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05 julio, 2007 - 03:10

Diplomacia ciudadana

El mundo está cambiando. Internet lo está cambiando. La diplomacia no escapa a ese cambio. Y este cambio se está dando en distintos aspectos.

Cosas de la Diplomacia

BLOG INVITADO: COSAS DE LA DIPLOMACIA

  • Dirección: http://www.cosasdeladiplomacia.info/
  • Autor: Paco Polo
  • Descripción: "Francisco Polo es el redactor y editor del blog Cosas de la Diplomacia en el que intenta recoger todo tipo de informaciones ligadas a las Relaciones Internacionales con especial atención a los asuntos relativos a los Derechos Humanos."

La velocidad de las cosas provoca que estén cambiando los ritmos de toma de decisiones e implantación de políticas, la facilidad del acceso a la información está provocando que los expertos en relaciones internacionales pierdan parte de su papel y, al mismo tiempo, están aumentando las expectativas de participación en la política internacional de los ciudadanos.

Leía hace tan solo unos días en el blog de Rosa Jiménez Cano que la periodista Rosa María Calaf había dicho lo siguiente:

Lo internacional interesa poco, menos cuanto más lejos.

Se refería no sólo a una supuesta pérdida de interés por parte de las audiencias sino también a que, en el mundo periodístico, cada vez abundan más aquellos que “saben tanto de cubrir crisis y absolutamente nada de las crisis que cubren”.

Sin embargo los datos apuntan en otra dirección. Según Javier Noya, experto en Diplomacia Pública, ya no es que los ciudadanos estén cada vez más informados (a lo mejor Rosa María debería preguntarse si estarán los ciudadanos abandonando la televisión a favor de Internet para informarse sobre cuestiones de política internacional…) sinó que esa información cuenta cada vez más. La política internacional importa cada vez más a los ciudadanos. Según un estudio resulta que la política exterior es la tercera de las cuestiones que tanto en Europa, Estados Unidos y Turquía se tiene más en cuenta a la hora de votar (en España es la cuarta después del terrorismo, el cual, en realidad, no está desconectado de la política internacional).

Resulta claro que si los ciudadanos saben cada vez más de estos temas y, además, están interesados; es completamente natural que, poco a poco, se vayan dando cuenta del papel que ocupan en este terreno. Cada vez son más aquellos que se dan cuenta de que son actores de cambio. Cada vez son más quienes se dan cuenta de que sus acciones, sumadas a las de los demás provocan modificaciones en la política de otros países.

Todos recordaremos el caso de Amina, la joven nigeriana condenada a muerte por lapidación al haber sido acusada de tener un hijo fuera del matrimonio. Amnistía Internacional consiguió que la sociedad española se solidarizase a través de Internet con una chica que nadie conocía pero cuyo caso resultaba aberrante. Los ciudadanos nos movilizamos y vencimos. El 25 de septiembre de 2003 Amina era declarada inocente. La presión internacional, y en particular la española, fue decisiva para impedir que un tribunal no reconocido por la Constitución nigeriana ejecutara esa pena brutal sobre la joven.

Este tipo de hechos son los que nos permiten empezar a hablar de que los ciudadanos de todo el mundo se están conformando como un poder internacional basado en ideas, valores y normas. Se trata de un poder surgido del conocimiento, de la sociedad del conocimiento. Se está gestando la Noosfera (en griego “noos” significa espíritu o conocimiento). Y este poder, claro está, no se queda de brazos cruzados. Actúa. Y cuando actúa da lugar a lo que se ha dado en llamar la Noopolítica o lo que en el terreno internacional podría equivaler a un nuevo tipo de diplomacia: la diplomacia ciudadana.

Usted es un actor de cambio. Usted, ciudadano, que se informa sobre cuestiones de política (internacional) tiene mucho más poder del que imagina.

¿Cómo ejercer ese poder? Infórmese, genere ideas, abra un blog, discuta, siga informándose, genere conversación con las herramientas que le proporciona Internet, únase a redes de conocimiento, reflexione con quienes comparten sus intereses, proyecte sus valores hacia el exterior, presione para que se creen normas más justas.

Actúe. Conviértase en un diplomático ciudadano.

Comentarios

El planteamentido de don Paco me parece idealista, esperanzador pero un tanto utópico. No diré estar totalmente en desacuerdo, pero permítanme desconfiar de propuestas en las que todos los ciudadanos pueden participar de todos los temas. La diplomacia es una ciencia con siglos de antiguedad que requiere horas de reflexión y estudio, y aunque me parece loable que las opiniones de los bloggers campen libremente por internet, prefiero menos cantidad de información y más calidad de información. Al menos quiero pensar que de momento, la diplomacia la ejerce y la seguirá ejerciendo, gente que sabe de lo que habla. Los diplomáticos.

