Los ejercicios militares han vuelto, finalmente, a Harvard. Desaparecieron en 1969, cuando las protestas estudiantiles por la Guerra de Vietnam forzaron al rectorado a prohibirlos. Se mantuvieron fuera del campus debido a la prohibición a los gais de servir abiertamente en las fuerzas armadas. Y cuando esta se revocó, en 2011, Harvard decidió volver a abrirle la puerta a los militares.
Según el programa, denominado Reserve Officer Training Corps, las fuerzas armadas acuden a los campus de las universidades y entrenan a los estudiantes para que se conviertan en oficiales en el futuro. Estos reciben becas, y ayudas económicas, y a cambio se comprometen a pasar una época en el ejército, normalmente unos ocho años. Los ejercicios tienen lugar en el campus donde estudian.
En los años 60, ante la creciente impopularidad de Vietnam, los estudiantes obligaron a los rectores de muchas de las universidades de la prestigiosa Ivy League a expulsar a los militares. Entre ellas se hallaban Harvard, Yale, Brown y Columbia. En el caso de Harvard, le permitía a los estudiantes acudir a efectuar su entrenamiento al Massachusetts Institute of Technology, cuyo campus está cerca.
El Pentágono asegura que el programa de adiestramiento está presente en 1.000 universidades. A través de él ingresan en el Cuerpo de Infantería norteamericano el 70% de los nuevos oficiales. Posteriormente esos estudiantes ocupan puestos de responsabilidad dentro de las fuerzas armadas. Los graduados de Harvard, 17 han logrado la mayor condecoración militar de EE UU, la Medalla de Honor.
Sólo cuando el Pentágono permitió a los gais servir abiertamente entre sus rangos, la rectora de Harvard, Drew Faust, tomó las medidas necesarias para que el programa regresara al campus. No encontró oposición. “En Harvard tenemos una gran opinión del servicio militar como servicio público”, dijo en marzo Faust, en cnferencia de prensa. En esa universidad, el servicio de entrenamiento a soldados comenzó en 1916.
El lunes, al despuntar el alba, el programa de entrenamiento regresó al campus de Harvard, cuarenta años después. Son algo más de 20 alumnos, afiliados al Cuerpo de Infantería y a la Armada. Se les ve a diario, haga frío o calor, repitiendo flexiones, dominadas, abdominales y otros ejercicios. En sus horas extras amplían sus conocimientos del ejército. Se preparan para la guerra, como en cualquier academia militar. Pero estudian en una de las mejores universidades del mundo.
FOTO: El secretario de la Armada, Ray Mabus, junto a la rectora de Harvard, Drew Faust, al firmar el acuerdo que permitió que se vuelva a entrenar a futuros oficiales en el campus de Masachusetts. Kevin S. O’Brien
Hay 3 Comentarios
Nice article, Might be doing some essay writing about it
Publicado por: James | 21/12/2012 21:11:13
Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Publicado por: Sex Shop | 10/12/2012 17:05:55
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Publicado por: essay | 12/09/2012 0:26:18