"Si yo hubiera querido que me entendieras, me hubiera explicado mucho mejor"
Johan Cruyff
Johan Cruyff fue mi segundo ídolo deportivo, el primero elegido libremente ya que a Iríbar, venerarle siendo de Bilbao venía casi de serie. Las primeras imágenes suyas me llegaron en blanco y negro, lo que no quitaba ni un ápice a su capacidad de seducción. Era alto, delgado, chuleta e inmensamente elegante. Me hice cruyffista casi al instante. Además, los holandeses me parecían el colmo de la modernidad, no sólo futbolística, sobre todo en comparación con nuestro país, al que le sobraba caspa por todos los lados. ¡Si hasta les iban a visitar las mujeres a las concentraciones! Todo un anatema por estos lares. Por Cruyff me llevé uno de los mayores disgustos que recuerdo de mi etapa juvenil. En 1974, año del Mundial de Alemania, yo ya estaba más rendido a la causa holandesa que Cristiano a sus abdominales. Aquel equipo apodado 'la naranja mecánica' me parecía lo más de lo más. Jugaban todos de todo (o eso nos parecía) y cada vez que la cogía Johan, contenías el aliento. Fueron demoliendo uno por uno a todos hasta que llegó la final. En Munich y ante Alemania. La fantasía frente al pensamiento geométrico. La libertad frente al orden. El talento frente al músculo.
A la primera que cogió Cruyff, en el minuto 1, se fue de uno y de otro hasta que le cazaron y pitaron penalti. Qué subidón. Marcó Neskeens, pero poco a poco Holanda fue perdiendo fuelle hasta que Muller, la antítesis estética de Cruyff, metió un gol marca de la casa que les dio el título. ¡Joder, qué decepción me llevé! Creo que me duró meses. Pero bueno, se me terminó pasando, ya que para compensar, Cruyff jugaba ya en España, o sea, que le podía disfrutar todas las semanas.
Para entonces yo ya me había olvidado de lo de meter goles en San Mames y optado por abusar de mi 1,82 con doce años. Si bien al principio jugaba con el 13, en cuanto pude me lo cambié por el 14. Igual es un poco raro lo de elegir un número para jugar a baloncesto por un futbolista, pero así fue como pasó. Mantuve mi seguimiento hasta el final de su carrera deportiva, y a pesar de que no fue muy lucida, ocurrió en una etapa algo contestaria de mi vida, por lo que hasta en eso, Johan era un referente (incluso cuando tomaba decisiones discutibles). Entonces se hizo entrenador, años después aterrizó en Barcelona, y cambió mi forma de ver el deporte.
Hasta ese momento, yo era más de colores que de estilos. Del rojiblanco del Athletic, religión casi obligatoria si naces a orillas del Nervión, del blanco del Madrid o del amarillo de los Lakers. Me daba igual todo, yo lo que quería era que ganaran, y al diablo cómo lo consiguiesen. Johan Cruyff y su Dream Team logró que comenzase a dejar de mirar el color de la camiseta o su escudo, y me dejase llevar por el juego. Y aunque fuese en un club al que había casi odiado y con el que había competido ferozmente durante doce años, terminé rendido al espectáculo futbolístico que suponía ver a Guardiola, Laudrup, Romario, etc.
Desde entonces me gusta más el fútbol que los colores, el buen juego que el ganar como sea. Dejó de valerme el soportar un estilo rácano o resultadista, aunque fuese efectivo. Sigo queriendo que ganen los rojiblancos o los blancos, pero no me compensa que me den la turrada durante el año para luego el mes de mayo levantar un trofeo. Y por supuesto, cualquiera que sea capaz de seducirme, sea individual o colectivamente, cuenta con mi adhesión, se llame como se llame y juegue donde juegue. Y no solo me refiero al fútbol, sino a cualquier deporte. O me haces disfrutar, o no cuentes conmigo.
