Juan Gómez

El huésped de Merkel sonríe

Por: | 29 de septiembre de 2011

Berlusconi_DW_Polit_834216p
"¡AQUÍ ESTÁ BERLUSCONI!"

No hace ni tres años, en la Cancillería, Merkel no pudo evitar un leve rictus de sorpresa cuando Berlusconi entonó un inesperado canto a la solvencia económica italiana. A su país, decía, “le va mejor de lo que algunos colegas refieren sobre sus respectivas economías”. A fin de cuentas “los italianos son ahorradores”. Incluso a sus parados les iba de perlas. En mitad de la peor recesión de la posguerra alemana, la Canciller tenía en casa a un invitado pavoneándose de lo bien que le iban las cosas. A la luz de lo sucedido desde entonces, eran mentiras tan gruesas como su sonrisa estilo ¡aquí está Johnny!. Para entender el escaso entusiasmo alemán por los astronómicos avales que dedican a salvar el euro y a sacar a sus socios sureños de la crisis de deuda, conviene recordar cómo sonreía Berlusconi aquél 22 de febrero de 2009. No todo es cuestión de dinero.

El Bundestag acaba de aprobar hoy la ampliación del fondo de estabilidad. Alemania pone la parte del león de un mecanismo que, según los expertos, ya era insuficiente el mismo día de su concepción el pasado julio. El debate se encamina a otros derroteros, como el apalancamiento del fondo por parte del Banco Central Europeo. Ya la cuantía, dos billones (con b) de euros, deja temblando a cualquiera. El Gobierno rechaza de momento introducir cambios en el mecanismo. Berlín está ahora más preocupado por la situación inmediata de Grecia. Pero Merkel y su ministro de Hacienda Schäuble han cedido ya muchas veces y se han tragado muchos sapos desde que empezó la crisis de deuda. 

Este verano, Italia se comprometió a una serie de ajustes presupuestarios a cambio de que el BCE comprara su deuda soberana y cortase así la espiral ascendente de su prima de riesgo. Es una de las medidas que más disgustan en Berlín. Costó el puesto de Jürgen Stark, economista jefe del BCE y figura clave de los democristianos en el entramado del banco emisor. A cambio, Italia aprobó este mes un paquete de ajustes que contempla sobre todo, subidas de impuestos. Pero el plan trienal no incluye buena parte de las medidas que les recomienda el BCE. Se puede hablar de timo.

Además de un riesgo económico obvio y un bache administrativo o legal, cada paso alemán por rescatar a sus socios presenta un dilema moral: ¿quieren los alemanes arriesgar su dinero público para salvarle la papeleta a líderes como Berlusconi? Al anterior gobierno de Merkel no le tembló la mano cuando firmó los multimillonarios rescates de la banca alemana. Pero, más allá de cualquier otra consideración, un vistazo al currículum político y empresarial del archimillonario Berlusconi -y otro a su sonrisa- iluminan muchas de las reticencias alemanas a estos nuevos esfuerzos.

[email protected]

Hay 6 Comentarios

Por supuesto, Sr. Gómez. Bien está contarlo porque esa (hipócrita) cuestión moral es ahora bien definitoria de la situación, y ahí está Vd. para informarnos. Ahora bien, mejor harían Frau Dr. Merkel y Herr Dr. Rösler en en inspirarse menos en el 'referente moral' de la Bild Zeitung y leer con más atención Die Zeit, FAZ, Süddeutsche o Spiegel, si andan magros de ideas propias o no quieren escuchar a Schmidt, Schröder o Kohl.

Baturrico:
Sin duda, cabe eso y cabe mucho más. Pero hablamos de la crisis de deuda y de por qué el Gobierno duda tanto y tarda tantísimo en actuar. Merkel y el Bundesbank perciben un valor didáctico en las calificaciones de riesgo: la letra con sangre entra y, si les sacamos las castañas del fuego, recaerán. Otros lo consideran una simpleza. Pero yo quería contarlo aquí.

Saludos.

La dimensión moral es un asunto ciertamente problemático, y bien es cierto que Alemania es uno de los países con menos 'pecados' de occidente en su relación con otros menos desarrollados.
Cabe preguntarse la dimensión moral de los acuerdos sobre aprovisionamiento energético de Schröder con Putin. Cabe plantearla en el papel de la industria alemana durante décadas en África o América Latina. Cabe plantear la cuestión moral en la 'transversalidad' de relaciones e intereses entre el Deutsche Bank y el gobierno federal.
Cabe plantearla también en los que se rasgaron las vestiduras cuando Horst Köhler se atrevió a decir la verdad: que en el Hindukush se defendían los intereses económicos y comerciales de Alemania. A Köhler le sirvió como excusa para dimitir, por cierto.

Pues si Italia se cae ahi mismo va Europa ya que hay mucho pero mucho dinero invertido en Italia no solo de paises Europeos si no del mundo entero, y a mi me parece que Italia no va bien.

Pues ojito con la deuda de los Italianos, que si la nuestra es gorda la suya es aún más demencial. Su presidente no es nada serio y sus recortes han llegado muchísimo después que los de España, si hubieran hecho las cosas cuando tenían que hacerlas Italia no se hubiera metido en ningún lío, porque tenían lo más difícil de conquistar, la confianza de los mercados.
Si quieres aprender todos los secretos para seducir mujeres clicka sobre mi nombre.

Me alegra ver que hay alguien que se preocupa por la MORALIDAD de todo esto.

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Sobre el autor

es el corresponsal de EL PAÍS en Berlín desde 2008. Fue becario de José Comas, que lo reclutó en 2006. Vive en la ciudad desde 2002. Estudió en Friburgo.

Correo: [email protected]

Eskup

Archivo

julio 2013

Lun. Mar. Mie. Jue. Vie. Sáb. Dom.
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30 31        

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal