John Kiriakou / FOTO: AP, Jacquelyn Martin
Sigue implacable la guerra de Barack Obama y su Gobierno contra las filtraciones. El último en caer es John Kiriakou, exagente de la CIA, arrestado el lunes, acusado de filtrar detalles secretos sobre los interrogatorios de la agencia de inteligencia y otra información relativa a la guerra contra el terrorismo. Reveló, dicen los fiscales, los nombres de tres operativos secretos de la CIA a al menos tres periodistas en los pasados tres años. Pero no se equivoquen: Kiriakou no es un adalid de los derechos humanos. Fue un peón en una partida de ajedrez enrevesada y maldita, en la que un Gobierno, el de George W. Bush, le empleó para justificar el ahogamiento fingido.
Poca simpatía tiene ahora Kiriakou dentro de la CIA y fuera de ella, entre los círculos de activistas a favor de los derechos humanos. El exespía logró prominencia nacional en 2007, cuando concedió una entrevista al canal de televisión ABC en la que confirmó que la CIA había empleado el ahogamiento fingido (waterboarding) en su interrogatorio de Abu Zubaydah, en su día tercero en rango de Al Qaeda y detenido en la base naval de Guantánamo. Aquí pueden descargarse la transcripción de aquella entrevista, en un momento de la cual ocurrió este intercambio:
JOHN KIRIAKOU:
La Simulación de ahogamiento era una de las técnicas usadas.
PERIODISTA BRIAN ROSS:
Y fue utilizado con Zubaydah?
KIRIAKOU
Lo fue.
ROSS:
Y fue un éxito?
KIRIAKOU:
Lo fue.
ROSS:
¿Qué sucedió como resultado de ello?
KIRIAKOU:
Se resistió. Él fue capaz de resistir el agua... probablemente entre 30 y 35 segundos.
Kiriakou no era un ‘don nadie’ en la CIA. Había sido director de operaciones de contra-inteligencia en Pakistán y, como tal, uno de los captores y custodios de Zubaydah. El waterboarding es una técnica, prohibida por el Gobierno de Obama, que consiste en amenazar físicamente a un detenido con el ahogamiento. Se le ata de manos y pies, se le tapa la boca, y se vierte agua sobre su cara. Según algunos miembros de la Administración de Bush (piensen en Dick Cheney) era una mera forma de recabar información. Para Kiriakou, en su entrevista con ABC, era una forma polémica de salvar vidas.
ROSS:
¿Se comprometen así los principios americanos? ¿O pudo salvar vidas de ciudadanos de EE UU? ¿O ambos?
KIRIAKOU:
Creo que ambas cosas. Puede haber comprometido nuestros principios, al menos a corto plazo. Y creo que es bueno que estamos teniendo un debate acerca de esto.
Esa frase convirtió a Kiriakou en un instrumento perfecto para Bush et alii. El Gobierno dijo que la medida se usaba con moderación y que los propios agentes de la CIA admitían su efectividad. Aquello convirtió, es cierto, la tortura en algo debatible. Kiriakou, además, mintió. El waterboarding se había empleado sobre Zubaydah no una sino 83 veces. Y luego el FBI alegó que en ninguna de las 83, Zubaydah había revelado información relevante para la lucha antiterrorista. Si había dado información, la había dado por otros métodos, menos violentos.
Ahogamiento fingido frente ak Departamento de Justicia en 2007 / FOTO: AP, Manuel Balce Ceneta
Ahora la demanda del gobierno norteamericano alega que Kiriakou reveló el nombre de un compañero tres medios. Uno de ellos es The New York Times, que en 2008 publicó esta crónica en la que se revelaba el nombre de un interrogador:
En una prisión improvisada en el norte de Polonia, el ideólogo de los asesinatos en masa de Al Qaeda se enfrentó a su interrogador de la CIA. Fue 18 meses después de los ataques del 11-S y la invasión de Irak estaba dando a los extremistas musulmanes nuevos motivos para sembrar el caos. Si alguien sabía acerca de la trama terrorista, era Khalid Shaikh Mohammed. El interrogador, Deuce Martínez, era un analista de voz suave, que no hablaba árabe, y había rechazado una propuesta de la CIA para ser entrenado en el waterboarding. Prefirió ceder la inflicción de dolor y pánico a los demás, los más dados al estilo paramilitar...
También se le acusa a Kiriakou de revelar la identidad de otro agente secreto a un periodista no identificado. Los fiscales aseguran que ese periodista cedió el nombre a uno de los abogados que defiende a un detenido en Guantánamo. Fue el nombre de ese agente lo que llevó a la CIA a investigar. Tras dejar la agencia en 2004, Kiriakou trabajó brevemente como consultor para la agencia Deloitte y escribió un libro biográfico. Luego, como experto en el mundo islámico, asesoró a guionistas y directores de cine en películas como Cometas en el cielo.
El FBI interrogó a Kiriakou la semana pasada. Él ha anunciado a través de su abogado que se declarará inocente. Dijo que no dio el nombre de Martínez al Times. Ese diario, por su parte, se ha negado a revelar su fuente. El exagente se enfrenta ahora a 30 años de cárcel. Su mujer, Heather, trabajaba también en la CIA, pero dejó su puesto esta semana.
Hay 2 Comentarios
Bienvenido al club de los massonis massonico del Pentagono USA ,y su Casta
Publicado por: la cuerva | 27/01/2012 15:20:05
En el zoo humano, como siempre, la caca de A analizando la caca de B. Y B analizando la orina de A para ver a quien le funciona mejor la uretra. El problema es que todos apestan por igual y todos se autojustifican de sus bellezas éticas. En un famoso cuadro del renacimiento felino se pueden observar las fibras de ambas defecaciones.
Publicado por: RAMON | 27/01/2012 11:28:31