombres y Medio y a la de Veep, no hubo grandes fiascos. Eso sí, revisando series y protagonistas nominados, se confirma que la ficción vive momentos gloriosos donde se agolpan excelentes series, algunas que ni siquiera aparecen en los nominados como Boss (estelar Frasier), Justified, Tremé, Hell on wheels, ¡Fringe!, House of Lies, The Hour e incluso la divertida Episodes, todas ellas merecedoras de seguimiento. Esta semana comienza la temporada de otoño. ¡Cómo nos lo vamos a pasar!