Mi agradecimiento podría ir más allá. Los éxitos de la selección, por ejemplo, o el que en nuestros campos ahora el balón pase más tiempo en el césped que en el aire. En fin, que mi 14 favorito se ha ido tan elegantemente como vivió. Y da penita. Genial, conflictivo, seductor, contradictorio, iluminado, egocéntrico, visionario… Seguramente hay mil adjetivos (y no todos positivos) que le encajan. Yo me quedo con todos, los buenos y los malos, ya que desde que le ví por primera vez, delgado y eléctrico, corriendo y parándose, mandando a medio mundo y peleándose con el otro medio, a mí de Johan Cruyff, me han gustado hasta sus andares
Cómo jugaba la criatura......
Hay 7 Comentarios
"O me haces disfrutar, o no cuentes conmigo" ese es mi lema también, tanto que para un merengue redomado como yo, ver al Barça de Guardiola era algo completamente bipolar: por un lado deseando su derrota y por el otro disfrutando del equipo que mejor ha jugado al fútbol que yo haya visto. Y esto ha pasado porque Cruyff hizo lo que hizo. Que descanse en paz.
Publicado por: Rísquez | 30/03/2016 14:32:44
Debajo de esa imagen de seguridad, nunca aceptó un error publicamente, consigo mismo era muy exigente lo que le hacía tener una determinación brutal.
Publicado por: FER | 29/03/2016 9:38:30
Ha habido muy buenos jugadores además de los de siempre Boby Chalton, Mágico Gonzalez, George Best, etccc. pero genios pocos, son los que marcan una diferencia o imponen un nuevo estilo, con es el caso de Cruyff, cualquiera que le guste el futbol, por necesidad a de senetir respeto y admiración por este genio que nos volvió a encadilar con su estilo.
Publicado por: Paco Poma | 28/03/2016 18:36:54
Nada que añadir a todo lo que ya se ha dicho sobre Cruyff (creo que en realidad se escribe Cruijff en holandés) estos días. Me quedo con lo que dices en el último párrafo; parece que cuando se muere un personaje público solamente se puede hablar bien de él, está prohibido hablar de sus errores o sus defectos. Somos humanos, todos tenemos cosas buenas y cosas malas, aciertos y errores. Recordemos todo, lo bueno y lo malo.
Publicado por: Wiggum | 28/03/2016 17:29:33
Un par de cosas Juanma 1 . Los holandeses no sólo llevaban a sus mujeres sino también a otras y 2. Decir que Alemania era físico y Holanda talento cuando Holanda tenía un físico brutal uff .
Publicado por: Resenbrech | 28/03/2016 16:59:00
Me acabo de enterar de que el 14 que llevaba por ti, en realidad lo llevaba por Cruyff. Sorpresas te da la vida!
":^)
Publicado por: Jose A | 28/03/2016 15:52:49
El Sr. Johan Cruyff nos trajo a España la revolución y la innovación del concepto de como jugar al fútbol.
Disfrutando a la par de dar espectáculo, desde el uso de la habilidad y la eficacia.
La estrategia y la intuición en el juego, anticipándose al contrario desde el juego limpio.
Aportó con su ejemplo que el fútbol es más espectáculo cuando se añade finura y arte, desterrando la grosería de las patadas traicioneras y el empellón al contrario.
Tradujo el deporte viril en regate limpio, buscando el balón y el espacio para correr menos y poseer más tiempo la ventaja de tener la pelota controlada.
Jugaba con la psicología de la frustración de quien no tiene la pelota por más que corra detrás de ella.
Y el agotamiento mental y físico del contrario.
Nada que ver con los partidos de barbecho, y las agonías de las remontadas heroicas a base de sudor.
Empezando desde el minuto uno a labrar la ventaja.
Ponía: "La gallina en piel."
Como en cualquier otra materia, en el deporte del fútbol tuvimos en España la suerte de ver un genio.
Usando la inteligencia, y sembrando una filosofía en todas direcciones que sigue viva a día de hoy.
El reconocimiento y el aplauso desde el respeto, a su capacidad como deportista y como persona.
Publicado por: Brihuega | 28/03/2016 11:02:53