Ya pasó, ya pasó. Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, Reyes, comilonas, ciudades enloquecidas por el virus del consumo, televisiones en constante modo resumen anual, regalos, estrés, cuñados, añoranza por los ausentes… como todos los años, es muy probable que esta época del año nos haya dejado exhaustos, física y mentalmente, hasta tal punto que la vuelta a la normalidad, el curro, los atascos y esas cosas, nos puede parecer que tampoco es tan grave. El 16, el año de la posverdad, deja paso al 17, que vete tú a saber por donde nos lleva, ahora que las vísceras están reemplazando al raciocinio como asesores del ser humano. Pero bueno, no nos pongamos trascendentes nada más empezar el curso. Para ello, repasemos algunas historias que pueden resultar interesantes de seguir en los próximos meses en el universo de la pelota y la canasta. La primera tiene como protagonista un adolescente que parece llamado a romper la baraja.
¿Hasta donde Luka?
Cada vez que aparece un joven talento resulta inevitable elucubrar sobre sus límites, transportarse hacia el futuro para intuir hasta donde puede ser capaz de llegar. Desde que se corrió la voz que en la cantera del Madrid había un chaval que se llamaba Luka Doncic que estaba rompiendo todos los récords de precocidad, cada temporada revisamos estas previsiones dependiendo su velocidad de maduración. En el caso de Luka, lo hacemos casi siempre al alza, pues va incluso algo más rápido de las mejores previsiones. A punto de cumplir 18 años, su relevancia en el Real Madrid, un equipo aspirante a recuperar el trono europeo, no para de crecer. El hueco dejado por la marcha del Chacho ha acelerado el proceso, y en estos cuatro meses de temporada que llevamos no ha parado de dejar pistas de que estamos antes un auténtico fenómeno. Hace doce meses su presencia en la pista era una novedad, hoy resulta imprescindible. Hace doce meses cada vez que salía los adversarios se echaban encima, intentando sacar provecho de su bisoñez. Hoy ya no se atreven, pues saben que lo que tienen enfrente no es un saco de nervios, sino más bien lo contrario. Su trabajo veraniego le ha modelado el cuerpo y afinado su puntería hasta convertirlo en un jugador todoterreno, capaz de dirigir, anotar, defender y rebotear con solvencia.
Pero como cualquier crack que se precie, lo mejor parece estar en su cabeza. A velocidad de vértigo, su carrera le ha ido colocando en escenarios más y más exigentes, a lo que Doncic ha respondido con una naturalidad extraordinaria, tanto en el terreno deportivo como en el personal, lo que hace pensar que estamos ante una cabeza muy bien amueblada. Ni un solo gesto indica que se le esté yendo ni mínimamente el oremus, cosa que hasta sería comprensible cuando te atropella el camión de la fama a los dieciséis años.
Hasta aquí todo está en orden. Ahora bien, recordemos que estamos hablando de un chaval que todavía ni puede sacarse el carnet de conducir. Quiero decir que su carrera no ha hecho nada más que empezar, y debe atravesar todavía muchas etapas, algunas de ellas de alta montaña. ¿Seguirá su progresión meteórica? ¿Cómo se tratará si se ralentiza un poco?. Hasta ahora todo son alabanzas, ¿qué pasará si alguna vez llegan las críticas? Las expectativas son descomunales, se habla de Top 3 en el draft de la NBA y hasta he leído comparaciones con el joven Magic Johnson. Son palabras mayores y alcanzarlas no parece fácil. ¿Cómo se le juzgará si simplemente es un gran jugador de baloncesto y no una megaestrella? ¿Y si como les ha ocurrido a otros anteriormente, va a la NBA y cae en el sitio equivocado?
La ecuación tiene muchas incógnitas todavía, por lo que irse muy lejos en la previsión puede resultar excesivo. Por eso, en Enero de 2017, me pregunto como será la versión Luka Doncic de Enero de 2018. Si será ya el puto amo del Madrid, si hará 18 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias por partido sin necesidad de una actuación destacable, si su camino profesional y personal seguirá sin torcerse ni un ápice.
Pase lo que pase, su historia merece la pena seguirse paso a paso para saber si como decía esta portada de Gigantes, estamos ante El elegido
Hay 3 Comentarios
Da la impresión de que este chico, además de tener la cabeza muy bien amueblada, está muy bien asesorado. Creo que su padre fue jugador profesional de baloncesto, lo que por sí solo no garantiza nada, pero si tiene la cabeza igual de bien puesta que el chico y además sabe de qué va esto... Además en el Madrid parece que desde que llegó han gestionado muy bien su evolución y su crecimiento como jugador. Por eso pienso que Doncic no se va a ir a la NBA de cualquier manera y antes de tiempo solo por ir allí, se irá cuando él mismo y la gente que tiene alrededor le vean preparado. Eso me da la esperanza de que se quede algún tiempo más de lo que parece, cruzo los dedos, toco madera y lo que haga falta.
Publicado por: Wiggum | 12/01/2017 8:58:10
Obviamente ya es una realidad. La duda ahora es saber cuánto va a tardar en emigrar y si le toca un equipo en el que tenga delante a un base normal o no. Si le tocara de suplente de Westbrook, pues jugará poco los dos primeros años, si no, titular en dos meses y con números buenos, seguro.
Publicado por: yayu | 10/01/2017 10:03:00
Hace años alguien comentaba por aquí que nos hacíamos muchas ilusiones con Mirotic cuando no era más que una crisálida de jugador, y a mí se me ocurrió que de crisálida nada. Que era una mariposa monarca. Pues Doncic ya no sé si es la bandada de millones de ejemplares de esa misma mariposa que migra en América todos los años, o con qué especie compararlo. Tiene talento, temperamento y chasis para llegar muy lejos. Pero que muy lejos.....
Publicado por: kilgore | 09/01/2017 17:09:38