Juan Gómez

Siesta über alles!(*)

Por: | 01 de julio de 2013

La sátira no es el género más conveniente para uno que tiene que vivir del periodismo. Sigue, por eso, una puntualización a lo que publiqué ayer en este blog sobre un artículo de opinión en Der Spiegel que  defiende la costumbre de la siesta en el sur de Europa. Incluimos una declaración de su autor Max A. Höfer.

La dichosa tribuna se publicó el pasado lunes en alemán. A nadie le importó. El viernes se tradujo al inglés para la web Spiegel Online. Una estrambótica polémica comenzó, según me dijo hoy una colega, cuando cierta agencia de noticias española sacó la información que dice:

  'Der Spiegel rechaza la siesta fundamentalmente por razones económica y considera que la eliminación de esta tradición no se debe en exclusiva a la crisis de deuda que azota la zona euro. De hecho, según el rotativo alemán, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ya restringió la siesta en 2005. (…) [Der Spiegel] recoge citas de personajes históricos en las que inciden que el "tiempo es dinero", en un alegato de que la siesta mina la productividad del trabajo'

El que lea el artículo verá que esto es falso. La tribuna de Der Spiegel defiende la siesta por razones que el autor Max Höfer expone en el siguiente texto, que nos ha hecho llegar hoy por su propia iniciativa:

'Los alemanes aprecian a los españoles. Les gusta viajar allí, les encantan el paisaje y sus famosas ciudades y envidian a los españoles por su estilo de vida mediterráneo. Del que forma parte la siesta. Cuando, en 2012, Reuters y toda la prensa internacional informaron: “End of the siesta! Cash-strapped Spanish workers forced to abandon the traditional afternoon nap” [Fin de la siesta. Los trabajadores españoles, en dificultades financieras, forzados a dejar el tradicional sueñecito de la tarde”], nos quedamos pasmados. Una amiga española me contó que desde 2010 cobra menos, disfruta de menos vacaciones y que además, ahora le quieren reducir la pausa de mediodía a 45 minutos, en lugar de los 120 minutos “habituales”. Me sublevó. ¿Es que los españoles tienen que cambiar su cultura solo por la crisis de la deuda?

 Muchos españoles se han enfadado por mi artículo en su versión internacional, en inglés, porque escribí sobre la “eliminación” de la siesta. Para ellos, se trataba solo de una nueva ley que daba a los comercios la posibilidad de adoptar horarios semanales de 90 horas, en lugar de 72. ¿Acaso esto es un progreso? Desde mi punto de vista, es un paso más hacia una sociedad de tiempo completo: 24 horas al día y 7 días a la semana, siempre dispuestos a tener que trabajar. Mientras apenas nos queda tiempo para otras cosas importantes de la vida.' (MAH)

Invito a los posibles interesados a que envíen comentarios a la dirección de este blog, debajo de mis datos arriba a la derecha. Publicaremos los más interesantes.

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(*) El título de esta entrada lo escribió antes y mejor, como él solía, el siempre añorado José Comas en esta pieza de 2006 que tanto viene al caso. Se lo he birlado. Espero que sirva de homenaje.

Hay 15 Comentarios

¿Nos pondremos alguna vez de acuerdo en algo los seres humanos?

Pues afortunados los que pueden. Yo con mi trabajo de 8 a 18 (mínimo, en ocasiones hasta las 20, sin remunerar la "dedicación" por supuesto) no puedo permitirme el lujo de dormir. Y cuando llego a casa menos. Después de haberme ido a las 7:30 tengo que cocinar, limpiar... cómo para siestas. En España, hay muchas Españas diferentes. Ninguna de las personas que conozco puede permitirse hacer siesta. Está mal visto dormir en la mesa de la oficina imagino.

Alba dudo que vivas en el mismo país que yo...Dudo mismo que vivas en algún país por la manera despectiva que tienes de comparar culturas. Las "culturas" no son ni inferiores ni superiores : La cultura es sumamente geográfica, es decir objetiva como lo puede ser la conformación de un "territorio" ( antes del pelotazo urbanístico, se supone...)

Jaja, yo diría que deberíamos cambiar la costumbre de comer a mediodía dos platos y postre y a lo mejor entonces no nos dormiríamos a mediodía...
Tenemos unos horarios imposibles.
Haz una encuesta y verás la cantidad de gente que está cenando a las 23 horas y se va a dormir a la 1 o las 2 de la madrugada. Se levantan a las 7 muertos de sueño, toman un café y el bocadillo a las 9 de la mañana. A las 14 o 15 horas andan muertos de hambre y devoran como cerditos todo lo que se les pone por delante... ¿Quién trabaja con la tripa llena? jeje!...
Cambiemos el horario y las costumbres mejoraran, es lo más aconsejable.

TE CAMBIO UNA HORA DE SIESTA POR UN PEDAZO DE PAN

Esto es casi una declaracion de amor sadomasoquista. El problema reside en el hecho de que todavia no sabemos quienes son los "sadicos" y los "masoquistas". Ellos? Nosotros? Y quo opinan de Grecia y de los griegos? Tendran que vender mas islas, o puertos a los chinos para pagar le deuda de los tanques Leopard 2 y demas submarinos alemanes?
Buen articulo

Pese a la suspicacia de muchos españoles que de inmediato se sienten insultados o a la irritación legítima de quienes saben que los alemanes trabajan bastantes menos horas que los españoles (basta ver las estadísticas) hay que reconocer que Max en sus excusas no pedidas sigue sin explicar de dónde ha sacado que se ha prohibido la siesta y de dónde que existe dicha institución en España, la siesta.

