El Palomero

La guinda adecuada

Por: Juanma Iturriaga

22 ago 2016

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No debía ser de otra forma. Después de un partido agónico, duro como el pedernal, taquicárdico hasta el final, España pudo poner la guinda que buscaba al historial olímpico de la mejor generación de su historia. No ha sido su mejor torneo, tardó algo más de lo recomendable en ajustarse, pudo, quizás, con un mejor rendimiento, derrotar por fin a EEUU y ante Australia sufrió de lo lindo. Pero al final, ahí están, colgándose de nuevo otra medalla al cuello. Porque en las duras y en las maduras, España siempre compite, siempre está ahí. Desde 2006 y salvo en los Mundiales de Turquía 2010 (sin Pau) o España 2014 (el único gran borrón) nuestra selección no ha faltado nunca a su cita en semifinales. 9 de 11. Asombroso.

Esto es lo realmente difícil y lo que hace grande, enorme, a este grupo. El haber podido mantener durante tanto tiempo el compromiso, la tensión, el hambre, las buenas relaciones, la gestión de los egos, la conciencia colectiva. No sólo esto, sino que lo han logrado cuando el catálogo de parabienes casi se ha agotado, encumbrados deportivo y socialmente y con las cuentas corrientes gozando de excelente salud.

El éxito tiene sus peligros y su digestión no siempre es la correcta. A este colectivo, cada triunfo, cada objetivo conseguido les ha hecho más sabios, más competitivos, más ambiciosos. Muchas veces todo ha cuadrado y se ha tocado techo. En otras, nos hemos quedado a un pasito o nos hemos tenido que conformar con un el segundo objetivo. Pero como todos deberíamos saber, el ganar y hacerlo casi siempre, es muy, pero que muy difícil.

El partido ante Australia fue un buen ejemplo de la capacidad de la selección para sobrevivir en las condiciones más extremas. Sobre todo a partir de que los australianos subieron su agresividad defensiva un par de peldaños y España se atragantó perdiendo doce puntos de ventaja. Los rebotes fueron otra vez un quebradero de cabeza, y Mills, al que maldecimos unas veinte veces durante el encuentro, pareció capaz en un determinado momento de ganar él solo el partido a pesar de dedicarle toda la atención del mundo por parte de Llull, Ricky, Claver o quien fuese.

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Se puso tan complicado el partido que Scariolo tuvo que tirar la calculadora de minutos de Pau a la basura, manteniéndole en pista a riesgo de que llegase agotado al tramo final. Menos mal, porque lo que volvió a hacer Gasol fue inconmensurable. Su caudillaje resulto abrumador, echándose al equipo a la espalda por enésima vez. Si alguien simboliza la capacidad competitiva de esta selección es Pau. No porque sea un talento estratosférico, que también lo es, no porque se le caigan los puntos de las manos, que se le caen, sino porque cuesta trabajo recordar una noche de enjundia en el que no haya estado a la altura.

Con el partido en el alambre, se llegó a esos momentos donde todo el trabajo, el esfuerzo, las ilusiones, se dirimen en un par de jugadas. Esta vez salió bien. Sergio Rodríguez metió los dos tiros libres y Ricky y Claver tocaron un balón por el que les tendrían que poner una calle en su pueblo. Decir que España se lo merecía igual es mucho decir, pues también Australia hizo méritos suficientes. Pero lo que si es indiscutible que una trayectoria como la española a lo largo de más de una década pedía cerrar esta página con una sonrisa.

Se cierra exitosamente la travesía olímpica de unos jugadores emblemáticos e inolvidables que comenzó hace 16 años en Sidney, donde dieron sus primeros pasos unos imberbes pero ya atrevidos Navarro y Raúl López, que en aquellos tiempos eran los estandartes de aquel grupo. Cuatro años después en Atenas, y ya incorporados Felipe, Pau y Calderón, aprendieron la impagable lección de que en estos campeonatos lo importante no es el grupo (terminaron primeros ganando a Argentina e Italia, finalmente oro y plata) sino el cruce (derrota ante una EEUU menor). Ya como campeones del mundo y en plena madurez, asombraron en Pekín y Londres, asustando a la galaxia NBA. Por último, más cerca de los cuarenta que de los treinta y junto a otros chavales que aprendieron de baloncesto y de valores a su sombra, cierran el álbum de fotos subidos de nuevo a un cajón, con una medalla en el pecho, enlazadas las manos, disfrutando y haciéndonos disfrutar. El futuro traerá lo que sea, pero mientras tanto que nos quiten lo bailado. Que ha sido mucho y bueno.

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Hay 10 Comentarios

De acuerdo en lo de Navarro. No da más de sí. Los interiores tienen recorrido. Y esta vez faltaban Marc e Ibaka, la sangría de rebotes de la semifinal no hubiera ocurrido con ellos, y Willy madurará y tiene una pinta estupenda. Con ciertos retoques, todavía os van a dar alguna alegría.

Navarro debe dejarlo ya.
Felipe y Pau pueden seguir perfectamente.
Ha sido una pena la lesión de Marc.
¿Qué hubiera pasado contra USA con Marc Gasol?
Nunca lo sabremos, pero...

