El partido y la eliminatoria estaba vista para sentencia. El Fenerbahce había aplastado al Madrid, dominándole prácticamente durante los 120 minutos que ha durado esta serie y el campeón, agotado física y síquicamente, decía adiós a su competición más deseada. En ese momento, mientras en el banquillo turco se sucedían los abrazos, el publico se levantó de sus asientos para dedicar una ovación a su equipo. Las derrotas no suelen dejar, al menos en un primer instante, resquicio para el agradecimiento, pero el decepcionado aficionado madridista supo entender rápidamente que había más motivos para el aplauso que para la crítica, demostrando que tiene memoria, algo que en estos tiempos escasea, y más en el los alrededores de Concha Espina.
Unas cuantas razones pueden explicar el por qué después de tres finales consecutivas, el Madrid se ha quedado apeado sin ni siquiera llegar a la Final a Cuatro. El enorme desgaste que produjo la exitosa temporada pasada más la presencia de varios jugadores en la selección y la disputa de la Copa Intercontinental hicieron imposible una buena pretemporada. Tempranas urgencias tras los primeros reveses provocaron que tuviese que exprimirse en épocas que debían haber sido más relajadas como Noviembre o Diciembre. Fichajes llamados a sumar y aligerar a los jugadores claves no aportaban lo esperado, lo que provocó una mayor utilización (y desgaste) de los que ya estaban excesivamente exigidos como Llull o Ayón. Y ya con el depósito bastante mermado, un grupo infernal de Top 16 le impidió un solo momento de respiro. Total, que al momento cumbre, el Rubicón de la competición, los playoffs de cuartos, el Madrid se presenta en malas condiciones, sin la necesaria energía, con ningún jugador en su pico de rendimiento y unos cuantos ya fuera de foco, bien por falta de actividad o por sobreutilización. Demasiadas penurias para enfrentarte a un rodillo como el del Fenerbahce. Consecuencia lógica: 3-0.
Pero el público, con su ovación, se distanció de la tiranía del resultadismo y dejando a un lado de su tristeza por la eliminación supo valorar otras cosas. La resistencia mostrada en las peores circunstancias, la trayectoria del equipo en los últimos años, plagados de éxitos o el reconocimiento al esfuerzo realizado. Quizás también en estos aplausos había una sensación de fin de trayecto, algo que sólo el tiempo confirmará o desmentirá. A la vista de lo ocurrido, las problemáticas surgidas y las inevitables comparaciones con los adversarios más cualificados, es bastante probable que llegados a este punto, el Madrid necesite no sólo retoques de chapa y pintura como los que ha ido realizando desde que completó una columna vertebral formidable formada por los dos Sergios, Felipe y Rudy y sobre la que construyeron un proyecto modélico. Pero el tiempo pasa y lo visto esta temporada hace pensar en la probable necesidad de movimientos de mayor calado. Más aún si se confirman algunos rumores que apuntan a que alguno de los jugadores fetiche podrían emigrar a la NBA la próxima temporada.
Pero eso llegará, si llega, en verano, que las prisas suelen ser malas consejeras. La temporada sigue su curso y al Madrid le queda todavía una liga por disputar. En el poco más de un mes para la llegada de las eliminatorias para el título liguero tendrá tiempo para coger resuello, descansar las piernas y el sistema nerviosos y prepararse para cerrar el año de la mejor manera posible. Hasta entonces deberían resonar en su oídos el reconocimiento de los espectadores presentes en el Palacio. Recibirlo cuando se gana resulta sencillo. Lograrlo en la derrota debería considerarse también un éxito.
Hay 5 Comentarios
Es lo suyo, hay que tener memoria
Publicado por: yayu | 22/04/2016 13:55:58
Sinceramente me emocionó verlo desde casa. Ver a la gente en pié aplaudiendo me hizo olvidar el mal momento que pasaba y me recordó los buenos momentos vividos gracias a este equipo. Una temporada pasada irrepetible y un presente no tan malo como me dictaba el corazón en ese momento puntual. Como dice el Palomero, ahora toca recuperar sensaciones, descansar las piernas para el último titulo de la temporada. Un doblete Copa y Liga sería un magnífico resultado.
Publicado por: Guillem | 22/04/2016 12:43:26
Pues espero que se mantenga la columna vertebral que dices y el entrenador.A ver si es año que viene los fichajes dan un plus.
Todavía se puede lograr la liga y el doblete no sería para nada baladí
Publicado por: pedrito rm | 22/04/2016 11:15:15
Una ovación que fue un reconocimiento a un proyecto y un estilo. Muy merecida. Aún les queda la liga y un posible doblete, que sería una buena temporada. En verano, renovación de algunas piezas con cabeza, a acertar con los fichajes esta vez y a mantener la fe en este equipo. Y a hacer una pretemporada en condiciones, claro.
Publicado por: Tiró a tabla | 21/04/2016 22:44:17
No esperaba menos del público del Palacio. Ahora, a tener cabeza y nada de volverse locos en verano.
Y el puesto de Pablo Laso, intocable: http://www.sillonbol.com/euroliga/real-madrid-pablo-laso-y-12-mas
Publicado por: Fede Fdez | 21/04/2016 9:41:07