En su articulo se inventa que la gente deja la oficina o su puesto en la fábrica a las 12 pm ("la sexta hora", dice, desde las 6 pm) y vuelve a las 4 de la tarde -en su delirio recurre al invento del aire acondicionado- pero salvo en el pequeño comercio (y no en todo) eso es así sólo en la imaginación de Höfer.

Luego recurre a su tocayo Weber y la hipótesis sobre que la "ética protestante" tiene efectos en la productividad (recordemos que el profesor de Heidelberg escribió a su amada madre desde su estancia en Bilbao que el vasco era "el más moderno de los capitalismos", lo que no fue una hipotesis, sino lo que empíricamente comprobó en su estancia vasca en 1897), o sea, que no es cierto que Höfer se limite a decir que la siesta en realidad es una cosa muy buena como expone en su descargo, sino que piensa que es mala desde el punto de vista económico y que está muy bien pero pertenece a otro tiempo, y que por tanto es insostenible económicamente ese estilo de vida.

Por consiguiente quienes acusan a Der Spiegel de fantasía en ese asunto, un semanario que se supone no es satírico, no dejan de tener razón.

Max dice que hay que escucharse. Debería seguir su propia invitación.

Esto alemanes no se enteran de nada. Ellos se ponen hasta el culo de cerveza, así que mejor calladitos. Lo que si es cierto es que el periodimo español cada vez está peor. Miren este ejemplo de periodismo vendido: http://xurl.es/vebod

No me quedo a gusto con la supuesta defensa del Sr. Höfel que nos toma por idiotas, aún a pesar de su pésima documentación. Soberbia del niño al que le pillan diciendo mentiras. El se defiende conque el artículo se titulaba VIVA LA FIESTA, que fue como tradiujo Chistpher Sultan a la edición internacional de der Spiegel el título que originariamente era SIEMPRE LA FIESTA. En cualquier caso,si su intención era ironizar, está muy pobremente escrito (No olvidemos que lo publican en la sección de cultura)

Nuestro amigo Juan Gómez, sigue inoertérrito su, supongo que exitosa, carrera de articulista en Alemania que al parecer se alimenta de descubrir nuevos mediterráneos, que presenta como ignotos a sus lectores alemanes, tan ávidos siempre ellos del último estereotipo español. Si, aquí el que puede duerme una reparadora siesta en verano, sobre todo si no tiene que volver a trabajar por la tarde. ¿Y qué?. ¿Les da envidia? ¿Cómo tener la mayoría nuestra vivienda en propiedad, y tomar, en efecto, chipirones, calamares, sardinas o jamón en tapas, en vez de grasientas salchichas con asqueroso choucroute? Eso es lo que hay, además de desempleo. Aprendan.

¿Qué tiene de malo que en Alemania muchos presuntamente crean que la gente se va a dormir en España a las 3 de la tarde y luego vuelve al trabajo?

No comprendo esa falta de seguridad en sí mismo colectiva española. Supongo que eso es lo que lleva a la mayoría de los españoles ahora pretender prohibir las corridas de toros con el fin de poder parecerse más a los alemanes.

Algunos acabarán desterrrando los txipirones un su tinta engullendo salchichas para desayunar.

¿Pero no se dan cuenta que a los alemanes, en el fondo, les gustaría poder disfrutar de todo eso?

¡Qué complejo de inferioridad!

Yo escribí a este señor y tuvo la decencia de contestarme. Aún así, tanto en su respuesta personal como en ésta, sigue sin comprender que el punto que nos indigna no es su consideración de la siesta, sino que se piense - y difunda- que en España a las 3 de la tarde todos nos marchamos a casa y nos metemos en la cama. Es como decir que daneses y noruegos en sus vacaciones aprovechan para hacer algo de pillaje vikingo, los japoneses se hacen el harakiri si se enfadan con el jefe o los turcos siguen exportando la seda en camellos.

La siesta forma parte de la cultura mediterránea, donde en verano hace más calor que en los países del norte. Además, está comprobado que descansar unos minutos al mediodía, después de comer, beneficia el rendimiento intelectual y físico del resto del día (siempre que no sea una siesta larga).
Es bastante estúpido considerar que para superar una crisis haya que cambiar aspectos culturales milenarios.
La UE la componen culturas vecinas y amigas, pero cada una con su personalidad. Potenciar los puntos fuertes de cada una y contrarrestar los puntos débiles, beneficiará al conjunto de la UE. Pero para ello hace falta una Europa de ciudadanos y no una Europa del capital.

Dar pabulo a un medio que por la pela mas racana deja al Bildzeitung, comparativamente, al nivel de periodico para intelectuales es repulsivo. El problema es que el nivel de la opinion publica alemana (leo todos los dias la FAZ y la SDZ) frente a los paises del sur no es mucho mejor. Todo el mundo ha adoptado el discurso neocolonial de desprestigiar hasta vencer. Da asco!

La siesta es algo absolutamente recomendable para estar totalmente operativo por la tarde. Conocí a un danés, director de una importante compañía internacional en España que, amén de entusiasmarse con el jamón de Jabugo, descubrió que la siesta le mantenía perfectamente durante sus reuniones de la tarde. Algo bueno debe tener entonces.

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Sobre el autor

es el corresponsal de EL PAÍS en Berlín desde 2008. Fue becario de José Comas, que lo reclutó en 2006. Vive en la ciudad desde 2002. Estudió en Friburgo.

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