Histórico: Digno de pasar a la historia.
Vivimos tiempos donde la catalogación de algo como histórico no es aplicada con rigurosidad, por lo que a la menor ocasión, adjetivamos hechos como históricos con demasiada alegría, a pesar de no cumplir las necesarias cualidades como para sobrevivir al paso del tiempo. Pero lo ocurrido en esta pasada madrugada no puede ser etiquetado de otra forma. Por lo que pasó y también porque tuvo lugar de forma simultánea, una especie de conjunción astral cuya dificultad de repetición lo eleva inmediatamente hasta la inolvidable. En Los Ángeles, Kobe Bryant disputó su último partido como profesional, colofón a dos décadas de carrera extraordinaria. A poco más de 500 kilómetros de allí, los Golden State Warriors lograban lo que hasta hoy parecía imposible, conseguir 73 victorias en 82 partidos de temporada regular. No entraré en la discusión de cual de los dos hechos tiene mayor relevancia pero sí que tanto uno como el otro merece unas cuantas líneas.
El adiós de Kobe
Nunca he sido excesivamente fan de Bryant, como no lo soy de aquellos jugadores de los que sospecho que anteponen lo propio a lo colectivo. Pero es una cuestión más de piel que de razón, pues esta, a través de todo lo conseguido tanto individual como colectivamente, está de su parte. Estamos hablando de una megaestrella, un jugador descomunal, un anotador infatigable, un competidor feroz. La mezcla de talento, capacidad técnica, físico superlativo y ambición inagotable le catapultó hacia lo más alto. Un deportista cuya ética de trabajo no ha podido tener otros valores que la constante exigencia y el máximo cuidado personal, pues de otra forma no se puede jugar durante tanto tiempo a los niveles que lo ha hecho Kobe. Apareció hace ya veinte años y a las primeras de cambio no tuvo reparos en poner a Jordan en el punto de mira. En algunas cosas le terminó superando (puntos anotados) y en otras se ha quedado a un peldaño (cinco anillos por seis de Michael). Formó con Shaquille O´Neal una pareja dominante y junto con Pau Gasol otra no tan demoledora pero que consiguió dos campeonatos consecutivos. Y le dio tiempo a lograr dos medallas de oro olímpicas, en la que tuvo una incidencia capital, sobre todo en la de Pekín. ¿Quién soy yo para poner un pero?
La despedida, que se me ha hecho eterna pues ha durado toda una temporada, tuvo su último acto en una fiesta a la altura del personaje (¿alguna vez aprenderemos por aquí a despedir a nuestros héroes?). A la enorme expectación creada, sabiéndose por última vez el foco principal de atención, Kobe respondió con 60 puntos. Sí, 60. Que vale que era un partido intrascendente, que nadie le perseguiría con saña como lo han hecho tantas veces desde que llegó a la Liga y que se contaba que se iba a tirar hasta las zapatillas. Pero 60, 60 hay que meterlos. Y Bryant lo hizo, con todo un muestrario de movimientos mil veces vistos anteriormente. Nada se jugaba, ni él ni su equipo, pero hay que reconocer que decir adiós con una actuación tan suya, resulta difícilmente superable.
Total, que Kobe ya es historia, y la historia de la NBA no se podrá escribir sin Kobe.
El récord de los Warriors
Con los records está pasando como con lo de histórico. Nos pasamos el año celebrando todo tipo de marcas, con el peligro de que ante tanta abundancia, terminemos por tener dificultades para colocar a cada una en el rango que merece. Pero este no es el caso. El 72-10 de los Bulls, logrados en la temporada 95/96, era uno de esos grandes hitos de las que se suele decir “esto es casi imposible batirlo”. Que es lo que se ha estado diciendo desde hace 20 años. Hasta que llegó la banda de Curry. Y ya tenemos otra marca “que es casi imposible batirla”.
Ha sido una travesía extraordinaria, por el cúmulo de victorias y por la forma de conseguirlas a través de un baloncesto divertido, fulgurante, espectacular, en ocasiones hipnótico, sobre todo por ese regalo para todos que se llama Stephen Curry. Pero ganar tannnnntos partidos, habla no solo de juego, sino de otras cosas: Solidez y equilibrio colectivo para afrontar todas las circunstancias que acontecen durante ocho largos meses. Constancia para intentar dar lo mejor cada noche. Ambición para afrontar una marca supuestamente inaccesible. Placer por el mero hecho de jugar.
Ahora comienza otra historia, la de los playoffs. Hay una corriente de opinión que piensa que hay que relacionar una cosa con otra. Que el valor del 73-9 está condicionado a lo que pase de aquí a finales de Junio. Discrepo. Lo hecho, hecho está y ni siquiera caer en primera ronda ante Houston le quitaría brillo. Nos hemos pasado veinte años hablando del 72-10 de los Bulls sin asociarla a su título posterior. ¿por qué habríamos de hacerlo ahora?
Total, que podremos discutir hasta aburrirnos sobre cual ha sido el mejor equipo de la historia, pero desde esta madrugada sabemos qué equipo ha completado la mejor temporada regular de la historia de una competición que ha visto conjuntos y jugadores legendarios en sus 70 años de existencia. Por eso no queda otra que….
¡Gloria cuasi eterna (hasta que sea batido) a los Warriors!
Hay 6 Comentarios
Incluso los que le hemos odiado durante años (a él y a sus Lakers) no nos queda más que aplaudir a una leyenda
Publicado por: Jose L. | 18/04/2016 19:22:15
No sé,perdón
Publicado por: pedrito rm | 15/04/2016 19:23:14
Pues 22/50 es buen porcentaje para un escolta.No que escoltas ve Oswald que tengan porcentajes superiores al 44 por ciento(con protagonismo)
Publicado por: pedrito rm | 15/04/2016 19:10:04
A mí casi me impresiona más el récord de triples de Curry. Que ha metido 402 y el récord anterior (que también era suyo) era de 286. Eso sí es batir un record con solvencia. Y además siendo el segundo mejor de la NBA en porcentaje de acierto de tiros de 3. (Y también ha sido el mejor en robos de balón y en tiros libres, ahí es nada). Un auténtico placer verle jugar, ojalá ganen el anillo
Publicado por: yayu | 15/04/2016 9:21:42
Nuestros "heroes" son despedidos, pero con sonido de viento en la grada y ríos de tinta (no precisamente de la buena) en la prensa. Vale que lo que manda es el presente, pero digo yo que habría que respetar un poco más sus trayectorias. Respecto a Kobe, al menos sus rivales así se lo han mostrado. Y sobre los Warriors, hasta el mismísimo Jordan animaba a que batieran dicho record. Vamos, "igualico" que en Iberia.
Publicado por: Vicen | 15/04/2016 9:03:36
60 puntos... fallando 28 lanzamientos. Se lo ha tirado todo (cheerleaders incluidas, creo yo). Así da gusto retirarse.
Publicado por: Oswald | 15/04/2016 0:31:23