Pues a mi lo de Ricky me parece increible! Va a peor con el tiro. Los rivales van a dejarle tirar y preocuparse por sus penetraciones.
Se ha quedado estancado.
Y Navarro...una pena pero ...me recuerda a Joseba Etxeberria los últimos años en el Athletic

Y qué pena que Ricky no meta los tiros, sería uno de los dos o tres mejores bases del mundo

José Ramón, de acuerdo en lo de las chicas, espectaculares, se merecen también unos cuantos posts.
No estoy muy de acuerdo en lo de Felipe, ha tenido varios partidos muy fallones en ataque.
El Chacho muy bien también. Y Rudy en los partidos importantes también ha estado a la altura

Sobre Pau, creo que no se puede decir nada más. Pensaba hace dos años que el Mundobasket, el "nuestro", sería el punto final de su carrera y la de otros ilustres jugadores. Una final disputada contra USA con la mejor selección reunida hasta la fecha pondría el broche de oro para esta generación. Pero....
¡menuda sorpresa! Con el susto de un cierre en falso de una generación que tanto nos ha dado, resulta que no, que no se borran, que nos traen el Eurobasket
(en casa del "enemigo") y ahora un bronce que vuelve a confirmar a España al nivel de otras míticas selecciones. Y eso cuando ya no tienen nada que demostrar. Sin palabras y, sobre todo, eterna gratitud a estos jugadores.

Sobre el futuro, digamos que varios jugadores que antes eran los sustitutos naturales de algunas vacas sagradas y nuevas incorporaciones, son los llamados a intentar prolongar, a ser posible, esta racha de éxitos. Marc tendrá que asumir el papel de Pau, si es posible. También hay que ir viendo, entre otras cosas, la evolución de los hermanos Hernán-Gómez. Siendo Willy el más mediático, Juancho me parece un pedazo de jugador. Ilimane Diop me parece otro jugador interesante para el puesto de pivot, aunque le queda todavía para llegar. Abrines y las lesiones son ya una peligrosa historia repetida. Lo mismo sucede con Rubio y su tiro. ¿Y qué pasa con la pregunta de Ibaka ó Mirotic?

Sobre Scariolo, quien lo iba a decir, tan criticado otras veces, creo que ha hecho callar a muchas voces críticas. Sobre todo desde el pasado Eurobasket con ausencias sonadas.

Esperemos que Garbajosa, otro de los grandes, aunque no sea de la camada de los 80, sepa llevar la Federación de manera que esto se pueda mantener. He leído en más de una ocasión que es una persona inteligente.

En fín, sentimientos encontrados en la entrega de medallas. Viendo la paliza que ha recibido Serbia a manos de USA, una vez más en una final ó cruce que es cuando cuenta, era raro verlos recibir la medalla de plata y España el Bronce. Es la penitencia por un mal arranque. De todas formas, con esa victoria sobre Australia por la mínima, y con la posibilidad de no subir al cajón, ese Bronce hay que disfrutarlo.

Un saludo

Han hecho un torneo (bastante) bueno.
En especial, Sergio, Felipe y (sobre todo) un incomensurable Pau Gasol.
Pero a mí, el equipo que me ha gustado muchísimo es el de las chicas.
Grandísimas jugadoras.
Grandísimo entrenador.
Grandísimo equipo.

Grandes, muy grandes estos tíos. Después de las dos derrotas al comienzo del campeonato, cualquiera habría firmado este final. A disfrutar de este bronce y a recordar esta generación, la mejor y más longeva que un deporte de equipo haya dado en nuestro país.

Por una vez estoy mas de acuerdo con el comentario que con el escrito original.
Y algunas cosas que se quedan en el tintero, como jugadores que se arrugan a la menor, pasarse un campeonato entero donde te comen todos los rebotes. Cerrad, que eso se aprende en juveniles! Etc, etc...

La verdad es que ha sido impresionante lo que han conseguido, sí, chaupeau.
Y puestos a poner peros, para mí hay uno que se llama Scariolo, no me gusta su método, aunque dé éxitos. Siempre los mismos cambios, no es capaz de leer cuando un jugador no está para jugar. Navarro estas olimpiadas ha tenido un par de partidos buenos (o decentes, sobre todo comparándolo con lo que solía hacer), el resto no. Y tener a Calde en el banquillo cuando las pocas veces que ha salido a jugar ha cumplido con sobresaliente, a mí me parece un delito. Abrines lesionado desde el principio y dejamos a San Emeterio en casa... no se entiende mucho (salvo por temas de marketing, que se va a la NBA...)
Y no he leído en ningún sitio (aunque supongo que habrá algún medio que lo refleje) que la falta sobre el Chacho no fue falta. Cierto que los árbitros pitaron bastante mal (casi todo el torneo muy mal el arbitraje con un afán de protagonismo brutal, qué cantidad de técnicas absurdas que se podían haber ahorrado). Lo que está claro es que si esa jugada ocurre al revés, aquí se arma la de San Quintín. Pero bueno, que nos quiten lo bailao, qué manera de sufrir ayer, madre.

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Sobre el blog

El palomerismo es toda una filosofía de vida que se basa, como la termodinámica, en tres principios. El de la eficiencia: “Mínimo esfuerzo, máximo rendimiento”. El del aprovechamiento. “Si alguien quiere hacer tu trabajo, hacerte un regalo o invitarte a comer, dejale”. Y el de la duda: “Desconfía de los que no dudan. La certeza es el principio de la tiranía”. A partir de ahí, a divertirse, que la seriedad es algo que ahora mismo, no nos podemos permitir.

Sobre el autor

Juanma López Iturriaga

Básicamente me considero un impostor. Engañé durante 14 años haciendo creer que era un buen jugador de baloncesto y llevo más de 30 años logrando que este periódico piense que merece la pena que escriba sobre lo que me dé la gana. Canales de televisión, emisoras de radio y publicaciones varias se cuentan entre mis víctimas, he logrado convencer a muchos lectores para que comprasen mis libros y a un montón de empresas que me llaman para impartir conferencias. Sé que algún día me descubrirán, pero mientras tanto, ¡que siga la fiesta!

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