Lamentablemente, Internet sirve en ocasiones para que cualquiera hable de cualquier cosa sin haberse tomado el más mínimo y prudente tiempo de información -el fenómeno de la gente que piensa que piensa pero que realmente no piensa, sólo repite lo que otros han pensado por ellos previamente- .

En este sentido, sólo está bien que podamos ser "diplomáticos" en la medida que sepamos de lo que hablamos -don Paco, eso sí, ya apunta este aspecto en su artículo-.

Teniendo en cuenta que la mayor parte de las opiniones se forman a partir de la lectura sesgada de artículos o simplemente de ojear por encima los titulares de algunos diarios, creo que la diplomacia global que propone Paco es una diplomacia -repito- demasiado utópica y demasiado poco cualificada.

En el mundo de don Polo, personajes como yo podríamos crear un blog y opinar de cualquier tema internacional. Un personaje como yo podría incluso generar opiniones y tener influencia...¡qué miedo!

Cada vez interesan más los temas internacionales y por supuesto se está avanzando a una velocidad vertiginosa.

Pero, observo un verdadero bombardeo de noticias, que está llevando a la desinformación. La participación ciudadana, su opinión, el poder expresarse libremente es fundamental, y ahora existe la herramienta fundamental que es internet.

Pero insisto ante el exceso de información, no basta con que el ciudadano no profesional en medios de comunicación exprese su opinión, tiene la herramienta, pero ¿dónde se encontraría el criterio?. Algo fundamental para emitir cualquier opinión o juicio, quizás habría que replantear la rapidez de la noticia, el on line, no quiero decir con esto que la información sea más lenta, pero sí que se deben establecer unos códigos, para que la lectura digital sea comprensible y digerida, es novedosa y por tanto, exige adaptación. De otra forma la participación del ciudadano desinformado, carecería de cualquier interés, simplemente por su falta de credibilidad.

Estoy de acuerdo con ello. Es más o menos lo que intento desde hace un año con mi blog ¡Quiero Conducir, Quiero Vivir!
Cada uno a su nivel y en el área que cree debe afectar. Yo lo intento con los jóvenes.
Flor Zapata, madre de Helena.

Un artículo muy inspirador. Personalmente a veces tengo la sensación de que en este mundo cada vez con más posibilidades de interconectarse, es lógico que las relaciones exteriores cobren importancia, pero que quizá no lo hacen con el punto de vista que correspondería al que llaman mundo globalizado.
En realidad, aunque los ciudadanos puedan defender casos particulares como el de Amina, creo que todavía sigue habiendo un punto de vista realista con respecto a las relaciones internacionales, es decir: tendemos a pensar que nuestro país se encuentra en oposición con el resto. Esto se ha puesto una vez más de manifiesto con las últimas negociaciones del Consejo Europeo, que casi debería ser considerado un asunto de política interior, y sin embargo cada país exige a sus políticos defender sus intereses ante el enemigo, sin entender que los intereses propios, en una Unión integrada, son cada vez más dificiles de distinguir y aislar.
Sí, debemos aumentar nuestra participación en la política internacional, y sobre todo a traves de internet, porque estoy segura de que así muchos comprenderemos que los intereses de este planeta no están enfrentados sino que se complementan, cada vez más, en problemas que a todos nos afectan: derechos humanos, medio ambiente, cultura y en definitiva todos los aspectos de nuestra vida.

Me ha resultado muy interesante el árticulo de Paco Polo, y me gustaría abundar un poco en el hecho de que los poderes públicos deberían poner al servicio de alcanzar mayores cotas de democracia y participación ciudadana las herramientas que la sociedad de la información nos ofrece. ¿Por qué no tomar el pulso a la población preguntando a la ciudadanía?, haciendo click se podría tomar partido, participar de la cosa pública. Para los que no tivieran internet, un cajero automático de una entidad bancaria sería un soporte ideal para servir de improvisada urna, o como punto de recogida de pareceres. El mundo cambia a gran velocidad, el ciudadano demanda cada vez más capacidad de decisión, quiere que se le tenga en cuenta. ¿Por qué no aumentar el porcentaje que se deja a la discrecionalidad del ciudadano en la declaración del IRPF? igual que se nos pregunta si queremos dedicar el 0,7% de nuestros impuestos a la Iglesia o a ONGs, ¿por qué no preguntar sobre si queremos más inversión en sanidad pública, o en educación? ¿o más en carreratas o en ferrocarriles?. Ha llegado el momento de estudiar nuevas formas de participación política, exijámoslas.

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